Margarita Cantera profundiza en su libro Fernando III el Santo. El rey que forjó la España cristiana

Margarita Cantera. Doctora en Historia, especialidad de Historia Medieval, por la Universidad Complutense de Madrid. Es Profesora Titular de Historia Medieval, en la Facultad de Geografía e Historia, de la Universidad Complutense, impartiendo diversas asignaturas de la especialidad, de manera especial de la Historia de España en ese período.
Su labor de investigación está centrada de modo particular en el estudio de la religiosidad y la historia de las Órdenes religiosas durante la Edad Media hispánica, con dos temas centrales: el monasterio de Santa María la Real de Nájera y la reforma monástica de la Baja Edad Media.
Pertenece al Grupo de Investigación consolidado de la Universidad Complutense Sociedad, poder y cultura en la Corona de Castilla, siglos XIII al XVI. Y ha participado en diversos proyectos de investigación sobre la Edad Media hispánica, centrados en los últimos años en las relaciones de las Coronas de Castilla y Portugal. Libros publicados: Blas Piñar y la Hispanidad (editorial SND, 2021); Fernando III el Santo. El rey que forjó la España cristiana (Sekotia, 2025).
¿Qué le llevó a escribir este libro sobre la figura de Fernando III el Santo?
La verdad es que no fue iniciativa mía, sino una apuesta de la editorial Sekotia, sello de calidad e interés por temas de candente actualidad. Y creo que es una iniciativa muy acertada por tratarse de uno de los personajes más importantes de la Historia de España. También quiero señalar que la idea surgió tras el documental sobre el rey santo elaborado por las religiosas del Hogar de la Madre.
Estamos hablando de uno de los grandes reyes medievales de la historia de España, cuyo papel como unificador de los reinos de Castilla y León y como caudillo reconquistador contra los moros. ¿En qué medida fue trascendental en nuestra historia?
El reinado de Fernando III, que llena casi la primera mitad del siglo XIII, fue decisivo en muchos aspectos; ha señalado dos de los más destacados, la unión definitiva de los reinos de Castilla y León en 1230, formando la Corona de Castilla, y las empresas de reconquista contra los musulmanes que supusieron la incorporación de un extenso territorio, cerca de 100.000 km2. Pero, por si esto no fuera suficiente, continuó el proceso de reforzamiento del poder real y una reforma de la administración del reino que daría sus grandes frutos en el reinado de su hijo y sucesor Alfonso X el Sabio. Asimismo, su gobierno corresponde a una etapa de impulso económico y de promoción de la cultura, siendo un ejemplo notable de ello la construcción gótica de las catedrales de Toledo y Burgos.




