Lo que no puede ser, no puede ser

Y, además, es imposible.

El título y el principio del artículo forma una expresión que se atribuye al torero llamado “Guerrita” cuando, ante una determinada situación, enmarcó, en la realidad más certera, lo que a veces son las cosas.

Eso es lo que pasa con un caso particular en el que hay muchos empeñados en que se resuelva de forma distinta a como, seguro, se va a resolver.

Sakineh Mohammadi Ashtiani, mujer que, para su desgracia, es iraní, ha sido condenada por dos delitos que, al parecer, tienen la misma consideración para el régimen extremista que dizque dirige Irán: adulterio y complicidad en el asesinato de su marido.

La condena fue, como es de imaginar en un régimen islamista, la lapidación de Sakined. Ahora le han añadido, a la ya salvaje pena, 99 latigazos, al parecer por la divulgación en la prensa británica de unas fotografías a las que les atribuyen, las autoridades judiciales iraníes, “la corrupción y la indecencia”.

Como el que esto escribe no ha visto tales imágenes, pero reconociendo la verdadera corrupción e indecencia de un régimen político-religioso que permite tales cosas, a lo mejor se trata de unas en las que la mujer condenada aparecía con pantalones o fumando. No sé, o algo por el estilo. Y es que ya sabemos el tipo de moral que se defiende en determinados sitios.

Ante esto, parece que la Iglesia católica ha dicho algo al respecto de tan aberrantes decisiones que muestran el verdadero sentido de una religión malcarada, inhumana y, por decirlo pronto, embrutecida.

El portavoz de la Santa Sede, el jesuita Federico Lombardi, por lo bajani y para que no se note demasiado, ha dicho varias cosas, a saber:

La Santa Sede sigue el caso con atención y participación“. Y eso está muy bien pues la dignidad de la persona humana, por ser creación de Dios, no puede estar fuera de la misión que la Iglesia católica sigue, difunde y transmite.

La posición de la Iglesia, contraria a la pena de muerte, es conocida y la lapidación es una forma particularmente brutal“. Y eso también está muy bien, pues otra cosa no se puede decir de una barbaridad tan bárbara propia de salvajes por civilizar.

Y que no me diga nadie que se trata de una forma diferente de ver las cosas porque la lapidación es cosa propia de salvajes por civilizar y, claro, por civilizar la civilización que permite tales cosas.

Cuando se le pide a la Santa Sede de manera apropiada que intervenga en cuestiones humanitarias ante otros países, como ha sucedido muchas veces en el pasado, lo hace pero no de forma pública, sino a través de los canales diplomáticos propios“.

Pues aquí no estoy de acuerdo con Federico Lombardi.

Yo niego la mayor, pues aquí lo que pasa no es que la pena de lapidación sea más o menos salvaje, que lo es y mucho, sino lo que permite que tal pena de muerte sea posible imponer. Ahí está el problema o el meollo del asunto.

En el caso de la intervención de la Iglesia católica va a servir de poco porque poco puede entender quien tiene unas leyes tan asilvestradas como las que permiten tales penas. Así, cuando se vive en una época tan alejada de la realidad y la actualidad o, lo que es peor, cuando se tiene una religión que, en sí misma, es una religión del odio, nada bueno se puede esperar y nada bueno se va a obtener.

Por eso digo que lo que no puede ser no puede ser y, además, es imposible. Pero imposible del todo.

En Irán seguirán colgando a los homosexuales de las grúas y pisoteando los derechos humanos más elementales porque aunque sea en aquella nación musulmana donde naciera la idea de la Alianza de Civilizaciones ya sabemos qué alianza quieren imponer y qué civilización pretenden que sigamos. Ni una ni otra la podemos admitir las personas que pertenecemos a una civilización donde, más o menos, se respetan los derechos humanos y donde no se permite el abuso sobre nadie de la forma que sí se hace en Irán y en otros lugares donde, ¡Qué casualidad!, la religión que predomina en los mismos es la misma y que tiene un profeta llamado Mahoma.

Por eso, que nadie se llame a engaño: cosas tan torcidas como tales pensamientos no se pueden enderezar porque ya nacieron equivocados y nigérrimos. Hacer como si esto no fuera así no soluciona nada sino, al contrario, da mayores alas a los dictadores religiosos y a sus profetas barbudos o al revés.

Y si esto no es políticamente correcto pues me importa, como diría Rhett Butler, interpretado por Clark Gable en Lo que el viento se llevó, un bledo.

Eleuterio Fernández Guzmán

Escucha a tu corazón de hijo de Dios y piedra viva de la Santa Madre Iglesia y pincha aquí abajo:


Y, si puedes, da el siguiente paso. Recuerda que “Dios ama al que da con alegría” (2Cor 9,7).

10 comentarios

  
Luis Fernando
Cada vez que veo a los musulmanes ordenando lapidaciones no puedo por menos que recordar el relato evangélico en el que Cristo impide la lapidación de una adúltera. Luego la perdona exhortándola a no pecar más (esto último se suele ocultar).

El Corán empieza hablando de Alá, el Compasivo, el Misericordioso, pero luego la misericordia brilla por su ausencia.



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EFG


Tal es una gran verdad. La pena es que muchos no se dan cuenta de tan gran detalle.
07/09/10 12:47 AM
  
Ignacio
Y vamos, nosotros en otras momentos también hemos caído en lo mismo. Somos los hombres los que nos olvidamos de la compasión y la misericordia



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EFG


Es posible pero hoy es hoy y el daño que se hace al ser humano con determinadas actitudes está fuera de lugar.
07/09/10 1:42 AM
  
ciudadano
Lamento ser reiterativo, pero es que, una vez más hecho en falta esas actitudes valerosas de los/las de la zeja, a los de los derechos de los homosexuales, lesbianas, etc., etc., movilizándose, actuando como escudos humanos, haciendo declaraciones, o simplemente, montando alguno de los circos que montan cuando en otros lugares a alguien se le escapa algún exhabrupto que no les gusta.
Pero claro....es que no vaya Vd. a comparar



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EFG


Si la reiteración sirviese para que los de la zeja hicieran algo en condiciones...
07/09/10 12:09 PM
  
Ana
No, no son otras formas de ver las cosas es barbarie en estado puro. No tiene justificación ninguna. todo el mundo tiene que cumplir los derechos humanos ninguno debe tener carta blanca para cometer brutalidades.yo también echo de menos alguna condena por parte de algunos, creo que esperamos en vano.si aquí tuvieramos ese horrible código ¿Que pasaría?¿Cuantos quedarían sin castigo?Parece que estuviéramos ciegos y no viéramos el peligro que tenemos encima
07/09/10 1:48 PM
  
Jordi MMM
Me gustaría saber donde estan las putas feministas con sus estupidas reclamaciones, cuando surge un caso más de lapidación en el submundo oriental.

¿Por que callan y no dicen nada?

Seguro, que si esto ocurriera en su respectiva sociedad occidental, clamarian al cielo y se romperían las vestiduras.

Hablarian de violencia de genero y de machistas, de una sociedad retrograda y se les llenaría la boca de derechos humanos.

Eso si, cuando ocurre en un país musulman hablan de diferencia cultural, de alianza de civilizaciones e infravaloran la importancia del abobinable hecho, en el que una persona muere a pedradas por el peregrino motivo de un adulterio.

Para estas ideologías izquierdistas, es politicamente correcto, mirar hacia otro lado en los casos de lapidación, fomentar el aborto, el feminismo, la inmigración y la alianza de civilizaciones.

Y si pueden lo legislan, se hacen la foto como bobaliconas descerebradas en los medios de prensa, orgullosas de su "apagón cerebral", como ocurre en este pais.



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EFG


A mí tales actitudes me han pensar que, en el fondo, no están en desacuerdo con la lapidación. Como es otra civilización...
07/09/10 3:10 PM
  
fernando
¿Que qué hacen las feministas? Pues dando a cancha a noticias manipuladas como ésta, e ignorando que en esos países también se lapida a hombres.
07/09/10 9:43 PM
  
Javier
Recuerdo como si fuera ayer, por lo que me impresionó el comentario, algo que me dijo un musulmán español hace quince o veinte años cuando conversábamos sobre el asunto de la "justicia" islámica con lo de las lapidaciones, los latigazos, cortar las manos, etc. Le dije precisamente eso mismo que ha mencionado Luis Fernando, que en el Corán se llama a Allah el Clemente, el Compasivo. "En consecuencia -le dije a aquel musulmán con el que conversé hace largos años- todo musulmán debiera actuar misericordiosamente tal como el Dios al que reza". Entonces, me contestó así de tajante aquel musulmán: "Sólo Allah es misericordioso, pero un musulmán no tiene porqué serlo". Aquella respuesta me dejó estupefecto y me dio una idea perfecta de a qué tipo de mentalidad nos estamos enfrentando cuando nos topamos con un musulmán, cuyo vínculo con Dios es inexistente habida cuenta que no adoran al Dios Verdadero. El islam es una religión herética, así la consideró de hecho San Juan Damasceno. Y se trata de una herejía peligrosa que sacraliza la guerra y desprecia profundamente al 'kafir', al que no es musulmán.
07/09/10 10:37 PM
  
Javier
Una noticia interesante de hoy mismo sobre esta cuestión, puede leerse aquí:

http://www.elmundo.es/america/2010/09/07/estados_unidos/1283829138.html
07/09/10 11:09 PM
  
Antonio A. Badilla
Jordi MMM,

A las feministas de occidente les importa solamente los derechos de las mujeres liberales. A las mujeres conservadoras las pueden apedrear, discriminar en el trabajo, pagarles menos que a un varón por el mismo tipo de trabajo, ser explotadas, etc, y las feministas no levantan un dedo por ellas porque su ideología no se los permite. En este caso la ideología es más fuerte que los derechos humanos. Esta situación se puede definir con una palabra, hipocresía. En España las feministas están en contra de las corridas de toros porque se lamentan el sufrimiento del animal pero esas mismas feministas creen que destruir el niño en el vientre de su madre es un derecho de la mujer y parte de sus derechos humanos. Así piensan aquí también, en los Estados Unidos.
08/09/10 7:54 AM
  
Jordi MMM

Si señor!

Como dice Antonio A. Badilla, son todos y todas unas grandes hipocritas, que envueltos en derechos y progresismos de moda, son capaces de matar o disculpar a los que lo hacen, en nombre de la "modernidad".

Aborto y mantener relaciones diplomaticas con sociedades, culturas y naciones que son incapaces de cumplir las minimas nociones en materia de derechos humanos, son ejemplos patentes de la subnormalidad cerebral en la que se manejan estos elementos y sus respectivos partidos mayoritarios que los representan.

O como dice Eleuterio: "cosas tan torcidas como tales pensamientos no se pueden enderezar", ni disculpar o convivir con ellas o con gente que piensa de esta manera. Son un atraso para el país, dejar entrar a gente así. Un insulto para todos. Ni caben, ni valen.
08/09/10 10:35 PM

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