InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Categoría: General

21.10.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Algo más que una frase, una oración

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación 

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena – Algo más que una frase, una oración

Oración para saber sufrir solo


Señor: Me pregunto si es posible un dolor con escafandra, que abarquille sus tentáculos sobre un corazón mientras los mismos labios dan a partir, sencillamente, el precio  de una corbata o el calor que se nos echa de pronto. Si sufro, me gustaría oír mi grito caracoleando dentro de una coraza de carne petrificada, revestida de amianto, mientras al otro lado se ríe, se canta y se paladea pura y gozosamente el regalo frondoso de la vida.  (Extraída de “El sillón de ruedas”)



Querer que los demás no sufran con los padecimientos de uno no deja de ser manifestación de amor. El dolor para sí y, en todo caso, compartido con el Amor misericordioso del Padre Dios que consuela a sus hijos y, con más naturalidad, a los que necesitan su auxilio. Y eso es lo que el Beato Lolo (Linares, Jaén, España) manifiesta en la oración que hemos traído hoy a esta casa de InfoCatólica. 


Ciertamente hay muchas formas de sufrir aquello por lo que, de malo, pasamos a lo largo de nuestra vida: la que manifiesta el mismo con altavoz y la que es callada.

La primera de ellas denota que no ha descubierto, quien así padece, que el propio sufrimiento se puede ofrecer por una buena causa. Por ejemplo, por aquellos que, seguramente, sufren más que nosotros, por las benditas almas del Purificatorio que, de seguro, lo están pasando peor que nosotros porque, a sabiendas de que un día verán a Dios Padre no ven el momento en el que eso pase. Es como el dolor de quien sabe que quedará curado pero sufre más por lo que ha de venir que por lo que padece.

La otra forma de sufrir es la propia de un hijo de Dios que sabe que siempre puede apoyarse en su Creador. Es la que nos propone Manuel Lozano Garrido y es la que él quiso practicar a lo largo de sus muchos años de dolor y padecimientos físicos.

Lo llama Lolo “dolor con escafandra” y supone reconocer que, como seres humanos que somos, vamos  a padecer en un momento o en otro, algún tipo de sufrimiento o de dolor. Entonces, en tal momento, debemos hacer lo posible para que nuestro prójimo no añada a sus vivencias particulares y posibles preocupaciones las que corresponden a las nuestras. Hacer, así, como si el dolor fuera cosa exclusivamente nuestra aunque sepamos que también lo es de Dios, que no se aísla de nosotros cuando sufrimos o padecemos. Y es que Dios siempre está ahí. Pero nos gustaría que el mundo continuara con su marcha (de todas formas eso es lo que va a pasar) pero obviando lo que pasa por nosotros.

Pero hay algo más: a la par, a la vez que se sufre y se quiere un dolor particular, sin aspavientos ni transmisiones al prójimo se ha de procurar un hacer con el otro de tal forma que pareciera no se sufre nada. Eso, en verdad, sólo lo consiguen aquellos que han alcanzado tener un corazón limpio y en el que el Creador ha mostrado su espíritu (porque es su templo) que, como Lolo, son capaces de tales heroicidades espirituales. 

Al otro lado del dolor sólo debe pervivir lo que es bello y bueno, lo que hace gozar de la existencia propia de los hijos de Dios que se dejan gobernar por la Ley buena y santa del Padre. Al otro lado del dolor no debe quedar resto alguno de la hiel por la que se esté pasando. Al otro lado, en fin, del sufrimiento, debe quedar sembrada la semilla de la esperanza de la que nazca un mañana donde no habrá dolor y donde todo recuerdo del mismo habrá quedado borrado. Allí, entonces, será el momento de gozar para siempre, siempre, siempre, de la bienaventuranza, de la visión beatífica de Dios Padre Todopoderoso. Y todo lo malo habrá quedado erradicado de nuestra vida. Y sólo habrá gozo y alegría; sólo gozo. 


Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Pidamos a Dios que nuestro dolor sea sólo nuestro y no trascienda al corazón del prójimo. 


Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor” (87)

Sobre la oscuridad de las tardes nubladas nos consta que el sol existe, y las plantas siguen germinando por su fuerza”

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

14.10.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Dios con nosotros

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).Presentación  


Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena – Dios con nosotros


 “¡Qué grandes con Dios, qué Dios más grande!” (Beato Lolo, de su libro Bien venido, amor, nº 5)

Debemos tener en cuenta que, a lo largo de la historia de la cristiandad católica ha habido muchos creyentes que, por su forma de ser fiel y su modo de comportarse han subido a los altares. Y no puede ser casualidad que de sus plumas hayan salido palabras no sólo sabias sino, además, santas. Y con eso queremos decir que nosotros, los creyentes, sabemos a qué atenernos cuando necesitamos algún tipo de auxilio pues hay muchos hermanos en la fe a los que podemos dirigirnos en sus escritos pues sus personas hace mucho tiempo (o poco) que están cabe Dios. 

Y eso de arriba no lo decimos por decir sino porque de verdad estamos seguros de que no hay nada mejor para un hijo de Dios que fijarse muy bien en lo que los mejores de entre nosotros (suscitados por Dios entre sus hijos) han dicho las cosas y las han dicho muy bien y bien puestas en el sitio que debían ser puestas. 

Todo esto lo decimos porque también con Manuel Lozano Garrido el Espíritu Santo (como con las citados creyentes arriba dichos) hacía de las suyas e inspiraba textos que no es que nos vengan bien sino que nos vienen la mar de bien para comprender muchas cosas de nuestra fe católica que tantas veces están alejadas de un corazón que, como el nuestro, es muchas veces más mundano que de arriba…

Pues bien, no podemos negar que el texto que hemos traído hoy aquí es muy escueto. Es decir, que largo, largo, no es. Y, sin embargo, contiene una verdad o muchas verdades según lo veamos como lo veamos.

Aquí podemos ver dos cosas: a nosotros y a Dios mismo. Así de claro. Y, como decimos, en apenas ocho palabras que, además, están puestas de una forma más que certera.

En primer lugar, a nosotros nos pone Lolo tan cerca de Dios que, con Él, podemos ser mucho más que simples seres humanos que han aceptado su naturaleza (de creación divina) Y por eso y sólo (ni más ni menos) podemos llegar a mover montañas si tenemos fe. Si, decimos si porque no nos ha de resultar muchas veces fácil acabar de comprender que es tener fe. Aunque, eso es cierto, estando cerca de Dios todo es posible porque el Todopoderoso lo puede hacer posible. 

Pero hay más porque, como es verdad, al hablar de Dios no es que siempre nos quedemos cortos sino que nos resultará casi imposible acertar acerca de cómo es en realidad nuestro Padre del Cielo. Pero, para eso, Lolo nos dice que Dios es grande. 

Ciertamente, tampoco podemos decir que acaba de descubrir América nuestro amigo Manuel al decir eso. Sin embargo, en el contexto en el que lo dice y que no es otro que en relación a nosotros, a ser grandes con el Todopoderoso, no es poco cierto que sí parece que Lolo nos descubre que, en efecto, Dios es grande y, en concreto, no sólo el Único sino el más grande. 

Que nosotros podemos ser mucho es cierto y verdad. Dios nos ha entregado, o entrega cuando crea conveniente, dones y gracias y con ellos podemos, en efecto, ser grandes como personas al serlo desde la fe, fieles a Quien todo lo ha creado y mantiene. Y Lolo fue uno de los más grandes porque quiso ser fiel a Quien lo había creado y mantenido a lo largo de los años (pocos, debemos decir) que vivió en el mundo. Y es que ahora, estando en el Cielo como es seguro que está (no sería por falta de merecimientos espirituales antes de ser reconocidos oficialmente los mismos con eso que llamamos “fama de santidad” y que precede a todo otorgamiento reglado…) es cuando habrá comprobado que, ciertamente, fue grande con Dios por haber sido fiel a un Dios tan grande. Y ante eso nosotros sólo podemos decir: Amén. 


Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.


Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bien venido, amor” (86)

La Redención es el más abnegado acto de caridad de la justicia del Padre”

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

22.09.24

La Palabra del Domingo - 22 de septiembre de 2024

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Mc 9, 30-37


“30 Y saliendo de allí, iban caminando por Galilea; él no quería que se supiera, 31 porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía: ‘El Hijo del hombre será entregado en manos de los hombres; le  matarán y a los tres días de haber muerto resucitará.’ 32     Pero ellos no entendían lo que les decía y temían preguntarle. 33 Llegaron a Cafarnaúm, y una vez en casa, les preguntaba: ‘¿De qué discutíais por el camino?’ 34 Ellos callaron, pues por el camino habían discutido entre sí quién era el mayor. 35    Entonces se sentó, llamó a los Doce, y les dijo: ‘Si uno quiere ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos.’ 36 Y tomando un niño, le puso en medio de ellos, le estrechó entre sus brazos y les dijo: 37 ‘El que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe; y el que me reciba a mí, no me recibe a mí sino a Aquel que me ha enviado.’” 

COMENTARIO


Como niños

Jesús, que conocía y comprendía la naturaleza humana y sabía por lo tanto, cual era la verdadera razón del comportamiento de sus discípulos, sabe cómo debe explicar las cosas para que las entiendan. Él sabía cuál era su misión y que, por eso, debía de transmitir la verdadera Ley de Dios y tratar de que aquellos que serían sus testigos (en el sentido más puro, mártires) tuvieran claro cierto tipo de cosas porque de eso dependía una transmisión correcta.

Es evidente que sus discípulos no podían entender, aún, lo que oían de la boca del Maestro. Que lo fueran a juzgar y a ajusticiar no cabía en su pensar de hombres. Eso lo harían más tarde cuando, precisamente, ocurra lo que les dice y se den cuenta, de verdad, de que lo que les decía era totalmente cierto. Ahora, al contrario, la profecía de Jesús sólo podía producirles malestar y desasosiego.

Como hombres temen preguntar. Esto sólo podía ser debido a dos razones: o era bien porque temían que descubriera su ignorancia (¡cómo si no lo supiera el Mesías!) o porque temían que conociera su verdadera ambición (¡cómo si no lo supiera el Enviado!).Tenían a Jesús por hombre, como lo era, pero sólo por hombre, y tras su muerte, alguno de ellos debía de sucederle. Ese era su pensar. Cosas de hombres, de ambición humana y de reconocible voluntad equivocada.

Pero claro, 
Jesús, que ya conocía de lo que iban discutiendo por el camino  (por eso les dice qué es lo que debía hacer alguno si quería ser el primero) les aclara, con meridiana luz, las condiciones que ha de cumplir el que será el primero. Son dos. Pero no son excluyentes sino que se han de sumar, unir, ser eficaces en su conjunto. Esto lo digo por lo que sigue.

Dice Jesús que quien quiera ser el primero “será el último de todos y el servidor de todos”. Es decir, que no dice que se puede ser el primero siendo el último o sirviendo a los demás sino que habrá de cumplir esas dos condiciones: deberá ser el último y, además, y además, repito, deberá servir a los demás.

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De esto entendemos que quiere decir, el ser el último, el no tener afán de protagonismo, no querer sobresalir sobre los demás, aunque, quizá se tenga razones humanas para ello; el ser, al fin y al cabo, humilde que es virtud a cumplir siempre, siempre, aunque tantas veces sea muy difícil.

Pero no basta con ser el último y quedarse pasivamente así, sin hacer nada y disfrutando, o aunque se disfrute, de eso sabiendo que se hace bien. Hay que hacer algo más.

Ser servidor de todos es lo segundo que se ha de cumplir, además de lo primero. Servir ya sabemos lo que quiere decir: ¿Señor, qué quieres de mí, cómo puedo servir mejor a los demás?, podemos decir con la oración popular. Servir es darse, es olvidarse de lo que se pierde con servir, como propio quiero decir, y dejar en manos de Dios la retribución eterna. Servir es servicio, ser para el otro estrado donde apoyarse, mano que da la mano, luz para quien la necesite, y así todo lo que se quiera decir, que, por otra parte, casi siempre será poco para cumplir con este deber primero si se pretende ser eso: cristiano con conocimiento de causa que sabe la razón de su actuar en el mundo en el que está de paso.

Pero esto no es, sólo, lo que Jesús les dice. Eso sólo no. Aún hay algo más que es, con mucho, más importante. 

Les pone un ejemplo ante el que no cabe respuesta negativa, Se ha de recibir, y ser, al niño y como un niño. Esa falta de ambición, en general, esa generosidad, ese reconocimiento de su incapacidad para tantas cosas, ese reclamo de ayuda tan alejado del orgullo adulto, etc., eso es lo que deben hacer quienes quieran seguirlo. Y esto, en una época donde al niño no era muy tenido en cuenta.

Se recibe así a Dios y no sólo a Jesús. La aceptación del otro pequeño, la consecuencia con unos actos que tanto aprecia Jesús, eso es lo que deben cumplir, porque se acepta en nombre del Mesías y como Él quiere que se acepte. 

Vemos, pues, que este texto de Marcos contiene una gran riqueza para nuestras vidas, de ahora, de mañana, de siempre, así era Quien pronunciaba esas palabras ser el último, ser humilde, ser servidor, servir, ser como un niño, tan necesitado de ayuda y pedirla, sin orgullos falsos y reconociendo esa necesidad… muchas cosas a cumplir, mucho compromiso para nosotros.

¿O no? Que sea que no.

 
PRECES

Pidamos a Dios por todos aquellos que no quieren ser como niños.

Roguemos al Señor.

Pidamos a Dios por todos aquellos que quieren ser los primeros y no los últimos.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a comprender la verdadera situación en la que nos encontramos.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

  
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 
Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 

Panecillo de hoy:

Ser último no es siempre tan fácil… ¿verdad?

Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

5.08.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Granos que mueren para dar vida

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

  

Frases que bien valen la pena – Granos que mueren para dar vida

 

“El sufrimiento es la simiente de todas las cosechas. Si muere un grano habrá espiga y, si se enraíza una cepa, también cantarán alguna vez los vendimiadores.” (Beato Lolo, de su libro Las golondrinas nunca saben la hora)

  

En un momento del Evangelio de San Juan (12, 24) se dice que “si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto.” Y es más que seguro que el Beato de Linares (Jaén, España) se inspiró en eso dicho en las Sagradas Escrituras por parte del Hijo de Dios para escribir lo que aquí traemos hoy. 

El caso es que nuestro amigo quiere establecer una relación directa entre tal expresión bíblica y lo que es el sufrimiento que tan bien conocía Manuel Lozano Garrido. 

Nos dice Lolo algo que podría parecer exagerado. Y es que quiere que entendamos que el sufrimiento no es sólo sufrimiento sino que, yendo más allá del mismo, puede tener consecuencias que son, al contrario de su ser, de buen provecho, al menos, espiritual… Y, según nos dice a continuación, vemos que no exagera para nada el linarense universal

Debemos tener en cuenta lo que nos dice y a lo que en otras ocasiones ya hemos hecho referencia: la utilización del condicional “si”. Y es que el mismo supone que, ciertamente, puede ser que pase lo que ansía que pase Lolo o que no… Y es no cuando nosotros no queremos que pase o, lo que es lo mismo, que no queremos que muera el grano y que enraíce la cepa… Entonces, no hay consecuencias, digamos, positivas, en nosotros porque nosotros mismos lo hemos escogido… 

De todas formas, debemos ponernos en lo mejor pues, de otra forma, de poco nos va a servir esto que dice aquí Lolo. 

El sufrimiento puede morir si lo ofrecemos por santas intenciones que es seguro sean bien vistas por el corazón de Dios Creador. Muere en el sentido de transformado en lo que ansiamos sea benéfico para otras olmas. Así devendrá en espiga cargada de frutos. 

Digamos, como todo el mundo sabe, que la espiga muestra un desarrollo del grano que ha muerto que es, en dimensiones, mucho mayor que éste. Y por eso mismo cuando nosotros ofrecemos nuestro sufrimiento por las intenciones dichas arriba, también crecerá nuestra alma… 

Y también pone Lolo el ejemplo de la cepa que es un más que bíblico. Y en tal caso, viene a pasar lo mismo que nos dice del grano aunque, sin embargo, haga alguna que otra diferencia. 

Decimos que hay diferencia porque aquí nos habla Manuel Lozano Garrido de que la cepa ha de “enraizar”. Y es que cuando las raíces se aprietan junto a la tierra es cuando la cepa coge la fuerza suficiente como para echar para adelante y dar el fruto que ha de dar. Y algo así pasa cuando el sufrimiento arraiga en nuestro corazón pero lo hace no de forma malsana sino que, desde el mismo, irradia la alegría que supone saber que puede sobrenaturalizarse y ser, en tal sentido, fuente de gozo aunque eso pueda llegar a parecer imposible según el espíritu que guía nuestro corazón. 

Pero todo esto, como decimos arriba, sólo puede llegar a producirse si es nuestra voluntad la que hace que eso sea posible pues, de otra manera, ni el grano se hará espiga ni la cepa dará su fruto… 

 

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy: 

Entender el sufrimiento es un bien más que importante. 

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (77)

 

“Ser y sentirse hijos de Dios. ¿es algo que viene a sobrepasar las ilusiones más apasionadas?”

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna. 

17.06.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Frutos de Dios en sus hijos

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena – Frutos de Dios en sus hijos

La Creación da sus frutos en el campo o los árboles y, mi Providencia, da los suyos espirituales en el corazón de los generosos.” (Beato Lolo, de su libro Reportajes desde la cumbre)

Como ya hemos dicho en otras ocasiones (y todas son buenas por tratarse de textos de Lolo)Reportajes desde la cumbre es un título de un libro de Manuel Lozano Garrido que está puesto a las mil maravillas. Y es que podemos entender que las palabras aquí traídas son dichas por Dios mismo pues es lo que nuestro amigo de Linares (Jaén, España) ha querido que sea y así lo escribió en su día.

A este respecto, cuando hablamos de la Creación tenemos muy claro, primero, Quién la llevó a cabo pues hay pruebas más que suficientes que demuestran que en la misma “Alguien” tuvo que intervenir. Y nosotros sabemos muy bien Quién fue. Pero también sabemos que la sigue manteniendo pues no la abandonó después de aquellos intensos días donde la Voluntad y Misericordia de Dios dio paso a lo que ahora hay y a lo que ahora somos.

Pues bien, sobre esto decimos que es cierto lo que nos dice Lolo y es que la Creación no está hecha para nada sino que, hoy mismo, obtenemos tantos frutos de esta que no tendríamos espacio para agradecer eso que fue lo que hizo Dios porque quiso y pudo.

En efecto, tanto vemos de la Creación entre nosotros y mucho más allá de donde nos encontramos que todos sus frutos nos parecen maravillosos y de ellos nos servimos porque Dios quiso que nos sirviéramos de lo que había creado cuando en Gn 1, 28 se dice esto:

Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sometedla; mandad en los peces del mar y en las aves de los cielos y en todo animal que serpea sobre la tierra”

Pero, como podemos imaginar, no era sólo eso a lo que Lolo quería referirse en cuanto Dios nos da. No. Eso, que siendo bueno lo admitimos como gracia y regalo, no es lo mejor porque tiene algo para nosotros que es tan fundamental en nuestra vida que no podemos obviar ni tener por no puesto por el Creador.

Con lo de arriba queremos decir que la santísima Providencia de Dios está ahí y que, por decirlo pronto, siempre está a favor nuestro.

De todas formas, debemos tener en cuenta algo que Lolo quiere que comprendamos para que no nos llevemos a engaño. Y es que sí, que la Providencia de Dios supone una gran expectativa que nos favorece mucho y que nunca debemos olvidar. Pero, ¡Hay!, Dios no la hace fructificar en cualquier corazón.

¿Es que el Todopoderoso tiene preferencia por algunos de sus hijos?

Vamos a ver, no se trata de que Dios prefiera a alguno de sus hijos por encima de otros y los favorezca. No. De lo que se trata es que, como muy bien dice aquí Lolo, es que nuestro corazón ha de ser “generoso”. Y eso quiere decir que debemos poner de nuestra parte una tal generosi0dad de manera que la Providencia del Creador puede hacer nido en nuestro corazón y de allí puedan fructificar.

Nosotros decimos, a este respecto que eso se dice muchas veces y que resume en “A Dios rogando y con el mazo dando” pero, claro, debemos reconocer que Lolo ha subido varios escalones en lo que nos ha querido decir y le ha quedado mejor… vamos, mucho mejor.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (70)

¡Impresionante misericordia de Dios, que se ofrece en Cristo para saldar todo el castigo que merecen nuestras culpas!”

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.