InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Archivos para: Marzo 2013, 30

30.03.13

Serie P. José Rivera - Adviento

Por la libertad de Asia Bibi.
……………………..

Por el respeto a la libertad religiosa.

……………………..

Enlace a Libros y otros textos.

……………………..

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Esperar la llegada de Cristo no es propio, sólo de un determinado momento. El Hijo de Dios ha de nacer, cada día, en nuestro corazón.

Y, ahora, el artículo de hoy.
Serie P. José Rivera
Presentación

P. Ribera

“Sacerdote diocesano, formador de sacerdotes, como director espiritual en los Seminarios de El Salvador e Hispanoamericano (OCSHA) de Salamanca (1957-1963), de Toledo (1965-1970), de Palencia (1970-1975) y de nuevo en Toledo (1975-1991, muerte). Profesor de Gracia-Virtudes y Teología Espiritual en Palencia y en Toledo.”

Lo aquí traído es, digamos, el inicio de la biografía del P. José Rivera, Siervo de Dios, en cuanto formador, a cuya memoria y recuerdo se empieza a escribir esta serie sobre sus escritos.

Nace don José Rivera en Toledo un 17 de diciembre de 1925. Fue el menor de cuatro hermanos uno de los cuales, Antonio, fue conocido como el “Ángel del Alcázar” al morir con fama de santidad el 20 de noviembre de 1936 en plena Guerra Civil española en aquel enclave acosado por el ejército rojo.

El P. José Rivera Ramírez subió a la Casa del Padre un 25 de marzo de 1991 y sus restos permanecen en la Iglesia de San Bartolomé de Toledo donde recibe a muchos devotos que lo visitan para pedir gracias y favores a través de su intercesión.

El arzobispo de Toledo, Francisco Álvarez Martínez, inició el proceso de canonización el 21 de noviembre de 1998. Terminó la fase diocesana el 21 de octubre de 2000, habiéndose entregado en la Congregación para la Causas de los Santos la Positio sobre su vida, virtudes y fama de santidad.

Pero, mucho antes, a José Rivera le tenía reservada Dios una labor muy importante a realizar en su viña. Tras su ingreso en el Seminario de Comillas (Santander), fue ordenado sacerdote en su ciudad natal un 4 de abril de 1953 y, desde ese momento bien podemos decir que no cejó en cumplir la misión citada arriba y que consistió, por ejemplo, en ser sacerdote formador de sacerdotes (como arriba se ha traído de su Biografía), como maestro de vida espiritual dedicándose a la dirección espiritual de muchas personas sin poner traba por causa de clase, condición o estado. Así, dirigió muchas tandas de ejercicios espirituales y, por ejemplo, junto al P. Iraburu escribió el libro, publicado por la Fundación Gratis Date, titulado “Síntesis de espiritualidad católica”, verdadera obra en la que podemos adentrarnos en todo aquello que un católico ha de conocer y tener en cuenta para su vida de hijo de Dios.

Pero, seguramente, lo que más acredita la fama de santidad del P. José Rivera es ser considerado como “Padre de los pobres” por su especial dedicación a los más desfavorecidos de la sociedad. Así, por ejemplo, el 18 de junio de 1987 escribía acerca de la necesidad de “acelerar el proceso de amor a los pobres” que entendía se derivaba de la lectura de la Encíclica Redemptoris Mater, del beato Juan Pablo II (25.03.1987).

En el camino de su vida por este mundo han quedado, para siempre, escritos referidos, por ejemplo, al “Espíritu Santo”, a la “Caridad”, a la “Semana Santa”, a la “Vida Seglar”, a “Jesucristo”, meditaciones acerca de profetas del Antiguo Testamento como Ezequiel o Jeremías o sobre el Evangelio de San Marcos o los Hechos de los Apóstoles o, por finalizar de una forma aún más gozosa, sus poesías, de las cuales o, por finalizar de una forma aún más gozosa, sus poesías.

A ellos dedicamos las páginas que Dios nos dé a bien escribir haciendo uso de las publicaciones que la Fundación “José Rivera” ha hecho de las obras del que fuera sacerdote toledano.

Serie P. José Rivera
Adviento

Adviento

Para escribir sobre este libro del P. José Rivera nos hemos tomado la libertad de dividir el mismo en dos partes. En realidad bien podrían haberse hecho en una sola pero siendo dos tiempos de los llamados “fuertes” el Adviento y la Navidad los que trata el sacerdote toledano y por mucho que puedan entenderse unidos por su lógico devenir, nos ha parecido mejor que en dos días distintos sea expuesto el contenido de cada uno de ellos.

Este primer artículo está dedicado, por lógica temporal y preceder al otro tiempo, al Adviento.

En su Diario, en concreto, el 15 de diciembre de 1974, escribe el P. José Rivera, se nota que con gozo, esto:

“Entremos yo y todos los que Dios me ha confiado en el Adviento. Tiempo de gracia peculiar. Esperemos realmente su venida, la arremetida especialmente intensa de su Amor sobre nuestro egoísmo disimulado, disfrazado de mil modos. Y esperemos en primer lugar una intensificación de sus iluminaciones para discernir nuestros disfraces de sus confortaciones, para dejarnos desnudar de ellos”

Por lo tanto, para el P. Rivera el tiempo de Adviento es uno que lo es de carácter muy especial. Lo entiende como un tiempo en el que debemos hacer lo posible y lo imposible para ser nosotros mismos y evitar ser lo que no debemos ser. Si Dios va a venir al mundo, nosotros no podemos presentarnos ante Él de una forma no admisible.

Pero poco antes (1) se dice que “Llegados al tiempo del Adviento, D. José vive intensamente la esperanza cristiana en todos sus matices, esa inquebrantable esperanza, para la que encuentra siempre motivos, no solo para su vida y su deseo de santidad, sino también para la santidad de los otros. Cualquier situación, cualquier circunstancia, cualquier dificultad es siempre ‘tiempo de Dios para la esperanza’”.

Leer más... »