Gutiérrez Fernández-Cuervo analiza En defensa de la realidad. Realismo tomista frente al idealismo de Kant

Javier Gutiérrez Fernández-Cuervo es esposo y padre de tres hijas, español y peruano, una dualidad que encarna su compromiso con la hispanidad como espacio vital de la tradición católica. Es autor del libro “En defensa de la realidad: Cómo resistir en la verdad ante la imposición de la utopía", obra que sintetiza su pensamiento crítico frente a la modernidad y su apuesta por un realismo filosófico anclado en la tradición hispánica. Es carlista y secretario del Círculo Tradicionalista Leandro Castilla, del sur del Perú. Como promotor educativo, preside la Asociación Civil Educativa Domus Aurea y dirige la Corporación Educativa Familiar El Alcázar, instituciones dedicadas a la educación católica, hispánica y humanística.
Además, es director de la escuela sombrilla estadounidense Empel Academy y miembro fundador de TradSchools, entidad acreditadora de escuelas católicas tradicionales. En el ámbito universitario, imparte clases de Ética, Ciudadanía, Antropología Filosófica, Comunicación Política y Retórica en la Universidad Continental y la Universidad Católica San Pablo de Arequipa. Su formación incluye una Maestría en Orientación Educativa Familiar, una especialización en Didáctica de las Ciencias Sociales y Políticas y un Grado en Filosofía por la Pontificia Universidad Urbaniana de la Santa Sede.
¿Por qué un libro titulado En defensa de la realidad?
Porque llevamos viviendo doscientos años de un asalto sistemático y fundamental contra la realidad que es en definitiva un intento de rebelión contra el Autor de la realidad: Dios mismo. La modernidad, en su soberbia racionalista, ha ido desarrollando una filosofía completa destinada a destruir la Cristiandad a todo nivel: político, moral, antropológico, ontológico, gnoseológico…
Y para ello se ha dedicado a desarrollar utopías que niegan la realidad de raíz. Lo que vemos hoy, donde lo biológico se sustituye por la “autopercepción", la verdad objetiva por el “relato” y la naturaleza humana por el “diseño social", son consecuencias de unos fundamentos que vienen de atrás, que son los mismos fundamentos que establecieron el sistema liberal formalista, relativista, constitucionalista y democrático que ya parece que no nos atrevemos a condenar. Pero es necesario ir a la raíz, que está ahí, para no “alzar trono a las causas y cadalso a las consecuencias”. Este libro es un acto de resistencia intelectual. Es un alegato contra la tiranía de la utopía, que para imponer su mundo de ficción, debe primero dinamitar los cimientos de lo que somos. Defender la realidad –empezando por la metafísica de los universales– es el primer acto necesario para la “restauración de todas las cosas en Cristo”.




