Y subió al Cielo; es que subió en cuerpo y alma
Es de fe y, por tanto, ha de ser creído y defendido por todo católico, que María, Madre de Dios y Madre nuestra, ascendió al Cielo en cuerpo y alma.
Eso, la tal ascensión es, sin embargo, un gran misterio para nosotros que, no obstante, aceptamos como verdad por todo lo que, relacionado con María, apunta a tal resultado vital.
En realidad, todo lo relacionado con María tiene relación, valga la redundancia, con ella misma. Es decir, que, por ejemplo, el dogma de su Inmaculada Concepción no es algo descubierto por la Iglesia católica como quien descubre algo nuevo sino que era una necesidad intrínseca a la propia naturaleza espiritual de aquella joven que dijo sí al Ángel Gabriel. Lo único que se hizo fue formular el sentido del mismo.
Pues bien, decimos que todo tiene relación entre sí. Y este, el del día que celebramos hoy, es ejemplo de eso.