InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Categoría: Amigo de Lolo

30.12.14

Un amigo de Lolo – Campanada de esperanza al finalizar el año

Presentación

Lolo

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infringían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

 

Libro de oración

En el libro “Rezar con el Beato Manuel Lozano, Lolo” (Publicado por Editorial Cobel, www.cobelediciones.com ) se hace referencia a una serie de textos del Beato de Linares (Jaén-España) en el que refleja la fe de nuestro amigo. Vamos a traer una selección de los mismos.

 

En su libro “Las golondrinas nunca saben la hora” hace Manuel Lozano Garrido un ejercicio de esperanza en el inmediato futuro. En el momento o, mejor, para el momento, en el que, por tradición y gozo, se celebra la entrada del nuevo año (que va acompañada por el sonar de doce campanadas) escribe, para tal instante (que dura poco en el tiempo pero puede ser muy extenso en la realidad espiritual de lo por venir) un, a modo, de texto esperanzado que muy bien puede ser tomado como una serie de oraciones a razón de una por cada campanada.

Traemos, hoy, la segunda campanada.

En el preámbulo de 365 días, quiero colocar un ancho sentimiento de aceptación; mi mente y mi corazón como una página en blanco, con la firma muy bien estampada al pie de la cuartilla, para que Tú escribas renglones muy derechos con todos los detalles de tu voluntad. Los labios se morderán para que no entre  una gota de acíbar, pero Tú ya sabes que es que ‘sí’, que lo que quieres es siempre dulce, misericordioso y conveniente”.

 

Cuando va empezar un año suele ser común que hagamos planes para nuestra vida. Se trata de unos meses y muchos días los que se abren de par en par para que veamos un campo limpio donde aún no ha crecido ni la cizaña ni otra mala hierba. Por eso miramos a Dios para ofrecer lo que pueda ser y, también, para pedir que sea… si nos conviene que sea.

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23.12.14

Un amigo de Lolo – Así es Dios para con nosotros

Presentación

Lolo

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infringían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

  

Libro de oración

En el libro “Rezar con el Beato Manuel Lozano, Lolo” (Publicado por Editorial Cobel, www.cobelediciones.com ) se hace referencia a una serie de textos del Beato de Linares (Jaén-España) en el que refleja la fe de nuestro amigo. Vamos a traer una selección de los mismos.

 Así es Dios para con nosotros

 

Ocurre que Dios es verdaderamente importante, y no a la manera como los señores de abajo entienden la importancia, que se les va todo en tiros largos, esperas de antesala y sombrerazos. Lo capital para Él son las palabras y los sentimientos de los hombres. Por eso, cuando a alguien le fluye del mal un sentimiento de comunicación, ha hecho que nadie tenga que rellenar ninguna solicitud o porfiar con los guardianes, sino que se adelante abiertamente y ya está allí, a la vera del que necesita su apoyo.

La palabra de Dios es dulce, limpia, eficaz y continua, como una fuente que mana un chorro infinitamente sabroso. Por eso Dios escucha y aconseja de día y de noche, sin horarios laborales ni fecha de la semana. Lo bueno Suyo es que se nos hace asequible aunque tengamos un pitillo entre los dedos, estemos amasando cemento o hayamos ido a comprar medio kilo de pescadillas. Dios está junto al lañador que compone, el pocero que se metió en la alcantarilla, la chica que coge puntos de media, o junto a la luz del candil que tiembla en el fondo de una mina. Y como tenerle al lado es disponer de una fortuna de felicidad, he aquí que puede ir al ritmo de nuestras palpitaciones, sin que haya un momento que no sea apto para su mirada“.

(Mesa redonda con Dios, pp. 31-32)

 

Apariencias,  búsquedas del poderoso y adulaciones. Tales actitudes están alejadas de lo que es Dios con relación a su creatura, el hombre. Y están tan alejadas unas con Otro que bien podemos decir que están en las Antípodas entre sí.

En realidad el Creador, que sabemos que lo es todo para nosotros, no deja, por eso, de servirnos en la medida de nuestra aceptación. Por eso tiene mucho en cuenta cuánto lo tenemos nosotros a Él en nuestro corazón porque sobre eso se construye una existencia verdaderamente discipular de Cristo y, por tanto, de Dios mismo.

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16.12.14

Un amigo de Lolo –"Lo que hace la Cruz"

Lolo

Presentación

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infringían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

 Libro de oración

 

En el libro “Rezar con el Beato Manuel Lozano, Lolo” (Publicado por Editorial Cobel, www.cobelediciones.com ) se hace referencia a una serie de textos del Beato de Linares (Jaén-España) en el que refleja la fe de nuestro amigo. Vamos a traer una selección de los mismos.

 

Lo que hace la Cruz

 

Con tantas confluencias, pienso en esa paradoja de unas fiestas de sangre preparadas por un día de gozo sin límites. En realidad no hay contraindicación, porque la Cruz lo que hace es salvar y es, por tanto, fundamentalmente alegre. Cuando Cristo aceptó aquella feria del Domingo de Ramos, supo lo que se hacía. Es como en esas funciones, que al principio y al final salen los artistas tal y como son para decirnos que el dolor y la sangre que hay por medio es propio de la representación, pero que todos siguen vivos y alegres, que es lo esencial. En la Semana Santa hay que llorar, porque es una pena que Cristo haya tenido que pasar eso por nosotros, pero, sobre todo, hay que reír y cantar, porque menudo cielo nos abre el Calvario en apenas unas horas”.

 (Dios habla todos los días, p. 32)

 

Decimos muchas veces que este tiempo de Navidad es entrañable. Y lo decimos porque aquello que sucede se nos ha metido en las entrañas y allí ha hecho un nido de donde nacen las mejores manifestaciones del amor de Dios.

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2.12.14

Un amigo de Lolo – El amor de Dios en el corazón del hombre

Lolo

Presentación

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infringían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

 Libro de oración

En el libro “Rezar con el Beato Manuel Lozano, Lolo” (Publicado por Editorial Cobel, www.cobelediciones.com ) se hace referencia a una serie de textos del Beato de Linares (Jaén-España) en el que refleja la fe de nuestro amigo. Vamos a traer una selección de los mismos.

 

 El amor de Dios en el corazón del hombre

 

El Amor es la huella de Dios y por eso, precisamente, es por lo que el corazón del hombre se ha hecho tan tierno y tan cálido, para que en él se puedan grabar fácilmente los surcos de las yemas de Dios y ya se nos queden puros, flamantes y vivos.

Los dedos de Dios -lo sabéis, amigos- son como los caudalosos ríos que vierten la ternura de su corazón. Las rosas a que huele el agua, la caricia a que sabe y la fiebre con que se bebe, no son de la rosa, del río o los labios, sino de la vida, que al curso y al hombre le vienen de la fuente.

Yo, hermanos, traigo el horizonte a mi contorno y reverencio el ardor que me vive dentro, porque también busco en mí la redondez de  una rosa; rompo mis fronteras y me siembro en los dulces ojos de una mujer; me hago pájaro del nido de un hogar y hoguera que prende en el bosque de los hombres.

Que ¿cómo pudo ocurrir esto, si nuestro corazón es tan breve? Sí, pero también, por él, el mundo entero se le encaja dentro. Y no es que nos lo achique el desencanto, sino que, precisamente, el encanto del Amor es el que nos lo ha dilatado de tal modo que envuelve el mundo”.

(Bien venido, amor. pp. 47-48)

  

En este texto,  de su “Bien venido, amor”,  Manuel Lozano Garrido abunda en algo que es muy importante y que no deberíamos olvidar nunca: qué es el Amor de Dios en el hombre, en su criatura; qué nos procura.

Lo que hace al hombre bueno (aún siendo pecador) es que Dios lo ha creado y, creándolo, le ha dado un corazón en el que ha puesto la semilla de Amor del Padre, la esperanza de estar con el Señor para siempre. Y ahí reside el gran encuentro del hombre con su Creador.

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25.11.14

Un amigo de Lolo – Aceptar la Santa Providencia de Dios

Lolo

Presentación

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infringían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

Libro de oración

En el libro “Rezar con el Beato Manuel Lozano, Lolo” (Publicado por Editorial Cobel)  se hace referencia a una serie de textos del Beato de Linares (Jaén-España) en el que refleja la fe de nuestro amigo. Vamos a traer una selección de los mismos.

Aceptar la Santa Providencia de Dios

 Ya es un hecho significativo que la vida de Cristo se abra con la dependencia de un niño que nace y se cierre con unas manos atravesadas. Algo muy trascendental tiene que suponer la inutilidad cuando la Redención se entrecomilla con las dos estampas quietas de una criatura. A nosotros sólo nos toca aceptar, porque la aceptación es la que encaja y da sentido a las cosas. Dada nuestra conformidad a la quietud o a la parálisis, la explicación que entonces se nos abre es la de que, tanto como una canalización del amor de los demás, la inutilidad es una llamada a lo humilde y a nuestro espíritu más generoso. Cuando se tiene el cuerpo como el de un niño que necesita papillas y cuidados, uno ya puede decir que está llamado al buen camino de la infancia evangélica“.

(Dios habla todos los días, p. 29)

 

¡Qué difícil nos resulta, muchas veces, cumplir con lo que Dios quiere para nosotros!

 

En realidad, nos conviene darnos cuenta de que, ante el Creador, no somos nada. No quiere decir eso que el Señor no nos tenga en cuenta sino que poco podemos hacer sin Él. Eso ya lo dijo Jesús cuando convenía decirlo, para que fuese entendido, pero pudiera parecer que es de poca importancia una verdad tan obvia y tan grande como ésa.

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