11.03.23

La Palabra para el Domingo - 12 de marzo de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 12 de marzo de 2023 sino sábado, 11. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.


Jn 4, 5-15. 19b-26.39a.40-42 



5 Llega, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, cerca de la heredad que Jacob dio a su hijo José. 6 Allí estaba el pozo de Jacob. Jesús, como se había fatigado del camino, estaba sentado junto al pozo. Era alrededor de la hora sexta. 7 Llega una mujer de Samaria a sacar agua. Jesús le dice: ‘Dame de beber.’ 8 Pues sus discípulos se habían ido a la ciudad a comprar comida. Le dice a la mujer samaritana: 9 ‘¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy una mujer samaritana?’ (Porque los judíos no se tratan  con los samaritanos.) 10 Jesús le respondió: ‘Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: “Dame de beber",  tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua viva.’ 11 Le dice la mujer: ‘Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo; ¿de dónde, pues, tienes esa agua viva? 12 ¿Es que tú eres más que nuestro padre Jacob, que nos dio el pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?’ 13  Jesús le respondió: ‘Todo el que beba de esta agua, volverá a tener sed; 14  pero el que beba del agua que yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le dé  se convertirá en él en fuente de agua que brota para vida eterna.’15 Le dice la mujer: ‘Señor, dame de esa agua, para que no tenga más sed y no tenga que venir aquí a sacarla.’.’19 Le dice la mujer: ‘Señor, veo que eres un profeta. 20 Nuestros padres adoraron en este monte y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.’ 21 Jesús le dice: ‘Créeme, mujer, que llega la hora en que, ni en este monte, ni en Jerusalén adoraréis al Padre. 22  Vosotros adoráis lo que no conocéis;  nosotros adoramos lo que conocemos,  porque la salvación viene de los judíos. 23 Pero llega la hora (ya estamos en ella) en que los adoradores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. 24 Dios es espíritu, y los que adoran, deben adorar en espíritu y verdad.’ 25 Le dice la mujer: ‘Sé que va a venir el Mesías, el llamado Cristo. Cuando venga, nos lo explicará todo.’ 26Jesús le dice: ‘Yo soy, el que te está hablando.’ 39 Muchos samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por las palabras de la mujer que atestiguaba: ‘Me ha dicho todo lo que he hecho.’ 40 Cuando llegaron donde él los samaritanos, le rogaron que se quedara con ellos. Y se quedó allí dos días. 41 Y fueron muchos más los que creyeron por sus palabras, 42 y decían a la mujer: ‘Ya no creemos por tus palabras; que nosotros mismos hemos oído y sabemos que éste es verdaderamente el Salvador del mundo.’

      
COMENTARIO

Cristo: Agua Viva 

Este texto del evangelio de san Juan es rico en principios cristianos y en formas de comprender al Hijo de Dios. 

En aquel pozo acudía la gente para proveerse de agua pues tal era la finalidad de este. Se iba a buscar un sustento material tan necesario como es el llamado líquido elemento, fundamental para la vida del ser humano. 

Vemos a Jesús cansado.  Como era hombre también acusaba el trabajo y el esfuerzo hecho. Por eso se sienta en aquel pozo. Pero como es Dios sabe que ha de cumplir con la misión para que fue enviado. Espera a quien va a recibir algo muy importante para su vida y para la de sus prójimos: el Agua Viva que no muere nunca y que llena el corazón de quien la bebe. 

Aquella mujer veía a Jesús como un judío y, como tal, no entendía cómo le pedía agua a ella, que era samaritana y, por eso mismo, no era bien vista por los miembros del pueblo elegido por Dios. Pero no entendía, todavía que Jesús había venido para hacer una llamada universal al Reino de Dios. 

Resulta curioso que aquella mujer cree en Jesús por lo que le dice acerca de la vida que, hasta entonces, había llevado. Entonces sabe que aquel hombre no es un hombre cualquiera sino que, en verdad, es el Enviado de Dios, el Mesías. Y, como es de esperar, corre a decir a los suyos que ha encontrado a quien tantos siglos llevaban esperando. 

Jesús y la mujer Samaritana. - Radio Poder de Cristo

Mientras llegan los discípulos. Ellos, como hombres y como judíos, se extrañan que hable con una mujer. Pero Jesús les vuelve a sorprender con algo que no comprenden acerca del alimento que tiene que darles y que no es otro que su propio cuerpo cuando llegue el momento oportuno. 

Ellos, sin embargo, aún no comprenden y siguen pensando mundanamente y no acaban de entender que de lo que ellos hacen sólo se obtendrá fruto cuando Dios quiera. Ahora toca sembrar. 

¿Qué hacen los vecinos de aquella mujer samaritana? 

En principio, algunos la creyeron pero otros necesitan ver para creer. Muy propio del ser humano. 

Acuden donde Jesús y le invitan a quedarse con ellos. Jesús acepta porque sabe que su misión es atraer a todas las ovejas al redil de Dios.

Ellos, como ven lo que hace y lo que dice, aceptan que es el Salvador aquel que tienen delante. 

Y Cristo, aquel Agua Viva que bebió la samaritana y los que la conocían, seguía sembrando con su semilla divina de amor y misericordia. 
 
PRECES
 
Pidamos a Dios por todos aquellos que no quieren gustar del Agua Viva que es Cristo. 

Roguemos al Señor.

 
Pidamos a Dios por todos aquellos que no tienen esperanza en su salvación. 

Roguemos al Señor. 

Pidamos a Dios por todos aquellos que prefieren el agua del mundo al Agua Viva de Cristo.

Roguemos al Señor.



ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a beber del Agua Viva que es Cristo y hacerlo siempre con esperanza en nuestra salvación.

 
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.


El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.
 

Eleuterio Fernández Guzmán 

 

Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

 

Queramos del Agua Viva de Cristo; y queramos siempre.


Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

6.03.23

Un amigo de Lolo – Sobre títulos y motivos: “Las siete vidas del hombre de la calle"

Presentación

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva escribiendo sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo. 

El linarense universal que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquella persona que se acerca a su persona a través de su obra pues ahora mismo no resulta posible hacerlo personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. 

Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que mucho. Y, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro ”Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.  

Sobre títulos y motivos: Las siete vidas del hombre de la calle

 

Se publica el libro inédito del Beato Lolo, «Las siete vidas del hombre de  la calle» – Diócesis de Jaén

Y es que, en esto también, en el título que el escritor da a sus obras, o, mejor, sobre todo en esto, hay un motivo o muchos motivos. Y es que, en el fondo, titular de una forma o de otra puede cambiar el sentido de lo escrito pero, más que nada, refleja lo que, desde el corazón mismo, sale al mundo exterior. 

Eso pasa con el libro que traemos hoy a esta casa de InfoCatólica. Y es que su título muestra una gran profundidad espiritual al unir, por así decirlo, los siete Sacramentos con la existencia de la persona, digamos, ordinaria que es a lo que Lolo se refiere cuando titula atribuyendo siete vidas al hombre de la “calle”.  

¿Qué son “Las siete vidas del hombre de la calle”, digamos, en concreto?

En general, son lo que nos pasa a cada uno de nosotros o, al menos, lo que nos podría pasar. Es más, como dice su autor en el capítulo dedicado al Bautismo “Ni sensacionalismo ni trabalenguas: lo que puede un Sacramento”. No obstante, Cristo, con la institución de los Sacramentos, nos ha procurado una unión fina pero crucial con el Padre Misericordioso. Y eso es lo que nos muestra Lolo con cada uno de estos instrumentos espirituales. Por eso nos dice esto que sigue:

 

Los Sacramentos son:


-Siete chorros de agua clara que bañan, purifican y ennoblecen nuestro corazón;

 

-Siete acequias de Gracia que nos devuelven a la tersa blancura de un alma infantil;

 

-Siete músculos en activo que proveen de energías para barrer las piedras del camino;

 


-Siete pares de alas que nos crecen súbitamente y dejan en toda nuestra naturaleza la emoción y el presentimiento de un vuelo.”

 


Así, son lo que nos llena, lo que nos lleva, lo que nos otorga fuerza o, en fin, lo que nos acerca a Dios. Por eso tienen tanto que ver con el diario vivir de los hijos del Creador. 

El caso es que “Las siete vidas del hombre de la calle” tiene lo que tiene un libro que trata al hombre con relación directa a Dios a través de lo que ha establecido el Todopoderoso en beneficio de su descendencia. Por eso dice muy al principio que

 

“un hombre es, ante todo, una semilla del cielo, cierta criatura promocionada a una vida superior, feliz y eterna, con el amor de Dios como destinatario”.

 

Y por eso el destinatario de los Sacramentos, y su reflejo en el hombre de la calle, el ordinario, el común, cualquiera que debería ser así considerado, es el mismo hombre. Y por eso cada uno de ellos tiene su ser en el diario vivir. 

Sobre lo último que acabamos de decir, sobre lo que suponen los Sacramentos, nos dice, por ejemplo, refiriéndose al Bautismo, que “Algo nace en el agua”. Y es que “donde el agua recrece y agiganta su destino creador de vida es cuando se escancia sobre la cabeza de un hombre con una clara intención santificante.” Y eso es el Bautismo para los hijos de Dios. 

Y así va repasando, uno a uno, los siete Sacramentos y poniéndolos en el camino de cualquier persona que tenga relación con su propia vida ordinario y, por tanto y en efecto, con cualquiera de ellas, con cualquiera que pueda leer esto. 

En realidad, en este libro póstumo de Lolo vemos o, mejor, leemos, a Manuel Lozano Garrido en a su lenguaje de todos sus libros: profundo, sencillo pero, a la vez, sabiendo llegar a las profundidades del alma, allí donde pareciera que nunca podemos llegar. Y lo hace de la forma tan magistral como sabe hacerlo quien lo hace más que bien.

 Es, por decirlo pronto, Lolo en estado puro y, eso, en todos los sentidos.

   

Eleuterio Fernández Guzmán



Panecillos de meditación



Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” 
(En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:


Saber sufrir, espiritualmente hablando, es un verdadero tesoro.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor

“Dios es como una mañana de mucho sol, todo alegría.”(10)”

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Para leer Fe y Obras.
Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

4.03.23

La Palabra para el Domingo - 5 de marzo de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 5 de marzo de 2023 sino sábado, 4. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.

También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.
 
 
Mt 17, 1-9
 

“1 Seis días después, toma Jesús consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los lleva aparte, a un monte alto. 2 Y se transfiguró delante de ellos: su rostro se puso brillante como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. 3 En esto, se les aparecieron Moisés y Elías que conversaban con él. 4 Tomando Pedro la palabra, dijo a Jesús: ‘Señor, bueno es estarnos aquí. Si quieres, haré aquí tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.’ 5 Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con una sombra y de la nube salía una voz que decía: ‘Este es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadle.’ 6 Al oír esto los discípulos cayeron rostro en tierra llenos de miedo. 7 Mas Jesús, acercándose a ellos, los tocó y dijo: ‘Levantaos, no tengáis miedo” 8 Ellos alzaron sus ojos y ya no vieron a nadie más que a Jesús solo. 9 Y cuando bajaban del monte, Jesús les ordenó: ‘No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre haya resucitado de entre los muertos.’”
 
 
COMENTARIO

Destellos de Dios

Jesús conocía la especial dificultad que existía en el hecho de que sus discípulos comprendiesen su ministerio y que fuesen capaces de entender aquello que les decía. Por eso se veía obligado a recurrir a ciertos momentos en los que lo que sucedía impelía a una rápida fijación en el corazón de aquello que acontecía.

Y en el monte se transfiguró con evidentes destellos de Dios.

Este episodio, característico de la divinidad de Jesús, determina una imagen ejemplo de pureza y amor de Dios, porque, ¿qué es esa blancura que salió de sus vestidos y, por lo tanto, de su cuerpo, pues desde dentro emergía? La pureza del Creador y de Su Hijo Jesucristo.

Pero como esto podía no ser suficiente, pues bien podían haber pensado aquellos tres que miraban, que podía tratarse de algún reflejo de la luz del sol, entran en escena estos dos personajes del Antiguo Testamento que, al igual que Jesús, pero menos, como hombres que sólo eran, también eran profetas. Pero no dos profetas cualesquiera. Eran Moisés y Elías.

Pero no sólo se aparecieron junto a Jesús. Además conversaban con Jesús. Y esta conversación bien podría referirse al inmediato futuro de Cristo: su pasión y muerte. Seguramente, porque sabedores de lo que iba a suceder, querían, ¡y necesitaban!, darle ánimo, reconfortarlo, en cierta forma. El caso es que el Enviado, el Jristós griego, se hace ayudar por aquellos que le esperaban para que los que estaban presentes con Él fuesen capaces de entender que iba a ser perseguido, maltratado, lacerado y humillado más tarde.

Entre aquellos tres discípulos Pedro es la piedra, y por eso mismo está muy pegado al suelo y raramente comprende lo que hay de sobrenatural en su vida y existencia. Algo así le pasa, por lo tanto, al discípulo elegido para ser el primero entre iguales.
 
Transfiguración de Jesús - Wikipedia, la enciclopedia libre Y por esto, la sugerencia que le hace al Maestro, que disfrutaba de aquella conversación y que, con ella, daba fundamento a su existir, no deja de ser otra cosa que expresión de una mundanidad, de un apego a la tierra, de un estar entre hombres. Pedro quiere quedarse allí, gozando en solitario de lo que ve.

Pero Jesús entiende las cosas de una manera… sobrenatural.

Este propiciar el encuentro es otra instantánea de la vida del Mesías a destacar. En su misión provocó que, mediando Él mismo, la relación con lo sobrenatural estuviera al alcance de sus contemporáneos y, desde entonces, de todos nosotros. Lo que podemos entender o comprender de ese encuentro quizá, o sin quizá, es cosa nuestra, dejado a nuestra libre elección: mejor comprensión de lo divino y aplicación a lo humano, a nuestra existencia diaria, o, por otra parte, olvido por miedo a la responsabilidad que de su puesta en práctica derivaría para nosotros.

Pero como esto pudiera no parecer suficiente para los discípulos, y como ellos irían hablando, monte abajo, sin duda, de lo que había sucedido, Jesús se vio obligado a hacerles una advertencia: no hablar, a nadie, de este hecho, hasta que Él, el Hijo del hombre, resucitara de entre los muertos.

Bien podemos suponer que si la transfiguración había producido el lógico estupor en los que la vieron, el que Jesús hablara de la resurrección de entre los muertos ya sería el colmo de lo enigmático. Aún no podían entender esta expresión ni ser capaces, tampoco, de transmitir a nadie lo visto. De aquí aquello de la prohibición de comunicar eso tan sobrenatural como era que dos profetas se aparecieran para hablar con Jesús y que, por si esto no fuera, ya, suficiente, el mismo Dios les dirigiera la palabra, su Palabra.

Si no estaban preparados para comprender esto, mucho menos para dar testimonio fiel y adecuado del significado que tenía. Por eso es que Jesús no les permitió hablar de ello hasta cuando, tras comprobar que, efectivamente, había vuelto del mundo de los muertos, ese misterioso acto que habían contemplado, tuvo total sentido para ellos y para todos.

PRECES

Por todos aquellos que se aferran a lo sobrenatural sin llevarlo a su vida diaria.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que no quieren escuchar a Jesús.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a escuchar a tu Hijo como dijiste en el monte en el episodio de la Transfiguración. Que sepamos llevar a nuestras vidas sus palabras y su vida.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 

Eleuterio Fernández Guzmán
 
 
Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:
 
Siempre es mucho mejor estar en las cosas de Dios y no en las nuestras. 

27.02.23

Un amigo de Lolo – Sobre títulos y motivos: “Las estrellas se ven de noche"

Presentación

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva escribiendo sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo. 

El linarense universal que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquella persona que se acerca a su persona a través de su obra pues ahora mismo no resulta posible hacerlo personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. 

Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que mucho. Y, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro ”Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.  

Sobre títulos y motivos:  :  Las estrellas se ven de noche 

Las estrellas se ven de noche (obra póstuma) | Beato Manuel Lozano Garrido,  beato Lolo

 Y es que, en esto también, en el título que el escritor da a sus obras, o, mejor, sobre todo en esto, hay un motivo o muchos motivos. Y es que, en el fondo, titular de una forma o de otra puede cambiar el sentido de lo escrito pero, más que nada, refleja lo que, desde el corazón mismo, sale al mundo exterior.


Eso pasa con el noveno libro que publicó Lolo. Corría el año 1975 y, por tanto, este libro es uno de los que podemos llamar, ciertamente, póstumo (Lolo subió a la casa del padre el 3 de noviembre de 1991) cuando salió a la luz pública este libro. 

Ya podemos imaginar que este libro, por tales circunstancias, es uno que lo es especial. Y no es que después no haya salido libro alguno de nuestro amigo  (que veremos, si Dios quiere, en otras semanas y en esta misma casa) sino que por ser, eso, el último que escribió personalmente, tiene de especial, exactamente, todo.  

Este libro es el tercero de los que escribió en forma de diario. Abarca desde el 1 septiembre 1965 al 3 noviembre 1971 y, por tanto, es fácil tener por bueno y verdad, que abarca mucho y tanto que llega casi hasta el momento de la muerte de Manuel. Y es que cuando Lolo acababa de fallecer llegaban a su casa las pruebas de imprenta de este libroSus palabras finales, escritas por él:


“Ahora, mañana y siempre, creo en el Dios que nos regaló la primavera y que nos hizo posibles primaveras””

 

Podemos ver que, en efecto, incluso en la noche más cerrada pueden verse las estrellas que es como decir, exactamente como decir eso, que la esperanza nunca se puede perder. Y eso es lo que hace Manuel Lozano Garrido y aquí lo muestra a la perfección porque no titula, por ejemplo, "Las estrellas pueden verse de noche” sino que lo hace afirmando que “se ven". Y por eso el título del libro está tan bien puesto y tiene tanto sentido, profundo sentido espiritual, para todos aquellos que se lo lleven a los ojos y al corazón.  

Es de pensar, por otra parte, que este libro, abarcando tantos meses de la vida de Lolo, recoge muchas de las circunstancias de su vida. Así. cuando ya apenas puede comer sabe que no le puede faltar la sagrada Comunión. Y es que, en una ocasión (suponemos que en más, claro) cuando don José, Coadjutor, va a su casa con la Comunión, se encuentra con la evidente dificultad de no poder administrarla, digamos, de forma ordinaria. Entonces nos dice Lolo (p. 133)


“¡La garganta! Lucy recurre a una cucharilla y comulgo así con una pequeña parte de la forma disuelta en agua. Dios que se hace del tamaño de una micra, para sentirse fuerza de moribundo. Mis labios no encadenan un par de sílabas ni mi mente tampoco es capaz de redondear una frase, pero desde lo más hondo del corazón, un algo esencial y perdurable, como un niño que ya no solloza, tiende su mano y va sintiendo la seguridad de otra”.

 

Y es que Lolo se desvive por todos los aspectos de su fe católica. Profundamente la siente en el fondo de su doliente alma y por eso no sería imaginable para él no recibir la Santa Comunión. Y, no importándole el cómo hacer eso, busca la forma que sea posible recibir a su amigo Cristo.  

Podemos decir que, tantos años después de que su enfermedad se le manifestara (principios de los cuarenta del siglo XX) Lolo es plenamente consciente de lo que le ha pasado y lo que le pasa. Y en este libro, que contempla todo aquel tiempo pasado, muestra a la perfección el temple que tenía el Beato de Linares (Jaén, España). Y lo hace en la página 142 cuando escribe esto:


“Es verdad que se han escabullido muchas cosas: las oposiciones, mi colaboración, la carrera y, no digamos, la juventud, sin olvidar esta viva morada que es mi cuerpo, aprisionado por el abrazo de una hiedra impalpable. Pero la vida será siempre un camino de ilusión y de esperanza, y en el de mi corazón sólo destacan hoy los árboles”. 

Y, como no puede ser de otra manera, estas letras sólo pueden terminar con lo que Lolo llama "Mensaje a la última golondrina". Lo escribe, claro está, en la última parte de este su libro póstumo y justo antes de lo que sería el Epílogo que escribiría su gran amigo José María Pérez Lozano. Está en la página 321 y dice esto que tiene que todo y más que todo con su propia vida (lean y gocen): 


“Por eso, aquí, hoy, mi abierto mensaje, tan corto y humilde como un telegrama:

‘Golondrina: todos los días, sin faltar uno, recuérdame la primavera y ayúdame a rezar cada mañana la hermosa letanía de la esperanza’.

Con dolor o tristeza, creo en ti, primavera.

Con la frente en el suelo o  amargura en los labios,

creo en ti, primavera.

Con la vida que apenas luce más que una vela muy corta, creo en ti, primavera.

Tentado contra el amor o la esperanza,

creo en ti, primavera, Ahora, mañana y siempre,

creo en el Dios que nos regaló la primavera

y que nos hizo posibles primaveras’”.

 

Y a esto nosotros sólo podemos decir: Amén y gracias. 

  

Eleuterio Fernández Guzmán



Panecillos de meditación



Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” 
(En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:


Saber sufrir, espiritualmente hablando, es un verdadero tesoro.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor

“¿Qué tesoro no debes guardar arriba, Señor, para qu aquí mismo uno se quede ya deslumbrado por esos centimillos que son el amor humano y la belleza?.”(8)”

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Para leer Fe y Obras.
Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

25.02.23

La Palabra para el Domingo - 26 de febrero de 2023

Resultado de imagen de SAnta Biblia

Como es obvio, hoy no es domingo 26 de febrero de 2023 sino sábado, 25. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.



Mt 4, 1-11


“1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. 2 Y después de hacer un ayuno de cuarenta días y cuarenta noches, al fin sintió hambre. 3 Y acercándose el tentador, le dijo: ‘Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes.’ 4 Mas él respondió: ‘Está escrito: = No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.’ = 5 Entonces el diablo le lleva consigo a la Ciudad Santa, le pone sobre el alero del Templo, 6 y le dice: ‘Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: = A sus ángeles te encomendará, y en sus manos te llevarán, para que no tropiece tu pie en piedra alguna.’ = 7 Jesús le dijo: ‘También está escrito: = No tentarás al Señor tu Dios.’ = 8 Todavía le lleva consigo el diablo a un monte muy alto, le muestra todos los reinos del mundo y su gloria, 9 y le dice: ‘Todo esto te daré si postrándote me adoras.’ 10 Dícele entonces Jesús: ‘Apártate, Satanás, porque está escrito: = Al Señor tu Dios adorarás, y sólo a él darás culto.’ = 11 Entonces el diablo le deja. Y he aquí que se acercaron unos ángeles y le servían.”

        

COMENTARIO

Apartar al Mal de nosotros, como hizo Cristo


Cuando Jesús es bautizado por Juan, en el Jordán, y, después de haber sobrevolado sobre Él el Espíritu Santo (al igual que en el Génesis, mientras Dios creaba, el mismo Espíritu, su Espíritu, sobrevolaba las aguas) se deja llevar por aquella persona que constituye la Santísima Trinidad y marcha camino del desierto, donde sólo se oye su corazón y a Dios buscando su seno porque necesita esa íntima comunicación. 

Quizá buscaba lo que dijera Isaías (32, 10) “en el desierto morará el derecho, y la justicia habitará en el vergel”, es decir, que trataba de hallar la plenitud de la voluntad de Dios; quizá quiera pasar una prueba puesta por su padre (Dt 8,2), al igual que pasara, con el paso del desierto, el pueblo de Israel: acuérdate del camino que el Señor te ha hecho andar durante cuarenta años a través del desierto con el fin de humillarte, probarte y conocer los sentimientos de tu corazón y ver si guardabas o no sus mandamientos. El respeto buscado por Dios de su Hijo por sus normas, quizá fuera lo que buscaba Jesús. Y todo esto sabiendo lo que dijera, también, como tantas otras veces, Isaías, (58, 11): Te guiará Dios de continuo. El caso es que Jesús, atareado en ese intento de descubrirse, no encuentra mejor sitio donde ir que a ese inhóspito espacio reseco.  

Es verdad, que aquellos días en el desierto tienen un sentido simbólico. Fácil es entender que el desierto es un lugar en el cual podemos escuchar nuestra voz con una claridad diáfana, sin esos sonidos de otras voces que impiden descubrir nuestros acentos, lo que queremos decir para que nos entiendan, es un lugar adecuado para sentir mejor nuestro corazón, alejados del mundo que nos impide ordenar y separar lo importante de lo que es accesorio y que tanto nos perturba en nuestro camino por la vida.  Es, en fin, un criterio de discernimiento lo que “empuja” a Jesús a ese exilio de su derredor, de forma inmediata a cuando fue instituida una segunda creación, con su bautizo, una nueva oportunidad para el hombre. 

Y Jesús, al igual que nos puede suceder a todos nosotros, se siente tentado, por Satanás, dice el mismo Jesús en un momento determinado. Y las tentaciones lo son en el sentido que más pueden atraer el ansia de un hombre: el mero y simple hecho del sustento, el intento de salvación recurriendo a Dios como solucionador de problemas y el mismo poder, el hecho mismo de tenerlo. 

Tentaciones de Jesús - Wikipedia, la enciclopedia libre

Pero Jesús, al igual que debemos hacer nosotros, contesta a todas estas tentaciones, con una referencia clara a Dios, al que acude  para buscar la palabra que sale de su boca y no limitarse a la mera sustancia física (el hombre, recordemos, es cuerpo y espíritu), queriendo dar a entender  que ese pan de cada día que tanto reclamamos al rezar esa oración que Él enseñaría más tarde es esa Palabra que Dios nos regala;  al que no quiere tentar para que lo salve de esa situación que le plantea al Maligno porque sabe que a Dios no se le puede utilizar para satisfacer nuestras necesidades como si fuera alguien de quien echamos mano como tabla de salvación propia y, por último, al que da culto porque está seguro de que lo merece como creador y Padre y que ansiar las riquezas del mundo supone encerrarse en la cotidianidad de la avaricia y el egoísmo. Es aquí cuando Jesús dice “apártate Satanás” porque sabe que sólo hay que adorar a Dios (recordemos aquí lo que dice el primer mandamiento de la Ley de Dios que recogiera Moisés para darnos testimonio de lo que es más importante para nosotros y, así, lo que debemos rechazar por ser, por eso, secundario) y no a los bienes del mundo ni tampoco a la luz falsa que nos puede marcar nuestro paso, cegándonos ante la verdadera luz que emana de Dios. 

También nos dice el evangelista, que fuera recaudador de impuestos,  que unos ángeles le servían. 

Este detalle, el de los ángeles que sirven a Jesús, es algo a destacar ya que vendría a indicarnos que tras evitar las tentaciones y anteponer a Dios siempre, pero siempre, a las vicisitudes de su vida, es el momento en que esos hermanos celestiales se ponen a su servicio. Es decir, que después de la tribulación, de la penuria, de la atracción del mundo, del posible egoísmo, nos llega el estado de gracia de encontrarse con Dios que, como no puede ser de otra forma, agradece esa entrega de la mejor forma que puede: amándonos y entregándose a nuestro corazón. 

Por eso, Dios quiera que, tras recorrer nuestro propio desierto, soledad iluminada por la Palabra de Dios, sostén de nuestros pasos, veamos cómo surge, en nosotros, una inquebrantable voluntad de extender ese Reino a todas aquellas personas que no encuentran el camino para llegar a Él, sabedores, entonces, y conocedores, ahora, de la plenitud del ser que podemos encontrar así.


PRECES
 
Por todos aquellos que no quieren recorrer su propio desierto para encontrar a Dios. 

Roguemos al Señor. 

Por todos aquellos que prefieren entregarse en manos del mundo antes que en las del Creador. 

Roguemos al Señor.
 
ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a enfrentarnos a las tentaciones sabiendo que siempre estás a nuestro lado. 

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.
 

Eleuterio Fernández Guzmán

  

Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 
Panecillo de hoy:

 

Rechazar al Maligno y a sus tentaciones debe ser prioridad de todo discípulo de Cristo. 


Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

20.02.23

Un amigo de Lolo – Sobre títulos y motivos: “El árbol desnudo"

Presentación

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva escribiendo sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo. 

El linarense universal que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquella persona que se acerca a su persona a través de su obra pues ahora mismo no resulta posible hacerlo personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. 

Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que mucho. Y, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro ”Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.  

Sobre títulos y motivos:  El árbol desnudo

El árbol desnudo | Beato Manuel Lozano Garrido, beato Lolo

Y es que, en esto también, en el título que el escritor da a sus obras, o, mejor, sobre todo en esto, hay un motivo o muchos motivos. Y es que, en el fondo, titular de una forma o de otra puede cambiar el sentido de lo escrito pero, más que nada, refleja lo que, desde el corazón mismo, sale al mundo exterior. 

Eso pasa con el octavo libro que publicó Lolo. Corría el año 1969 cuando salió a la luz pública este libro que fue, por otros libros aquí citados, un año muy fructífero para Lolo. 

Digamos que este libro es, ni más ni menos, que una autobiografía escrita por Lolo en forma de novela en la que, claro, los nombres que aparecen en la misma no son los reales pero se entiende todo, digamos, perfectamente según conocemos hoy día a las personas que están ahí representadas. Y es claro que, en su día, todo lector sabía a quien se refería Manuel Lozano Garrido cuando decía esto o lo otro…  

Aquí, Lolo es Andrés y su hermana Lucy es Emilia. Y así otros personajes que cambian de nombre por razones bastante lógicas y esperadas. Sin embargo, como decimos arriba, todo lo que pasa es perfectamente aplicable a la vida misma de Lolo. Pero todo, todo. 

No es exagerado decir que este personaje pasa por lo mismo que pasó Manuel Lozano a lo largo de su vida. Incluso viaja a Lourdes, lo mismo que hizo el Beato de Linares. Y eso, claro está, no puede ser casualidad sino la voluntad expresa de narrar lo que había sido, hasta entonces, su vida. 

En cuanto a Emilia (Lucy), la hermana que entregó su juventud al cuidado de Lolo y que hace relativamente poco tiempo fue a reunirse con él donde sólo pueden estar los buenos hijos de Dios, deja marchar al amor de su vida, Enrique, porque sabe que tiene una obligación, ella lo cree así, contraída con las circunstancias de quien tanto está sufriendo.


Así, en un momento determinado le dice (p. 261)


“Si ahora te esfuerzas en comprender ya verás cómo la felicidad viene a tu encuentro. No dejes que el recuerdo mío te convierta en una estatua de sal. Que te dé fuerzas el prodigio de fortaleza que esta noche has hecho conmigo y ya, después, olvida. Yo no soy más que una leve mujer reclamada con urgencia; y pienso que en el amor todos los telegramas son azules”.

Incluso, en un momento determinado, Emilia (Lucy) le dice a Andrés (Lolo) p. 183:


“¿Verdad que hemos de estar así de juntos siempre, como de pequeños, aquella vez que nos perdimos y nos encontraron juntos, caminando de la mano por una vereda del campo?”

 

Este libro, como autobiografía, retrata a la perfección la vida y existencia de una persona como fue Manuel Lozano Garrido. Y por eso todo lo que contiene es la mejor manera de conocer, de primera mano, cómo fue y cómo de desarrollo el devenir de una persona que, como podemos leer en sus páginas, tuvo una fuerza espiritual impagable. 

Ciertamente, esta novela de Lolo, requerida por muchos de sus amigos como él mismo refleja en alguno de sus libros (en el sentido de que le insistían en que la terminara) tiene un sabor a entrega que deja el corazón abierto a la posibilidad de lo que puede parecer imposible a primera vista. Quien no puede nada, lo consigue todo y quien lo consigue todo lo ha conseguido partiendo de la nada en la que ha quedado por mor de su situación física. Y eso sí es un milagro verdadero y una prueba fehaciente de la existencia de Dios y del poder que tiene que todo lo tiene y puede y transmite algo de su Espíritu a alguno de sus hijos que se hace invencible ante lo vencible e irreprochable ante cualquier reproche de los indoctos en materia de fe, de sufrimiento y de sobrenaturalización del dolor.  

Y ante esto sólo podemos decir dos cosas: Amén y gracias.

 

Eleuterio Fernández Guzmán



Panecillos de meditación



Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” 
(En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:


Saber sufrir, espiritualmente hablando, es un verdadero tesoro.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor

“Todo lo que de Dios viene es de una belleza infinita. Ocurre como con el sol, que desparrama su fuerza a raudales por el firmamento, aunque a nosotros no nos llegue más que una parte infinitesimal, la justa para saborear a su punto la armonía de su luz.”(7)”

……………………………


Para leer Fe y Obras.
Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

18.02.23

La Palabra para el Domingo - 19 de febrero de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 19 de febrero de 2023 sino sábado, 18. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana y hermana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.


Mt 5, 38-48


“’38 Habéis oído que se dijo:  ‘Ojo por ojo y diente por diente’.  39 Pues yo os digo: no resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra: 40 al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica déjale también el manto; 41 y al que te obligue a andar una milla vete con él dos.42 A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda.43 ‘Habéis oído que se dijo: ‘Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo’. 44 Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, 45 para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. 46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos? 47 Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles? 48 Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial.’”

 
COMENTARIO

Una verdadera revolución espiritual

 
Podemos decir, sin temor a equivocarnos y sin faltar a la verdad, que el Hijo de Dios vino al mundo a ponerlo todo patas arriba. Es decir, su existencia no iba a ser la plácida vida de quien se aquieta a todo lo que haya y nada haga para cambiar lo que se deba cambiar.  Y eso es lo que hizo… porque debía hacerlo. 

Digamos, también, a este respecto, que no dejó títere con cabeza. Y no lo dejó porque debía poner todos los puntos sobre las íes y había muchas íes sobre las que poner el acento aunque a muchos les gustase más de la cuenta las faltas de ortografía espiritual… 

El caso es que todo se resume en algo terriblemente difícil no de entender pero sí de llevar a cabo: hay que ser perfectos. Pero no se trata de una perfección cualquiera sino la que se corresponde con Dios mismo. 

¡Ni más ni menos que Jesús pide que seamos perfectos como lo es, que sí lo es, nuestro Padre del Cielo! Y eso, se diga lo que se diga y con toda la buena intención que se quiera decir, no es poca cosa. 

Pues bien, mucho debía ser cambiado. Y mucho dice aquí, en este texto del Evangelio del que fuera recaudador de impuestos, sobre qué debe cambiarse. Y nada es de poca importancia sino que todo tiene más que mucha. 

“Ojo por ojo”. Eso era el comportamiento habitual desde que se cambió la venganza privada (quien hacía algo podía recibir todo el mal que quisiese hacerle el perjudicado por su acción). En realidad, era una mejora al respecto de esta (queremos decir el “ojo por ojo”) pero para Dios y para Jesucristo estaba muy lejos del amor y de la misericordia. No. Tal forma de comportarse no estaba nada bien. 

Evangelio san mateo 5, 38 48

Por eso reclama Cristo poner la otra mejilla. ¡En un mundo, el de entonces y el de ahora tan dado a lo contrario pedir eso era demasiado! Pero lo pide porque sabe que es voluntad de Dios que así actúen sus hijos: abajándose, viniendo a ser menos, perdonando en suma… 

De ahí derivan muchas cosas: dar a quien te reclame y no impedir eso; dar a quien lo necesite sin olvidar que eso es lo que debe hacerse y, en fin, amar. 

El amor que reclama Cristo no es un amor cualquiera. En eso también pone el listón muy alto. Y es que si Dios también ama a quien se aleja de Él y lo olvida, otra cosa no pueden hacer sus hijos. Por eso reclama Cristo lo que parece imposible: ¡amar al enemigo! Eso sí que es pedir mucho a quien debe dar mucho pero tantas veces lo niega. 

En realidad, Jesucristo pone las cosas en su sitio, en el que les corresponde estar. Y es que si amamos sólo a los nuestros, que es lo mínimo que se espera de nosotros, no podremos llegar muy lejos en el Reino de Dios. Hace falta, por tanto, dar un paso más, ser valientes y serlo hasta amar a los que nos odian…

Seguramente, a muchos se les habrá encogido el estómago. Y con razón…. humana.

PRECES

Por todos aquellos que no quieren cambiar su modo de ser.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que no quieren ser perfectos.

Roguemos al Señor.

 
ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a ser perfectos como Tú lo eres.

 
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 
Eleuterio Fernández Guzmán

 

Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 
Panecillo de hoy:

 

¡Qué importante es comprender la Ley de Dios! 


Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

13.02.23

Un amigo de Lolo – Sobre títulos y motivos: “Reportajes desde la cumbre"

Presentación

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva escribiendo sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo. 

El linarense universal que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquella persona que se acerca a su persona a través de su obra pues ahora mismo no resulta posible hacerlo personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. 

Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que mucho. Y, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro ”Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.  

Sobre títulos y motivos: Reportajes desde la cumbre

Reportajes desde la cumbre | Beato Manuel Lozano Garrido, beato Lolo

Y es que, en esto también, en el título que el escritor da a sus obras, o, mejor, sobre todo en esto, hay un motivo o muchos motivos. Y es que, en el fondo, titular de una forma o de otra puede cambiar el sentido de lo escrito pero, más que nada, refleja lo que, desde el corazón mismo, sale al mundo exterior.

 

Eso pasa con el séptimo libro que publicó Lolo. Corría el año 1969 cuando salió a la luz pública este libro. Y podemos leer, en el mismo título que hay, algo que nos extraña: la “cumbre” desde donde se escriben tales reportajes. Y es que en la cumbre no está Otro que Dios mismo que es quien se dirige a su criatura humana para decirle muchas y más que interesantes cosas…

 

Está muy bien que Lolo se ponga, por así decirlo, en el lugar de Dios y nos escriba algo así como lo que nuestro Creador nos podría decir a nosotros, que estamos aquí abajo a la escucha de lo que pueda decirnos. Y bien que lo dice en las páginas de este libro que es, verdaderamente, maravilloso. 

Este libro muestra el recorrido de Dios por la vida del hombre. Y lo resume muy bien, aunque pronto, el P. José María de Llanos y Pastor, SJ. que en el Prólogo dice que

Al fin de todo ya resumiría, hermano, yo resumiría, tu libro con esa misma palabra tuya y dicha por ti pensando en Él y redicha por mí y los lectores, pensado en ti: ‘Vivimos todos de las rentas de un hombre desnudo’. Es decir, gracias en nombre de todos. Y la Paz”. 

El caso es que Dios, que ama a su descendencia (como podemos imaginar) no deja de decirnos cuál sería el cumplimiento de su santísima Voluntad. Y eso lo viene haciendo desde que Adán y Eva pisaron el Paraíso (aunque luego pasara lo que pasó) Por eso estos reportajes nos aportan algo más que palabras: nos aportan un modo de ser que, en verdad, nos conviene y nos conviene más de lo que podamos creer nosotros, tantas veces, alejados de lo que Dios quiera para nosotros.  

Debemos, de todas formas, advertir algo (para que se vea la riqueza espiritual de estas páginas) Y es que dentro de este libro haya otro libro. En concreto, el capítulo III, de título “Un corazón para un Reino”, ocupa buena parte de sus más de 300 páginas (más de 170) y las dedica Lolo, en esta muy especial carta de Dios al hombre, a contemplar las Bienaventuranzas que recoge el Evangelio de San Mateo. Y no tienen precio porque es impagable (con el dinero del mundo esto no se paga) el contenido de estas páginas. 

Como podemos ver, no hay aspecto de nuestra fe, la que debe ser profunda y estar arraigada en nuestro corazón, que el Todopoderoso, nuestro Padre del Cielo, no toque o refiera en estas páginas escritas por Lolo. Y tampoco debe extrañarnos pues, al fin y al cabo, es “Dios” (entendamos esto) quien escribe estos reportajes y a Él nada se le escapa que debamos conocer.  

Y todo esto porque Dios espera mucho de nosotros. Por eso nos dice que (p. 73) 

“Si la creación es una riqueza, yo no puedo repudiar la fortuna que os pongo entre las manos. De lo contrario, fallaría en mi Providencia, pero el mundo es un camino y quedarse a vivir en los paradores, una renuncia a la marcha”.

Todo, pues, está puesto para nosotros, descendencia divina, pero con una sola condición: querer aspirar a la meta que no es otra que la vida eterna y no quedarse mirando los oropeles de lo puesto, en efecto, para nosotros. 

Y terminemos al revés de cómo deberíamos haberlo hecho. Y es que Lolo escribe, en este libro, esta dedicatoria:

 “Al aire que respiro,

la luz que me alumbra, 
el lenguaje que uso,
la calle en que habito, 
y las gentes que me rodean;
a todo eso que se constituye
de recuerdos, costumbres, sentimientos,
ilusiones, afanes o encuentros 
y que se llama ‘mi pueblo’,
el sitio en que nací y vivo, los paisanos, mis amigos
y esa ancha familia de lectores, que componen hoy 
en torno mío con un inmenso y apretado corazón. 
Con mi gratitud.” 

Pues eso, esto demuestra más que bien que Lolo supo muy bien entender esos "reportajes desde la cumbre". 

 

Eleuterio Fernández Guzmán



Panecillos de meditación



Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” 
(En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:


Saber sufrir, espiritualmente hablando, es un verdadero tesoro.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor

“Todo lo que de Dios viene es de una belleza infinita. Ocurre como con el sol, que desparrama su fuerza a raudales por el firmamento, aunque a nosotros no nos llegue más que una parte infinitesimal, la justa para saborear a su punto la armonía de su luz.”(7)”

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Para leer Fe y Obras.
Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

11.02.23

La Palabra para el Domingo - 12 de febrero de 2013

Resultado de imagen de SAnta Biblia

Como es obvio, hoy no es domingo 12 de febrero de 2023 sino sábado, 11. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.

 

Mt 5, 17-37


“17 ‘No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento.  18 Sí, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes que pase una i o una tilde de la Ley sin que todo suceda.  19 Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos.  20  ‘Porque os digo que, si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos.  21  ‘Habéis oído que se dijo a los antepasados: = No matarás; = y aquel que mate será reo ante el tribunal.22   Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano “imbécil", será reo ante el Sanedrín; y el que le llame “renegado", será reo de la gehenna de fuego.  23 Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo contra ti,

24  deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas  tu ofrenda. 25 Ponte enseguida a buenas con tu adversario mientras vas con él por el camino; no sea que tu adversario te entregue al juez y el juez al guardia, y te metan en la cárcel. 26 Yo te aseguro: no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo. 27  ‘Habéis oído que se dijo: = No cometerás adulterio. = 28 Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón. 29 Si,  pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la gehenna. 30 Y si tu mano derecha te es ocasión de pecado, córtatela y arrójala de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo vaya a la gehenna. 31 ‘También se dijo: = El que repudie a su mujer, que le dé acta de divorcio. = 32 Pues yo os digo: Todo el que repudia a su mujer, excepto el caso de fornicación, la hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio.33 ‘Habéis oído también que se dijo a los antepasados: = No perjurarás, sino que cumplirás al Señor tus juramentos. =  34 Pues yo digo que no juréis en modo alguno: ni por el = Cielo =, porque es = el trono de Dios, =  35 ni por = la Tierra, = porque es = el escabel de sus pies; = ni por = Jerusalén =, porque es = la ciudad del gran rey. = 36 Ni tampoco jures por tu cabeza, porque ni a uno solo de tus cabellos puedes hacerlo blanco o negro. 37 Sea vuestro lenguaje: “Sí, sí"; “no, no": que lo que pasa de aquí viene del Maligno.”
        


COMENTARIO

La difícil pero benéfica Ley de Dios

No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento” (Mateo 5,17-37) - YouTube
 
Dadas las expectativas que muchos tenían acerca de la llegada del Mesías al mundo, lo bien cierto es que Jesús las echa todas por el suelo. En realidad, no ha venido ni a batallar contra el invasor romano ni a nada parecido. Y es que su Reino, que no es de este mundo, sí está también en este mundo y tiene su fundamento en la Ley de Dios. Por eso dice a todo el que quiera escuchar que no ha venido a derogar tal Ley sino, como es lógico, a hacer que se cumpla. 

Y entonces empieza a repasar determinados aspectos de la citada Ley porque resulta que no la han acabado de comprender y, por tanto, la aplican de forma equivocada. 

Todo lo que Jesús va diciendo a los que le escuchan tiene un sentido, digamos, único. Es decir, no se puede entender de otra forma a como Él lo está poniendo sobre la mesa. Y son muchas cosas las que dice porque mucho era lo que se tenía que corregir. 

Así, por ejemplo, habla de adulterio, de matar, de las ocasiones de pecado y qué es lo que las origina, de la justicia de los hombres, del enfado en contra de un hermano, del repudio a la mujer, del mal acto de jurar, etc. 

Vemos, por tanto, que son muchas las realidades que debían ser cambiadas si es que se quería estar a bien con Dios, para cumplir su voluntad. 

Destaca, en este extenso texto, algo que no debe ser tenido por no dicho por Cristo: lo que ha de pasar y el cómo hemos de comportarnos. 

Sobre lo primero, dice el Hijo de Dios que puede pasar mucho tiempo, y pasó desde entonces, pero por mucho que pase la Ley de Dios siempre será la Ley de Dios y se ha de cumplir. Es más que no la cumpla como debe ser cumplida, será poca cosa en el definitivo Reino de Dios. Y es que el Todopoderoso es bueno, muy bueno con nosotros, pero también es justo y no puede tener por no dicho o hecho lo que se ha dicho y hecho. 

Pero también habla Cristo de algo crucial para que se pueda decir de alguien que dice ser discípulo suyo que, en efecto, lo es: el cómo. 

¿Qué queremos decir con esto? 

Pues bien. Ante lo que nos pasa, ante aquello que podemos encontrarnos en nuestra vida, podemos adoptar una posición  u otra. Pero sabiendo cuál es la verdadera Ley de Dios no podemos hacer otra cosa que donde dice algo… cumplir lo que dice; donde diga que no es buena tal actitud… no llevarla a cabo. 

Lo que, en definitiva nos dice Cristo (y con palabras terribles al referirse al Maligno) es que no podemos actuar según nos convenga al respecto de la Ley de Dios: si dice lo que diga al respecto de algo, nosotros debemos, primero, creerlo y, luego, cumplirlo. Y aquí no sirve trampas ni subterfugios que, siendo Dios Todopoderoso (todo lo sabe y todo lo ve) están fuera de lugar. 

Sí donde es sí y no donde es no… Así de sencillo pero, a la vez, así de difícil, tantas veces, de cumplir. 

PRECES

Por todos aquellos que no quieren cumplir la Ley de Dios.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que hacen de su capa un sayo al respecto de la Ley de Dios.

Roguemos al Señor.
 
ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a cumplir la Ley del Padre como corresponde ser cumplida.
 
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.
 

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 
Eleuterio Fernández Guzmán

 

 

Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 
Panecillo de hoy:

 

Cumplir con la Ley de Dios no es una opción olvidable por sus hijos. 


Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

6.02.23

Un amigo de Lolo – Sobre títulos y motivos: “Bien venido, amor"

Presentación

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva escribiendo sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo. 

El linarense universal que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquella persona que se acerca a su persona a través de su obra pues ahora mismo no resulta posible hacerlo personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. 

Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que mucho. Y, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro ”Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.  

Sobre títulos y motivos: Bien venido, amor

Bien venido Amor | Beato Manuel Lozano Garrido, beato Lolo

Y es que, en esto también, en el título que el escritor da a sus obras, o, mejor, sobre todo en esto, hay un motivo o muchos motivos. Y es que, en el fondo, titular de una forma o de otra puede cambiar el sentido de lo escrito pero, más que nada, refleja lo que, desde el corazón mismo, sale al mundo exterior.

 

Eso pasa con el sexto libro que publicó Lolo. Corría el año 1969cuando salió a la luz pública este libro que es, de entre los publicados por el Beato de Linares (Jaén, España), digamos que el más extraño por la forma en la que está escrito. Además, el Prólogo del libro lo escribió el P. Rafael Higueras Álamo, a la sazón (ahora, antes lo fue de la de beatificación) postulador de la causa de canonización de Lolo. 

 

El libro está dividido en cinco apartados que son, a saber, Dios, Amor, Creador por Amor, El hombre, Amor, Humana sed de Dios y Proyección de Dios sobre el hombreY cada uno de ellos está dividido, a su vez, en otros apartados que se componen, también, de otros apartados donde se recogen, una a una, aquellas frases de las que habla Lolo. Frases que son acercamientos al alma de quien escribe y, por extensión, a la de cualquiera que pueda llevarse al corazón pensamientos tan importantes para el creyente. 

Digamos que se trata de aforismos. Y, por tanto, se trata de sentencias breves que, referidas a la fe católica, contienen aquello que cree quien los escribe (en este caso Manuel Lozano Garrido) y son una buena muestra de la forma de creer… 

Bien venido, amor, el título de este libro lo dice todo. Y es que, en las frases que contiene el mismo se recoge, precisamente, lo que piensa Lolo desde su mismo corazón: da la bienvenida al Amor, así con mayúscula, que Dios infunde en el mismo. 

Es este libro como una puerta abierta a un mundo donde Dios está presente y donde rebosa aquello que el Creador quiera para su criatura: la vida, la existencia llevaba por su mano hasta la misma vida eterna que tiene reservada para quien en Él cree y, creyendo, lleva tal creencia a su ser diario, a cada momento de cada instante… 

Así, por ejemplo, nos dice Lolo esto que sigue (entre paréntesis, el número de la reflexión contenida en el libro): 

“¿Qué importa el camino con los ojos vendados, si una mano me lleva y esa palma, Amor, es la tuya?” (282)

“Los más desgraciados son los analfabetos de Dios” (435)

“Dios sólo invade cuando las puertas de un corazón se le abren de par en par y en el umbral le espera la bienvenida de un ‘fiat’” (783)

“¡Preséntame a Fulano. Relacióname con Zutano! Y ¿con Dios no te apasiona?” (5)

“Fe se escribe con “f” de fuego y “e” de esperanza” (569)

“La oración es un generoso camino de devolución de la visita de Dios” (585)

“Hay cosas sin las que uno no puede vivir, como el oxígeno, el agua y el sol, pero ¿sin Dios?” (420) 

Como podemos ver, el ser de Lolo expresado aquí (y en el resto del libro que es, lógicamente, mucho más extenso) tiene todo que ver con una fe profunda, con saber en Quién cree y las razones y motivos de tal creencia, con querer expresar que sí, que si se cree y se cree de esta manera Dios ha de estar feliz y ver que su criatura hace lo que de hacer.  

Este libro, además, puede ser utilizado por quien lo lea como una verdadera guía de la fe, una guía llevada por el amor de quien, sabiendo Quién lo amaba, le correspondía. 

  

Eleuterio Fernández Guzmán



Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” 
(En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:


Saber sufrir, espiritualmente hablando, es un verdadero tesoro.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bien venido, amor

“Dios es milagrosamente sencillo” (6)”

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.