17.06.23

La Palabra para el Domingo - 18 de junio de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 18 de junio de 2023 sino sábado, 17. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.


Mt 9, 36-38, 10, 8


“Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: “La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para su cosecha". Jesús convocó a sus doce discípulos y les dio el poder de expulsar a los espíritus impuros y de curar cualquier enfermedad o dolencia. Los nombres de los doce Apóstoles son: en primer lugar, Simón, de sobrenombre Pedro, y su hermano Andrés; luego, Santiago, hijo de Zebedeo, y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el publicano; Santiago, hijo de Alfeo, y Tadeo; Simón, el Cananeo, y Judas Iscariote, el mismo que lo entregó. A estos Doce, Jesús los envió con las siguientes instrucciones: “No vayan a regiones paganas, ni entren en ninguna ciudad de los samaritanos. Vayan, en cambio, a las ovejas perdidas del pueblo de Israel. Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca. Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente.”

COMENTARIO

La gratuidad de la fe y las consecuencias de eso

Es imaginable que cuando al Hijo de Dios le llegó el momento de tener que transmitir la Buena Noticia del Reino del Todopoderoso supo de inmediato que debía escoger un grupo de personas que hicieran tal labor porque bien sabía que su vida en el mundo no iba a ser eterna…

Escoger a los que fueron sus discípulos más allegados tuvo que ir precedida de la preceptiva oración dirigida a Su Padre del Cielo. Y es que Jesucristo hizo eso, según podemos leer en las Sagradas Escrituras, muchas veces. Y es más que cierto que siempre le fue bien tal actitud…

Pues bien, escoge a los 12 Apóstoles porque quiso escogerlos a ellos y porque sabía que, aunque mucho les faltara todavía, iban a estar preparados para cumplir su labor. Y sus nombres y acciones han pasado a la historia de la salvación como deben pasar los nombres de los que han cumplido con su misión y se ha entregado a la misma.

Podemos decir, al respecto del envío al mundo que aquí hace Jesucristo, que no los envía así, sin más o, lo que es lo mismo, que no hace que vayan a predicar sin ayuda alguna. Eso no es imaginable en alguien como el hijo de María, la Virgen Inmaculada. Y, claro, eso no fue lo que pasó. 

Cómo murió cada uno de los doce apóstoles?

En primer lugar las instrucciones del envío son claras: no ir a personas paganas e, incluso, a samaritanas. No. Deben ir a las ovejas perdidas de Israel porque es cierto y verdad que eran las que mejor podían entender su mensaje. Por eso las envía, en primer lugar, a tales ovejas porque podían volver más fácilmente al redil del que se habían acabado escapando a fuerza de leyes y normas impuestas por el hombre.

Pero no sólo eso porque también había una instrucción bien precisa: debían proclamar el Reino de los Cielo o, en fin, la Buena Noticia de que ya había llegado al mundo tal Reino y que debía ser descubierto y gozado.

Pero, además, no lo deja solos en el sentido de poco habilitados sino que les dona y otorga la posibilidad de curar a los enfermos y, lo que es más, hasta resucitar a los muertos que, digamos, no es cosa que pueda hacer cualquiera pero que ellos, aquellos 12, iban a poder llevar a cabo.

Además, podrían expulsar a los demonios que estaban poseyendo a una persona…

¿Y todo eso?

Todo eso por la sencilla razón de que lo habían recibido gratis de parte de Jesucristo, Dios y hombre verdadero. Y, claro, debían darlo gratis.

Y eso debería ser una buena lección para todos nosotros… Y ahí lo dejamos. 


PRECES

Pidamos por aquellos que no piden a Dios pastores.

Roguemos al Señor.


Pidamos por todos aquellos que no dan gratis lo que han recibido gratis.

Roguemos al Señor.


ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a recibir con gozo la semilla profunda de la fe.


Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

  
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 
Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

Pidamos a Dios por los obreros que su mies necesita. 

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

11.06.23

Un amigo de Lolo – El m² de Lolo

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).Presentación 

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo. 

El linarense universal que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

  

El m² de Lolo

 

Bueno, en realidad, es posible que fuera algo más de 1 m² lo que ocupara el sillón de ruedas en el que Manuel Lozano Garrido pasó bastantes horas de su vida desde que su enfermedad se fue agravando. El caso es que lo que queremos decir es que (sin contar la cama donde durmiera y también pasara bastantes horas trabajando) el espacio donde Lolo miraba al mundo y el mundo le llegaba era, digamos, más bien reducido.

  

No hay ninguna descripción de la foto disponible.

 

Francamente, es que el título del artículo se adecuaba más a tales dimensiones de espacio…  

Bueno. El caso es que nuestro linarense universal debió tener en muy buena consideración a su sillón de ruedas porque era, por decirlo pronto, el punto desde donde su mundo se incardinaba. Y tal fue así que le dedicó su primer libro de título, no precisamente por casualidad ni sin razón, “El sillón de ruedas” (1961) donde escribió algo que definía más que bien su situación: “En estos días de otoño entro en el 18 años de enfermedad”.

  

El sillón de ruedas | Beato Manuel Lozano Garrido, beato Lolo

 Por tanto, ahí tenemos a Lolo, en su sillón de ruedas, pasando horas y horas en su asiento y trabajando de forma incansable día tras día obviando (mejor, aceptando) su situación física… 

Pensemos, por un momento, que el célebre sillón de ruedas al que nos estamos refiriendo tuviera pensamiento propio. Y es que a veces, a este respecto, viene muy bien ponerse en la piel, ahora en el asiento y en las ruedas, de alguien, ahora de un sillón de inválido (como le gustaba llamarse al propio Lolo) para ver qué podría pasar por sus partes blandas y menos blandas acerca de aquel a quien transportaba.

A lo mejor podría pasar algo así:


Este Lolo me resulta un tanto extraño. Y es que muchos de mis compañeros que llevan a otras personas, siempre dicen que no están nada contentas y se pasan gran parte del día maldiciendo a muchos: a ellas mismas por encontrarse en tales circunstancias, a los demás que les tienen lástima y, en fin, al mundo entero. No saben, al parecer, que están ahí y que van a estar mucho tiempo pues sus enfermedades no son fáciles ni llevaderas y han de sufrir mucho.

Sin embargo, Manuel no es así. No. Cada día, cuando lo ponen en mi asiento no me maldice sino que se abraza a mí porque dice que puedo ser la cruz sobre la que llevar una vida sufrida para completar los sufrimientos, dice, de un tal Jesús…

 

En realidad, este Lolo ansía sentarse en mí porque, enseguida gusta mucho ser acercado a la ventana y, desde allí, ve el trajinar del gentío en la calle y le gusta eso mucho cuando se da cuenta de que alguien viene a visitarlo. Entonces, me mueven de sitio y me acercan a su mesita donde conversa con quien haya venido o espera ser tratado por el médico si es él quien se ha acercado a su casa a suministrarle alguna medicina de las muchas que necesita.

Tengo que decir que algunas veces he posado con él para que nos hagan una fotografía y, la verdad, no he salido mal del todo aunque sé que quien mejor da en cámara es Lolo, que siempre está dispuesto a sonreír a pesar de lo mal que lo pasa el buen hombre.

Sin embargo, francamente tengo que decir que este  pensamiento manifestado por el sillón de ruedas de Lolo fue publicado por el esto escribe ahora hace dos años en las páginas internáuticas de www.infolinares.com. Pero, la verdad, es que ahora venía de perlas para tratar de comprender algo mejor a Lolo y no creemos que nadie se moleste por eso.

Tampoco se nos olvida que mañana hará 13 años (12.06.2010) que Manuel Lozano Garrido, Lolo, fue beatificado en Linares (Jaén, España) pero, como suele pasar muchas veces, las cosas del escribir son como son… Y estamos casi seguros de que a Lolo no le habrá molestado que ocupemos un día como hoy, años después de que subiera a los altares, en tener en cuenta a su sillón de ruedas. Y eso que desde hace muchos años que lo debió dejar aparcado en algún lugar del Cielo…

 

¡Alabado sea Dios por tanta gracia acumulada en Lolo!

  

Eleuterio Fernández Guzmán

  

Panecillos de meditación

  

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

  

Panecillo de hoy:  

Entender el sufrimiento es un bien más que importante. 

 ……………………………

 Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

10.06.23

La Palabra para el Domingo - 11 de junio de 2023

Resultado de imagen de SAnta Biblia

Como es obvio, hoy no es domingo 11 de junio de 2023 sino sábado, 10. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.



Jn 6, 51-58

  
“’51 Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo.’ 52 Discutían entre sí los judíos y decían: ‘¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?’ 53 Jesús les dijo: ‘En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre,   no tenéis vida en vosotros. 54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. 55 Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. 56 El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí,  y yo en él. 57 Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí. 58 Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre.’”         
 

COMENTARIO
 
Verdadero Pan para la verdadera vida

 
Continuó Jesús con su promesa escatológica pues tal era la misión que había venido a llevar a cabo entre los hijos de Dios. Muchas veces vemos que el Mesías insiste en determinadas cosas para que fuesen comprendidas por aquellos que le escuchaban y que, tantas veces, eran de duro corazón; muchas veces el Enviado ilumina la vida de sus contemporáneos diciendo lo mismo repetidamente porque sabía y conocía la dificultad que tenían de comprender su doctrina y el mensaje que traía de parte de Dios. 

Esto viene, por eso, a concretar lo dicho sobre el pan vivo en un momento inmediatamente anterior. 

Se refiere, Jesús, a su cuerpo, que lo va a entregar para la salvación de todos. Por eso dice el pan que yo le voy a dar; y ese pan, que será transubstanciado a partir, y en, la Eucaristía, es la causa necesaria de nuestra fe. 

Sin embargo, muchos de los que escuchaban no entendían y, llevados por el concepto del mundo que tenían, se dejaban llevar por su mundanidad y sentían, seguramente, repugnancia por aquello de comer su carne. Aún, para ellos, no había llegado el momento de la comprensión. Como para muchos, hoy día. 

La vida, la verdadera, la que Él trae, requiere, para tenerla, requiere, digo, la aceptación de eso que dice Jesús, aún sin entenderlo (hay que reconocer que eso es difícil) y así, “si coméis”, o sea, si queréis creer en lo que digo, entonces, comiendo su Cuerpo y bebiendo su Sangre (entendamos esto como hay que entenderlo, claro)  pues entonces no es que vayamos, en un futuro, a tener la vida eterna, que también, sino que ya, ahora, desde este momento, ya la tenemos pues si queremos voluntariamente y así lo manifestamos optamos por creer que ya vivimos la vida eterna en este lado del Reino de Dios en el que peregrinamos hacia el definitivo Reino del Padre. Esto no es, si lo pensamos bien, cosa baladí. 

El Periódico de México | Noticias de México | Columnas-VoxDei | «Yo soy el pan  vivo, bajado del cielo»

Para afirmar esto, para confirmarlo y dar razón, si es que fuera necesario, Jesús les dice que ese comer y ese beber contribuirá a una permanencia mutua. Jesús permanecerá en el que lo hace y, a su vez, el que lo hace permanecerá en Jesús. Y esto es de vital importancia para cimentar un sentido de pertenencia de cada cual con Dios. 

La resurrección queda garantizada por este comer y este beber y no por otra cosa ni otra realidad espiritual. Bien dice Jesús que el que le coma y le beba vivirá por Él, pues si su Padre vive en Él, y su vida es, ya, eterna, para siempre, de tiempo infinito, también el permanecer en Cristo, ese vivir, se hará eterno pues eterna es la vida del Hijo de Dios.

Vemos, pues, que este texto de Juan, tan cercano a nosotros y tan profundo, como todo lo de este evangelista que es, a la vez, tan dulce y tan nuestro, dice muchas cosas: que Jesús va a dar su vida, que su vida la da por el mundo, para que se salve; que, por eso, y para esa salvación, y por esa entrega que hace de sí, se hace, para quien anhele la vida eterna, manifiesta esa voluntad comiendo su cuerpo y bebiendo su sangre en la Eucaristía (que, ciertamente, aún no ha tenido lugar en su primera vez) Así no se dará el caso de aquellos antepasados de sus contemporáneos que, como ya dijo en otro momento, comieron el pan del cielo y murieron. Ahora, con Él, que es la Vida misma, este caso no se dará. 

Todo lo que sucedió, y sucede, entonces, y cada día, certifica esta Verdad. 

Ahora bien, como hace siempre Jesús, Él propone determinada posibilidad y está de nuestra parte llevarla a cabo, aceptarla, o no. Esto es, siempre, cosa nuestra y, claro, las consecuencias de nuestra decisión, a tal respecto, también son nuestras.

  
PRECES

 
Por todos aquellos que no aceptan a Jesús como Salvador de la humanidad.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que no quieren que Cristo viva en ellos.

Roguemos al Señor.

 
ORACIÓN

 
Padre Dios; ayúdanos a mantener siempre tu vivencia en nuestro corazón a través del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo.
 

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.
  

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.
 

Eleuterio Fernández Guzmán

  

Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

 

Pan de vida, Pan de la Vida Eterna, así es Cristo

 

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

5.06.23

Un amigo de Lolo – Una luz llamada Manuel

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación 

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo. 

El linarense universal que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien. 

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Una luz llamada Manuel 

Resulta curioso como a veces, las circunstancias que nos acaecen, nos marcan el camino de una forma implícita. Y eso es lo que, al que esto escribe, le ha pasado.  

El caso es que he tomado una imagen de Lolo para mejor inspiración de lo que iba a escribir. Y el resultado ha sido que, junto a la misma de nuestro amigo se ha “adherido” el símbolo que se utiliza para personas minusválidas (hoy llamadas “discapacitadas”) aunque a Lolo le salía decir eso de “inútil” aunque todos sepamos que nada de eso era la verdad…  

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Pues bien, cuando uno piensa en la vida y existencia (aquel “yo y mis circunstancia de Ortega y Gasset) de Manuel Lozano Garrido, lo bien cierto es que queda admirado y no poco admirado.

Ahora no vamos a decir nada acerca de su sufrimiento porque es más que conocido. Sin embargo, no podemos negar que en muchos aspectos de su vida, el Beato de Linares (Jaén, España) se manifiesta como una luz y, dentro de las posibilidades que tiene la misma, como un faro. 

Como cualquiera sabe, el faro es, por decirlo de manera simple (no podemos hacerlo de otra forma) es una luz que marca un camino que se puede seguir para llegar, diríamos en su lenguaje que le corresponde, a buen puerto. 

Pero lo bien cierto es que en la vida de los creyentes cristianos, aquí católicos, también hay un camino y también hay un puerto al que anhelamos llegar a no ser que la fe la tengamos escondida debajo de cualquier celemín o la hayamos encerrado con siete candados en el corazón para que no salga. 

Nuestro camino es, simplemente, nuestra vida; nuestro puerto es, simplemente, Dios mismo y, allí donde se encuentra, el Cielo… 

Por esto decimos que Lolo es un faro. Y lo decimos porque fijándonos en su vida y fiándonos de su forma de ser, conscientes claramente de en quién ponemos nuestra confianza, es más que seguro que el camino lo seguiremos sin salirnos del mismo y el puerto lo alcanzaremos cuando Dios eso quiera. 

Así, al poner la confianza en Lolo-faro veremos que nuestra vida toma un color bien definido que está entre el verde claro y el verde oscuro, tal sea el nivel de esperanza que alcanzamos viendo cómo él la tuvo a raudales y nunca dio de lado en su corazón. 

Así, al poner la confianza en Lolo-faro seremos capaces de enfrentarnos a las muchos palos que el sufrimiento pueda poner en los radios de nuestro ser-bicicleta. Y es que no serán pocas las ocasiones en las que creamos algo así como “de esta no salgo o salgo difícilmente”. Y si ponemos la confianza en Lolo-faro es seguro que saldremos adelante. 

Así, al poner la confianza en Lolo-faro es hasta posible que veamos despejado nuestro camino de las muchas tentaciones que se pongan a nuestro paso que, como bien sabemos, son más y más de una… Y es que Manuel Lozano Garrido se apoyó en su fe, suponemos, para no caer en alguna de ellas como podía ser, por ejemplo, la desesperación en la que cualquiera de nosotros podría caer si, tan sólo padeciésemos, el 10% de sufrimiento del suyo… 

Así, al poner la confianza en Lolo-Faro tendremos el buen puerto al que anhelamos llegar, a tiro, por así decirlo. Pero ha de ser a tiro de hacer las cosas como las hizo Manuel, a tiro de no dejarse vencer nunca por lo que nos pase y, en fin, a tiro de ser consecuentes con aquello en lo que creemos… 

Lolo es faro, como fácilmente podemos ver con los pocos ejemplos aquí puestos. Pero es un faro que nunca deja de iluminar y que brilla más que nunca en las peores tormentas en las que estemos inmersos.

 

Lolo-faro, Lolo-luz, 

ser de luz que quiso Dios en el mundo, 

mundo del que salió volando al Cielo.

 Lolo-faro, ilumina nuestro paso.

 Amén.

  

Eleuterio Fernández Guzmán

  

Panecillos de meditación

 

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

 

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

  

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor”


Cuando la ciencia ya no necesite de cálculos, ensayos o microscopios, porque todo lo haya descubierto, habrá de encontrarse al desnudo con la cara sonriente de su propio Creador (20)

………………………………

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

3.06.23

La Palabra para el Domingo - Domingo, 4 de junio de 2023

Resultado de imagen de SAnta Biblia

Como es obvio, hoy no es domingo 4 de junio de 2023 sino sábado, 3. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.

 


Jn 3, 16-18


16 Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. 17 Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo,  sino para que el mundo se salve por él. 18 El que cree en él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios.

    

COMENTARIO

Un claro aviso acerca de Cristo


Cuando Dios actúa no lo hace porque no tenga otra cosa que hacer sino porque, en verdad, lo que quiere lo hace porque quiere lo que hace. Y eso ha hecho, hizo, con Cristo, Hijo Suyo y hermano nuestro y por eso todo lo que luego sucedió estaba puesto para bien de la humanidad entera pero, sobre todo, para la que creyese en el Enviado de Dios Padre Todopoderoso. 

La bondad de Dios, por otra parte, para su semejanza, no tiene límite. Además, a diferencia de esta, cumple simple lo que promete y eso, precisamente eso, hizo, con Cristo, Hijo Suyo y hermano nuestro. Lo prometido, pues, para el Creador, era deuda. 

Cuando Dios creó al hombre le dio libertad. Y eso quiere decir que podía hacer, al respecto del Creador, lo que quisiese: amarlo u olvidarlo. Y, muchas veces optó el hombre por lo segundo frente a lo primero. Y se perdió. 

Pero Dios, que no abandona nunca ni se siente desesperanzado, quiso poner remedio a la perdición en la que había caído quien había creado y mantenía con tanto amor. Y envió al mundo a su Hijo único, Cristo, el Enviado, el Ungido, el Mesías. 

Que Jesús vino al mundo es dato cierto y verificado a lo largo de los siglos por todos aquellos que han querido decir la verdad y lo que, entonces, pasó.

Que Jesús vino al mundo y las razones por las que vino también son más que conocidas. 

Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único.

Dios quería salvar a la humanidad y por eso lo envió. La humanidad lo necesitaba y por eso lo envió. 

Jesús no vino más que a cumplir con la misión encomendada por Dios, por su Padre y el nuestro. Y por eso murió como murió. 

Por eso a través de Cristo quien en Él cree se salva y quien no cree, se condena. 

Se salva quien lo acepta como Mesías y como Dios hecho hombre; quien cree que resucitó de entre los muertos y, en fin, quien en Él confía.

Dios no pide más que aceptar la Verdad. Por eso quien cree en Cristo está salvado porque se salva a sí mismo aceptando a Quien lo puede salvar y porque muestra que quiere tener a Jesús en Él y que Él esté en cada él. 

Sin embargo, es posible (terriblemente posible) que haya quien no acepte al Hijo del hombre, al Hijo de Dios. Y para tales personas el Creador también tiene un destino. 

Bien que lo dice este texto del evangelio de San Juan, aquel que estuvo tan cerca del Señor. No puede haber duda alguna al respecto y tenerla es no creer, no confiar en Dios. 

Ya está juzgado quien no cree en Jesús. Y con esto se quiere decir que la sentencia de la justicia divina ya está fijada, de antemano, para quien, conociéndolo, no quiera aceptar en su corazón a Quien todo lo dio por sus hermanos. Es, diríamos, como un pecado grave contra el Espíritu Santo que es el único que no se puede perdonar. 

Dios es fiel y es misericordioso… pero también es justo y aunque tengamos por verdad que la misericordia puede con la justicia no es menos cierto que la justicia divina existe y es la que es.
 
PRECES 

Por todos que no quieren aceptar a Cristo como Hijo enviado por el Padre. 

Roguemos al Señor. 

Por todos aquellos que no tienen esperanza en ser salvados. 

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

 
Padre; ayúdanos a aceptar a tu Hijo, Cristo, como hermano nuestro y llevarlo a nuestro corazón. 

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

  
Eleuterio Fernández Guzmán

 

 

Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

 

Dios envía a su Hijo Único. ¿Hace falta algo más?


Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

29.05.23

Un amigo de Lolo – Hasta la vida eterna y más allá...

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo. 

El linarense universal que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien. 

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible.

Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

  

Hasta la vida eterna y más allá 

Es cierto y verdad que ahora, tiempo después de la subida a la Casa del Padre de Manuel Lozano Garrido, Lolo para los amigos, y de que la Iglesia Católica le reconociera, por así decirlo, el rango de Beato (y esperamos pronto el de Santo) nosotros podemos decir que sí, que aquel hombre era como era y que por eso subió donde ha subido. 

Eso es cierto y verdad. Sin embargo, eso pasó en un tiempo muy concreto de la vida de una persona llamada Manuel, nacida en Linares y adherido a un sillón de ruedas o una cama como modo de existencia vital. 

Con esto queremos decir que el ahora Beato Lolo (Jaén, España) se ganó a pulso estar donde está que es, además de en el Cielo, en el corazón de los millares de personas que lo conocen en el mundo y saben que fue un hombre, como dice San Josemaría, de criterio y cabal por su fe. Y queremos decir que Lolo supo ganarse la vida eterna aún, a lo mejor, sin pretenderlo pues aquí la humildad juega un papel muy importante. 

Pues bien, ¿a qué debe Lolo haberse ganado la vida eterna y más allá de la misma?

En realidad, y podemos atestiguarlo, primero, por sus amigos que aún viven y, luego, por lo que dejó escrito y, aún más, por aquello que ha hecho de carácter extraordinario (ahí tenemos que sea Beato y lo que tenga que venir…) que le ha conferido el grado espiritual alto y más que alto del que goza y disfruta en la estancia que Cristo le preparó en la Morada Eterna en la que, estamos seguros de ello, no tiene obstáculo posible pues todos sus males se pasaron en el mismo instante de entregar su vida al Padre. 

Bueno. 

Decimos, por esto apenas apuntado, que Lolo supo cómo ser un buen hijo de Dios y eso, como bien sabemos cada uno de nosotros, no siempre nos resulta fácil, cómodo o conveniente. 

Y decimos, por esto, que Lolo se ganó la vida eterna por su 

Fidelidad al Todopoderoso, a Jesucristo, a la Virgen María, etc., que llevó hasta las últimas consecuencia; su

Creencia en Dios que nunca olvidó y que llevó por seña en su existencia y que supo mostrar en su pleno y real significado vital,

Soportando lo que soportó que, como bien sabemos aunque sea de oídas, no fue poco sino mucho y mucho,

Su alegría contagiosa que, como también tenemos oído, iba mucho más allá de su propia forma de existir y se convirtió en una enseña que definía a la perfección lo que quiere decir sobrenaturalizar el sufrimiento y sobreponerse a tantas y tantas malas cosas de su enfermedad…

Su respeto y amor por el prójimo, su amor por él, al que entregó gran parte de su vida y al que dejó, al que nos dejó, su voz santa en los escritos que Dios quiso diera al mundo en unas condiciones que, en sí mismas, son verdaderamente milagrosas. 

Su, su, su… tantos “sus” que no cabrían en estas limitadas páginas que, a duras penas, dicen algo de nuestro amigo Lolo… 

Goce, por tanto, Lolo de la vida eterna bien ganada que, como dice Santa Teresa (con la que estamos seguros habrá echado algún que otro parrafillo) dura para “siempre, siempre, siempre”.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

 

Panecillos de meditación

 

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy: 

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

 

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor":


“La penicilina, ‘el pájaro del Alma’ o el microscopio electrónico son versículos del salterio con que la Ciencia canta la gloria del Creador ” (19)

 ……………………………

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna. 

27.05.23

La Palabra para el Domingo 28 de mayo de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 28 de mayo de 2023 sino sábado, 27. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.

 
 Jn 20, 19-23


“19 Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: ‘La paz con vosotros.’ 20 Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor. 21 Jesús les dijo otra vez: ‘La paz con vosotros. Como el Padre me envió,  también yo os envío.’ 22 Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: ‘Recibid el Espíritu Santo. 23 A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados;  a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.’”

   

COMENTARIO

Los poderes de Dios y de Cristo

Para que todo lo que hizo tuviera sentido tuvo que aparecerse, Jesús, a sus discípulos que, con miedo, estaban escondidos. 

No es de extrañar que tuvieran miedo pues sabían cómo se las podían gastar los miembros de su mismo pueblo. Estaban acostumbrados a matar a los profetas (muchas veces lo habían hecho a lo largo de su historia) y no se pararían ante nada para acabar con los seguidores de Aquel a quien habían colgado en una cruz y le habían hecho morir de muerte infamante.
 
Pero Jesús sabía que debía dirigirles la palabra, la Palabra.

Y se aparece ante ellos. El texto no dice que abrió la puerta y allí entró sino que se presentó y sí dice que las puertas estaban cerradas. 

El caso es que Jesús había alcanzado el estado de espiritualización del cuerpo resucitado y podía atravesar paredes. Por eso allí se aparece sin problema alguno de puertas cerradas ni nada por el estilo. 

Sólo así comprendieron todos los, para ellos, extraños mensajes que habían recibido de Él y que, en su tiempo, no entendieron. 

Y se presentó ante ellos con la paz por delante, como deseándoles lo mejor, la tranquilidad del alma, la mejor forma de manifestarse, la expresión pura y simple de su ser. 

Miradas al cielo: '' LA PAZ CON VOSOTROS ''

Sin embargo, es posible que no fuera suficiente pues para aquellos que lo habían visto morir todo lo que estaba sucediendo les venía, en exceso, grande. Necesitaban algo más contundente que les hiciera caer de aquel caballo de incredulidad en el que aún andaban subidos. 

Por eso les enseña las heridas de su Pasión. Heridas que a más de uno, otro día, hicieran exclamar aquello de “Señor mío y Dios mío”. 

Pero aún debía dar un paso más que resultó impagable para la vida de la humanidad que debía continuar su camino sin la presencia física del Maestro. Y es que era fundamental que, sobre ellos, exhalara el Espíritu Santo; que, como prometió, fuera conveniente, para ellos que Él se fuera, se marchara al Padre, porque enviaría otro Paráclito, otro Defensor, ese Espíritu que les iba a guiar, dirigir, marcar el camino hacia Dios. 

Y también llevó a cabo el primer envío después de darles a aquel. Una misión: predicar el Evangelio, esa buena noticia que debían de llevar a todos,  con el poder de perdonar pecados, y de retener los que creyeran que debían ser retenidos. Todo un poder legítimo, significativo, creador de un nuevo mundo basado en su ejemplo, en su amor, en la Verdad que Él trajo, otros brazos para Dios.
 

PRECES

Por todos aquellos que no confían en el Espíritu Santo.

 
Roguemos al Señor.


Por todos aquellos que no aceptan la paz del Señor.


Roguemos al Señor.

  
ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a llevarte a todo el que no te conozca.


Gracias, Señor, por poder transmitir esto.


 
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

 

Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

  
Panecillo de hoy:

Prefiramos la Paz de Dios a la paz del mundo.

Para leer Fe y Obras.

 Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

22.05.23

Un amigo de Lolo – ¿Es fácil ser amigo de Lolo?

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

 

El linarense universal que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible.

 

Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

 

¿Es fácil ser amigo de Lolo?

  

Es cierto y verdad que hay personas que son muy difíciles en su forma de ser y difícilmente podemos acceder a ellas como para que las podamos considerar amigas. Simplemente damos por imposible que eso pueda pasar y ya está. 

Sin duda alguna, eso no pasa con este hombre al que muchas veces nos hemos acercado con ánimo de comprender pero, sobre todo, de aprender pues es tan verdad como que Dios existe que tiene mucho que enseñar. 

Lolo, como conocemos a Manuel Lozano Garrido por la evidencia de su nombre, es ese amigo al que es muy fácil acercarse incluso, o quizá a lo mejor por eso, por no haberlo conocido en directo y poder hacerlo a través de quienes sí lo conocieron y la obra que dejó para que el mundo supiese hasta dónde llega quien tiene fe y la pone en práctica. 

Lo de arriba, lo de que a lo mejor podemos conocer mejor a Lolo en la distancia lo decimos porque hay quien cree que no puede conocer a Jesucristo porque no caminó por Galilea y demás sitios por los que caminó allí, in situ. Y, sin embargo, como eso es imposible, es seguro que conocemos y podemos conocer muy bien al Hijo de Dios por su Palabra y por sus Obras. Pues lo mismo, creemos nosotros, podemos hacer con Lolo.

 ¿Es fácil, entonces, ser amigo de Lolo? 

Bueno. En primer lugar, debemos tener claro que queremos ser amigos suyos porque, de lo contrario, es mejor no seguir adelante con esto que aquí estamos escribiendo. 

Partimos, por tanto, de que sí, de que queremos ser sus amigos aunque sea, por decirlo así, en la distancia que nos separa desde el hoy mismo hasta aquel 3 de noviembre de 1970 en el que Dios lo llamó a su Casa y allí está, seguro que sí. 

Que de Lolo es fácil hacerse amigo lo muestra y demuestra su propia vida: su casa siempre estaba abierta a quien quisiera acudir a ella y encontrarse con aquel hombre sentado en un sillón de ruedas o, también, en su propia cama. Abierto su corazón a quien eso quisiera hacer, no dudaba lo más mínimo en ser confesor, aconsejador o, en fin, lo que quisiera uno de su persona. 

Que de Lolo es fácil hacerse amigo lo muestra y demuestra que no hay, que se sepa, nadie que haya podido decir que, una vez habiendo acudido a su casa, hubiese sido despedido sin que su corazón encontrara acomodo en el de Manuel. 

Que de Lolo es fácil hacerse amigo lo muestra y demuestra, mucho y más que mucho, todos los escritos que ha dejado para la posteridad que tan presente se nos hace a nosotros mismos, ahora mismo y en cualquier momento que queramos acudir a los mismos. Y es que en ellos vamos a encontrar fidelidad, armonía de corazón, calidez para el alma y, en fin, todo lo bueno que uno espera encontrar cuando se lleva a los ojos y al corazón algo que quiere le sirva de mejora en la forma de ser. 

Que de Lolo es fácil hacerse amigo lo muestra y demuestra la luz alegre que despedía su corazón iluminó entonces a muchos y hoy día, tantos años después de aquello, hace lo mismo con nosotros y vemos en su persona un faro que guía nuestros pobres y torpes pasos por el mundo hacia el otro al que pertenecemos los discípulos de Cristo y al que llamamos Cielo por serlo. 

Y es por esto y por muchas otras cosas que no sabemos decir ni nos alcanza la palabra por lo que es muy fácil hacerse amigo de Manuel Lozano Garrido, Lolo, Beato de la Iglesia Católica y, esperamos, pronto santo. 

San Manuel Lozano Garrido, Lolo para los amigos. Es que suena maravillosamente bien. Vaya que sí. 

 

Eleuterio Fernández Guzmán 


Panecillos de meditación
 


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:  

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

 

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor”

“Si por apenas arañar el secreto de la célula conceden el Nóbel, ¿qué no hubieran de dar a Dios que las ha creado y también el amor, la felicidad y el alma, en suma?” (18)

 

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 Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna. 

20.05.23

La Palabra para el Domingo - Domingo, 21 de mayo de 2023

Resultado de imagen de SAnta Biblia

Como es obvio, hoy no es domingo 21 de mayo de 2023 sino sábado, 20. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.

 

Mt 28, 16-20

 

“16 Por su parte, los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. 17 Y al verle le adoraron; algunos sin embargo dudaron.18 Jesús se acercó a ellos y les habló así: ‘Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. 19 Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, 20 y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.’”

 

COMENTARIO

Envío y misión apostólica

 

Parece que algunos, de entre los discípulos de Jesús, eran de dura cerviz. Lo habían demostrado muchas veces y eso era lo que, precisamente, les había hecho alejarse en el momento más crudo de la Pasión de Nuestro Señor: no entendían casi nada de lo que estaba pasando. 

Es de creer que ellos irían lo más rápido posible al lugar donde el Maestro, ya resucitado, les había dicho que fueran. No era, ahora, momento de dudar de quien habían visto morir en la cruz y, luego, vivo tras aquella terrible muerte. 

Pero, como es de esperar en todo grupo humano, no todos estaban seguros de lo que habían visto. Por eso nos dice el evangelio de San Mateo que “algunos dudaron”. 

Es difícil entender cómo era posible que habiendo visto lo que habían visto aún hubiera discípulos que, como Tomás, no creyesen si no metían sus dedos en las heridas de la Pasión de Jesucristo. Pero, al fin y al cabo, es que hay de todo en la viña del Señor… 

Pero Jesús sabía que eso era posible e, incluso, normal. Según lo que había visto a lo largo de su vida pública (y es de suponer que en el tiempo en el que no se manifestó al mundo) tampoco era lo más grave que podía pasarle. Contaba con ello y, por eso, siguió con su labor evangelizadora y cumplidora de la voluntad de Dios. 

Que Dios le había dado todo el poder ya se comprobó en vida cuando, antes de morir, resucitó a muertos y a ciegos devolvió la vida pues otra cosa no era sino el devolverles la vista. Y eso no era algo que cualquiera podía hacer sino sólo quien tenía el poder de Dios consigo. Pero ahora confirmaba tal realidad a sus testigos.

La Ascensión del Señor a los Cielos | Amormeus

Y tal poder se lo entregaba a ellos. A los que le escuchaban enviaba al mundo porque sabía que el mundo necesitaba, para ser salvado, conocer la Palabra de Dios y conocerlo a Él mismo, Maestro y Pastor Bueno. 

La forma con la que deben hacer discípulos es la misma que ahora seguimos: bautismo en el nombre de la Santísima Trinidad y, desde entonces, pasar a formar parte de la Iglesia de la que había entregado, no hacía mucho tiempo, las llaves, a Pedro, aquel que tanto le traicionó no sin el conocimiento previo de Cristo. 

Pues bien, aquello que Jesús les había enseñado a lo largo de los años no podía perderse. De haber sido así, de nada habría servido su misión que consistía, en esencia, en trasladar la Ley de Dios y su Palabra al mundo todo, al universo conocido. Y eso es lo que manda a los discípulos que entonces le escuchan: llevar lo enseñado a los corazones de aquellos que podían escucharlos. 

Es más. Jesús sabía que estaba a punto de partir, ascendiendo, hacia la Casa del Padre para preparar las estancias que había prometido preparar. Pero no sin antes dar a entender, diciéndolo, que siempre iba a estar con nosotros… hasta el fin de los tiempos. Y aunque no dice que Él mismo estuviera con nosotros (pues sabemos que eso sucederá cuando vuelva en su Parusía) sí procuraría que el Espíritu de Dios, enviándonoslo, lo hiciera presente entre nosotros.

 

PRECES

 

Por todos aquellos que no creen en la Resurrección de Jesucristo. 

Roguemos al Señor.

 

Por todos aquellos que no creen en el poder total del Creador. 

Roguemos al Señor.

 

ORACIÓN

 

Padre Dios; ayúdanos a no olvidar nunca que, en efecto, tu Hijo está con nosotros siempre.

 

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 

 

Eleuterio Fernández Guzmán

 

 

Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

 

Y ascendió Cristo… hasta su regreso al mundo.


Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

15.05.23

Un amigo de Lolo – Las flores de Lolo

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. 

Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Las flores de Lolo

 

Ahora que estamos a mitad del mes de mayo sería oportuno escribir sobre lo que llamamos “las flores de Lolo” porque nuestro amigo Manuel Lozano Garrido también las tuvo porque, en realidad, sus dones entregados y gracias dispersadas son ejemplo de eso.  

Es conocida la anécdota (que le acaeció a nuestro amigo en la Guerra Civil) acerca de que, según él, ni era Beato ni no sería nunca…  

Bueno, eso ha quedado desmentido por las circunstancias de su vida que vino después de eso y mostró, además, que Dios sabe dónde sembrar lo bueno y mejor que tiene el Creador y en qué corazón fue a caer eso… 

En realidad, Lolo muchas flores lanzó como haría, según ella misma decía, Santa Teresita de Lisieux, cuando subiera al Cielo (en realidad dijo “después de mi muerte” pero sabemos a ciencia cierta qué le deparó su Juicio Particular y que no fue otra cosa que la Morada Celestial). Pero Manuel no tuvo que esperar tanto (muy poco es el tiempo que estuvo en el mundo a nuestro parecer…) sino que en su propia vida, aquella corta existencia de dolor, sufrimiento y gozo (¡y gozo!) ya lanzó flores a todo aquel que quisiera aceptarlas en su corazón. 

 

Lolo lanzó la flor del 

Amor,  

Lanzó la flor de la 

humildad, 

Lanzó la flor de la 

perseverancia, 

Lanzó la flor de la 

tenacidad, 

Lanzó la flor del 

coraje,  

Lanzó la flor de la 

aceptación,  

Lanzó la flor del

espíritu fuerte, 

Lanzó la flor de

la alegría, 

Lanzó la flor de 

visión sobrenatural,  

Lanzó la flor del

gozo en la comprensión,  

Lanzó la flor del

gusto por lo espiritual,  

Lanzó la flor del

servicio al prójimo,  

Lanzó la flor de

la generosidad de ánimo, 

Lanzó la flor de

ser mensajero con todos, 

Lanzó la flor de la 

santidad de las cosas simples y ordinarias, 

Lanzó la flor de

la no desesperanza,  

Lanzó la flor de

saberse hijo de Dios, 

Lanzó la flor de su amor

por la Virgen María,  

Lanzó la flor de 

su entrega a la Iglesia, 

Y, en fin, Lolo lanzó todas aquellas flores que, al ser aceptadas por quien lo conoce lo hace, sin duda, mejor hijo de Dios y hermano de sus hermanos.  

Lolo lanzó muchos bienes, las flores de las que aquí hablamos,  y en nuestro mano y corazón está aceptarlos.


Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.


Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor”
El fulgor del relámpago o la blancura de la nieve tiene color de carbón al lado de la pureza del pensamiento divino” (17)

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.