InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Categoría: Meditaciones de Adviento

8.03.18

Meditaciones de Cuaresma- Personajes de Cuaresma: Pedro, primus inter pares

Cartel Francesco De Vito

En estos días previos a la semana de Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, Pedro aún no había caído en la delación que lo haría indigno de ser llamado discípulo de Cristo. Y, aunque seguramente seguía teniendo muchas dudas, era considerado el primero entre aquellos apóstoles que, no por ser igualmente considerados por el Maestro, dejaba de tener una importancia muy especial.

El Hijo de Dios debió ver algo en el corazón de aquel pescador llamado Cefas. Y es que, entre los que había escogido como personas más cercanas a la Suya, creyó oportuno darle un papel muy importante.

“Te llamarás Pedro”. Así le cambia el nombre Jesucristo al hermano de Andrés.

Cambiar el nombre no era algo que dejara de tener importancia. Es más, a lo largo de la historia de la salvación, Dios había hecho lo propio con quien, como Abrán, había recibido un encargo, una misión, muy importante que llevar a cabo. Por eso cuando Jesús hace eso con aquel hombre rudo le está diciendo que tiene, para él, algo importante que cumplir.

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23.12.17

Meditaciones de Adviento – Sábado III de Adviento. Triduo de Adviento. 3er día

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 (Señal de la cruz)

 

-Dios mío, ven en mi auxilio.

-Señor, date prisa en socorrerme.

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,

como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.

  

Texto Bíblico

Lc 1, 39-45

                   

39 En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; 40 entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. 41 Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; 42 y exclamando con gran voz, dijo: ‘Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; 43 y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? 44 Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno.  45 ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!’”.

 

Meditación para el tercer día

¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?

 

Cuando el Ángel Gabriel, en la Anunciación, le comunica a María que su prima Isabel, ya de bastante edad, está embarazada de 6 meses no tiene duda alguna de qué es lo que debe hacer: ayudar. Por eso nos dice el texto del evangelio que “se levantó María y se fue con prontitud”. 

Podemos imaginarnos a aquella joven judía, que llevaba al Hijo de Dios en su seno recién cubierto por la sombra del Espíritu Santo, aparejando los arreos para montar, así debería ser, en algún jumento que la llevara por las montañas hasta Ain Karem, donde vivían Isabel y su esposo Zacarías (ya mudo por entonces por su falta de confianza en el Ángel del Señor) y donde iba a nacer quien sería llamado Juan, por misión Bautista. 

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22.12.17

Meditaciones de Adviento – Viernes III de Adviento. Triduo de Adviento. 2º día

 Resultado de imagen de Juan el Bautista

 

(Señal de la cruz)

 

-Dios mío, ven en mi auxilio.

-Señor, date prisa en socorrerme.

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,

como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.

 

 

Texto Bíblico

Mc 1, 1-8

 

1 Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. 2 Conforme está escrito en Isaías el profeta:  ‘Mira, envío mi mensajero delante de ti, el que ha de preparar tu camino’. 3 ‘Voz del que clama en el desierto:  Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas, apareció Juan bautizando en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados. 5 Acudía a él gente de toda la región de Judea y todos los de Jerusalén, y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados. 6 Juan llevaba un vestido de pie de camello; y se alimentaba de langostas y miel silvestre.7 Y proclamaba: ‘Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo; y no soy digno de desatarle, inclinándome, la correa de sus sandalias.8 Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.’”

                                

Meditación para el segundo día

Allanad los senderos del Señor

 

San Marcos empieza su Evangelio con lo primero. Es decir, antes de Cristo (seis meses antes) había nacido un hombre que estaba destinado por Dios a ser quien presentara al mundo al Hijo que iba a venir a salvar a la humanidad de caer, definitivamente, en el abismo del olvido de Dios. 

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21.12.17

Meditaciones de Adviento – Jueves III de Adviento. Triduo de Adviento. Primer día.

 Resultado de imagen de Habrá señales en el sol

(Señal de la cruz)

 

-Dios mío, ven en mi auxilio.

-Señor, date prisa en socorrerme.

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,

como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.

  

Texto Bíblico

Lc 21, 25-28. 34-36. Se acerca vuestra liberación

 

25 ‘Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y de las olas, 26 muriéndose los hombres de terror y de ansiedad por las cosas que vendrán sobre el mundo; porque las fuerzas de los cielos serán sacudidas. 27 Y entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria. 28 Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrad ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra liberación.’

 

34 ‘Guardaos de que no se hagan pesados vuestros corazones por el libertinaje, por la embriaguez y por las preocupaciones de la vida, y venga aquel Día de improviso sobre vosotros, 35 como un lazo; porque vendrá sobre todos los que habitan toda la faz de la tierra. 36 Estad en vela, pues, orando en todo tiempo para que tengáis fuerza y escapéis a todo lo que está para venir, y podáis estar en pie delante del Hijo del hombre.”

                                

Meditación para el primer día

Velando siempre: terror y esperanza

 

En esta primera meditación del Triduo de Adviento esperamos a quien nos da la vida. Por eso, el texto de la liturgia de hoy nos trae cierto recuerdo escatológico o, más bien, previo a la escatología o al resultado de ésta. Este es un canto de alegría, sin embargo; en la tribulación, también aquí, el mensaje es de optimismo, de un claro optimismo cristiano. 

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20.12.17

Meditaciones de Adviento – Miércoles III de Adviento. Decálogo de Adviento

 

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No podemos dejar de reconocer que el tiempo de Adviento es muy dado, se presta a, ser modelo. Es decir, que cuando estamos esperando la llegada del Hijo de Dios es más que bueno y mejor tener en cuenta una serie de realidades espirituales que nos pueden venir muy bien y nos pueden recordar lo que, a veces, olvidamos. 

El decálogo es una cantidad de algo muy socorrida. Desde que Dios entregó los Diez Mandamientos a Moisés, tal número (que podría haber sido otro, seguramente, pero fue el que fue) ha servido para que se hagan “decálogos” de muchas cosas. Y por eso nosotros vamos a hacer lo propio con algo tan importante para los hijos de Dios como es el Adviento. Y lo hacemos, claro está, empezando por el número uno y acabando por el diez, como Dios manda.

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