Cardenal Sistach: lo indefendible no tiene defensa
A veces, ciertas defensas de según qué personas no dejan de ser ridículas. Y lo son porque encierran algo muy semejante a una mentira blanqueada, como lo de los sepulcros, que es el caso.
El artículo enlazado lo publicó Oriol Domingo en La Vanguardia. Defiende, en el mismo, al cardenal y arzobispo de Barcelona, Luis Martínez Sistach.
Es lógico que en ambientes nacionalistas se defiendan unos a otros porque, en realidad, es lo único que pueden hacer: barrer para casa.
Pero aquí hay antecedentes muy serios al respecto del cardenal Sistach.
Por ejemplo le salió un grano al cardenal de Barcelona (Germinans germinabit) que de una forma o de otra, se ha tratado de quitar, a lo mejor, por mediación de otros. Quiero decir como objetos mediatos de su voluntad.
Ahora, bien se comprende la tirria que le puede tener el cardenal Sistach a Germinans porque cuando quien puede callar no calla lo que pasa es, siempre, mal visto, por el poder (el que sea) establecido.