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11.02.23

La Palabra para el Domingo - 12 de febrero de 2013

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Como es obvio, hoy no es domingo 12 de febrero de 2023 sino sábado, 11. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.

 

Mt 5, 17-37


“17 ‘No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento.  18 Sí, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes que pase una i o una tilde de la Ley sin que todo suceda.  19 Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos.  20  ‘Porque os digo que, si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos.  21  ‘Habéis oído que se dijo a los antepasados: = No matarás; = y aquel que mate será reo ante el tribunal.22   Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano “imbécil", será reo ante el Sanedrín; y el que le llame “renegado", será reo de la gehenna de fuego.  23 Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo contra ti,

24  deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas  tu ofrenda. 25 Ponte enseguida a buenas con tu adversario mientras vas con él por el camino; no sea que tu adversario te entregue al juez y el juez al guardia, y te metan en la cárcel. 26 Yo te aseguro: no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo. 27  ‘Habéis oído que se dijo: = No cometerás adulterio. = 28 Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón. 29 Si,  pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la gehenna. 30 Y si tu mano derecha te es ocasión de pecado, córtatela y arrójala de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo vaya a la gehenna. 31 ‘También se dijo: = El que repudie a su mujer, que le dé acta de divorcio. = 32 Pues yo os digo: Todo el que repudia a su mujer, excepto el caso de fornicación, la hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio.33 ‘Habéis oído también que se dijo a los antepasados: = No perjurarás, sino que cumplirás al Señor tus juramentos. =  34 Pues yo digo que no juréis en modo alguno: ni por el = Cielo =, porque es = el trono de Dios, =  35 ni por = la Tierra, = porque es = el escabel de sus pies; = ni por = Jerusalén =, porque es = la ciudad del gran rey. = 36 Ni tampoco jures por tu cabeza, porque ni a uno solo de tus cabellos puedes hacerlo blanco o negro. 37 Sea vuestro lenguaje: “Sí, sí"; “no, no": que lo que pasa de aquí viene del Maligno.”
        


COMENTARIO

La difícil pero benéfica Ley de Dios

No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento” (Mateo 5,17-37) - YouTube
 
Dadas las expectativas que muchos tenían acerca de la llegada del Mesías al mundo, lo bien cierto es que Jesús las echa todas por el suelo. En realidad, no ha venido ni a batallar contra el invasor romano ni a nada parecido. Y es que su Reino, que no es de este mundo, sí está también en este mundo y tiene su fundamento en la Ley de Dios. Por eso dice a todo el que quiera escuchar que no ha venido a derogar tal Ley sino, como es lógico, a hacer que se cumpla. 

Y entonces empieza a repasar determinados aspectos de la citada Ley porque resulta que no la han acabado de comprender y, por tanto, la aplican de forma equivocada. 

Todo lo que Jesús va diciendo a los que le escuchan tiene un sentido, digamos, único. Es decir, no se puede entender de otra forma a como Él lo está poniendo sobre la mesa. Y son muchas cosas las que dice porque mucho era lo que se tenía que corregir. 

Así, por ejemplo, habla de adulterio, de matar, de las ocasiones de pecado y qué es lo que las origina, de la justicia de los hombres, del enfado en contra de un hermano, del repudio a la mujer, del mal acto de jurar, etc. 

Vemos, por tanto, que son muchas las realidades que debían ser cambiadas si es que se quería estar a bien con Dios, para cumplir su voluntad. 

Destaca, en este extenso texto, algo que no debe ser tenido por no dicho por Cristo: lo que ha de pasar y el cómo hemos de comportarnos. 

Sobre lo primero, dice el Hijo de Dios que puede pasar mucho tiempo, y pasó desde entonces, pero por mucho que pase la Ley de Dios siempre será la Ley de Dios y se ha de cumplir. Es más que no la cumpla como debe ser cumplida, será poca cosa en el definitivo Reino de Dios. Y es que el Todopoderoso es bueno, muy bueno con nosotros, pero también es justo y no puede tener por no dicho o hecho lo que se ha dicho y hecho. 

Pero también habla Cristo de algo crucial para que se pueda decir de alguien que dice ser discípulo suyo que, en efecto, lo es: el cómo. 

¿Qué queremos decir con esto? 

Pues bien. Ante lo que nos pasa, ante aquello que podemos encontrarnos en nuestra vida, podemos adoptar una posición  u otra. Pero sabiendo cuál es la verdadera Ley de Dios no podemos hacer otra cosa que donde dice algo… cumplir lo que dice; donde diga que no es buena tal actitud… no llevarla a cabo. 

Lo que, en definitiva nos dice Cristo (y con palabras terribles al referirse al Maligno) es que no podemos actuar según nos convenga al respecto de la Ley de Dios: si dice lo que diga al respecto de algo, nosotros debemos, primero, creerlo y, luego, cumplirlo. Y aquí no sirve trampas ni subterfugios que, siendo Dios Todopoderoso (todo lo sabe y todo lo ve) están fuera de lugar. 

Sí donde es sí y no donde es no… Así de sencillo pero, a la vez, así de difícil, tantas veces, de cumplir. 

PRECES

Por todos aquellos que no quieren cumplir la Ley de Dios.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que hacen de su capa un sayo al respecto de la Ley de Dios.

Roguemos al Señor.
 
ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a cumplir la Ley del Padre como corresponde ser cumplida.
 
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.
 

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 
Eleuterio Fernández Guzmán

 

 

Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 
Panecillo de hoy:

 

Cumplir con la Ley de Dios no es una opción olvidable por sus hijos. 


Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

6.02.23

Un amigo de Lolo – Sobre títulos y motivos: “Bien venido, amor"

Presentación

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva escribiendo sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo. 

El linarense universal que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquella persona que se acerca a su persona a través de su obra pues ahora mismo no resulta posible hacerlo personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. 

Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que mucho. Y, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro ”Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.  

Sobre títulos y motivos: Bien venido, amor

Bien venido Amor | Beato Manuel Lozano Garrido, beato Lolo

Y es que, en esto también, en el título que el escritor da a sus obras, o, mejor, sobre todo en esto, hay un motivo o muchos motivos. Y es que, en el fondo, titular de una forma o de otra puede cambiar el sentido de lo escrito pero, más que nada, refleja lo que, desde el corazón mismo, sale al mundo exterior.

 

Eso pasa con el sexto libro que publicó Lolo. Corría el año 1969cuando salió a la luz pública este libro que es, de entre los publicados por el Beato de Linares (Jaén, España), digamos que el más extraño por la forma en la que está escrito. Además, el Prólogo del libro lo escribió el P. Rafael Higueras Álamo, a la sazón (ahora, antes lo fue de la de beatificación) postulador de la causa de canonización de Lolo. 

 

El libro está dividido en cinco apartados que son, a saber, Dios, Amor, Creador por Amor, El hombre, Amor, Humana sed de Dios y Proyección de Dios sobre el hombreY cada uno de ellos está dividido, a su vez, en otros apartados que se componen, también, de otros apartados donde se recogen, una a una, aquellas frases de las que habla Lolo. Frases que son acercamientos al alma de quien escribe y, por extensión, a la de cualquiera que pueda llevarse al corazón pensamientos tan importantes para el creyente. 

Digamos que se trata de aforismos. Y, por tanto, se trata de sentencias breves que, referidas a la fe católica, contienen aquello que cree quien los escribe (en este caso Manuel Lozano Garrido) y son una buena muestra de la forma de creer… 

Bien venido, amor, el título de este libro lo dice todo. Y es que, en las frases que contiene el mismo se recoge, precisamente, lo que piensa Lolo desde su mismo corazón: da la bienvenida al Amor, así con mayúscula, que Dios infunde en el mismo. 

Es este libro como una puerta abierta a un mundo donde Dios está presente y donde rebosa aquello que el Creador quiera para su criatura: la vida, la existencia llevaba por su mano hasta la misma vida eterna que tiene reservada para quien en Él cree y, creyendo, lleva tal creencia a su ser diario, a cada momento de cada instante… 

Así, por ejemplo, nos dice Lolo esto que sigue (entre paréntesis, el número de la reflexión contenida en el libro): 

“¿Qué importa el camino con los ojos vendados, si una mano me lleva y esa palma, Amor, es la tuya?” (282)

“Los más desgraciados son los analfabetos de Dios” (435)

“Dios sólo invade cuando las puertas de un corazón se le abren de par en par y en el umbral le espera la bienvenida de un ‘fiat’” (783)

“¡Preséntame a Fulano. Relacióname con Zutano! Y ¿con Dios no te apasiona?” (5)

“Fe se escribe con “f” de fuego y “e” de esperanza” (569)

“La oración es un generoso camino de devolución de la visita de Dios” (585)

“Hay cosas sin las que uno no puede vivir, como el oxígeno, el agua y el sol, pero ¿sin Dios?” (420) 

Como podemos ver, el ser de Lolo expresado aquí (y en el resto del libro que es, lógicamente, mucho más extenso) tiene todo que ver con una fe profunda, con saber en Quién cree y las razones y motivos de tal creencia, con querer expresar que sí, que si se cree y se cree de esta manera Dios ha de estar feliz y ver que su criatura hace lo que de hacer.  

Este libro, además, puede ser utilizado por quien lo lea como una verdadera guía de la fe, una guía llevada por el amor de quien, sabiendo Quién lo amaba, le correspondía. 

  

Eleuterio Fernández Guzmán



Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” 
(En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:


Saber sufrir, espiritualmente hablando, es un verdadero tesoro.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bien venido, amor

“Dios es milagrosamente sencillo” (6)”

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

4.02.23

La Palabra para el Domingo - 5 de febrero de 2022

Resultado de imagen de SAnta Biblia

Como es obvio, hoy no es domingo 5 de febrero de 2023 sino sábado, 4. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.



 Mt 5, 13-16


 “13 ‘Vosotros sois la sal de la tierra. Mas si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Ya no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres. 14 Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte. 15 Ni tampoco se enciende una lámpara y la ponen debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa. 6 Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.’”     
 

COMENTARIO


Ser sal y ser luz

 
Este texto del Evangelio de San Mateo es sumamente clarificador para aquellos que se dicen discípulos de Cristo e hijos de Dios. Podíamos resumirlo diciendo algo así como “lo que podemos ser, pudiendo o lo que no podemos ser… pudiendo también”. 

A este respecto, podemos decir que cuando Jesucristo dedicó los últimos años de su vida a predicar y a enseñar que el Reino de Dios estaba cerca (tan cerca estaba que era Él) y a avisar acerca de la conversión necesaria para alcanzar la salvación eterna hizo otra cosa. Queremos decir que, además de eso dijo algo esencial para todo discípulo suyo: qué es o qué puede llegar a ser y qué no.

Lo dice Jesucristo con toda claridad: “Vosotros sois”. Es decir no dice algo así como “vosotros podríais llegar a ser”. No. Lo dice así porque sabe que aceptándolo como Hijo de Dios y como Mesías quien eso hace se convierte en alguien que, para la humanidad, puede ser mucho más que un simple ser humano que vive, camina y acaba muriendo. Es, por decirlo así, un testigo de una fe que debe propagar. 

Sobre esto dice el Emmanuel que sus discípulos son sal y son luz. Y estas dos formas de definir a un ser humano o grupo concretos ha de tener un significado profundo viniendo de Quien viene la tal definición. 

Jesucristo nos confía ser sal y luz del mundo, recuerda Obispo

Sabemos, porque muchas veces lo hemos escuchado y leído, que la sal sirve para dar sabor a la comida y que la luz sirve para iluminar cuando vamos por lugar tenebroso o simplemente oscuro. Eso ya lo sabemos y nos ha de servir de gran lección. Pero hay algo más que, a lo mejor, no se dice tanto. 

La sal que deja de ser sal deja de ser elemento culinario de importancia. Sigue siendo sal pero, a tal nivel, es como si perdiera su esencia, deja de servir. Seguramente estará ahí pero nadie le hará caso alguno y acabará siendo tirada a la basura. Pues eso puede acabar pasando con el discípulo de Cristo que deja de dar sabor a la vida propia de quien eso dice que es. Y dejando de ser sal que cumpla la función espiritual que tiene asignada acabará, seguramente, deteriorando el alma de quien deje serlo para acabar en el fuego eterno. 

Pues lo mismo pasa con la luz. Quien deje de ser luz para sus semejantes acabará por no serlo ni para sí mismo y acabará perdiéndose en la oscuridad de una vida sin sentido y alejada de Dios. 

Hay, por tanto, varias recomendaciones que, de seguirlas, nuestra vida espiritual ha de ser consistente y profunda: no dejar de dar sabor espiritual a la vida de nuestro prójimo, no dejar de iluminar las oscuridades del mismo prójimo y, sobre todo, no esconder la luz, la Palabra de Dios, en suma. 

Y luego… tal forma de actuar tiene, ha de tener, clara consecuencias: las buenas obras que sirven para glorificar a Quien nos ha creado y mantiene. Es decir, que ser sal y ser luz tendrá una clara consecuencia consistente en llevar a cabo obras por las que se nos ha de reconocer como discípulos de Cristo. 

Así de simple pero, a la vez, así de complicado si somos tibios.

  
PRECES

Por todos aquellos que no quieren la luz de Cristo.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que prefieren no ser sal o no ser luz.

Roguemos al Señor.

  
ORACIÓN 

Padre Dios; ayúdanos  a ser sal y a ser luz para con nuestros semejantes.
  
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.
 

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

  
Eleuterio Fernández Guzmán

  

Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 
Panecillo de hoy:

 

Ser sal y luz. Eso es lo que quiere Cristo de nosotros. 


Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.