InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Archivos para: 2021

12.10.21

12 de octubre: cuando se tiene tanto que celebrar…

El descubrimiento de América el 12 de octubre de 1492

Ya sabemos que hoy día las cosas se han sacado de madre, por así decirlo, en muchos aspectos de la existencia. Y una de ellas es lo que fue, al suceder, y lo que supuso, luego, el descubrimiento de América que, como todos sabemos, acaeció un día como hoy pero de 1492. 

En torno a la llamada “Leyenda negra” que se ha suscitado, seguramente desde hace mucho tiempo, en contra de España, de su historia y de lo que fue la misma, es bien cierto que se dicen exactas barbaridades pues ya sabemos que cuando las cosas no son del pensar de según qué tipo de personas lo mejor que saben hacer es meter la pata. Y la meten más que bien y en este tema, el que hoy tratamos, la meten y la remeten y no quieren sacarla del sito para nada de nada pues ahí viven, en su ignorancia, tan contentos de haberse conocido. 

Sabemos que es muy políticamente correcto hacer eso de respetar las costumbres ajenas. Lo que pasa es que cuando tales costumbres se desbarran y, así, por decirlo pronto, suponen una afrenta a la humanidad lo que toca ser es verdaderamente intolerante con ellas. Y no vale ningún comportamiento como el que decimos arriba, el políticamente correcto, ni nada por el estilo pues lo que es una barbaridad es una barbaridad lo diga quien lo diga. 

Y ahí estaban aquellas costumbres de algunos lugares de la no descubierta América consistentes en sacrificar seres humanos. Es decir, era algo propio del sitio aquel que, en muchos pueblos indígenas, se tuviera por costumbre coger a una persona, colocarla en el sitio apropiado para la cosa, rajarle el cuerpo de parte a parte, sacarle el corazón y tirar el cuerpo por las escaleras del templo de que se tratase. Y luego, como podemos suponer, lo más propio de aquella costumbre era “comerse” el cuerpo del sacrificado. Y eso era una costumbre que, al parecer, hay que respetar porque es propio de aquella idiosincrasia… 

Y llegan los “invasores” españoles al lugar de marras. Y, claro, dado las costumbres occidentales de respetar la vida de los seres humanos (a no ser que alguno se empeñara en no respetar la ajena, claro está, y como es este caso precisamente) no tuvieron a bien seguir permitiendo que a miles y miles de personas (espanta sólo leer las cifras de seres humanos sacrificados al año, por ejemplo, por los aztecas) se les diera el pasaporte para el otro mundo porque había algún descerebrado que creyera que con la muerte de tales personas se iba a aplacar el ser de un dios imaginario y sanguinario. 

Las crueles prácticas caníbales de los aztecas que aterraban a Hernán Cortés

Y pasó lo que tenía que pasar y que ha pasado a lo largo de la historia de la humanidad: guerra habemus. Y es que estamos más que seguros que en tal momento no cabía diplomacia que valga con aquellos que de matar al prójimo, así, de forma bastante sanguinaria, hacían su vida ordinaria pues según las cifras no habría día que allí no hubiesen sido sacrificadas miles (al menos cientos; una, hubiera sido excesivo) de personas, incluyendo niños. Y sobre esto, es alucinante que cuando un niño lloraba ante tal situación (¿Quién no lo haría?) se creía que era signo de que iban a haber grandes lluvias… En fin… 

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9.10.21

La Palabra para el Domingo - 10 de octubre de 2021

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Como es obvio, hoy no es domingo 10 sino sábado, 9 de octubre de 2021. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana, el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del domingo siguiente.

También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.

 

 

Mc 10, 17-30

 

“17 Se ponía ya en camino cuando uno corrió a su encuentro y arrodillándose ante él, le preguntó: ’Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?’ 18 Jesús le dijo: ‘¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. 19 Ya sabes los mandamientos: = No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes falso testimonio, = no seas injusto, = honra a tu padre y a tu madre.’= 20 El, entonces, le dijo: ‘Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud.’ 21 Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo: ‘Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los  pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme.’ 22 Pero él, abatido por estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes. 23 Jesús, mirando a su alrededor, dice a sus discípulos: ‘¡Qué difícil es que los que tienen riquezas entren en el  Reino de Dios!’ 24 Los discípulos quedaron sorprendidos al oírle estas palabras. Mas Jesús, tomando de nuevo la palabra, les dijo: ‘¡Hijos, qué difícil es entrar en el Reino de Dios! 25 Es más fácil que un camello pase por el ojo de la aguja, que el que un rico entre en el Reino de Dios.’ 26 Pero ellos se asombraban aún más y se decían unos a otros: ‘Y ¿quién se podrá salvar?’ 27 Jesús, mirándolos fijamente, dice: ‘Para los hombres, imposible; pero no para Dios, porque todo es posible para  Dios.’ 28 Pedro se puso a decirle: ‘Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.’ 29Jesús dijo: ‘Yo os aseguro: nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o hacienda por mí y por el Evangelio,   30 quedará sin recibir el ciento por uno: ahora al presente, casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y hacienda, con persecuciones; y en el mundo venidero, vida eterna.’”

 

COMENTARIO

            

Seguir de camino hacia el otro lado del Reino de Dios

                                   

1.- Como seres humanos, sabedores como somos que hay algo más después de esta vida, anhelamos encontrarnos allí algún día, en el definitivo Reino de Dios llamado Cielo. 

Por eso, la pregunta que aquel joven rico hace al Maestro Jesús no deja de tener sentido pues, según él, o eso creía, había cumplido todo lo que la ley decía. Así, cuando Jesús le nombra los mandamientos, tan conocidos, del no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, etc., él es consciente, y así lo dice, que esa parte, la de la relación del hombre con Dios, en aras a ese cumplimiento, ya la lleva a cabo. Está, por eso, orgulloso. Y esto, francamente, es así. 

2.- Pero, como tantas veces pasa con Jesús, le tenía preparada una sorpresa que le iba a bajar, en aquel momento, de su pedestal de hombre de bien y de su contentura natural. 

Otras veces le preguntaron al Maestro que cuáles eran los mandamientos de la Ley de Dios. Él, resumiendo, los reduce a dos: amarás a Dios sobre todas las cosas, el más importante  y, por otra parte, amarás a tu prójimo como a ti mismo. Y aquí, en este segundo mandato, digamos que, general, radicaba la cuestión a debatir. 

¿Cómo se ama al prójimo? Puede hacerse, seguramente, de muchas formas. Pero para Jesús había una que era esencial: repartir, con el necesitado, lo que tenía, dejar de ser como era. También diría Jesús que a los pobres siempre los tendríamos con nosotros, consciente de esa realidad que es la pobreza y que, por eso, de Él había que aprender eso, dar al que no tiene, ofrecer al que no tiene. 

3.- El joven rico, como era eso, joven y rico, encuentra aquí un gran problema. Cuando se trata de una relación, digamos, teórica, con Dios: el no matar, el no robar…algo, digamos, de espíritu (aunque eso tenga su objeto en el otro), parece que está dispuesto. Ahora bien, cuando hay que bajar a la realidad misma de la entrega, al prójimo, desprenderse de lo propio, aquí, ahora, eso ya no parece ser de su gusto. En el joven rico ha privado su calidad de hombre, que vive en el siglo, antes que su calidad de hijo de Dios. Por eso se entristece, porque ha vencido el tener sobre el ser. 

De ahí que Jesús manifieste eso: “Qué difícil para los ricos entrar en el Reino de Dios”. Pero esa dificultad no lo era por el hecho de tener, sino por el hecho de no dar, de optar por la avaricia cuando había necesidad o por ejercitar esa otra forma de avaricia que es el dar lo que le sobra a uno (recordemos el hecho de aquella  viuda que da lo que, seguramente, era lo único que tenía). 

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6.10.21

J.R.R. Tolkien - Ventana a la Tierra Media – Aquel bendito insecto

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Sí, es cierto que alguien puede pensar que estamos desvariando al escribir sobre esto pero, dado los años que han pasado desde entonces y el resultado de todo aquello… en fin, que bien podemos agradecer que a Tolkien padre le pasara lo que le pasó en Francia, en aquellas trincheras malditas donde tantos murieron… 

En realidad, esto no es más un ejemplo de literatura-ficción que, dado de la persona de la que hablamos, en fin… que tampoco está tal mal. 

Pues bien. Estamos allí, en 1916 en plena Guerra Mundial (la primera de las dos que el siglo pasado, el XX, produciría para aberración y vergüenza del ser humano) Y nuestro autor, el oficial de comunicaciones J.R.R. Tolkien está enfrascado en la guerra, en cada batalla en la que se ve inmerso. 

La situación no es buena pues la guerra de trincheras, además de no ser demasiado vistosa es, al contrario, más que mortífera y no hay día que no mueran cientos y cientos de soldados por parte de los dos bandos. Y, por tanto, eso pasa en el del inglés milita aquel que ya había tenido ciertas ideas para escribir sobre un mundo nuevo

Entonces llega el momento clave. Y aquí podemos imaginar dos situaciones distintas que son, a saber:

 

-      A Tolkien padre no le pica el piojo que le podía transmitir la llamada “fiebre de las trincheras”.

-      Tolkien es herido e, incluso, muerto en alguna de las batallas en las que iba a intervenir y le pasa lo mismo que a muchos de sus amigos.

Regreso histórico de fiebre de las trincheras a Colorado

El caso es que si le hubiera pasado la primera de las situaciones y no hubiera sido devuelto a Inglaterra bien podía haberle pasado la segunda que era, verdaderamente, peor que contraer la dichosa fiebre. 

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4.10.21

Un amigo de Lolo - “Lolo, libro a libro” - Dios es providente

Presentación

Beato Manuel Lozano Garrido, beato Lolo sonriendo

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista que vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infligían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

Dios es providente

 

 “Cuando surge la lluvia se observa y se sabe de dónde cae y cuando falta el alimento se recuerda el ciclo del grano. Sobre la lluvia y el trigo, sobre la inseguridad del hombre, la confianza del Dios que asiste y provee. El pan, ya nos lo das, si trigo tiene el mundo. Que nos lo den también los hombres que lo guardan, los que lo pueden traducir a jornales y camisas, descanso y escuelas, pluses y montepíos.” (Mesa redonda con Dios, p. 219)

 

Seguimos acercándonos a “Mesa redonda con Dios”, el libro que el Beato Manuel Lozano Garrido regaló al mundo allá por los años sesenta del siglo pasado, el XX. Y lo hacemos con un nuevo capítulo del mismo de título “De qué se amasa el pan” que lleva, por decirlo así, por subtítulo, “Dánosle hoy” pues el mismo pertenece a una parte del Padre Nuestro con la que Lolo, en su saber hacer, nos entrega parte de su corazón y lo hace con las cosas cotidianas, a modo de parábola… 

En este texto de Lolo se entrevén varias cosas que tienen que ven con el hombre y, luego, con Dios… más que nada con Dios y con la confianza que nosotros debemos tener en nuestro Señor y Creador. 

Es cierto que, lo mismo que en una ocasión Jesucristo les dijo a los que le escuchaban que cuando oían tronar sabían que había tormenta al caer (y otra serie de ejemplos) nos dice Manuel Lozano Garrido que cuando suceden determinadas cosas que sabemos traen una consecuencia cierta que siempre se cumple… lo bien cierto es que estamos al cabo de calle, estamos seguros de eso. Pues lo mismo pasa aquí con Dios o, al menos, así debería ser y para nuestros corazones así debería parecer. 

Recordar algo como, por ejemplo, nos dice Lolo con el “ciclo del grano” supone manifestar que hay ese algo que lo tenemos en cuenta y que de tal forma ha calado en nosotros que lo tenemos presente cuando debemos tenerlo presente. Por lo tanto, eso ha de querer decir que lo traemos al ahora porque fue, sucedió, y que tal hacerlo presente supone una actualización de lo que ya sabíamos y que ahora, precisamente ahora, eso, recordamos. 

A nosotros debería darnos un vuelco el corazón al recordar, por tanto, algo que es crucial para nuestra existencia: Dios está siempre presente pero, sobre todo, provee lo que nos es necesario. 

Eso que decimos es una verdad más que cierta (por ser la Verdad de quien hablamos) pero reclama Lolo algo que nunca debería ser olvidado. Y es que eso de “a Dios rogando y con el mazo dando” es algo más que un refrán, una frase bien hecha o, en fin, algo más que expresión de una buena intención. Y es por lo que sigue. 

El ser humano ha de saber que procede de la creación del Todopoderoso y que, por lo tanto, el resto de seres humanos no ha venido de otra galaxia ni mucho menos de más allá aún sino que también ha sido creado por Dios. Y por eso el Beato de Linares (Jaén, España) reclama que hay quien, teniendo, haga lo posible para que tenga quien no tiene… 

Esto dicho así es bien sencillo: tener en cuenta al prójimo como parte fundamental de los Mandamientos de Dios no debería extrañar a nadie sino, al contrario, estar bien presente en el corazón de los hijos de Dios. Y por eso Lolo, que sabe muy bien que siempre no es así, escribe que no sea sólo Dios quien dé sino que también los hombres den de lo que tienen y eso se traduzca en un bien de carácter general. 

Todo, en suma, se resume en que el ser humano, que debe reconocer que Dios provee, no esconda debajo de ningún celemín su amor al prójimo sino que, al contrario, lo haga efectivo. Y sí, seguro que no es fácil hacerlo siempre pero si, al menos, se intentase alguna vez…

Eleuterio Fernández Guzmán

Llama Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Saber sufrir, espiritualmente hablando, es un verdadero tesoro.

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

2.10.21

La Palabra para el Domingo - 3 de octubre de 2021

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Como es obvio, hoy no es domingo 3 sino sábado, 2 de octubre de 2021. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana, el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del domingo siguiente.

También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.

  

Mc 10, 2-12

 

“2 Se acercaron unos fariseos que, para ponerle a prueba, preguntaban: ‘¿Puede el marido repudiar a la mujer?’ 3 Él les respondió: ¿Qué os prescribió Moisés?’ 4 Ellos le dijeron: ‘Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla.’ 5 Jesús les dijo: ‘Teniendo en cuenta la dureza de vuestro corazón escribió para vosotros este precepto. 6      Pero desde el comienzo de la creación, = El los hizo varón y hembra. =7  = Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, =8     = y los dos se harán una sola carne. = De manera que ya no son dos, sino  una sola carne.9 Pues bien, lo que Dios unió, no lo separe el hombre.’10 Y ya en casa, los discípulos le volvían a preguntar sobre esto. 11    Él les dijo: ‘Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquélla; 12 y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio.”

 

 

COMENTARIO         

 

En el principio…

Este texto evangélico de Marcos nos muestra cómo la Ley de Dios no coincide con la de los hombres. Y es lo que pasa con el tema del matrimonio. 

En lo referido al matrimonio, alguna interpretación peculiar de la Ley de Dios había dado al traste con el verdadero sentido de lo que el Creador estableció en un principio. Es evidente que pretendían “cazar” a Jesús con la pregunta del repudio y el acta de divorcio. Sin embargo, no es menos cierto que el Mesías, que las tenía todas consigo, podía evitar, fácilmente, ese embate supuestamente difícil. 

Dice, también, Jesús: “Lo que Dios unió, que no lo separe el hombre”. Esta frase, muy oída en muchas ocasiones, encierra esa Verdad que, en sí misma, dice mucho de la voluntad de Aquel. Cuando creó, cuando nos creó, en la figura de nuestros primeros padres, Dios no se conformó con hacer eso, que ya es suficiente, sino que manifestó, con la unión de ambos, un futuro establecido para el bien de la humanidad. 

Esa unión indisoluble, como era voluntad de Dios y como concepto y realidad, quedó bastante clara desde aquel momento. Eso no podía cambiarse. Por eso Jesús habla de “en un principio”, en aquel principio, cuando su Padre creaba, y creó, a aquellos que vendrían, luego, a traicionar su confianza; por eso, el Mesías entiende que se ha traicionado aquello y que Moisés, por la cerrazón y la dureza de corazón de aquellos semejantes suyos, estableció aquella “adaptación” de la Ley de Dios. Es claro que aquella forma de derivación de la norma fundamental de unión matrimonial era una solución temporal, adaptada a la forma de vida de aquel pueblo que Dios escogió como suyo. 

Pero Jesús que, como dijo, no había venido a abolir la Ley, sino a darle  (o sea, que aquella ley que se aplicaba no era la que se debía cumplir) pone esto sobre la mesa: en un principio Dios unió para siempre al hombre y a la mujer, y así será por toda la eternidad (cuando se de ese matrimonio, claro) y eso no podía cambiar aunque Moisés hubiera establecido aquello que lo hizo, con toda seguridad, por indicación de Dios ya que era un profeta o, lo que es lo mismo, alguien que habla, por su boca, de las cosas que Aquel le dice. 

Por lo tanto, debía de quedar claro que no cabía interpretación contraria al verdadero sentido de la Ley. Además, también dijo que “que quien mira a otra mujer deseándola, ya comete, con ella, adulterio en su corazón” Esto, como es fácil entender, era y es cuestión de muy difícil digestión. Pero la Ley de Dios era, y es , como era y es y la dificultad de cumplimiento es cosa de nuestra particular naturaleza.

 

 

PRECES

 

Pidamos a Dios por todos aquellos que tienen, de Su Ley, un sentido contrario a su verdad. 

Roguemos al Señor.

 

Pidamos a Dios por todos aquellos que no quieren aceptar la Ley de Dios. 

Roguemos al Señor.

 

 

ORACIÓN

 

Padre Dios; ayúdanos confiar siempre en tu Ley.

  

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén. 

 

Eleuterio Fernández Guzmán

     

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

Perder la vida o ganarla siendo la eterna.

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.