InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Categoría: General

17.06.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Frutos de Dios en sus hijos

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena – Frutos de Dios en sus hijos

La Creación da sus frutos en el campo o los árboles y, mi Providencia, da los suyos espirituales en el corazón de los generosos.” (Beato Lolo, de su libro Reportajes desde la cumbre)

Como ya hemos dicho en otras ocasiones (y todas son buenas por tratarse de textos de Lolo)Reportajes desde la cumbre es un título de un libro de Manuel Lozano Garrido que está puesto a las mil maravillas. Y es que podemos entender que las palabras aquí traídas son dichas por Dios mismo pues es lo que nuestro amigo de Linares (Jaén, España) ha querido que sea y así lo escribió en su día.

A este respecto, cuando hablamos de la Creación tenemos muy claro, primero, Quién la llevó a cabo pues hay pruebas más que suficientes que demuestran que en la misma “Alguien” tuvo que intervenir. Y nosotros sabemos muy bien Quién fue. Pero también sabemos que la sigue manteniendo pues no la abandonó después de aquellos intensos días donde la Voluntad y Misericordia de Dios dio paso a lo que ahora hay y a lo que ahora somos.

Pues bien, sobre esto decimos que es cierto lo que nos dice Lolo y es que la Creación no está hecha para nada sino que, hoy mismo, obtenemos tantos frutos de esta que no tendríamos espacio para agradecer eso que fue lo que hizo Dios porque quiso y pudo.

En efecto, tanto vemos de la Creación entre nosotros y mucho más allá de donde nos encontramos que todos sus frutos nos parecen maravillosos y de ellos nos servimos porque Dios quiso que nos sirviéramos de lo que había creado cuando en Gn 1, 28 se dice esto:

Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sometedla; mandad en los peces del mar y en las aves de los cielos y en todo animal que serpea sobre la tierra”

Pero, como podemos imaginar, no era sólo eso a lo que Lolo quería referirse en cuanto Dios nos da. No. Eso, que siendo bueno lo admitimos como gracia y regalo, no es lo mejor porque tiene algo para nosotros que es tan fundamental en nuestra vida que no podemos obviar ni tener por no puesto por el Creador.

Con lo de arriba queremos decir que la santísima Providencia de Dios está ahí y que, por decirlo pronto, siempre está a favor nuestro.

De todas formas, debemos tener en cuenta algo que Lolo quiere que comprendamos para que no nos llevemos a engaño. Y es que sí, que la Providencia de Dios supone una gran expectativa que nos favorece mucho y que nunca debemos olvidar. Pero, ¡Hay!, Dios no la hace fructificar en cualquier corazón.

¿Es que el Todopoderoso tiene preferencia por algunos de sus hijos?

Vamos a ver, no se trata de que Dios prefiera a alguno de sus hijos por encima de otros y los favorezca. No. De lo que se trata es que, como muy bien dice aquí Lolo, es que nuestro corazón ha de ser “generoso”. Y eso quiere decir que debemos poner de nuestra parte una tal generosi0dad de manera que la Providencia del Creador puede hacer nido en nuestro corazón y de allí puedan fructificar.

Nosotros decimos, a este respecto que eso se dice muchas veces y que resume en “A Dios rogando y con el mazo dando” pero, claro, debemos reconocer que Lolo ha subido varios escalones en lo que nos ha querido decir y le ha quedado mejor… vamos, mucho mejor.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (70)

¡Impresionante misericordia de Dios, que se ofrece en Cristo para saldar todo el castigo que merecen nuestras culpas!”

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

15.06.24

La Palabra del domingo – Domingo, 16 de junio de 2024

Resultado de imagen de SAnta Biblia

Mc 4, 26-34

 “26 También decía: ‘El Reino de Dios es como un hombre que echa el grano en la tierra; 27 duerma o se levante, de noche o de día, el grano brota y crece, sin que él sepa cómo. 28 La tierra da el fruto por sí misma; primero hierba, luego espiga, después trigo abundante en la espiga. 29 Y cuando el fruto lo admite, en seguida se le mete la hoz, porque ha llegado la siega.’ 30 Decía también: ‘¿Con qué compararemos el Reino de Dios o con qué parábola lo expondremos? 31 Es como un grano de mostaza que, cuando se siembra en la tierra, es más pequeña que cualquier semilla que se siembra en la tierra; 32 pero una vez sembrada, crece y se hace mayor que todas las hortalizas y echa ramas tan grandes que las aves del cielo anidan a su sombra.’ 33  Y les anunciaba la Palabra con muchas parábolas como éstas, según podían entenderle; 34 no les hablaba sin parábolas; pero a sus propios discípulos se lo explicaba todo en privado.”

      

COMENTARIO

La semilla de la fe

La instrucción de Jesús es sencilla. Utiliza ejemplos de la vida ordinaria. Sabe que sus interlocutores no son sabios sino gente sencilla. No tienen conocimientos de la Palabra de Dios excesivos sino los comunes que pudiera tener cualquiera. Necesitan que se les diga todo de forma que pueda ser entendido. 

El Hijo de Dios conoce el corazón de los hombres. Por eso cuando habla lo hace de forma inteligente y se adapta a la capacidad de cada cual. Por eso habla como habla. No lo hace porque crean que aquellos que le escuchan no sean capaces de entenderle. Él, Maestro entre los sabios, enseña con autoridad que se basa en conocer y reconocer cómo debe hablar. Pero a sus discípulos, a los que van con Él, a sus Apóstoles, todo aquello que explica en parábolas, les explica de forma más profunda. Ellos deben comprender más y mejor. 

Debe explicar, ahora, qué es la fe. No lo que significa creer sino cómo es en cada uno de los hijos de Dios. Y esto es lo elemental porque sólo a partir de comprender cómo es se puede creer y puede, la misma, crecer en el corazón del creyente. 

¿Y cómo es la fe? 

PARÁBOLA LA SEMILLA DE MOSTAZA Y SU CRECIMIENTO – Evangelio de la gracia

Cualquiera diría que es algo grande (que lo es) pero, verdaderamente inalcanzable para el común de los mortales. Jesús muestra que no es así sino que es algo mucho más sencillo de ver y comprender. 

La fe, en general, la siembra Dios en el corazón de sus hijos. Y es, en tal sentido, un sembrador que salió a sembrar. La semilla de la fe va creciendo en el campo sembrado, en el corazón de los hijos, y, con el tiempo, cuando ha fructificado, da fruto. En unos casos es mucho y, en otros, poco. Sin embargo, el Sembrador-Dios nunca se cansa de sembrar ni quiera cansarse nunca. 

Pero también la fe es algo muy pequeño. Cuando se siembra en la mies del Señor es poca cosa porque queda en nada si no es aceptada por quien la recibe. Sin embargo, si quien la recibe la recibe bien y la riega con la savia buena y gozosa de la Palabra de Dios, consigue que la misma crezca. 

¿Hasta dónde puede crecer la fe? 

Jesús lo explica utilizando el símil de la semilla de mostaza. Es poca cosa pero, de fructificar bien, puede llegar a transformarse en un arbusto grande donde hasta las aves pueden anidar. De algo pequeño deviene algo mucho más grande, en proporción muchísimo, a lo que era. 

Lo mismo pasa con la fe: es poco si lo comparamos con otras realidades que tiene el ser humano. Sin embargo, la misma supone mucho para quien la recibe. Si la cuida, la alimenta y la hace crecer, por fuerza dará muy buenos frutos de misericordia, amor y entrega a Dios y al prójimo. 

Y es que la fe, que quien la recibe puede parecer poca cosa (no se puede tocar, pesar ni medir con medidas materiales) supone la salvación de quien la recibe y la hace crecer. Así se sencillo es lo que aquí dice Jesús y así de profundo. 

 

PRECES

 

Pidamos a Dios por todos aquellos que no quieren recibir la semilla de la fe.

 

Roguemos al Señor.

 

Pidamos a Dios por todos aquellos que huyen de la siembra de Dios.

 

Roguemos al Señor.

 

ORACIÓN

 

Padre Dios; ayúdanos a recibir con gozo la semilla profunda de la fe.

 

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

  

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

 

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

La fe debe crecer en nuestro corazón pero hay que querer que crezca.

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

3.06.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Esto sí es tener por bueno al dolor

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación 

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo. 

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien. 

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual. 

 

Frases que bien valen la pena – Esto sí que es tener por bueno al dolor

  

“Con el dolor por amor, no se andan, sino que se vuelan los caminos” (Beato Lolo, de su libro Reportajes desde la cumbre)

  

Otra vez nos habla Dios desde la cumbre que es, en esencia, el Cielo. Y lo hace, como no puede ser de otra manera, con palabras que tienen enjundia y nos echan una mano en nuestro diario caminar hacia Su Casa. 

Podemos ver que, en realidad, estas palabras de Manuel Lozano Garrido no es que sean muchas pero, como suele suceder con el Beato Lolo, son más que importantes y nos pueden echar una mano en nuestro diario vivir como arriba decimos… 

Como es fácil advertir en estas pocas palabras el sentido que tiene el de Linares no es el más común de los sentidos para la generalidad de las personas. Y es que no dudamos lo más mínimo en creer que el dolor dista mucho de ser algo relacionado con el amor… 

Sin embargo, a nuestro amigo eso no le parece lo más correcto y, es más, nos recomienda (eso así lo entendemos de estas palabras) que tengamos al dolor por “amor”. 

¿Tener al dolor por amor?  

En realidad, cuando hacemos eso es que hemos sido capaces de sobrenaturalizar el sufrimiento. Y poder hacer eso y llegar a un nivel tal de comprensión del dolor supone que sí, que hemos sido capaces de obviar el sufrimiento a base de amor. 

Debemos tener en cuenta que se supone (así lo creemos en este libro de Lolo Reportajes desde la cumbre) que es Dios quien nos habla directamente. Por eso podemos entender que su Amor nos tiene en cuenta en el dolor y que nosotros, sabiendo eso, podemos transformar el sufrimiento en, precisamente, amor. 

Ciertamente, nos reconforta saber que cuando sufrimos es Dios mismo quien nos acompaña y consuela y que pone ante nuestros ojos el sufrimiento de Su Único Hijo en su Pasión para que comprendamos en qué Amor basó entonces aquel terrible sufrimiento físico. Sí, lo hizo por Amor y en eso debemos fijarnos cuando nosotros pasemos por pruebas que, ni por asomo, van a ser aquellas las suyas… 

¿Qué, entonces, con poner amor cuando hay dolor?  

Sencillamente nos dice Lolo que si somos capaces de hacer eso (que no es poca cosa sino mucha y muy mucha) lo que nos ha de pasar es ese “volar los caminos” que ha de querer decir que vamos a ser capaces de sobreponernos al sufrimiento y que, como hizo Lolo mismo, nuestra vida dará un cambio radical (pues proviene de la raíz del corazón) y las cosas las veremos de otra forma. 

Volar los caminos… caminar como si nuestro dolor diera sustento a nuestros pasos al saber Quién sufrió por nosotros y Quién nos sustenta. Y es que estamos más que seguros que eso fue lo que Lolo hizo a lo largo de su sufriente existencia.

  

Eleuterio Fernández Guzmán


Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.



Panecillo de hoy:

 

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

  

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (68)

 

 “La Creación y la Redención son dos fuentes de vida y de sangre, los dos más grandes y hermosos frutos del amor de Dios.”

  

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Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

18.05.24

La Palabra del Domingo - 19 de mayo de 2024

Resultado de imagen de SAnta BibliaComo es obvio, hoy no es domingo 19 de mayo de 2024 sino sábado, 18. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, de domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario

 

Jn 20, 19-23


 
“19 Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar  donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: ‘La paz con vosotros.’ 20 Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor. 21 Jesús les dijo otra vez: ‘La paz con vosotros. Como el Padre me envió,  también yo os envío.’ 22 Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: ‘Recibid el Espíritu Santo. 23 A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.’”

 


COMENTARIO

Los poderes de Dios y de Cristo


Para que  todo lo que hizo tuviera sentido
tuvo que aparecerse, Cristo, a sus discípulos que, con miedo, estaban escondidos. Y no es de extrañar que tuvieran miedo pues sabían cómo se las podían gastar los miembros de su mismo pueblo. Estaban acostumbrados a matar a los que anunciaban la voluntad de Dios (muchas veces lo habían hecho a lo largo de su historia) y no pararían ante nada para acabar con los seguidores de Aquel a quien habían colgado en una cruz y le habían hecho morir de muerte infamante porque, para ellos, era la única forma de terminar, para siempre, con aquel dolor de cabeza y de bolsillo que había supuesto el Maestro de Nazaret. 

Pero Jesucristo
sabía que debía dirigirles la palabra, la Palabra.  Y se aparece ante ellos. El texto no dice que abrió la puerta y allí entró sino que se presentó y sí dice que las puertas estaban cerradas. 

El caso es que Jesús había alcanzado el estado de espiritualización del cuerpo resucitado y podía atravesar paredes. Por eso allí se aparece sin problema alguno de puertas cerradas ni nada por el estilo. 

Sólo así comprendieron todos los, para ellos, extraños mensajes  que habían recibido de Él y que, en su tiempo, no entendieron. 

Oración del jueves: “La paz esté con ustedes” - Mi vida en Xto

Y se presentó ante ellos con la paz por delante, como deseándoles lo mejor, la tranquilidad del alma, la mejor forma de manifestarse, la expresión pura y simple de su ser. 

Sin embargo, es posible que no fuera suficiente pues para aquellos que lo habían visto morir todo lo que estaba sucediendo les venía, en exceso, grande. Necesitaban algo más contundente que les hiciera caer de aquel caballo de incredulidad en el que aún andaban subidos. 

Por eso les enseña las heridas de su Pasión. Heridas que a más de uno, otro día, hicieran exclamar aquello de “Señor mío y Dios mío”. 

Pero aún debía dar un paso más que resultó impagable para la vida de la humanidad que debía continuar su camino sin la presencia física del Maestro. Y es que era fundamental que, sobre ellos, exhalara el Espíritu Santo; que, como prometió, fuera conveniente, para ellos que Él se fuera, se marchara al Padre, porque enviaría otro Paráclito, otro Defensor, ese Espíritu que les iba a guiar, dirigir, marcar el camino hacia Dios. 

Y también llevó a cabo el primer envío después de darles a aquel. Una misión: predicar el Evangelio, esa Buena Noticia que debían de llevar a todos,  con el poder de perdonar pecados, y de retener los que creyeran que debían ser retenidos. Todo un poder legítimo, significativo, creador de un nuevo mundo basado en su ejemplo, en su amor, en la Verdad que Él trajo, otros brazos para Dios.

 
PRECES
  
Pidamos a Dios por todos aquellos que no confían en el Espíritu Santo. 

Roguemos al Señor.
  
Pidamos a Dios por todos aquellos que no aceptan la paz del Señor. 

Roguemos al Señor.
  
ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a llevarte a todo el que no te conozca.
 
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.
  

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 
Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 

Panecillo de hoy:

Es que, en verdad, había resucitado… con todas las consecuencias. 

Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

13.04.24

La Palabra del Domingo -14 de abril de 2024

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Como es obvio, hoy no es domingo 14 de abril de 2024 sino sábado, 13. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, de domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.  



Lc 24, 35-48


“35 Ellos, por su parte, contaron lo que había pasado en el camino y cómo le habían conocido en la fracción del pan.36 Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dijo: ‘La paz con vosotros.’ 37 Sobresaltados y asustados, creían ver un espíritu. 38 Pero él les dijo: ‘¿Por qué os turbáis, y por qué se suscitan dudas en vuestro corazón? 39 Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como veis que yo tengo.’ 40 Y, diciendo esto, los mostró las manos y los pies. 41 Como ellos no acabasen de creerlo a causa de la alegría y estuviesen asombrados, les dijo: ‘¿Tenéis aquí algo de comer?’ 42 Ellos le ofrecieron parte de un pez asado. 43 Lo tomó y comió delante de ellos. 44  Después les dijo: ‘Estas son aquellas palabras mías que os hablé cuando todavía estaba con vosotros: “Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos acerca de mí."‘ 45  Y, entonces, abrió sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras, 46  y les dijo: ‘Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día 47    se predicara en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén.48  Vosotros sois testigos de estas cosas”.

 

COMENTARIO

Abrir los ojos

 No podemos negar que los discípulos de Jesús que se volvían a Emaús quedaron verdaderamente sorprendidos cuando se dieron cuenta de quién era la persona con la que habían estado hablando.

A ellos se les abrieron los ojos y, con ellos, el corazón pues no es poca la relación entre unos y otro. Tenían cerrados los primeros para reconocer a Jesús y el segundo para darse cuenta de que todo lo que había sucedido en los últimos días era mucho más importante de lo que ellos habían llegado a comprender.

Y en cuanto se les abrieron los ojos y el corazón sólo podían hacer una cosa: ir corriendo a Jerusalén.

Podemos imaginarnos a los de Emaús exhaustos a paso más bien ligero en busca de los discípulos que, por miedo, estaban escondidos de los judíos. Y, en su corazón, todo lo que habían vivido con Aquel que les hablaba de las Escrituras y partía el pan.

Aún, al parecer según lo escrito por san Lucas, no se había aparecido Jesús a sus Apóstoles. Ha de ser así porque, cuando se aparece ante ellos todos se sorprenden y creen estar viendo un fantasma, un espíritu. Y es que cuando luego se les volvió a aparecer sólo salió de su corazón el gozo y no la zozobra.

El Periódico de México | Noticias de México | Columnas-VoxDei | "La paz con  vosotros"

Pues bien, Jesús se aparece. Aparece en medio de ellos porque, tras su Resurrección su cuerpo ha adquirido las características propias de un tal cuerpo y una tal alma y puede atravesar las paredes sin, siquiera, inmutarse. Y tal fue así porque no se dice que se abriera una puerta sino, simplemente, que “se presentó en medio de ellos”.

Les da la paz. No es la paz del mundo sino la verdadera Paz de Dios, la que convence y llama al apostolado, la que hace que haya verdadera conversión.

Pero Jesús, al parecer, ha de hacer algo para que se acaben de convencer de que se trata del Maestro. ¡Incrédulos… y no sólo Tomás!

Cuando come el pescado Jesús demuestra que tiene cuerpo y que no se trata de una alucinación que están sufriendo por el dolor que andan pasando. Entonces, seguramente, comprenden muchas cosas.

A ellos también se les abren los ojos y el corazón. Y es que una acción tan sencilla como es la de ingerir algo de comida les ha desvelado todo. Todo lo que, habiéndolo oído, no entendían y todo lo que, habiéndolo visto con los ojos, no acababan de convencer a su duro corazón.

Jesús sabe que ahora, ahora mismo, ya están preparados para lo siguiente.

¿Qué es lo que ahora les corresponde hacer a ellos?

Lo que a ellos les va a encomendar es, sencillamente, seguir cumpliendo con lo que estaba escrito. Y es que si ya se había dicho el sufrimiento que iba a padecer el Cristo, en Mesías, el Enviado de Dios, también se había dejado escrito que, luego, tras su muerte y resurrección, no debía quedarse ahí lo sucedido. No. Todo aquello era muy importante, esencial para la vida de la humanidad, debía conocerse.

Jesús no había venido al mundo para que nada de lo que había dicho y hecho dejara de tener resonancia. Es más, lo que sus apóstoles debían llevar a cabo era la transmisión de una vida, de una doctrina, de un ser y hacer que había manifestado el Hijo de Dios. Y aquello era lo que les encomendaba: ir por el mundo a predicar y, haciéndolo, que el mundo se convirtiera de sus pecados y se salvara. Y es que ellos, en verdad, eran auténticos testigos de todo y, ahora, precisamente ahora con la Resurrección de Jesús, todo se había confirmado y, de paso, terminado el miedo.
 

PRECES

Pidamos a Dios por todos aquellos que no creen en la Resurrección de Cristo.

Roguemos al Señor.

Pidamos a Dios por todos aquellos que no quieren ser testigos del Maestro.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN
 
Padre Dios; ayúdanos a tener en cuenta, en nuestra vida, la de tu Hijo Cristo.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 
Eleuterio Fernández Guzmán

 

Panecillos de meditación

 

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

 

¡Qué bien nos vendría que la Paz de Cristo fuera también la nuestra…!

 

Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.