InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Archivos para: Marzo 2023

27.03.23

Yo soy Amigo de Lolo

Presentación

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Amigo de Lolo. Así con mayúscula… 

Esto de arriba lo decimos por lo siguiente. 

El que esto escribe, como supongo que muchos de los lectores de esto que ahora aquí pongo, tiene un pie de firma de correos electrónicos que envía. Está tomado de uno salido de la Fundación Lolo, la dirección internáutica de la cual está unas pocas líneas más abajo. 

Este texto dice esto que sigue: 

“Yo soy Amigo de Lolo

Lolo, seglar, joven de Acción Católica, periodista y escritor cristiano, inválido total, y ciego, de profundo espíritu eucarístico y mariano, hijo amante de la Iglesia, alegre en el dolor, apóstol y consejero,… ¡Esa es su tarjeta de visita! 

Conócelo en amigosdelolo.com 

Es verdad que podemos imaginar que tal texto es propio de alguien que tiene mucha admiración (espiritual y de otros tipos) por la persona a la que se dedican tales palabras. Sin embargo, es cierto y verdad que todos de tales adjetivos (pues califican y cualifican…) son tan verdad como que el Sol ilumina a la Tierra y la Luna, en su fase de llena, también. 

Tres aspectos podemos destacar aquí: 

1. Lolo, hombre, en su ser mismo y en su trabajo.

 2. Lolo, fiel hijo de Dios incardinado en la Iglesia Católica. 

3. Lolo, sobrenaturalizador de su situación física y la consecuencia de eso. 

Podemos ver que cada uno de estos aspectos caracterizan a una persona muy especial. 

En primer lugar, en cuanto a hombre que vive en el mundo que le ha tocado vivir, en el que lo ha puesto Dios mismo, es uno de aquellos que ha optado, dadas sus circunstancias, por una profesión. En su caso era la de periodista y escritor pues lo mismo se hacía cargo de publicaciones propias (Revista “Sinaí”, por ejemplo) como hacía lo propio para publicaciones ajenas como, en fin, escribía libros (9 más los que, después de su muerte, se han compuesto con textos suyos…) Y bien sabemos que es más que posible que tales labores no fueran las que él quería llevar a cabo pero dadas sus circunstancias… en fin, como que a las que pudo dedicarse y bien que se dedicó a ellas en cuerpo y, sobre todo, alma… Y es que, como sabemos, y aquí se nos dice, era inválido total y, al final de su vida… también ciego.

En segundo lugar, Lolo, quien acabara siendo Beato de la Iglesia Católica aunque él nunca creyó que pudiera llegar a serlo (hay una anécdota militar en la que afirma él mismo que no creía, eso, que llegara a ser Beato cuando alguien le espetó que tenía fama de “beato”) era más que consciente de lo que eso suponía. 

No dudó ni lo más mínimo en mostrar y demostrar que era así, como era en cuanto a la fe. Por eso se nos dice aquí mismo eso de que tenía “profundo espíritu eucarístico y mariano” y que, además, era, “hijo amante de la Iglesia”. Y todo esto lo podemos ver más que bien en los escritos que dio al mundo para que el mundo supiese hasta dónde llegaba su fe y al arraigo profundo que tenía en su corazón todas las cosas de la Iglesia, por así decirlo. 

Pero, como bien sabemos, si hay algo en lo que destaca Lolo es en su dolor y sufrimiento. Sí. Y no es que lo acogiera con gozo como si se tratase de un comportamiento masoquista sino que supo sacar tanto de uno como del otro, consecuencias más que buenas para su vida espiritual. Y es que comprender la importancia que tiene eso para un hijo de Dios es llevar las cosas del alma, justamente, hasta donde tienen que ser llevadas y que no es, sino, lo más cerca del Todopoderoso que se puedan llevar. Y podemos decir, sin temor a equivocarnos, que Lolo hizo eso a la perfección. 

Sufrir, al menos físicamente, y saber que eso no tiene que ser forzosamente algo sólo malo… eso es un tesoro que, al encontrarlo, todo debemos vender para adquirirlo. Y eso también lo hizo Lolo a la perfección.

 Y ante todo esto, nosotros sólo podemos reiterar que ser Amigos de Lolo, así con mayúscula, es mucho más que sólo un honor. Y que a su ser, definido arriba, sólo podemos decir Amén, Amén y Amén.


Eleuterio Fernández Guzmán


Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.


Panecillo de hoy:

¡Qué buena cosa es saber cómo estamos en el mundo!

……………………………

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

25.03.23

La Palabra para el Domingo - 26 de marzo de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 26 de marzo de 2023 sino sábado, 25. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.



Jn 11, 3-7.17.20-27.33b-45



“3 Las hermanas enviaron a decir a Jesús: ‘Señor, aquel a quien tú quieres, está enfermo.’ 4 Al oírlo Jesús, dijo: ‘Esta enfermedad no es de muerte, es para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.’ 5 Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. 6 Cuando se enteró de que estaba enfermo, permaneció dos días más en el lugar donde se encontraba. 7 Al cabo de ellos, dice a sus discípulos: ‘Volvamos de nuevo a Judea.’ 

17 Cuando llegó Jesús, se encontró con que Lázaro llevaba ya cuatro días en el sepulcro. 

20 Cuando Marta supo que había venido Jesús, le salió al encuentro, mientras María permanecía en casa. 21 Dijo Marta a Jesús: ‘Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. 22 Pero aun ahora yo sé que cuanto pidas a Dios, Dios te lo concederá.’ 23 Le dice Jesús: ‘Tu hermano resucitará.’ 24 Le respondió Marta: ‘Ya sé que resucitará en la resurrección, el último día.’  25 Jesús le respondió: ‘Yo soy la resurrección. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; 26 y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás.  ¿Crees esto?’ 27 Le dice ella: ‘Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo.’ 

33 Viéndola llorar Jesús y que también lloraban los judíos que la acompañaban, se conmovió interiormente, se turbó 34 y dijo: ‘¿Dónde lo habéis puesto?’ Le responden: ‘Señor, ven y lo verás.’ 35 Jesús se echó a llorar. 36 Los judíos entonces decían: ‘Mirad cómo le quería.’ 37 Pero algunos de ellos dijeron: ‘Este, que abrió los ojos del ciego, ¿no podía haber hecho que éste no muriera?’ 38 Entonces Jesús se conmovió de nuevo en su interior y fue al sepulcro. Era una cueva, y tenía puesta encima una piedra. 39 Dice Jesús: ‘Quitad la piedra.’ Le responde Marta, la hermana del muerto: ‘Señor, ya huele; es el cuarto día.’ 40 Le dice Jesús: ‘¿No te he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios?’ 41 Quitaron, pues, la piedra. Entonces Jesús levantó los ojos a lo alto y dijo: ‘Padre, te doy gracias por haberme escuchado. 42 Ya sabía yo que tú siempre me escuchas; pero lo he dicho por estos que me rodean, para que crean que tú me has enviado.’ 43 Dicho esto, gritó con fuerte voz: ‘¡Lázaro, sal fuera!’ 44 Y salió el muerto, atado de pies y manos con vendas y envuelto el rostro en un sudario. Jesús les dice: ‘Desatadlo y dejadle andar.’ 45 Muchos de los judíos que habían venido a casa de María, viendo lo que había hecho, creyeron en él.”      


 
COMENTARIO

 
Testimonio de amor 

 
El Hijo de Dios era Dios mismo pero era Dios mismo hecho hombre. Por eso, le afectaban también aquellas situaciones que, humanamente hablando, podían afectarle. No estaba, por eso mismo, tan por encima del ser humano que ni sintiese ni padeciese. Y el caso de Lázaro, su buen amigo, dice mucho acerca de eso. 

Cuando le llega la noticia de la muerte de su amigo Lázaro, con quien debió jugar en su infancia por aquellas tierras de Betania, no es de extrañar que, en un determinado momento, se echara a llorar por la muerte del amigo. Ni era de extrañar ni hubiera sido mínimamente normal que quien sabe de la muerte de un buen amigo haga como si nada hubiese sucedido. Y Jesucristo no era de tal tipo de personas. 

Sin embargo, también sabe Jesús que, como Enviado de Dios, puede hacer lo que la voluntad de su Padre quiera que no es otra cosa devolver a la vida a Lázaro, hermano de Marta y de María. Y es que un testimonio de amor como éste es muy propio de quien tiene entrañas de misericordia como Cristo tenía y tiene. 

LA RESURRECCIÓN DE LÁZARO

Es posible que Jesús pensara, a tenor de su tierno corazón, según lo que sigue:
 
“Cuántas veces me he enfrentado al fin de la vida física, en cuántas ocasiones he tenido que ver partir al otro lado del Reino, al verdadero, donde habita mi Padre, a vecinos, a familiares, a mis amigos, cuántas veces he querido que esto tuviera remedio y cuántas veces sabía que aún no era el momento, que la voluntad de Abbá era otra, que cuando Él quisiera esto tendría solución como era en aquel naciente Paraíso donde sus primeros hijos sucumbieron a la codicia y al querer más de lo que podían entender y comprender. 

Pero Lázaro… amigo, los recuerdos acuden a mi corazón como un torrente que, desbocado, me inunda de bien y de paz y siento, como si fuera ahora mismo, tu voz llamándome en los juegos infantiles, cuando todo quedaba tan lejos, cuando tanta distancia había entre reír y sufrir, en nuestra juventud… ahora. Lázaro… cómo no acudir, cómo no deshacer ese fin que parece que te ha llegado. 

Pero ¡no!, así no. Mi interior se conmueve, amigo, y tengo que hacerlo. 

Ahora, sí, ahora ha llegado ese momento en que la gloria de mi Padre será patente, ahora, quizá, comprendan el bien que les espera si cambian su corazón y sucumben a tu Palabra que es la vida. 

Ya sé que todos esperan de mí algún hecho extraordinario, Padre, por un amigo como Lázaro, Padre, eso ya lo sé. Que vean, así, tu gloria. Por eso te pido que los comprendas, que perdones su ansia de signos. Estos que me has dado son así… Tú bien lo sabes. Te pido que manifiestes tu voluntad de salvación; por eso yo te invocaré, para que sepan que eres Tú quien actúas a través de mí, que sólo soy tu instrumento, que el resultado de todo será reclamo para la fidelidad que Tú reclamas como Tú has cumplido siempre con ellos, aunque te lo hayan puesto muy difícil muchas, muchas, muchas veces, Padre. 

Por eso, Abbá amado, yo te ruego humildemente, mansamente, que consueles la tristeza de sus conocidos, también la mía; que transformes en risas sus llantos, que puedan salir de la tiniebla que ha cubierto su corazón; que la luz, tu luz, renueve su esperanza con el bienestar de tu Gracia, que, si es posible, sea, de nuevo, renovado tu pacto con tus hijos, que sólo la vida sea vida, que la Verdad la vean, que sepan que el amor tiene cauce por donde discurrir; que contigo tus ovejas tienen donde guarecerse y que pueden, contigo, renovar su existir, volver a tu seno.”

 
Si fue así o no lo fue, eso sólo Dios lo sabe, pero a nosotros nos sirve y nos vale más que bien para darnos cuenta del amor de Cristo por sus amigos. 
 
PRECES
 
Pidamos a Dios por todos aquellos que no creen en su salvación eterna. 

Roguemos al Señor.
 
Pidamos a Dios por todos aquellos que no se quieren dejar curar el corazón por Jesucristo. 

Roguemos al Señor. 

ORACIÓN
 
Padre Dios; ayúdanos a ser pequeños en la fe y revélanos lo importante.

 Gracias, Señor, por poder transmitir esto.
 
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.
 

Eleuterio Fernández Guzmán 

 

Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

 

La verdad es que el Amor todo lo puede. 


Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

20.03.23

Un amigo de Lolo – Comprender a la perfección lo que supone no estar solo

Presentación

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Nuestro amigo Lolo escribió para la revista “Catolicismo” (mayo de 1969) un texto de título “La Red”. Pues bien, dentro de tal escrito, al final de este, encontramos lo que tituló “No estoy solo”. Y creemos que, para empezar, vale la pena traerlo a esta casa de InfoCatólica pero, luego, es que es una verdadera maravilla que debe ser compartida, como luz que no puede esconderse debajo del celemín (cf. Mt 5,15)

Y dice lo siguiente:


“NO ESTOY SOLO

Si mi corazón conserva una galería de criaturas que tienen las manos abiertas y soy capaz de ir sacando más rosas que espinas del pasado;

si me llenan más las luces que las sombras, las risas que las lágrimas, las ilusiones que los desengaños;

si tomo el futuro con billete de esperanza y lo guardo en la maleta atiborrada de fe y de mansedumbre;

si saboreo el gozo del instante sin el virus del ayer o la quimera del mañana;

si confieso un error, me abro a un consejo, o me brindo a una ayuda;

si tanto me doy de mí que una tarde siento una sensación como de haber salido,

no estoy solo.

No estoy solo cuando alguien se muerde una lágrima para tomar la del otro; cuando el peso del mundo entero parece que doblega unos hombros y, sin embargo, no cae.

No estoy solo cuando hay quien sigue un llamamiento, se apropia una ración del dolor del mundo, traspasa una consolación que necesitaba, perdona un gran agravio, ahoga el resentimiento, espiga las rosas del corazón.

No estoy solo en la tremenda soledad del hombre que vive solo, porque ya no hay olivos con sangre desde que Cristo agonizó entre otros radicalmente solitarios.

No estoy solo, porque en el mundo no hay un hueco sin la presencia de Dios, ni un pozo donde no se refleje la estrella de un destino.

No estoy solo si me acompañan los limpios pensamientos, los bellos recuerdos, las alegres ilusiones, las esperanzas.

No estoy solo sin hombres o con hombres, a la noche o en el campo, en la vida o en la muerte, con luces o en sombras, porque Dios me ha hecho elemento de una malla que a todos nos une, para salvarnos.”



Comprender a la perfección lo que supone no estar solo  

Seguramente se me pueda llamar atrevido pero creo que es necesario hacer una indicación porque, en honor a la verdad, vale la pena hacerla. 

Con esto quiero decir que Lolo, en la primera parte del texto que hemos traído aquí hoy hace uso de condicional “si” y, al que esto escribe nunca le ha gustado tal palabra cuando, como es el caso, hay seguridad del todo en lo que se dice. Y, aunque podemos imaginar, que la humildad de Manuel Lozano Garrido le hacía escribir la misma delante de todo lo que ha escrito en el sentido que tiene la misma y que es cierta no seguridad del todo en lo que luego viene… el caso es que nosotros afirmamos con otra palabra lo que es la verdad y nos atrevemos a escribir (antes de decir lo que vamos a decir de este maravillo texto) esto: 

“como mi corazón conserva una galería de criaturas que tienen las manos abiertas y soy capaz de ir sacando más rosas que espinas del pasado;


como me llenan más las luces que las sombras, las risas que las lágrimas, las ilusiones que los desengaños;


como tomo el futuro con billete de esperanza y lo guardo en la maleta atiborrada de fe y de mansedumbre;


como saboreo el gozo del instante sin el virus del ayer o la quimera del mañana;


como confieso un error, me abro a un consejo, o me brindo a una ayuda;


como tanto me doy de mí que una tarde siento una sensación como de haber salido,


no estoy solo.”
 

¿Ven ustedes? Ahora las cosas con somo son y como eran porque Lolo, en efecto, tenía muy claro que era lo que hacía (tomar el futuro con billete de esperanza, conservar en su corazón una galería de criaturas…. etc. ) pero su falta de egoísmo o de lo que sea le hacía escribir “si” cuando, en realidad, sabemos muy bien que era “como", pues así se afirma lo que se es aunque, cambiando el “si” por el “como", Lolo seguía sin estar solo… 

Y, ahora, ya podemos seguir con que quiera Dios que seamos capaces de escribir… 

Es verdad que este texto de Lolo tiene una profundidad espiritual muy para tener en cuenta. Y es que, para empezar, todo lo que dice en primer lugar (en la parte del texto a la que hemos cambiado el “si” por el “como") muestra cómo puede ser un ser humano, creyente católico, que sabe lo que eso supone.  

Por eso, por ejemplo, sabe que, por muy malas que sean sus circunstancias físicas, es capaz de tener en cuenta, mucho más, lo bueno que lo malo. 

Por eso, por ejemplo, tiene más en cuenta lo que pueda ser luz que sombras y eso supone que tiene el corazón abierto a lo que pueda guiar sus pasos antes que quedarse anclado en la obscuridad de una mala situación personal. 

Por eso, por ejemplo, cuando se tiene muy en cuenta tanto la fe como la mansedumbre (en palabras aquí de Lolo) no es poco pensar que su vida seguirá un camino muy distinto a cuando se ignora quién se es al respecto de la filiación divina y la forma de presentarse ante lo que le pasa.  

Por eso, por ejemplo, cuando se comprende que no hay que actuar de forma egoísta cuando nos hemos equivocado o cuando dejamos que se nos puede decir lo que mejor nos conviene o cuando escuchamos la voz del necesitado, entonces es fácil adivinar un alma limpia y grande.  

Pero que es que Lolo sabe que no está sólo. Y aquí hace una relación (que no es poca cosa) de aquellas situaciones en las que él comprende que no está solo.  

Sobre esto podemos decir que Lolo no se siente solo porque sabe que hay muchas personas que dan mucho de sí mismas por el prójimo y que lo hacen de muchas formas y en diversas circunstancias. 

No está sólo cuando alguien llora por el prójimo o cuando, a pesar de sus malas circunstancias, sabe mantenerse en pie. Y eso es lo que le pasó a Lolo. 

No está solo Lolo porque sabe muy bien el Beato de Linares (Jaén, España) que Dios no ha abandonado a ninguno de sus hijos o, en fin, del resto de criaturas. Y eso lo tenía muy claro Lolo.  

No está solo Manuel Lozano Garrido porque siempre que en su corazón anide todo lo bueno que pueda existir o, en fin, todo aquello que pueda enriquecer un corazón y un alma limpios, es imposible sentirse solo. Y así era el corazón, así el alma, de Lolo.  

No está solo Lolo porque tiene por verdad que Dios nos une a todos y que, por eso mismo, nos ha concedido la salvación a todo aquel que la quiera. Y eso lo difundía Lolo. 

Y es que, ante esto, ante lo escrito por Lolo, sólo nos queda decir Amén, así es. 


Eleuterio Fernández Guzmán


Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.


Panecillo de hoy:

¡Qué buena cosa es saber cómo estamos en el mundo!

……………………………

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

18.03.23

La Palabra para el Domingo - 19 de marzo de 2023

Resultado de imagen de SAnta Biblia

Como es obvio, hoy no es domingo 19 de marzo de 2023 sino sábado, 18. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.

APROVECHO PARA FELICITAR, EN EL DÍA DE MAÑANA, 19 DE MARZO, A TODOS LOS PADRES, PADRES. Y ME REFIERO A LOS QUE SON ESO Y NO PROGENITORES 1 O 2 O CUALQUIER OTRA VERBORREA PROGRE QUE TANTO ABUNDA HOY DÍA Y QUE TANTO PRETENDE TERGIVERSAR LA VERDAD Y LA NATURALEZA DE LAS COSAS. ¡FELICIDADES, PUES, A LOS PADRES Y QUIEN SE SIENTA PROGENITOR 1 QUE SE LO HAGA VER PORQUE TIENE UN PROBLEMA MUY GRANDE…!


Jn 9, 1. 6-9. 13-17. 34-38


“1 Vio, al pasar, a un hombre ciego de nacimiento.    

6 Dicho esto, escupió en tierra, hizo barro con la saliva, y untó con el barro los ojos del ciego 7y le dijo: ‘Vete, lávate en la piscina de Siloé’ (que quiere decir Enviado). Él fue, se lavó y volvió ya viendo.  8 Los vecinos y los que solían verle antes, pues era mendigo, decían: ‘¿No es éste el que se sentaba para mendigar?’ 9 Unos decían: ‘Es él’. ‘No, decían otros, sino que es uno que se le parece.’ Pero él decía: ‘Soy yo.’      

13 Lo llevan donde los fariseos al que antes era ciego. 14 Pero era sábado el día en que Jesús hizo barro y le abrió los ojos. 15 Los fariseos a su vez le preguntaron cómo había recobrado la vista. Él les dijo: ‘Me puso barro sobre los ojos, me lavé y veo.’ 16 Algunos fariseos decían: ‘Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado.’ Otros decían: ‘Pero, ¿cómo puede un pecador realizar semejantes señales?’ Y había disensión entre ellos. 17       Entonces le dicen otra vez al ciego: ‘¿Y tú qué dices de él, ya que te ha abierto los ojos?’ El respondió: ‘Que es un profeta.’ 

34 Ellos le respondieron: ‘Has nacido todo entero en pecado ¿y nos da lecciones a nosotros?’ Y le echaron fuera. 35 Jesús se enteró de que le habían echado fuera y, encontrándose con él, le dijo: ‘¿Tú crees en el Hijo del hombre?’ 36     El respondió: ‘¿Y quién es, Señor, para que crea en él?’ 37 Jesús le dijo: ‘Le has visto; el que está hablando contigo, ése es.’  38 El entonces dijo: ‘Creo, Señor.’ Y se postró ante él.”

    


COMENTARIO

Cuando el sentido de la Ley es otro 

Sabía Jesús que muchos de los que consideraban maestros y sabios andaban algo equivocados en el sentido que Dios le daba a su Ley pues no se trataba, aquí, de lo que los hombres pudieran interpretar sino de lo que el Todopoderoso quería decir con la misma. No le importaba poner sobre la mesa lo que quería decir el Creador. Eso, sin duda alguna, le reportaba enemigos que, luego, hicieron valer su enemistad en el momento que más les convino y que todos conocemos… 

Está bien que Jesús revele su persona, que es Quien es, a una persona que era un excluido de la sociedad. Por eso se hace ver como el Hijo del hombre o, lo que es lo mismo, como el Mesías pues sólo el Enviado de Dios puede hacer según qué tipo de cosas y decir según qué tipo de palabras y que los demás entiendan que están ante Él. 

Pero antes habían pasado muchas cosas. 

Cuando Jesús ve al ciego no puede, por menos, que acudir a socorrerlo pues era imposible que no lo hiciera. Sabía lo que suponía no disponer del sentido de la vista y Aquel que era Médico del alma no podía dejar de serlo, también, del cuerpo. Y le cura. El “problema” es que lo había hecho en sábado y ya sabemos que, según muchos, en aquel día de la semana no se podían hacer ciertas cosas porque la cerrazón de ciertos poderosos espirituales había llevado las cosas a un extremo, en exceso, extremoso… 

Pero Jesús es Señor del sábado y puede hacer lo que quiera, como quiera y cuando quiera. Si, además, tiene que ver con la misericordia y la necesidad ajena… nadie iba a impedir que hiciera lo bueno por cumplir unas normas que el hombre había establecido con corazón de piedra. 

Formación Pastoral para Laicos: IV Domingo de Cuaresma - A: Jesús cura a un  ciego de nacimiento
El caso es que aquellos llamados fariseos tienen al ciego por pecador. Han originado su ceguera en algún pecado cometido por sí mismo. No creen que le haya devuelto la vista uno que saben hace tales cosas en sábado. Puede, en ellos, la norma ante que la misericordia y el amor; antes dejar sufrir que procurar la sanación del enfermo. 

Pero el ciego, que sabe lo que ha pasado, entiende que un pecador (como llaman a Jesús aquellos fariseos por curar en sábado) no puede hacer tales cosas extraordinarias sino alguien que está bajo la protección directa de Dios y, como es de entender, no va a ser en una persona que peque en quien concurra tal circunstancia. 

Pero ellos, erre que erre, de ninguna de las maneras quieren cambiar su corazón y aceptar la verdad: ha llegado el Reino de Dios y viene de una forma muy distinta a como ellos imaginaron que vendría y eso, se diga lo que se diga, no era plato del gusto de muchos de ellos. 

Sin embargo, la fe de aquella persona pobre, humilde, de aquel ciego, es profunda y eso, para Jesucristo, era importante y mucho más. Le muestra Jesús que es Él el Hijo del hombre y, viendo lo que ha visto aquel pobre ciego, sólo puede creer. Cree, nunca mejor dicho, porque ha visto y porque se ha dado cuenta de que Aquel hombre es, sin duda alguna, el Enviado, el Ungido de Dios. 

PRECES

Pidamos a Dios por todos aquellos que no ven en Jesús al Enviado de Dios. 

Roguemos al Señor.
 
Pidamos a Dios por todos aquellos que prefieren seguir ciegos de espíritu y de alma. 

Roguemos al Señor.
 
ORACIÓN
 
Padre Dios; ayúdanos a ver siempre a Jesús como hermano nuestro y como Tú mismo hecho hombre.

 
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 
Eleuterio Fernández Guzmán 

 

Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

 

La Ley de Dios es el Amor. Así de sencillo. 


Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

13.03.23

Un amigo de Lolo – Sobre títulos y motivos: “Surtidor del alma”

Presentación

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva escribiendo sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo. 

El linarense universal que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquella persona que se acerca a su persona a través de su obra pues ahora mismo no resulta posible hacerlo personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. 

Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que mucho. Y, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro ”Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.  

Sobre títulos y motivos: Surtidor del alma

  

Surtidor del alma (poemas) | Beato Manuel Lozano Garrido, beato Lolo


Y es que, en esto también, en el título que el escritor da a sus obras, o, mejor, sobre todo en esto, hay un motivo o muchos motivos. Y es que, en el fondo, titular de una forma o de otra puede cambiar el sentido de lo escrito pero, más que nada, refleja lo que, desde el corazón mismo, sale al mundo exterior. 

Eso pasa con el libro que traemos hoy a esta casa de InfoCatólica. Y es un libro de poesía que fue recopilada en el año 1997 por “La Peñuela, cuadernos de poesía” sita en la ciudad de La Carolina, Jaén (España) 

Debemos empezar con un poema muy especial:

 

Rosa. A su árbol vestido

se asemeja tu alma pura.

Eres aroma encendido

que inciensa mi vida oscura.

 

Soy la cruz de tu rosario,

letanía eres para mí.

Dolorosa en mi calvario.

Yo he visto la rosa en ti.

 

 Rosas blancas

 Surtidor del alma 

 

El poema que hemos traído (y que será el único que traigamos por su especial sentido) es el que dedica Lolo a su hermana Lucy que, como es bien conocido por todos, fue sus manos, sus ojos y muchas más cosas. Y se encuentra dentro del libro que hoy traemos a esta casa de InfoCatólica que fue editado por los, entonces, “Amigos de Lolo” (hoy Fundación Lolo) en 1997. 

Surtidor del alma, aunque lleve el subtítulo de “Poemas” abarca más que los poemas. Es decir, que tiene, sí, poesías escritas por el ahora Beato de Linares pero también tiene prosa poética. Y, en cuanto a los poemas tiene un especial apartado, el primero, dedicado a recopilar poemas inéditos hasta entonces lo cual, enriquece el libro en más que mucho. Viene, además, acompañado por un, a modo, de Prólogo escrito por Guillermo Sena Medina, a la sazón escritor y que dio en llamar “La poesía del Siervo de Dios Manuel Lozano Garrido”.

 De todas formas, no es que Lolo no hubiera dicho nada acerca de su vocación a la poesía porque escribe en “Las golondrinas nunca saben la hora” (p. 27) lo siguiente: 

“Así, por ejemplo, cuando termino de leer el periódico, miro de frente y en los edificios de los antiguos Escolapios y el Instituto, donde yo estudié, como también el Hospital, con el romántico y desmañado Paseo, que llamaban ‘de los tristes’, aunque para mí nunca lo fuera, donde leímos a Espronceda y pergeñamos el primer verso’. Y, luego, a lo largo de su obra escrita son muchos los ejemplos de tal arte que muestra hasta dónde llegó su maestría de escritor y espiritual (o al revés) 

Así, vemos que Lolo era consciente de que también era poeta aunque, por decirlo así, nunca en vida publicara libro alguno de poesía, es bien cierto que la misma consta en este Surtidor del alma de la que podemos servirnos para darnos cuenta de que también es bueno y mejor en esto de entrelazar versos y estrofas. Sí, además, se incorporan algunas páginas de la llamada “prosa poética” (como, por ejemplo, La luz que alumbre, Credo al sufrimiento Letanía en cruz) ya podemos imaginar que este libro es un verdadero regalo para el corazón de todo aquel que lo lleve a los ojos o, por imposibilidad de hacer eso, haya alguien que se lo lea. 

Esto último lo decimos porque, como suele ser habitual en los libros, suele ponerse al final de todo cuando, por ejemplo fue se terminó el mismo o, en todo caso, se acabó de imprimir. Y es que Surtidor del alma se acabó de imprimir en la ciudad de La Carolina el día 19 de junio de 1997, como hemos dicho arriba, que era, además, “Aniversario del ingreso de ‘Lolo’ en la Organización Nacional de Ciegos de España”. 

Este libro es un verdadero regalo para el corazón y, tanto los poemas inéditos como los que ya había publicado Manuel Lozano Garrido como, lo que decimos, arriba, la prosa poética (tan difícil de distinguir de un poema si no es por la forma de esta) enseñan una vez más que cuando alguien está inspirado por el Espíritu Santo (y escucha sus gemidos inefables) se nota y más que se nota. 

Y el título, como también titulamos en este especial apartado de los libros de Lolo, está más que bien puesto pues sus páginas son un verdadero surtidor del alma, de un alma limpia y buena, la que Lolo enriqueció con su propio ser.

    

Eleuterio Fernández Guzmán



Panecillos de meditación



Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” 
(En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:


Saber sufrir, espiritualmente hablando, es un verdadero tesoro.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor

“El sol del pensamiento divino no tiene manchas.”(12)”

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Para leer Fe y Obras.
Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.