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2.10.23

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Hacerse cargo de uno mismo

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo. 

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien. 

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual. 

 

Frases que bien valen la pena – Hacerse cargo de uno mismo

 

“El mundo, con un sol muy grande encima, es esplendoroso, pero unas tinieblas también son bonitas cuando cada hombre se hace cargo de la oscuridad y enciende la lámpara de su propio corazón.” (Beato Lolo, de su libro Las golondrinas nunca saben la hora)

  

No cabe la menor duda de que el Beato Lolo era una persona verdaderamente optimista. Pero no lo era, como suele pasar a veces, por ignorancia de la realidad o de la verdad sino, justamente, por lo contrario: era perfecto conocedor de “su” realidad y de la verdad acerca de la misma. Y por eso es capaz (porque hay que ser muy capaz) de escribir lo que hoy traemos aquí y que recoge su maravilloso libro Las golondrinas nunca saben la hora.

Es cierto y verdad que en nuestra vida hay cielos luminosos y otros que no lo son tanto. Y en la de Manuel Lozano Garrido es bien sabido que hubo muchos de los segundos pero también sabemos que era un verdadero portento para hacer posible lo que es casi imposible que es, a saber, que lo malo venga a ser bueno. Y para eso hay que tener un corazón fuerte, un alma bien preparada para eso y una fe a prueba de todas las circunstancias que se oponga a una vida mínimamente soportable en lo tocante a lo físico… 

Aquí lo vemos con una claridad meridiana: mundo esplendoroso vs. tinieblas. Es decir, dos situaciones que, como es fácil apreciar, son absolutamente contrarias. 

Alguien puede pensar que Lolo no tuvo muchos momentos, así dicho en general, en los que el sol luciera esplendoroso sobre su cabeza si hablamos de una vivencia ordinaria. Sin embargo, eso, sostener eso, supondría no conocer muy bien a nuestro amigo Manuel. 

Es cierto que sí, que lo pasó mal físicamente y eso bien puede leerse en sus libros donde se habla, de p a pa, de todas sus dolencias y de los intentos de corregir las mismas. Y es que Lolo no era masoquista ni buscaba el sufrimiento por el dolor para caer bien a Dios dándole lástima o algo así. No, eso no era así… 

Lolo, bien al contrario, conocía muy bien las tinieblas por las que pasaba la gran mayoría del tiempo desde que enfermó allá por los primeros años 40 del siglo pasado. Y, como decimos arriba, lo dijo bien dicho donde debía decirlo. Sin embargo, aquí el linarense universal nos da un consejo que es seguro nos puede venir muy bien. 

Hacerse cargo de la oscuridad entendiendo por ella aquellos momentos en los que podemos verlo todo negro según sea nuestra situación física, supone tener un corazón grande y saber aceptar el sufrimiento ser capaz de hacer dos cosas que son muy propias de Lolo: sobrenadar el mismo y procurar tenerlo “con escafandra” en el sentido de que no trascienda al prójimo (siendo eso, como podemos comprender, casi imposible…) 

Y es que Lolo sabe que el corazón, también en el suyo, hay una luz que podemos encender cuando todo lo vemos más bien negro o pasamos, así, por una tiniebla (que es no es negritud pero se le acerca bastante) Tal luz, tal “lámpara” es la de la fe, es Dios mismo en su Persona del Espíritu Santo que mora en el corazón como en un templo. Con tal luz podemos alumbrar nuestro camino y, eso, salir bien de las tinieblas. 

Y sí, bien sabemos que eso es muy difícil pues no es del todo extraño que el sufrimiento ciegue la luz de la que habla Lolo. Pero… bueno… él supo muy bien tenerla encendida muchos años e iluminar su sonrisa y su alegría. Y, aunque, claro, eso sean cosas propias de santos también a nosotros nos da Dios tal posibilidad… si queremos, claro. 

Y Lolo quiso, vaya si quiso.

  

Eleuterio Fernández Guzmán

  

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

  

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

  

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (38)

  

“Las horas más dichosas de nuestra vida, esas que, porque fueron nobles, dejan un dulce recuerdo, no son más que semillas desprendidas del colosal granero de felicidad que es el corazón divino.”

Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

30.09.23

La Palabra para el Domingo - 1 de octubre de 2023

Resultado de imagen de SAnta Biblia

Como es obvio, hoy no es domingo 1 de octubre de 2023 sino sábado, 30 de septiembre. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario. 


Mt 21, 28-32

 
“28 ‘Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Llegándose al primero, le dijo: ’Hijo, vete hoy a trabajar en la viña.’ 29 Y él respondió: ‘No quiero’, pero después se arrepintió y fue.30 Llegándose al segundo, le dijo lo mismo. Y él respondió: ‘Voy, Señor’, y no fue. 31 ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?’ – ‘El primero’ - le dicen. Díceles Jesús: ‘En verdad os digo que los publicanos y las rameras llegan antes que vosotros al Reino de Dios.32 Porque vino Juan a vosotros por camino de justicia, y no creísteis en él, mientras que los publicanos y las rameras creyeron en él. Y vosotros, ni viéndolo, os arrepentisteis después, para creer en él.’”
        

COMENTARIO
 
Cumplir la voluntad de Dios que conoce nuestro corazón 
 
Cuando Jesús hace sabedores a los que le escuchan de algo que quiere que aprendan lo hace de forma que sea, en efecto, fácil de aprender. No dice cosas enrevesadas y que puedan ser difíciles de entender sino que enseña como el Maestro que lo hacía bien y no como otros de su tiempo (a tenor de lo dicho por aquellos que le escuchaban) 

Aquello de los dos hijos tenía su miga. Los dos le habían mentido a su padre pero sólo uno de ellos hace lo que su padre le había dicho que hiciera. No es que Jesús quisiera decir que estaba bien mentir si el fin era bueno pero, había que reconocer que aquel caso era muy especial. 

En realidad, sólo el primero actúa bien. No es que estuviera bien que mintiera pero, al menos, se arrepiente de lo que hace. Seguramente sabía que debía hacer lo que su padre le había dicho que hiciera y que no podía hacerle aquel feo. Aunque no podemos dejar de reconocer que su progenitor debió preocuparse cuando vio que aquel que era su hijo le manifestaba que no quería ir a trabajar a la viña familiar. 

Al contrario, el segundo queda muy bien con su padre. Se alejaría éste muy contento porque, al menos uno de sus dos hijos le había hecho caso. 

El corazón de aquel padre se veía contrariado en un caso y gozoso en el otro, en el segundo. Sin embargo, cuando debió conocer lo que al final había pasado no dejaría de pensar que, muchas veces, las apariencias engañan. Y a él le habían engañado mucho. 

Aquellos dos habían mentido y se manifestaban, de tal forma, como pecadores. Por eso, como ejemplo de lo que había llegado a ser muchos del pueblo que Dios había elegido se encontrarían con la sorpresa de que aquellos que sí se sabían pecadores llegarían antes al Cielo, destino anhelado y definitivo del alma humana. 

Hijo, ve a trabajar a mi viña - Dom 26º Durante el Año - Parroquia de la  Asunción de la Santísima Virgen

Esto podría parecer extraño. De hecho, seguro que les resultó muy raro a los que le escuchaban. ¿Sería posible que publicanos y prostitutas tuvieran mejor resultado vital que ellos? 

El caso es que Jesús bien que les aclara las cosas: unos y otras habían creído en Juan el Bautista mientras que el resto no sólo lo habían despreciado sino que, por su actitud hacia el primo de Jesús, le habían procurado la cárcel y, luego, la muerte por decapitación. 

Lo que Jesús les quería decir era que la voluntad de Dios debía ser cumplida. Lo debía ser, primero, porque era la del Creador y, en segundo lugar, porque el Todopoderoso, lo conoce todo y el corazón de cada cual lo tiene en su mano. Por eso juzga a cada cual de la forma que merece. 
 

PRECES

Por todos aquellos que no aceptan la voluntad de Dios.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que se creen a salvo del conocimiento de Dios sobre sus corazones.

Roguemos al Señor.
 

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a tenerte siempre presente en nuestra vida.

 
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 
 El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.
  

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

En realidad, no vale de nada y sirve de poco querer mentir a Dios.


Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

25.09.23

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena- En pocas palabras (1)… Esperanza

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena - En pocas palabras (1)… Esperanza

La esperanza ¡qué buena es por Ti la esperanza! (Beato Lolo, de su libro Dios habla todos los días

No podemos decir que el texto de Lolo que hemos traído aquí sea demasiado extenso. Es más, debe ser el más corto pues sólo consta de 9 palabras que, por decirlo pronto, son bien pocas.

De todas formas, cuando alguien como Manuel Lozano Garrido escribe lo que sale de su corazón es más que probable que no le hagan falta muchas sílabas para dar de lleno en el nuestro y causar buenos efectos.

Ciertamente, al escribir sobre una de las virtudes llamadas teologales, la esperanza, ya podemos imaginar que tiene todo que ver con aquello que es nuestro propiamente dicho y que nos quiere decir algo muy importante.

Sobre esto, sobre la esperanza, sabemos muy bien que se dice eso de que es “lo último que se pierde”. Pero aquí, Lolo, va mucho más allá porque, además de que nunca debemos perderla porque es hacer como de menos a Dios, la relaciona directamente con el Padre Eterno.

Para nosotros, tener esperanza quiere decir que, pase lo que nos pase, siempre vamos a tener un asidero al que cogernos. Y por eso decimos que “tenemos la esperanza de que…”. Y es que, en resumidas cuentas, aún creemos que lo que parece no va por buen camino acabará yendo por el mismo…

Lolo, que es lógico que también estuviera de acuerdo con eso, hace algo más. Y es que se fija en Dios para hablar de la misma. Y no lo hace de una forma, digamos, colateral sino que pone al Creador justo en el centro de la esperanza.

Es verdad que nosotros también creemos que Dios es el centro de toda la esperanza que podemos tener. Pero lo mejor de todo es que, la esperanza, por el Creador no es que sea mejor sino que es buena del todo. Es decir, si tenemos a Dios por el origen de la esperanza, es seguro que saldremos ganando espiritualmente mucho y más que mucho.

Que esto es cierto y verdad lo vemos si analizamos la relación que tenemos nosotros, nosotros por nosotros mismos, con la esperanza. Y es que enseguida nos venimos abajo cuando nos sale mal o no va según nosotros creíamos que iba a salir.

Sin embargo, si nos damos cuenta de que Dios tiene, también, esperanza por nosotros y que jamás desespera (eso sería absurdo) no caeremos en la tentación de hacer de menos a tal virtud por muchos enfrentamientos que tengamos con lo que nos pasa.

Lolo, como vemos, sabe muy bien a qué atenerse al respecto de la esperanza. Y sería más que bueno y recomendable que nosotros tomáramos nota de esto.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.


Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor” (37)

Ternura de madre, fortaleza de padre, cordialidad de hermanos, afecto de amigos. ¡Oh, Señor, qué gozo del amor de todos juntos en Ti!”

23.09.23

La Palabra para el Domingo - 24 de septiembre de 2024

Resultado de imagen de SAnta Biblia

Como es obvio, hoy no es domingo 24 de septiembre de 2023 sino sábado, 23. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario. 


Mt 20, 1-16

1 “En efecto, el Reino de los Cielos es semejante a un propietario que salió a primera hora de la mañana a contratar obreros para su viña. 2 Habiéndose ajustado con los obreros en un denario al día, los envió a su viña. 3 Salió luego hacia la hora tercia y al ver a otros que estaban en la plaza parados, 4 les dijo: ‘Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo.” 5 Y ellos fueron. Volvió a salir a la hora sexta y a la nona e hizo lo mismo.6 Todavía salió a eso de la hora undécima y, al encontrar a otros que estaban allí, les dice: ‘¿Por qué estáis aquí todo el día parados?’ 7 Dícenle: ‘Es que nadie nos ha contratado.’ Díceles: ‘Id también vosotros a la viña.’ 8 Al atardecer, dice el dueño de la viña a su administrador: ‘Llama a los obreros y págales el jornal, empezando por los últimos hasta los primeros.’ 9 Vinieron, pues, los de la hora undécima y cobraron un denario cada uno. 10 Al venir los primeros pensaron que cobrarían más, pero ellos también cobraron un denario cada uno.11 Y al cobrarlo, murmuraban contra el propietario, 12 diciendo: ‘Estos últimos no han trabajado más que una hora, y les pagas como a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el calor.”’ 13 Pero él contestó a uno de ellos: ‘Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No te ajustaste conmigo en un denario? 14 Pues toma lo tuyo y vete. Por mi parte, quiero dar a este último lo mismo que a ti. 15 ¿Es que no puedo hacer con lo mío lo que quiero? ¿O va a ser tu ojo malo porque yo soy bueno?’. 16 Así, los últimos serán primeros y los primeros, últimos.”

COMENTARIO

Ser últimos a fuer de servidores

Dice Jesucristo que el Reino de los Cielos, es decir, Dios mismo, es como aquel propietario que contrató y luego pagó según su libérrima voluntad, manifestando, además, un gran gesto de bondad con aquellos que estaban en peor situación.

La parábola que nos presenta san Mateo es una que lo es relacionada con el amor más que con el dinero. Jesús no está interesado en ningún tipo de lucha sindical ni nada por el estilo de los que más trabajan en detrimento de los que menos trabajan pero, al final de la jornada cobran lo mismo que los otros. No se trata de eso sino de algo que es más importante.

Por una parte, a veces solemos pensar que el Reino de los Cielos lo podemos exigir como si fuera una obligación de parte de Dios entregárnoslo. En realidad, deberíamos pensar si es que tenemos méritos acumulados como para hacer tal cosa o si, al contrario, aún debemos esforzarnos más. Además, no podemos prescindir de Jesús en nuestra tarea, esforzada, de ser hijos de Dios y demostrarlo porque Él mismo dijo que sin su Persona nada podíamos hacer.

En realidad, somos poca cosa ante Dios y, en todo caso, sólo nos ha de servir nuestro esfuerzo, entrega y servicio al prójimo.

Pero, además, en la parábola bien puede dirigirse a nosotros una llamada de Dios. Nos llama para trabajar en su viña y lo hace en nuestra niñez, primera hora de la mañana; en nuestra adolescencia, mediodía o, en fin, en nuestra madurez, última hora del día. Nos llama, por lo tanto, porque nos quiere a su lado. No deberíamos, por eso mismo, reclamar lo que sólo Él sabe que merecemos.

Estudio Biblia: MATEO 20:1-19. Parábola de los Jornaleros

También nos recuerda la parábola que aquellos que son llamados los primeros no tienen razones para proceder contra los demás de forma poco misericordiosa. Sólo Dios sabe lo que nos corresponde a cada uno y no cada uno de nosotros sabemos lo que les corresponde a los demás. No debemos, además, juzgar para no ser juzgados.

Al fin y al cabo los planes de Dios son, para nosotros, desconocidos y nos basta con hacer lo que, según su voluntad, nos corresponde. Ser, además, últimos para ser los primeros.

Es un mensaje que debemos tener en cuenta porque nos pone, sobre la mesa, la realidad de ser servidores de los demás e hijos del amor y de la misericordia. Otra forma de actuar no nos llevará al definitivo Reino de Dios por el buen camino sino, todo lo contrario, por el torcido. Y eso no lo quiere Jesús para nosotros.

Por eso, en la Última Cena, Jesucristo se hizo el último de entre los presentes y les lavó los pies. Servir y no ser servido. Y por eso nunca debemos olvidar que Dios nos puede llamar en cualquier momento, como a los trabajadores de la viña.

PRECES

Por todos aquellos que no comprenden el valor del servicio.

Roguemos al Señor

Por todos aquellos que prefieren los puestos de honor.


Roguemos al Señor

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a ser humildes y servidores de los demás.

Gracias, Señor, por poder ser instrumento tuyo.

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

  

Panecillos de meditación

 

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

 

Ser últimos, ahora para ser los primeros luego, en la vida que dura para siempre, la eterna.


Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

18.09.23

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Lo que da Dios y lo que damos nosotros

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena – Lo que da Dios y lo que damos nosotros

No hay ni una persona que pudiera decir que ha pasado por la vida sin haber experimentado la bondad de Dios. Por el contrario, Él sí que podría afirmar lo opuesto de la nuestra.” (Beato Lolo, de su libro Bien venido, amor, número 57)

No podemos dejar de reconocer que muchas veces las verdades pueden llegar a doler mucho y, más que nada, a poner las cartas sobre la mesa…

Todas las personas que nos consideramos creyentes y lo hacemos en el seno de la Iglesia Católica sabemos muy bien, además de tener claro que es la única verdadera que existe en el mundo, que tenemos unos principios que debemos tener muy en cuenta.

Entre los principios, el mayor de todos es el Amor. Y lo escribimos así, con mayúscula para poner énfasis en una palabra que, por su importancia en según lo que hacemos o dejemos de hacer, nos muestra bien a las claras lo que somos y cómo somos…

En el texto que traemos hoy aquí de Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católicay creyente fuerte y de raíz, podemos ver muy bien a qué nos referimos arriba en cuanto al Amor, así escrito con mayúscula.

A este respecto, por muy ciego en la fe que se quiera estar o se quiera manifestar al mundo, está algo más que claro que Dios, Creador nuestro y mantenedor nuestro en el mundo en el que nos ha puesto, nos ama. Y una expresión que bien define su Amor es, precisamente, su Bondad. Dios es, pues, bondadoso con nosotros porque no puede querer nada malo para su descendencia lo cual, por cierto no tendía sentido alguno.

Que Dios es bondadoso lo puede atestiguar todo creyente que sabe que lo es y que se ha visto salvado muchas veces por la Bondad del Todopoderoso, perdonado por su Bondad y amado por su Bondad.

Eso que decimos supra lo entendió muy bien Lolo porque, a lo largo de su vida, experimento la Bondad de Dios en su propia carne y en su propia alma.

Lolo comprendió que Dios era bondadoso con él porque lo había dejado en el mundo a pesar de sus circunstancias físicas o, a lo mejor, por eso mismo. Para ser ejemplo de perseverancia y de aceptación del sufrimiento, espejo donde poder mirarnos y, en fin, realidad propia del Amor del Padre. Y eso bien que lo supo el linarense universal. Y por eso dice Lolo que no hay ni una persona que sea capaz de decir que Dios no ha estado bondadoso con su ser personal…

Pero lo otro también es verdad y es, aquí, lo que resulta tan terrible de leer por haber sido escrito por alguien que supo muy bien del Amor de Dios y de su Bondad.

Lo otro” es, sencillamente, nuestra falta de bondad. Sí.

Bien dice Lolo que Dios conoce más que bien que nosotros, muchas veces, no somos bondadosos en muchas ocasiones y, como aquel que tanto debía a su señor que le perdonaba una gran deuda pero no quería hacer lo propio con un deudor suyo de muy poco, nosotros, decimos, no somos bondadosos. Es cierto y verdad.

Cuando dice Lolo que Dios sí puede afirmar que nosotros no somos bondadosos quiere poner sobre la mesa que el Todopoderoso todo lo ve y todo lo contempla; en definitiva, que no podemos escapar al conocimiento total que tiene sobre su creación.

En realidad, entre lo que Dios da y lo que nosotros damos hay tanta distancia como la que existe entre nosotros y nuestro Creador según creamos en la misma o no. Y Lolo, que estaba muy cerca del Padre Eterno, tenía más que claro que la Bondad, así en mayúsculas, no era una quimera sino que dependía, exactamente, de cada uno de nosotros.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (36)

Cuando la felicidad no tiene ya el tormento de una sed, su dicha dosificada o los tijeretazos al tiempo, se llama Cielo.”

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.