InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Archivos para: Noviembre 2021

29.11.21

Tiempo de Adviento – Un nuevo Adviento

Adviento 2021 - ACI Prensa

Como todo católico sabe, hay tiempos llamados “fuertes” que, a lo largo del año espiritual, van trazando un camino que, por mucho que se repita desde hace más de dos mil años, no por eso deja de ser importante ni repetirlo resulta aburrido. Y quien eso piense ya puede dejar de decir que tiene que ver con Dios y que es hijo suyo. 

Pues bien, el que esto escribe tiene, por necesidad o por incapacidad mayor, a bien escribir trazando una serie de temas a los que dedica su tiempo. Ahora, por ejemplo, todo está centrado en el Beato Lolo, Manuel Lozano Garrido y el simpar católico J.R.R. Tolkien. Y así lo hacemos todas las semanas. 

Sin embargo, atendiendo a lo primero que hemos dicho supra estamos más que seguros que ninguno de los aludidos en el párrafo anterior van a oponer objeción alguna a que dediquemos el tiempo de Adviento a escribir, precisamente, sobre los temas que sugieren en mismo y, como es de imaginar, hacer resaltar algunas fechas que son, para la fe de un católico, importantes. 

Y bien, todo esto no es más que una pequeña introducción-explicación de lo que, a partir de hoy, 29 de noviembre, a la sazón primer lunes desde que ayer diera comienzo el Adviento, será este espacio propio que dimos en llamar “Mera defensa de la fe” pues esto es, exactamente, eso. De todas formas tengo que decir que se han incorporado dos artículos sobre Tolkien a lo largo del mes de diciembre… pues son cosas que a veces pasan… 

 

Un nuevo Adviento

Adviento 2021: qué día comienza, qué se necesita para hacer una corona y  qué hacer cada domingo | Navidad | nnda nnni | RESPUESTAS | MAG.

Pues sí, otra dichosa y gozosa vez ha llegado este tiempo de Adviento. Y es dichosa y gozosa porque otra vez Dios nos da la oportunidad (una más) de poder reconciliarnos con todo lo que supone creer en que existe el Todopoderoso y que, un día de los llamados últimos tiempos, envió a su Único Hijo engendrado y no creado al mundo para que el mundo se salvase. Y eso sucedió en un momento determinado de la historia y en un día concreto que, si bien a lo mejor no es exactamente el que se celebra lo bien cierto es que un día tuvo que ser… y fue. 

El caso es que Cristo siempre viene. Y eso debe ser por algo tan importante como para que no olvidarlo: viene porque nos ama y quiere que nos salvemos. Así de sencillo y así de, a veces, de difícil de entender por cómo somos. 

Nosotros creemos que el hecho de que Jesucristo vuelva a nacer y eso lo recordemos no sólo tal día sino que unas cuantas semanas antes vayamos preparando el corazón para tal momento y que debe ser algo así como la preparación del mismo que hacemos en Cuaresma (como fin de este principio al que ahora dedicamos esto) es algo más que importante. Y es que nos cuesta tanto darnos cuenta de quiénes somos y Quién es nuestro hermano que cada año se nos tiene que recordar que se encarnó, creció en el vientre de su Madre y luego, como es lo normal en el ser humano, vino al mundo y vio la luz en aquella primera Epifanía que fue, sin duda, su mirar lo que había a su alrededor con sus ojos de recién nacido. 

De todas formas, también es verdad que siempre viene Quien es necesitado. Por eso, admiramos hasta el extremo la santísima Voluntad de Dios que ha querido que nosotros, sus hijos creados, miremos hacia la noche de Belén (que también volverá a venir), desde la distancia de los días (escasos es cierto) y veamos que cuando nazca aquel Niño (tan especial que unos reyes se le postraron y adoraron) se habrá hecho persona el Espíritu Santo de Dios y Dios se habrá hecho hombre. Y nosotros, que otro año habremos empezado el Adviento sabremos que todo está más que bien hecho y mejor pensado por Quien, pudiendo hacer otra cosa, esto hizo

Catequesis de Galicia

Ciertamente, este tiempo, estos días y semanas hasta que llegue la Nochebuena y se perfeccione todo en la Navidad, ha de ser también de preparación, como hemos dicho arriba. Y es que nosotros no somos unos seres humanos sin raíz y sin meta sino que sabemos que la primera es Cristo, origen de nuestra fe católica y la segunda es el definitivo Reino de Dios, llamado Cielo a mejor palabra para definir lo que dura para siempre, siempre, siempre, como diría Santa Teresa de, precisamente, la vida eterna. 

Debemos, por tanto, no confiar tanto en nuestras posibilidades sino darnos cuenta de que nada somos ni frente a Dios ni sin Dios. Por eso debemos echar mano abundante de ese hilo que nos une, fino pero hasta irrompible si queremos, al Todopoderoso: la oración. Y debemos dar gracias, primero y, luego, pedir lo que sea importante para nosotros ahora mismo, cuando estamos esperando que nazca Quien todo lo va a dar por nosotros. Y eso bien que lo sabemos.

Eleuterio Fernández Guzmán

    

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

Cristo, que está aquí, vuelve a venir…

Para leer Fe y Obras. 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna. 

 

 

27.11.21

La Palabra para el domingo – 28 de noviembre de 2021

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Como es obvio, hoy no es domingo 28 sino sábado, 27 de noviembre de 2021. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana, el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del domingo siguiente.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.”

 

 

Lc 21, 25-28. 34-36

“25 ‘Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y de las olas, 26 muriéndose los hombres de terror y de ansiedad por las cosas que vendrán sobre el mundo; porque las fuerzas de los cielos serán sacudidas. 27 Y entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria. 28 Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrar ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra liberación.”


34 Guardaos de que no se hagan pesados vuestros corazones por el libertinaje, por la embriaguez y por las preocupaciones de la vida, y venga aquel Día de improviso sobre vosotros, 35 como un lazo; porque vendrá sobre todos los que habitan toda la faz de la tierra. 36 Estad en vela, pues, orando en todo tiempo para que tengáis fuerza y escapéis a todo lo que está para venir, y podáis estar en pie delante del Hijo del hombre.”

 


COMENTARIO

Un claro aviso de Cristo y un consejo

 


Dar comienzo un nuevo tiempo de Adviento ha de suponer, para los hijos de Dios, algo así como un saber dónde nos encontramos en el camino que nos lleva al definitivo Reino de Dios. Y, para eso, ya tenemos a nuestro hermano Jesús que nos dice, exactamente, qué va a pasar. 

Sin embargo, no nos deja así, digamos, con el corazón en un puño o con un miedo inconmensurable sino que pone sobre la mesa lo que debemos hacer. Y es que el Hijo de Dios sólo quiere, para nosotros, lo mejor. 

En primer lugar, podemos decir que el panorama que nos muestra Jesucristo no es nada alentador, así en principio.

Nosotros sabemos, adelantándonos al final del grupo de versículos del Evangelio se San Lucas que el Calendario Litúrgico nos pone como los propios del día, que está hablando Cristo de su segunda venida al mundo, en su Parusía.

Lo que aquí pasa es que nos advierte, clara pero misteriosamente, de lo que va a pasar entonces.

Todo lo que anuncia Jesucristo está dicho. Por tanto, como la Palabra de Dios nunca va a pasar y siempre es cierta y verdadera, no podemos hacer con esto como si no tuviera importancia o, peor aún, no nos concerniese a nosotros. Al contrario de la verdad: tiene mucha importancia y estamos totalmente dentro de la eficacia de tales palabras, de la Palabra de Dios.

Decimos que el panorama no es nada bueno. ¿Y es que puede ser que vaya a pasar, porque pasará, todo lo que dice Cristo que va a pasar y no nos sintamos terriblemente afectados?

Pueda haber quien crea eso de que “bueno, aún queda mucho para eso”. Y, a lo mejor, es verdad. Pero, a lo mejor, no lo es y mañana mismo todo eso sucede. Y es que sólo Dios sabe el día y la hora en la que regresará su Hijo al mundo. Por eso lo que viene después es tan importante.

Pero, antes de seguir con lo que viene después y que es un gran consejo de parte de Cristo, digamos que en efecto, que sí, que cuando se produzcan los acontecimientos que se han de producir, previos a la vuelta del Hijo de Dios al mundo, no debemos desalentarnos sino todo lo contrario. Y tal es así la cosa porque sólo entonces sabremos que todo se va a cumplir y nuestra definitiva salvación se hará efectiva.

Pues bien. Decimos arriba que Jesucristo nos aconseja. Y no es poco lo que nos dice. Y nos lo dice para nuestro bien aunque a nosotros, a lo mejor, no nos parezca que sea bueno eso que nos dice…

Veamos.Digamos, antes que nada, que todo lo aquí dicho, en segundo lugar después del texto puramente apocalíptico, está dicho porque Jesucristo quiere que nos salvemos. Y por eso nos habla de todo lo que no debemos hacer para, claro, hacer lo contrario.

Nos dice, por ejemplo, que no nos dejemos dominar por los gozos puramente mundanos. No llevan a nada que no sea al Infierno. Por eso nos recomienda Jesucristo que los sigamos como si fueran nuestros diosecillos particulares. No. Debemos darles la espalda aunque eso suponga un hacer de menos nuestra voluntad carnal…

En realidad, todo esto se centra en algo que no siempre tenemos en cuenta: debemos estar, permanecer en vela.

La “vela” es un, digamos, estar siempre preparados. Y lo debemos estar porque, como decimos arriba, no sabemos cuándo ha de volver, de nuevo, el Hijo del hombre, Cristo. 

¿Cómo, de todas formas, debemos velar?

Sencilla es la respuesta: con la oración, orando y, suponemos, pidiendo a Dios, como suele decirse, que “nos coja confesados” en el momento en el que crea oportuno volver a enviar al mundo a su Hijo para que juzgue a vivos y a muertos. Y es que entonces, cuando eso suceda, no vendrá como la primera vez a decir que el Reino de Dios es posible, que se puede alcanzar sino que será para hacer efectivo el mismo con toda su crudeza y realidad espiritual y real.


Dice Jesucristo que quiere que podamos estar “en pie delante del Hijo del hombre”. Y es que quiere que podamos estar así, en pie, porque no hayamos caído en el abismo del que tanto habla el salmista y, sobre todo, porque podamos mirarlo a los ojos diciéndole que hemos cumplido con Su Voluntad y que tenemos el alma limpia. Y sólo así podremos permanecer en pie porque sólo así merecemos permanecer en pie. Y no de otra manera.

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén. 

 

Eleuterio Fernández Guzmán

 

   

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

Palabra de Dios; la Palabra.

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna. 

24.11.21

Ventana a la Tierra Media – Cuando la fe de Tolkien importa

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Francamente tengo que decir que, hasta ahora, no se había suscitado, en el que esto escribe, el tema de la fe J.R.R. Tolkien, así, digamos, en concreto, para escribir algunas de las cuatro letras que junto cada semana y ponerlas a disposición de quien se quiera acerca a ellas. 

En realidad, hay temas sobre los cuales, por su obviedad, diera la impresión de que no hace falta escribir pero, a lo que parece, esta es una forma de discurrir equivocada pues hay personas que tienen a bien molestarse por algo tan evidente como es que la fe católica del profesor de Oxford. 

¡Acabáramos! Ahora resulta que puede ser, o es, un problema que aquella persona que iba a misa suponemos que más veces de las que, por ejemplo el que esto escribe, va, tenía problema con eso de ser católico y que en sus escritos pueda llegar a reflejarse eso; ahora resulta que no puede leerse una obra suya porque el buen hombre creía en Dios y ahora esto lo quieren poner algo así como pasado de moda y tergiversar las cosas a su gusto y manera, de forma políticamente correcta y con todo el respeto humano que requiera la cosa… 

El caso es que, para desgracia de muchos (y gracia de otros) nuestro autor era católico de pies a cabeza y, gracias a Dios, abandonó la fe que, para su bien, nunca llegó a tener y se acogió a la única Iglesia verdadera que hay, llamada católica. Y eso se lo debemos a su madre que, a la antigua usanza de conversiones de familias completas (eso se puede leer en la Sagrada Escritura) hizo lo propio a partir de ella misma con sus hijos y no dejó, como suele ser habitual hoy día, a ver cuando “sean mayores” qué deciden una vez hayan sido convenientemente bombardeados por el mundo y sus mundanidades, ultrajados sus corazones con todas las abyecciones de que puede ser capaz hoy día cualquiera que no tenga defensa espiritual. 

El escritor del "Señor de los Anillos" escribió un poema a la Virgen María

En efecto, J.R.R. Tolkien era católico y eso queda reflejado en lo que escribió. Incluso, en una carta (a quién va dirigida ahora mismo no recuerdo) dijo que, aunque en un principio él no quisiera que eso se reflejara en El Señor de los Anillos se acabó dando cuenta de que aquella inmensa obra lo era católica y que, a lo mejor, ¡lo es! (vamos, que lo es aunque no sea alegórica) Y eso no puede manipularse de tal forma que no parezca o que no lo sea. 

Pero es que, por si esto no fuera ya suficiente, hay quien quiere darle la vuelta a la tortilla y hacer, de Tolkien, de lo que escribió e, incluso, de lo que dijo, algo así como un pagano dado a la magia y a la brujería. Y es que, como diría aquel, ¡Cosas veredes, Sancho! 

El caso es que, como vemos, la fe importa mucho si se quiere que importe. Ahora bien, si se la desprecia… en fin, cualquier desnortamiento es probable que se dé… y se da.

  

Eleuterio Fernández Guzmán- Erkenbrand de Edhellond

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Tierra Media: otra Tierra, esta Tierra. 

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

22.11.21

Un amigo de Lolo - “Lolo, libro a libro” - Esto le pedimos, con Lolo, a Dios

Presentación

Beato Manuel Lozano Garrido, beato Lolo sonriendo

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista que vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infligían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

Esto le pedimos, con Lolo, a Dios

  

Suponemos que no le importará a Lolo que transformemos un texto suyo en un poema que bien puede ser una oración. Y es que la parte final de este capítulo que ya presentamos la semana pasa y que tiene todo que ver con el “Líbranos del Mal” del Padre Nuestro, bien lo puede ser. Y dice esto que sigue, esta oración que es un grito comedido de voluntad buena y mejor: 

 

“Sálvanos, Señor, también,

de esas peores culebras íntimas del engreimiento,

el deseo impuro, la avaricia, la intransigencia,

la irritabilidad y el desprecio.

 

Que no sea un cubil lo que puede ser un nido;

un erizo, lo que está predispuesto para nardo;

carbón, lo que debiera ser estrella.

 

Escúdanos, por último,

contra ese áspid que es la lengua de los maledicentes,

el brochazo de cal que da la calumnia,

el salpicón de la envidia,

los latigazos de la cólera,

la carne que se ofrece en las esquinas,

el pisotón de los injustos y, sobre todo,

aliéntanos para salir del peor y más encubierto

de los males,

ese tan nocivo, por aparentemente inocuo,

que es la indiferencia, la mediocridad,

el ir tirando en el alma

o la insensibilidad a tu llamamiento.” (Mesa redonda con Dios, p. 225)

 

Bien podríamos decir ¡Ahí queda eso! Y es que el Beato de Linares (Jaén, España) no se corta, digamos, un pelo a la hora de pedir a Dios lo que es tan importante que nunca lo deberíamos olvidar. Y es que le pide que

 - nos salve,

 - nos escude y, por último,

 - que nos aliente.

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20.11.21

La Palabra para el domingo - 21 de noviembre de 2021

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Como es obvio, hoy no es domingo 21 sino sábado, 20 de noviembre de 2021. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana, el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del domingo siguiente.

También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario. 

Jn 18, 33b-37

“’¿Eres tú el Rey de los judíos?’ 34 Respondió Jesús: ‘¿Dices eso por tu cuenta, o es que otros te lo han dicho de mí?’ 35 Pilato respondió: ‘¿Es que yo soy judío? Tu pueblo y los sumos sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?’ 36 Respondió Jesús: ‘Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuese de este mundo, mi gente habría combatido para que no fuese entregado a los judíos: pero mi Reino no es de aquí.’ 37 Entonces Pilato le dijo: ‘¿Luego tú eres Rey?’ Respondió Jesús: ‘Sí, como dices, soy Rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz.’ 38 Le dice Pilato: ‘¿Qué es la verdad?’ Y, dicho esto, volvió a salir donde los judíos y les dijo: ‘Yo no encuentro ningún delito en él”.


COMENTARIO

Tan sólo la Verdad

1.- Aunque este texto corresponda, como es sabido, a lo sucedido en el palacio de Pilato, en un momento muy concreto y conocido de la vida de Jesucristo, vale también, como todos los evangelios, para plantear una cuestión de importancia. En este caso este diálogo entre Jesús y el romano, preludio del sufrimiento que la flagelación infligió en el cuerpo de Cristo, es buen ejemplo de que los textos sagrados valen siempre y siempre nos ilumina, de que no son algo pasado, de que ahora, ahora mismo, son nuestro faro.
 
2.- En cuanto al poder, a poderes, Pilato, como no se podía esperar otra cosa, se comporta como hombre, pegado al siglo. Tiene interés en saber si Jesús es Rey. También preguntará, aunque ahora no, qué es la Verdad. Está claro que el sentido utilitario, meramente subjetivista del Gobernador romano, le dificultaba entender que existiera algo que fuera exacto, firme, Verdad.
 
3.- Parece que Jesús pregunta si lo que le dice Pilato es responsabilidad suya o es de alguien distinto, refiriéndose, claro, a los judíos (a otros judíos, pues Jesús también lo era); lo que le dice de su reinado, queremos decir. Bien sabía Jesús a quien se refería, pero daba la oportunidad a Pilato de pronunciarse. A pesar de esto, aún le da la oportunidad, valga la redundancia, ahora de aquel a Jesús, de decirle que qué había hecho, si había hecho algo para que los suyos le hubiesen entregado. Pretendía, seguramente, exculparlo si le decía lo que él quería oír, aún sin saber qué era lo que podría decirle, pues en cuestiones religiosas judías no era, digamos, muy ducho. Y, seguramente, le importaban muy poco.

4.-Pero Jesús sabe que es Rey de un Reino, de un reino al que muchos esperan llegar desde hace muchos siglos pero que por desgracia y de forma equivocada, al tergiversar la voluntad de Dios, no llegan.

Aquí podemos encontrar algo de suma importancia. Dice Jesús que este mundo no es lugar para su Reino y que este mundo, a contrario, puede entenderse, al decir que los suyos no han salido en la defensa de ese Reino terreno que ha quedado, así, para los judíos (en el sentido de que lo terreno ha quedado para aquellos que no supieron seguir las indicaciones de Dios). Por esto Él ha venido. Él ha venido para transmitir la Verdad, lo que es fundamento de su Reino, lo que se ha de seguir para que el camino sea el correcto.

Por lo tanto, no despegar los pies del suelo que pisamos es negativo para nuestro devenir espiritual; no seguir, de paso, hasta llegar a ocupar alguna de las estancias que Jesús nos está preparando es algo que puede imputarse a nuestra tibieza como cristianos, a la preferencia que manifestamos por las cosas de aquí, sometiendo nuestra vida a una relación horizontal con nuestros semejantes y olvidando, las más de las veces, la que lo es vertical, directa, con Dios.

5.- Por fin, Jesús, nos da la clave para evitar todo lo dicho hasta ahora, todo lo malo, todo lo que no nos conviene para nuestra salvación, donada por Dios. Como tantas veces dice que primero se ha de tener fe. Ser de la Verdad, dice. Y en segundo lugar, luego, escuchar su voz. Por no someter a los hombres a su persona como si se tratase de una relación de dominio, primero les pide que sean de la Verdad (y ya sabemos lo que esto quiere decir) y luego espera que escuchen su voz, con la que se confirmará todo lo que creían, eso que Él viene a decir y a traer.
6.- Nosotros también tenemos la oportunidad que Dios da a todos sus hijos de escoger entre el mundo y Él, entre el sometimiento a lo mundano o aspirar a conocer el Reino del Padre. Pero ya sabemos que primero hemos de creer, si es preciso, con ayuda de quien ya crea; o sea, ser de la Verdad.
 

PRECES

Pidamos a Dios por todos aquellos que no quieren el Reino de Dios.
 
Roguemos al Señor.
 

Pidamos a Dios por todos aquellos que se alejan del Reino de Dios por conveniencias egoístas.

Roguemos al Señor.
 

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a amar siempre tu Reino.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 

 

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén. 

 

Eleuterio Fernández Guzmán

     

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

El definitivo Reino de Dios es nuestro anhelado destino. Vivamos, pues, como tal la vida que tenemos.

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.