El zen no es obligatorio
Antes muertos que hacer lo de siempre, por más que lo de siempre haya dado tan buenos resultados de santidad. Recuerdo aquella vez en que me invitaron a rezar vísperas con una comunidad de religiosas de barrio de esas insertadas en la realidad y comprometidas con no sé qué. Ingenuo de mí me presenté con mi breviario, cuando resultó que las supuestas vísperas eran algo así como un encuentro festivo - solidario - inclusivo - abierto en el que se cambiaron salmos y textos de la Escritura por poemas de Kipling y textos por el estilo.
- Es que hay que cambiar
- Ya. ¿Tan mal resultado está dando la liturgia de las horas?
Lo de cambiar las vísperas por lo de Kipling y esas cosas ya no atrae a nadie. Es más, Kipling es un auténtico desconocido salvo para una tercera edad peudo mística recalcitante.

Ayer se dio a conocer el proyecto ganador del concurso para la resignificación del complejo del que hoy hay que llamar Valle de Cuelgamuros. El ganador lleva por título “La base y la cruz” y de él conocemos ya algunos aspectos. Dice el ministro Torres que en los próximos días conoceremos el proyecto en profundidad.
Revisando papeles, archivos… he encontrado una cosa curiosa de un día de fiesta en un pueblo. Tenían previstas varias misas, y una de ellas se presentaba como “misa de comunión", lo que, claramente, quiere decir que las otras misas no eran de comunión, misas sí, pero donde no comulgaban los fieles.
- ¿Pero no te has fijado?