Borja Martínez-Echevarría analiza su documental Heridos. Historias de sanación tras un aborto

Borja Martínez-Echevarría (Madrid, 1975) tiene a sus espaldas más de una década de experiencia como periodista especializado en el mundo de la abogacía. Ejerció como corresponsal bursátil en Expansión TV y fue uno de los impulsores de la sección «Jurídico» del diario Expansión. Ha trabajado en Elconfidencial.com y, como subdirector, en el semanario Alba y en el diario Negocio. En 2012 ganó el III Premio Abogados de Novela con la obra El bufete. En la actualidad es socio de Pérez+Partners.
¿Cómo nace el documental Heridos y qué supone para usted dirigirlo?
El documental surge tras conocer un testimonio de una persona que, años después de haber vivido un aborto, seguía llevando dentro una herida profunda y silenciosa. Una herida que se repetía en otros testimonios. Esa herida, en muchos casos, se manifestaba años después. Reflexioné sobre el número tan grande de personas que han abortado. ¿Cómo era su vida después? ¿Hay una herida? ¿Se puede sanar? De ahí surgió el documental.
Dirigir Heridos ha sido una experiencia transformadora. No solo a nivel profesional, por el reto narrativo y humano que supone abordar un tema tan delicado, sino también a nivel personal. Escuchar tanto dolor y, al mismo tiempo, tanta esperanza, cambia la manera en que uno entiende la vida. En estos días oyendo la parábola del fariseo y el publicano, me he dado cuenta de que, durante mucho tiempo, yo juzgaba a las personas que habían abortado. Y cada vez soy más consciente que ni yo ni nadie, tenemos ninguna autoridad para juzgarlas.
A través de testimonios he podido ver algo muy profundo: la misericordia de Dios hecha vida, cómo Él entra en las historias más rotas y las convierte en caminos de luz. Ver esa transformación en los protagonistas ha sido, sin duda, lo más impactante de todo el proceso.




