15.12.25

Amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Nos quiere Dios cabe sí

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

PRESENTACIÓN

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena –Nos quiere Dios cabe sí

La santificación, así, es como un octavo día de la Creación, en el que Yo dejo de trabajar sólo, para que me acompañe el ritmo voluntarioso de vuestro espíritu o una Comunión, en la que Yo os doy pan de vida, de gracia, de felicidad y de salvación y vosotros me brindáis en correspondencia, el gozo de un amor filial.” (Beato Lolo, de su libro Reportajes desde la cumbre)

Después de haber creado todo lo existente le quedó al hombre la voluntad de querer estar junto a Dios para siempre. Y eso es lo que el Beato Manuel Lozano Garrido quiere decirnos en este texto de su libro Reportajes desde la cumbre desde donde Dios, allí en su altitud más alta, ansía que queramos lo mejor para nosotros que no es otra cosa que abrazarlo, digamos, en directo sin mediaciones ni nada por el estilo.

Cuando se nos dice eso de que la santificación es como un “octavo día de la Creación” se nos está empujando, espiritualmente hablando, a que nos demos cuenta de que no quedó ahí la cosa después del séptimo día en el que Dios acabó de crearlo todo. No. Entonces, justo el día después de aquellos magnos acontecimientos, es cuando corresponde a la semejanza de Dios poner de su parte. Y es que el Todopoderoso ya había puesto de la suya: exactamente, todo de todo.

Nos dice Dios que deja de trabajar solo porque, en efecto, lo había estado haciendo creando todo de la nada. Por eso ahora goza sabiendo que puede haber quien lo “acompañe” en la labor sacarlo todo adelante. Y eso, claro está, es algo que depende de cada uno de sus hijos.

Hay que tener en cuenta que, dada la libertad que Dios entrega a cada uno de los miembros de la creación hecha a semejanza suya, apunta aquí que puede ser, el ya no estar solo, bien producto de una actitud particular de cada uno de nosotros, digamos, que queriendo hacerlo o bien en “comunión” con Él. El caso es que no lo abandonemos como si, después de habernos creado, nos creamos en la libertad (aberrante) de darle de lado. No. El Beato de Linares (Jaén, España) quiere que, de una forma o de otra, nosotros estemos junto a Dios.

Y aquí, por así decirlo, hay dos partes las cuales cada una de ellas aporta su parte de este especial “trato” entre Padre e hijos. Así, por ejemplo, Dios nos da, nada más y nada menos, que

- El pan de vida,

- El pan de gracia,

- El pan de la felicidad y, por fin,

- El pan de salvación.

Bien podemos decir que no es poca cosa lo que, a este compartir aporta Aquel que todo lo ha hecho y mantiene. Y es que, por el pan de vida existimos, por la gracia, se nos llega el corazón de Su alma, por la felicidad podemos gozar de todo y, así, por la salvación, a través de ella, volveremos junto a Dios de donde salimos.

¿Y a nosotros qué nos corresponde?

Lolo aquí bien que lo dice.

Resulta sintomático de Quién es Uno y quiénes somos los demás, que en esta especial balanza de aportaciones, Dios sólo nos pida una cosa: el amor filial. Es decir, que Él aporta todo lo dicho supra pero a nosotros nos pide que, al menos, lo amemos como hijos.

Amar a Dios como hijos ha de tener la máxima importancia para nosotros porque es hacer algo que, además, tenemos como debido pues el agradecimiento a todo lo que por nosotros hizo y hace el Creador exige tal amor que, además, debemos dar prontamente y, luego, siempre.

Y todo eso, nada más y nada menos, que para hacer efectiva la santificación que es, eso sí, la máxima prioridad del corazón de Dios hacia nosotros. Y es que Lolo, otra vez, da en el clavo más exacto de nuestra esperanza y destino.

Eleuterio Fernández Guzmán



Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (141)

Querer o no querer, es todo un formidable poder de creación, depositado en el corazón del hombre.

……………………………

Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

14.12.25

La Palabra del Domingo - Domingo, 14 de diciembre de 2025

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Mt 11, 2-11

2 Juan, que en la cárcel había oído hablar de las obras de Cristo, envió a sus discípulos a decirle: 3‘¿Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro?’ 4 Jesús les respondió: ‘Id y contad a Juan lo que oís y veis: 5 los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena Nueva; 6 ¡y dichoso aquel que no halle escándalo en mí!’ 7 Cuando éstos se marchaban, se puso Jesús a hablar de Juan a la gente: ‘¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento? 8 ¿Qué salisteis a ver, si no? ¿Un hombre elegantemente vestido? ¡No! Los que visten con elegancia están en los palacios de los reyes. 9 Entonces ¿a qué salisteis? ¿A ver un profeta? Sí, os digo, y más que un profeta. 10 Este es de quien está escrito: = He aquí que yo envío mi mensajero delante de ti, que preparará por delante tu camino. = 11 ‘En verdad os digo que no ha surgido entre los nacidos de mujer uno mayor que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es mayor que él.’”

COMENTARIO

Entre Juan y Jesús

La vida de aquel hombre designado por Dios para introducir en el mundo a su Hijo había sido muy ajetreada. Si desde el seno de su madre, Isabel, recibió la buena noticia de que el Salvador del mundo iba en el vientre de la prima de su Madre, llamada María, no iba a dejar de cumplir la misión para la que, muy especialmente en el seno de una mujer a la que llamaba estéril, iba a nacer.

Pues bien, aquella misión la cumplió tan bien Juan el Bautista que, por eso mismo, fue encarcelado pues no pudo el Mal hacer otra cosa que utilizar a ciertas mujeres y a cierto hombre poderoso para que la cabeza de aquel buen hombre de Dios rodara por el suelo y fuese servida, ante indignos comensales, en una bandeja.

Pero aquí, en este texto del evangelista Mateo, Juan aún no ha subido a la Casa del Padre. Sus discípulos, aún en la cárcel estando su maestro, se ven enviados por el mismo a preguntar a Jesús si es que era Él quien debía venir para salvar al mundo.

Es más que probable que Juan supiera, lo sabía de hecho antes del bautismo de Jesús, que su primo era, en efecto, el Mesías. Sin embargo, necesitaba la confirmación del hijo de María y de José para que todo el mundo supiera, ya para siempre que había llegado el Esperado, el Ungido de Dios.

Y Jesús no puede apartar nada más, y nada menos, que lo que ha hecho. Las Sagradas Escrituras hasta entonces conocidas por el pueblo elegido por Dios, decían que el paso por el mundo del Mesías se vería acompañado de una serie de hechos que, por extraordinarios determinarían que el mismo era, en efecto, el Enviado de Dios. Y no por casualidad todo aquello se estaba cumpliendo a la perfección: Jesús cura a ciegos, cura a sordos, resucita a muertos y, como consecuencia de todo eso, anuncia que el Reino de Dios ha llegado.

Todo, pues, se estaba cumpliendo.

Pero Jesús sabe que ha de decir algo importante sobre Juan.

Al igual que le pasaba a Él mismo, que muchos esperaban un Mesías vengador contra el pueblo opresor romano, lo bien cierto es que muchos también esperaban que quien debía anunciar al Mesías debía ser un hombre más bien rico, muy bien vestido… Y, sin embargo, como a Él mismo le pasa, Juan también es pobre y viste pobremente aunque Él cumple la voluntad de Dios, igual que hace Jesús.

Como todo lo que estaba sucediendo ya había sido escrito por los profetas de Dios en los textos sagrados hasta entonces conocidos, lo que estaba pasando con Juan también se había escrito. Dice Jesús, por eso mismo, que aquel hombre era quien enviaba Dios para que preparar el camino y, como diría Él mismo, anunciase que los caminos del Señor debían ser enderezados (señal de que se habían torcido bastante). Era, de aquí su importancia intrínseca, el más importante de los nacidos sin contarlo a Él mismo, claro.

Y algo muy importante dice Jesús al final de este texto. Juan el Bautista es un hombre muy importante pero incluso así quien ha alcanzado el Reino de los Cielos, el definitivo Reino de Dios y allí es el más pequeño es más grande que quien bautizó a Cristo.

¡Gran misterio es éste!, y, sin embargo, nos muestra la importancia que tiene no olvidar cuál es nuestro destino eterno y cómo debemos enfocar nuestra vida: enderezando nuestro camino…

PRECES

Pidamos a Dios por todos aquellos que no tienen en cuenta las recomendaciones de Juan el Bautista en su predicación.

Roguemos al Señor.

Pidamos a Dios por todos aquellos que no se dan cuenta de que la importancia espiritual es mucho más importancia que la material.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a encontrarte en lo bueno y mejor del mundo. 

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

Dios quiera que nosotros sepamos cumplir con nuestra misión como supo hacerlo Juan.

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

8.12.25

Amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Amor y dolor

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

PRESENTACIÓN

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena –Amor y dolor

El cariño tiene su Tabor, pero también su Calvario; y lo que importa es no vivirlos aislados, sino que en una espina puede haber una luz o en un resplandor glorificarse una herida.” (Beato Lolo, de su libro Reportajes desde la cumbre)

Se suele decir que el amor y el dolor tienen mucho que ver porque, en determinadas ocasiones uno lleva al otro e, incluso, el otro al uno…

El Beato Lolo, como suele hacer muchas veces cuando escribe o, mejor, cuando escribió lo que escribió cuando formaba parte de la Iglesia militante, hace algo que muy bien hace: formar “duos” con determinadas realidades que, explicadas a su manera (una manera santa) nos dejan las cosas más que claras con lo que, además, ganamos más que mucho.

Aquí nos habla del cariño y también del dolor. Y nos pone como ejemplo el Tabor y el Calvario. Y no podemos negar que los ejemplos que nos trae están, para el caso, más que bien puestos porque, en efecto, entendemos por aquello relacionado con el Tabor algo luminoso y si es del Calvario a lo que nos referimos, en fin… que ya está todo dicho con tan sólo nombrarlo.

Atendiendo a lo que nos dice el Beato de Linares (Jaén, España) no nos conviene, para nada, hacer como si no existiese relación entre, digamos, lo bueno y lo malo sino que, por fuerza de las cosas, ambas situaciones están relacionadas de forma más estrecha de lo que solemos creer.

Debemos tener en cuenta que las palabras que hoy traemos nos las dice Dios mismo pues el libro en el que se encuentra (Reportajes desde la cumbre) son un, a modo, de relación directa de nuestro Creador con su criatura y, aunque, es claro que no es el mismo Todopoderoso quien las pronuncia es algo así como un poder hacerlo en manos de Lolo. Y eso, además, nos viene la mar de bien por la autoridad que tiene la cosa…

Pues bien, cuando nos dice que no debe haber separación entre la parte luminosa del amor y lo que puede tener de tenebrosa, lo que nos da a entender es que está más que bien que la luz del Tabor ilumine la obscuridad que puede haber en la parte de Calvario que puede conllevar el mismo porque, como bien sabemos, no todo son luces de colores, ni siquiera, aunque creamos que eso es posible…

Iluminando, así, la herida, es más que posible que no trascienda mucho más allá de lo que la misma pueda producir en nosotros y que, por decirlo de forma que se nos entienda, tenga un recorrido en nuestra vida que no vaya mucho más allá del momento en que la misma se produzca. Es decir, que lo bueno puede servir de auxilio en lo malo siempre que, claro, seamos capaces de sobrenaturalizar el dolor que es algo que Manuel Lozano Garrido hizo más que bien a lo largo de sus muchos sufridos años.

Eso de sobrenaturalizar el dolor tiene que todo que ver con lo que nos dice el linarense universal acerca de que en “una espina puede haber una luz” pues la única forma de que el daño no trascienda sino que del mismo algo de bueno pueda salir es que, en efecto, se tenga el mismo como el origen de lo que pueda ser mejor. Aunque, eso es cierto, hay que tener una fe muy bien arraiga en el corazón para ser capaces de hacer eso y, en eso, Lolo, nos sirve también de ejemplo como en otras tantas cosas pasa con nuestro amigo.

Eleuterio Fernández Guzmán



Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor” (140)

Si la Tierra es un planeta de primer orden, no es por su tamaño sino por el hecho singular de la presencia y libertad del hombre.”

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

7.12.25

La Palabra del Domingo  - Domingo, 7 de diciembre de 2025

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Mt 3, 1-12

1 Por aquellos días aparece Juan el Bautista, proclamando en el desierto de Judea: 2 ‘Convertíos porque ha llegado el Reino de los Cielos.’ 3 Este es aquél de quien habla el profeta Isaías cuando dice: = Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas. = 4 Tenía Juan su vestido hecho de pelos de camello, con un cinturón de cuero a sus lomos, y su comida eran langostas y miel silvestre. 5 Acudía entonces a él Jerusalén, toda Judea y toda la región del Jordán, 6 y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados. 7 Pero viendo él venir muchos fariseos y saduceos al bautismo, les dijo: ‘Raza de víboras, ¿quién os ha enseñado a huir de la ira inminente? 8 Dad, pues, fruto digno de conversión, 9 y no creáis que basta con decir en vuestro interior: “Tenemos por padre a Abraham"; porque os digo que puede Dios de estas piedras dar hijos a Abraham.10 Ya está el hacha puesta a la raíz de los árboles; y todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego. 11 Yo os bautizo en agua para conversión; pero aquel que viene detrás de mí es más fuerte que yo, y no soy digno de llevarle las sandalias. El os bautizará en Espíritu Santo y fuego. 12 En su mano tiene el bieldo y va a limpiar su era: recogerá su trigo en el granero, pero la paja la quemará con fuego que no se apaga.’”

COMENTARIO

Terribles y esperanzadoras palabras

No podemos negar que Juan el Bautista no era nada políticamente correcto. Como se suele decir, le importaba un comino lo que se pudiera decir de lo que él decía. Debía cumplir una misión y, como profeta, la iba a llevar a cabo pesase a quien pesase. Y por lo que sabemos de su vida y del final de la misma… fue a él a quien más le pesó.

Pero ahora lo encontramos, podemos decir, predicando. Y lo que dice no podía gustar mucho a los aludidos que, como es bien conocido por todos, eran los mismos que iban a perseguir a Jesús hasta darle muerte.

El Bautista no llevaba una vida regalada. Vivía en el campo de lo que podía encontrar y no vestía con púrpura y lino sino de una forma más que pobre. Y eso era, para muchos, muestra de que no era ningún charlatán y que había que escuchar lo que decía y seguir lo que hacía. Por eso tuvo como discípulos, más que probablemente, al mismo Juan, el que fuera el menor de los Apóstoles de Jesús que siguieron al Maestro de Nazaret cuando su primo el Bautista dijo que era el Cordero de Dios.

Pues bien, Juan no se corta un pelo ni tiene pelos en la lengua. Al contrario es la verdad: da a cada uno según lo suyo que es una antigua definición del término “derecho”. Lo que pasa es que algunos merecían todo lo que les decía aunque no les gustara.

A los jóvenes: Liderazgo, más que dirigir o predicar - 4

El caso es que Juan predica acerca de la conversión. Y lo hace porque sabe que es la única manera de alcanzar el Reino de los Cielos del que habla. Lo era entonces y lo es ahora mismo, cuando tantos se alejan de Dios porque, como pasaba con el Bautista, no gusta mucho lo que nos dice.

Pero Juan no deja de comunicar lo que cree que es importante. Por eso bautiza para el perdón de los pecados. Y muchos lo siguen, se bautizan en el río Jordán y salen limpios. Era una primera posibilidad establecida por Dios Padre Todopoderoso para que sus hijos fueran preparando el camino hacia su definitivo Reino.

Muchos, sin embargo, debían acudir allí para algo distinto. No querían saber nada ni de conversiones ni de perdón de los pecados (estaban seguros que sólo Dios podía perdonarlos y no un hombre… menos aún un andrajoso como aquel Bautista…) Y ellos vivía en su seguridad espiritual.

Pero Juan los ha calado y les ha tomado la matrícula, los ha identificado a la perfección llamándolos “raza de víboras”. Y eso, seguramente, no debió gustarles mucho que digamos. Pero hacía lo que debía hacer independientemente de las consecuencias que, para su vida, eso pudiera acarrearle.

Y, al final de esa predicación suelta la bomba: ha de venir quien bautice con Espíritu Santo y fuego. Es más, tiene en su mano el instrumento para limpiar a los malos de la faz de la tierra y, además, para quemarlos en el fuego eterno. Y, por eso, él se considera nada ante tal persona.

No podemos negar que Juan el Bautista tenía valor y que para nada le importaba la opinión de los que, con toda seguridad, estaban perdidos para siempre.

PRECES 

Pidamos a Dios por todos aquellos que no creen en la venida de Cristo Rey del Universo.

Roguemos al Señor.

Pidamos a Dios por todos aquellos que no quieren cambiar su corazón de piedra.

Roguemos al Señor.

 

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a convertir nuestro corazón.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

 

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

¡Cuánto nos convendría tener la fe de Juan!

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

1.12.25

Amigo de Lolo – Lolo pasó su vida haciendo el bien

Manuel Lozano Garrido, Lolo: La buena persona que contó la mejor noticia -  Diócesis de Jaén

Es cierto y verdad que hay muchas personas de las que se podría decir lo mismo que nosotros vamos a decir de nuestro amigo Lolo. Y es que el comportamiento a lo largo de la vida de un ser humano puede dar, y da, para que se pueda decir del mismo eso, que pasó su vida haciendo el bien.

Nosotros, de todas formas, tenemos a alguien a quien aplicamos eso en el exacto sentido de lo que quiere decir.

Hay una placa en una fachada de Linares, Jaén, España. Y corresponde al lugar donde nació Manuel Lozano Garrido. Y dice esto:

En esta casa nació el 9-8-1920 D. Manuel Lozano Garrido. Hijo predilecto de Linares. Pasó su vida haciendo el bien”.

Y debajo es apreciable la fecha en la que aquella placa se fijó a la fachada: 21-4-1996.

En primer lugar, cuando decimos de Lolo que pasó su vida haciendo el bien queremos decir que eso no es algo que alguien, en particular, aprecia de la vida del ahora Beato de la Iglesia católica. Y eso, aún estando bien, podría interpretarse, al fin y al cabo, como un pensamiento particular de una persona. Sin embargo, sostener de Lolo que “Pasó su vida haciendo el bien” tiene un sentido verdaderamente colectivo y que es, por tanto, algo así como que ha quedado en la memoria de todo ser que lo conoció, un hacer así.

No es cosa esta baladí o de poca importancia sino que tiene todo que ver con lo que una persona, en este caso Lolo, hizo a lo largo de su vida y que es la causa de que se tenga de su ser una memoria tan tierna, tan cierta, tan terminada de hacer, tan verdadera.

Ciertamente, cuando decimos eso que decimos de Lolo sabemos que, en efecto, no es que en algunas ocasiones el buen amigo nuestro hiciera lo posible para que el prójimo sintiese que era escuchado por alguien que tenía tal capacidad a flor de piel y de corazón sino que “su vida” fue eso: un hacer el bien sin mirar ni hora ni tiempo ocupado en hacerlo.

De esto que decimos nosotros no somos testigos pero sí lo somos de los que lo conocieron y dicen que Lolo se desvivía por toda persona que se acercaba a su casa. Y es que, como podemos imaginar, conforme la fama de santidad de Manuel Lozano Garrido se fue extendiendo, al menos, por Linares (su pueblo) ya podemos estar seguros de que muchos subirían a su casa.

Cuando se visita a alguien como era Lolo es de creer que no sólo se acude a su casa para ver cómo se encuentra (que también) sino que muchas tuvieron que ser las preguntas que le hicieron a lo largo de su vida estando enfermo como estaba el buen hombre. Y debería ser mucha la confianza que se tenía en que la respuesta iba a ser espiritualmente adecuada cuando fueron más de algunas las preguntas que le debieron hacer y a las que Manuel, seguros estamos, no se debió negar a responder a ninguna aunque también es verdad que a lo mejor se preguntaba a sí mismo las razones de dirigirse a él que, en todo caso, parecía no servir para nada social… siendo, justamente, lo contrario la verdad.

Es verdad que no decimos nada nuevo si apostamos porque Lolo pasó su vida haciendo el bien. Y no lo decimos porque, ahora mismo, también lo está haciendo aunque sea a la distancia de más de cincuenta años que fue llamado a la Casa del Padre.

Estamos seguros, aún sin haber visto tal documento, que en el que se conformó (con testigos y demás verdades) para su Causa de Beatificación, que muchos certificaron que Lolo hizo mucho bien a ellos mismos, a aquellos testigos queremos decir, y a otras muchas personas de las que tales testigos lo fueron. Y es que la verdad brilla e ilumina mucho cuando alguien es bueno en el buen sentido de la palabra y, a lo largo de una vida toda y entera, se dio al prójimo todo cuanto pudo siguiendo aquello de “querer al prójimo como a ti mismo” que es un consejo de Alguien que también sufrió mucho a lo largo de vida y, más en concreto, cuando fue ajusticiado ilegítimamente por envidiosos y demás acusadores.

Sí, Lolo pasó su vida haciendo el bien. Y por eso está donde está o, lo que es lo mismo, en el Cielo, cerca de Dios.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.


Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (139)

Ningún cariño se crea por decreto. Amamos porque nos apetece u odiamos porque la naturaleza nos lo dicta. De aquí la libertad del amor.”

……………………………

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

30.11.25

La Palabra del Domingo  - Domingo, 30 de noviembre de 2025

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Mt 24, 37-44

23 ‘Como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre. 38 Porque como en los días que precedieron al diluvio, comían, bebían, tomaban mujer o marido, hasta el día en que entró Noé en el arca, 39 y no se dieron cuenta hasta que vino el diluvio y los arrastró a todos, así será también la venida del Hijo del hombre. 40 Entonces, estarán dos en el campo: uno es tomado, el otro dejado; 41 dos mujeres moliendo en el molino: una es tomada, la otra dejada. 42 ‘Velad, pues, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. 43 Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora de la noche iba a venir el ladrón, estaría en vela y no permitiría que le horadasen su casa. 44 Por eso, también vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre.””

COMENTARIO

Cuando menos pensemos vendrá Cristo

Velar, estar atentos, no despistarse de lo que, verdaderamente importa. Esto es lo que Cristo quiere decirnos y lo hace de una forma más que convincente.

Nos parece que el Hijo de Dios quiere meter miedo en el cuerpo y en el alma a quien escuche esto. Y es que, en efecto, el fin buscado es el santo temor de Dios y a su Justicia.

En tiempos de Noé, como bien nos dice Jesucristo, la vida se desarrollaba, para la gran mayoría, por caminos pecaminosos. Dios había llegado a pensar que la creación del hombre no había resultado como quería su corazón. Y decide castigar a una humanidad que se había separado demasiado de Quien la había creado. Deja, de todas formas, una luz de esperanza (Dios nos quiere demasiado como para no hacer eso) y destina a Noé y su familia a ser los nuevos Adanes y Evas (por decirlo así) del mundo.

El ser humano, por eso mismo, iba a tener una nueva oportunidad, volver a empezar, por decirlo así.

Sabemos que, en efecto, el ser humano volvió a repoblar la Tierra. Pero sucedió, libre albedrío en acción, que las cosas estaban volviendo por su cauce no demasiado bueno para el fin buscado por Dios acerca del hombre. Y tuvo que enviar a su Hijo para dar una nueva oportunidad, una nueva alianza, entre el Todopoderoso y su pueblo.

Y ahora, cuando el Mesías habla a los que le están escuchando, no lo hace sin sentido sino con plena conciencia de la advertencia que está haciendo a sus oyentes, discípulos o no, acerca de lo que ha de venir, de cómo ha de venir y, sobre todo, de qué hacer ante eso.

Y les dice que velen.

Profecías Bíblicas: La venida del Hijo del Hombre

Velar supone, hablando pronto y claro, no dormirse. Es decir, permanecer en un estado espiritual de tal jaez que suponga que no se nos va a escapar nada, espiritualmente, importante. Supone, pues, oración, petición a Dios de un corazón blando y no de piedra y, en definitiva, poner todos nuestros sentidos del alma a la escucha del Espíritu Santo que quiere guiarnos por el bueno camino hasta el definitivo Reino de Dios.

Jesús habla, en este texto de San Mateo, del ladrón que puede llegar a la casa con intención de robar. Y nosotros, en tal sentido, somos como los señores, protegiendo nuestra alma, que no quieren que el ladrón maligno robe nuestro bien espiritual. Por eso debemos permanecer atentos… velando por nuestro bien definitivo que no es otro que ocupar alguna de las mansiones que el Hijo nos está preparando y gozar para siempre, siempre, siempre, de la Visión Beatífica y de la Bienaventuranza.

Y, para terminar, la última advertencia: no sabemos cuándo ha de venir el Hijo del hombre. Eso sólo lo sabe Dios. A nosotros lo que nos corresponde es velar, velar, velar.

PRECES 

Pidamos a Dios por todos aquellos que no quieren escuchar las claras advertencias de Cristo.

Roguemos al Señor.

Pidamos a Dios por todos aquellos que quieren velar y dejan todo al amparo del Mal.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a velar para que nos coja desprevenidos la llegada de tu Hijo ni seamos dominados por el Mal.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

Es seguro que estar preparados no es cosa del último momento.

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

24.11.25

Amigo de Lolo - La a(A)cción c(C)atólica de Lolo 

Manuel Lozano Garrido, Lolo: La buena persona que contó la mejor noticia -  Diócesis de Jaén

PRESENTACIÓN

Los datos sobre la pertenencia de Manuel Lozano Garrido a Acción Católica nos los aporta don José Utrera Infantes, amigo personal de Lolo.

El caso es que Lolo ingresa en Acción Católica a los 11 años. Y lo hace con plena conciencia de lo que eso supone al correr, entonces, el año 1931 y ya proclamada la II República en España caracterizada, desde el primer momento, por la persecución sin cuartel contra todo lo que fuese o sonase a católico. Pero Lolo, que era un joven con una fe muy arraigada, no lo duda ni un momento.

Lolo no ingresa en Acción Católica para ser, digamos, un número más dentro de la organización. Y es que llega a ser Secretario del centro (y Vocal de Propaganda) de la misma en Linares que, para más señas, fue el segundo que se fundó en España después del de Madrid.

Nos dice también don José Utrera que el mismo Pedro Poveda, hoy San Pedro Poveda, también de Linares (Jaén, España) conocía muy bien a Lolo a ser un gran conocido de su familia y, en concreto, de su abuelo.

Lolo, por tanto, tenía más que claro que era de Acción Católica y allí iba a permanecer pasase lo que pasase. Y, es más, en su medio de comunicación, de nombre “Cruzada” escribiría el linarense universal sus primeros artículos donde publicaría, por cierto, uno en 1958 (en el mes de mayo) sobre su viaje a Lourdes de título ”Aquí Lourdes: La fe, la caridad y la esperanza tienen su capital: Lourdes – Tres días viendo el milagro” del cual, si Dios quiere, nos gustaría hablar aquí mismo algún día…

El caso es que Lolo pertenecía a Acción Católica y eso suponía, para él mismo, algo así como un pasar al hacer dentro de su fe católica. Y por eso, siguiendo el espíritu de la misma, que tiene que ver, más que nada, con el anuncio del Evangelio a todas las personas a las que pudiera llegar el mensaje de Dios según las circunstancias en las que se encuentre el mundo y el lugar en concreto, cumplió con su misión a la perfección. Y es que, para Lolo, la acción católica (ahora con minúsculas para referirnos al hacer mismo) era, antes que nada:

  • Saberse incardinado en el mundo y, en concreto, en su tierra y en su pueblo y llevar ahí la Palabra de Dios,

  • Reconocer la especial situación por la que estaba pasando la fe en sus días (años 30 del siglo XX) y actuar en consecuencia sin miedo y sin cobardía,

  • Verse afectado en lo más íntimo de su corazón por el cumplimiento de una misión así,

  • Ser capaz de sustraerse al ambiente general y hacer prevalecer en su vida el reconocimiento de su fe católica,

  • Comprender, y llevar a la práctica, lo que supone ser hijo de Dios con gracias y dones entregados por parte del Padre que deben ser puestos en valor y hacerlos efectivos y,

  • Perseverar en el cumplimiento de un ser religioso a pesar de todos los pesares.

Como podemos ver, la acción católica de Lolo era la propia de la Acción Católica en cuanto a institución religiosa que debía procurar el cumplimiento de unos fines básicos y procurar que los mismos tuvieran la máxima difusión civil. Y eso hizo que muchos de sus miembros (por ejemplo en su pueblo, Linares, habían matado al Presidente, al Consiliario y a varios jóvenes de Acción Católica, precisamente, y sólo por, serlo) recibieran anticipadamente la salida de este mundo por una vía no demasiado ortodoxa…

Lolo, pues, en Acción Católica, era como rubricar, con una firma de eternidad, una forma de ser que, en efecto, cumplió perfectamente tal como suelen hacerlo aquellos que saben que su fe es verdadera.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor"   (138)

¡Qué ‘loco’ nuestro Padre arriesgando el desprecio con tal de que le amemos libremente.”

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

23.11.25

La Palabra del Domingo  - Domingo, 23 de noviembre de 2025

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Lc 23, 35-43

35 Estaba el pueblo mirando; los magistrados hacían muecas diciendo: ‘A otros salvó; que se salve a sí mismo si él es el Cristo de Dios, el Elegido.’ 36 También los soldados se burlaban de él y, acercándose, le ofrecían vinagre 37 y le decían: ‘Si tú eres el Rey de los judíos, ¡sálvate!’ 38 Había encima de él una inscripción: ‘Este es el Rey de los judíos.’39 Uno de los malhechores colgados le insultaba: ‘¿No eres tú el Cristo? Pues ¡sálvate a ti y a nosotros!’ 40 Pero el otro le respondió diciendo: ‘¿Es que no temes a Dios, tú que sufres la misma condena? 41 Y nosotros con razón, porque nos lo hemos merecido con nuestros hechos; en cambio, éste nada malo ha hecho.’ 42 Y decía: ‘Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino.’ 43 Jesús le dijo: ‘Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso.’”

COMENTARIO

Entender y comprender a Cristo

El momento que refleja este texto del Evangelio de San Lucas es verdaderamente terrible pero, también, ciertamente luminoso.

Cristo se encuentra ya clavado en la Cruz y muchos lo miran. No todos lo hacen con pena sino que hay bastantes que tienen de aquel hombre un conocimiento escaso. En realidad, como diría bien pronto el Hijo de Dios, no sabían lo que hacían. Y, de verdad, no lo sabían.

Como sabemos, con Jesús había dos personas. Le acompañaban dos ladrones que si se encontraban en aquella situación era porque su vida, a diferencia de la de Cristo, no había sido muy ejemplar. Dimas y Gestas (como se ha dado en llamar a tales ladrones) se encontraban, ante aquello, de una forma muy distinta, actuaban según sus propias emociones y sentimientos.

En realidad, uno de ellos comprendió… el otro ni siquiera entendió nada de lo que le estaba pasando. Y perdió una gran oportunidad.

No podemos negar que algunos de los allí presentes era posible que supieran que Jesús no era un hombre cualquiera. Lo consideraban, por eso mismo, muy peligroso porque había estado llamándoles la atención sobre mucho de lo que hacían y eso le procuró una muerte de tal jaez al hijo de María y de José.

Ellos se reían. Y es que es posible vernos entre aquellas personas que miran la Cruz donde pende un hombre muy maltratado. Los que se mofan del Maestro lo hacen porque se sienten seguros. Allí, en aquella situación, nada puede hacerles. Y es que ellos ignoran que les está procurando la salvación eterna de haber creído que era el Hijo de Dios…

Y los otros… aquellos dos ladrones que muestran la forma en la que podemos situarnos, posicionarnos, ante el Enviado de Dios, también tiene mucho que decirnos.

Jesús Y Los Ladrones En El Cruce Foto de stock y más banco de imágenes de  Cruz - Objeto religioso - Cruz - Objeto religioso, Ladrón, Jesucristo -  iStock

Uno de ellos, al que llamamos Gestas, no tenía muy claro qué estaba pasando allí. Echa en cara a Cristo que no los salve. Quiere que, sí, se salve Él pero que, de paso, los salve a ellos. Sin embargo, ellos parece que nadan han hecho para ser salvados salvo estar allí, en aquel momento, acompañando a la muerte al Hijo de Dios.

Pero el otro… el otro, llamado o dado en llamar Dimas es conocido como el buen ladrón. En realidad, no es que fuera bueno por ser ladrón sino que al ser ladrón… pudo ser bueno y lo fue.

Comprendió, Dimas, que Jesús, aquel hombre que los acompañaba, era especial. A lo mejor había oído hablar de Él o, incluso, podía haberlo conocido en alguna ocasión. El caso es que Dimas sabe que Jesús es inocente. Ellos, también lo sabe, no lo son. Y reconoce que son pecadores y que sólo Jesús puede hacer algo por ellos.

Y lo pide. Pide con confianza al Hijo de Dios, que le ayude, que cuando venga con su Reino se acuerde de él porque ha creído que no tiene culpa el Maestro sino que ellos dos sí la tienen.

Jesús, como bien sabemos que hizo otras muchas veces con quien tiene fe y confía en su persona, hace lo único que puede hacer: lo salva.

Le dice el Emmanuel que hoy mismo estaría con Él en el Paraíso. Y alguno podría preguntarse cómo eso es posible si tardaría tres días en resucitar. Sin embargo, el tiempo de Dios no es el mismo que el de los hombres. Y, además, para el Creador nada hay imposible. Tampoco eso.

PRECES

Pidamos a Dios por todos aquellos que no creen poder ser salvados.

Roguemos al Señor.

Pidamos a Dios por todos aquellos que no piden a Dios por su salvación.

Roguemos al Señor.

 

 ORACIÓN

 

Padre Dios; ayúdanos a implorar por nuestra salvación.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

¡Qué ansia querer estar en el Paraíso con Cristo!

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

17.11.25

Amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena - ¿Alguien mejor que Dios?

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

PRESENTACIÓN

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena - ¿Alguien mejor que Dios?

¡Preséntame a Fulano. Relacióname con Zutano!

Y ¿con Dios no te apasiona?” (Beato Lolo, de su libro Bien venido, amor n.º 432)

Los seres humanos somos de carácter social. Es decir, que no se entiende al hombre como viviendo en una isla, separados de todos los demás. Por eso, desde el principio de los tiempos, desde aquel lejano Paraíso, el hombre y la mujer, digamos, se han relacionado con otras personas y han formado lo que llanamente llamamos sociedad.

Esto quiere decir que querer entablar conocimiento con otras personas es algo que nos sale, digamos, de natural, de nuestra propia naturaleza y a nadie extraña eso como es ciertamente evidente.

Cuando Manuel Lozano Garrido escribe eso de “preséntame…” está poniendo sobre la mesa algo que es común y, por tanto, es algo que no es nada extraordinario pero…

Aquí el pero es que está en lo otro. Y es que el Beato de Linares (Jaén, España) hace lo que mejor sabe hacer: contraponer dos realidades que, al parecer, tienen poco que ver una con la otra por las consecuencias que tienen una y otra.

Por un lado, querer formar parte de la sociedad tiene relación directa con esa relación horizontal que es característica de las personas. Pero está la otra, la vertical que mira hacia arriba y que muchas veces tenemos olvidada o, al menos, algo aparcada…

Podemos decir que Lolo nos habla aquí de dos cosas que no son exactamente lo mismo. En primer lugar, con ese “preséntame” nos quiere hacer ver que hay personas que no conocen a Dios y que deberían querer, al menos, conocerlo. Y es que trabar relación con el Creador, con nuestro Creador, no es cosa baladí sino, al contrario, la más importante que debería guiar la vida del hombre.

Pero no siendo poca cosa querer que a Dios se nos presente lo es aún más querer relacionarse con el Señor.

Relacionarse con el Todopoderoso supone dar un paso adelante al respecto de lo que supone, simplemente, conocerlo. Y eso porque ha de ser parte nuestra, de nuestra voluntad, atender lo que el corazón necesita sobre todas las cosas.

Así, por ejemplo, querer relacionarnos con Dios supone prestar una atención muy especial a su Palabra porque la misma contiene todo de todo y todas las cosas de todas las cosas que son importantes, cruciales, para sus hijos.

La Palabra de Dios ha de guiar la vida de quien conoce al Señor y no quiere perderse en un mundo que, por sí mismo, anda bastante perdido por su alejamiento aberrante (por desviado de la propia naturaleza del hombre) del Creador. Y por eso resulta tan importante llevarla a nuestro corazón para que allí nuestra el que es templo del Espíritu Santo y, por tanto, de Dios mismo.

Pero relacionarse con Dios también supone llevar una vida de oración que no se limite a ciertas ocasiones o, en fin…, necesidades más bien egoístas. Es decir, que no vayamos a ella sólo cuando nos encontremos ante una necesidad (sea la que sea) sino que hagamos de ella un instrumento habitual, diario, con el no permitir que el hijo que nos une con el único Dios se rompa sino que, al contrario, se refuerce día a día.

Y también podemos decir que relacionarse con Dios supone ver en el prójimo a Dios mismo. Y eso, siguiendo aquello de “y a tu prójimo como a ti mismo” hacer tan gran mandamiento efectivo y no dejar que se quede en una acertada expresión…

Es cierto que, si bien nos miramos, no siempre hacemos lo que debemos hacer y, por eso mismo, debemos echar algo más que un vistazo a la vida del Beato Lolo porque en ella tenemos el cumplimiento perfecto de la relación con Dios en los aspectos apenas aquí citados. ¡Vaya que es buen ejemplo Manuel!

Eleuterio Fernández Guzmán


Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (137)

Si tendría Dios ilusión de ser amado que, por eso, afrontó escalofriante riesgo de nuestra libertad.”

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

16.11.25

La Palabra del Domingo – Domingo, 16 de noviembre de 2025

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Lc 21, 5-19

5 Como dijeran algunos, acerca del Templo, que estaba adornado de bellas piedras y ofrendas votivas, él dijo: 6‘ Esto que veis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea derruida.’ 7 Le preguntaron: ‘Maestro, ¿cuándo sucederá eso? Y ¿cuál será la señal de que todas estas cosas están para ocurrir?’ 8 Él dijo: ‘Mirad, no os dejéis engañar. Porque vendrán muchos usurpando mi nombre y diciendo: ‘Yo soy’ y “el tiempo está cerca’. No les sigáis. 9 Cuando oigáis hablar de guerras y revoluciones, no os aterréis; porque es necesario que sucedan primero estas cosas, pero el fin no es inmediato.’ 10 Entonces les dijo: ‘Se levantará nación contra nación y reino contra reino. 11 Habrá grandes terremotos, peste y hambre en diversos lugares, habrá cosas espantosas, y grandes señales del cielo. 12 ‘Pero, antes de todo esto, os echarán mano y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y cárceles y llevándoos ante reyes y gobernadores por mi nombre; 13 esto os sucederá para que deis testimonio. 14 Proponed, pues, en vuestro corazón no preparar la defensa, 15 porque yo os daré una elocuencia y una sabiduría a la que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros adversarios. 16 Seréis entregados por padres, hermanos, parientes y amigos, y matarán a algunos de vosotros, 17 y seréis odiados de todos por causa de mi nombre. 18 Pero no perecerá ni un cabello de vuestra cabeza. 19 Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.”

COMENTARIO

Lo que supone ser discípulos de Cristo

En las Bienaventuranzas Jesucristo avisa acerca de las persecuciones que podrían sufrir sus discípulos. Y, sobre eso, dice “Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa.” Y eso es a lo que se refiere ahora, en esta conversación con aquellos que, escuchándole, quieren salvarse.

Cuando Cristo avisa de la destrucción del Templo, ya podemos imaginar la situación en la que quedó, Él mismo, y la Casa de Dios. A muchos, con toda seguridad, debió preocupar mucho aquellas palabras. Y preguntan acerca de eso.

Sabemos, sin embargo, que el Hijo de Dios, más que referirse a la destrucción del Templo que acaecería en el año 70 de nuestra era, lo hacía sobre un tiempo más lejano (no sabemos cuándo) y que tiene que ver con su segunda vuelta al mundo. Aún, pues, no se había ido a la Casa del Padre pero ya ponía sobre la mesa lo que pasaría cuando volviera.

No podemos decir que sean nada agradables las palabras de Jesucristo. No son almibaradas ni dichas para alegrar los oídos y corazones de las que las escuchan. No. Son, simplemente, lo que son, lo que ha de pasar, lo que pasará.

No se dejen engañar, Lucas 21, 5-11 | eBooks Católicos

La cosa, además, no va a ser de repente. Es decir, antes de que el Hijo de Dios venga en su Parusía, han de suceder muchas cosas. Algunas, según se sostiene hoy mismo, ya están sucediendo pero si lo miramos bien, también en otros momentos de la historia del hombre después de la Resurrección de Cristo ha parecido que estaban llegando los últimos tiempos que son, no lo olvidemos, a los que hace referencia el Emmanuel.

No hace falta que las repitamos. En el texto del Evangelio de San Lucas están explicitados los tiempos, las formas y, en fin, lo que sucederá sin temor a equivocaciones ni duda alguna. Lo que sí es importancia es que Jesucristo nos dice que no debemos tener miedo. Y eso, que es fácil de decir, seguramente no será fácil de hacer. No. Y es que es comprensible que el miedo se apodere de los corazones de aquellos que vean que todo se viene abajo, que se es perseguido hasta la muerte y, en fin, que todo parece terminar porque, en efecto, terminará…

Sin embargo, decimos, el miedo no deberá ser acogido en nuestros corazones. La esperanza y la confianza habrán de prevalecer porque Dios está con nosotros y su Santo Espíritu nos iluminará para nuestra defensa o, simplemente, para fortalecer nuestro corazón ante la adversidad y la asechanza del Maligno que, sin duda alguna, gobernará el mundo entonces, cuando vuelva Jesucristo (así está escrito y así será).

Por eso la última esperanza es la que siembra Cristo en nuestro corazón: hemos de ser perseverantes, tanto en la persecución como en la oración. Entonces seremos salvados. Sólo así y sólo entonces.

PRECES  

Pidamos a Dios Por todos aquellos que no quieren tener esperanza en su salvación.

Roguemos al Señor.

Pidamos a Dios por todos aquellos que no confían en la venida de Cristo.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos tener siempre presente la necesidad de perseverancia en la oración y en la esperanza.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

 

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

Lo que ha de venir ya está escrito. Y así es, así ha de ser y así será.

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.