InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Categoría: Apostolado laico -La Palabra para el Domingo

28.05.22

La Palabra para el Domingo - 29 de mayo de 2022

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Como es obvio, hoy no es domingo 29 sino sábado 28 de mayo de 2022. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del domingo siguiente.

 

También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.

 

Lc 24, 46-53

“46 y les dijo: ‘Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día 47 y se predicara en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén. 48 Vosotros sois testigos de estas cosas.
49 ‘Mirad, y voy a enviar sobre vosotros la Promesa de mi Padre. Por vuestra parte permaneced en la ciudad hasta que seáis revestidos de poder desde lo alto.’ 50 Los sacó hasta cerca de Betania y, alzando sus manos, los bendijo. 51 Y sucedió que, mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo. 52 Ellos, después de postrarse ante él, se volvieron a Jerusalén con gran gozo, 53 y estaban siempre en el Templo bendiciendo a Dios.

COMENTARIO

Cuando Cristo ascendió a los cielos

Jesús tenía que terminar la misión para la que había sido enviado porque era voluntad de Dios que sus discípulos supiesen lo que les iba a pasar en tanto en cuanto Él no volviese a estar entre ellos.

Había profetizado acerca de su vida, de su muerte y de su resurrección. Muchos no entendieron qué quería decir pero después de haberlo visto en varias ocasiones, no les cupo duda alguna de que todo se había cumplido como les había explicado el Mesías que sucedería.

Algo, sin embargo, debían hacen: ir por el mundo predicando que era necesaria la conversión porque con ella se alcanzaba el perdón de los pecados. Y tal misión era la que les encomendaba porque ellos, como les dice Jesús, son “testigos”, han visto y han oído, lo que había pasado y nadie mejor que ellos para dar testimonio, al mundo, de la Verdad.

Les hace varias indicaciones: en primer lugar que se queden en Jerusalén porque, en segundo lugar, les va a enviar el Paráclito, al Espíritu Santo prometido por Dios a su pueblo. Entonces el poder estará con ellos porque les será dado por el Creador.

Y ascendió.

Por qué importa la Ascensión del Señor – St. Hugh Catholic Church & School

Dice el texto del evangelio del médico apóstol que Jesús les bendecía mientras ascendía al cielo o, lo que es lo mismo, a la Casa del Padre. Se separó de ellos bendiciéndolos.

Por eso, era tanto lo que había sucedido en unos pocos días desde el prendimiento, muerte y resurrección de Jesús que aquellos que lo están viendo subir al cielo no pueden, por menos, que postrarse en adoración ante el Hijo de Dios que se les va al cielo para, sin embargo, quedarse con ellos para siempre.

Ya nada, a partir de entonces, podría darles miedo a los apóstoles de Jesús. Así, en su fuerza de espíritu tras ver lo que habían visto tampoco extrañe, pues, que a partir de entonces el Templo fuera el lugar preferido para estar adorando a Dios que había enviado a su Hijo procurar la salvación de la humanidad.

 


PRECES

Por todos aquellos que no confían en las promesas de Dios.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que no se postran, en adoración, ante Dios.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a tener siempre presente al Espíritu Santo en nuestra vida.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.


El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

     

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Y ascendió por nuestro bien. 

Para leer Fe y Obras. 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna

21.05.22

La Palabra para el Domingo – 22 de mayo de 2022

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Como es obvio, hoy no es domingo 22 sino sábado 21 de mayo de 2022. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana, el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del domingo siguiente.

 

También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.

 

 

Jn 14, 23-29


“23 Jesús le respondió: ‘Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él. 24 El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado. 25 Os he dicho estas cosas estando entre vosotros. 26 Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho. 27 Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde. 28 Habéis oído que os he dicho: ‘Me voy y volveré a vosotros.’ Si me amarais, os alegraríais de que me fuera al Padre, porque el Padre es más grande que yo. 29 Y os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis.’”

COMENTARIO


Las promesas de Dios siempre se cumplen

En este momento del relato evangélico referido a la predicación de Jesús en el mundo que le tocó vivir, no hace falta esconder nada para que aún no se sepa quién es aquel Maestro que les está hablando.

Jesús lo dice todo con una claridad más que evidente. No dice que no es quien es sino que, al contrario, quien le ama, ama a quien lo envío que no es otro que Dios mismo. Eso lo debían haber aprendido durante el tiempo que estuvieron pisando la tierra de los caminos por los que transmitieron la Palabra de Dios. Sin embargo, parece que aún no son capaces de entender lo que es tan evidente.

Quien, al contrario, no guarda en su corazón las palabras que dice Jesús no es que sea mala persona o algo por el estilo sino que, simplemente, no lo ama y, por lo tanto, no ama a Dios. Así de sencillo y así de real.

Jesús, sin embargo, les tiene preparada una sorpresa a los que le escuchan: cuando Él se vaya vendrá el Paráclito, el Defensor, el Espíritu Santo, para hablarles de todo lo que deben, aún, conocer. Además, y para empezar, les recordará todo lo que había dicho el Hijo de Dios y que, a lo mejor, habían olvidado.

También les da Jesús la paz. Pero, como muy bien dice el Maestro, la paz que Él da no es la del mundo, siempre tan interesada y preocupada por su egoísmo, sino una paz verdadera porque es la paz del corazón.

EL QUE ME AMA, MI PADRE LO AMARÁ Y NOS MANIFESTAREMOS A ÉLAlgo, sin embargo, debió turbar mucho a los que le escuchaban. Si Jesús dice que se deberían alegrar por el hecho de que se iría con una muerte terrible, eso no podía apoyar el hecho de que se alegraran aquellos que le querían. Como no habían comprendido del todo la enseñanza de Jesucristo, era de esperar que no entendiesen aquello.

A esto Jesús añade algo que es muy importante: Dios es el Todopoderoso y todo lo puede. Y hará que resucite Su Hijo. Entonces, dice Jesús, creerán aquellos que entonces se mostraban incrédulos ante lo que estaba pasando y sucediendo en sus vidas.

Jesús, como Dios hecho hombre, ha de cumplir, cumplió, todo lo que les acababa de decir. Aún no era el momento, seguramente, de que comprendiesen lo que les venía encima pero, en poco tiempo entenderían que todo lo que les había dicho Jesús se había cumplido exactamente, palabra por palabra, circunstancia a circunstancia. Y es que Dios siempre cumple lo que promete.

PRECES

Por todos los que no quieren guardar la Palabra de Dios.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que no ponen su confianza en el Espíritu Santo.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a tener en nuestro corazón a tu Santo Espíritu y a seguir sus mociones e indicaciones.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

    

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Amar a Cristo. ¿Acaso puede haber algo mejor?

Para leer Fe y Obras. 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

7.05.22

La Palabra para el Domingo - 8 de mayo de 2022

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Como es obvio, hoy no es domingo 8 sino sábado 7 de mayo de 2022. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana, el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del domingo siguiente.

También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.

  

Jn 10, 27-30

27 Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas mi siguen. 28 Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano. 29 El Padre, que me las ha dado, es más grande que todos, y nadie puede arrebatar nada de la mano del Padre. 30 Yo y el Padre somos uno.

COMENTARIO

Seguir a Cristo tiene gran regalo

El texto que se nos presenta hoy para reflexión no es muy extenso. Sin embargo, sí es muy denso si nos referimos al sentido espiritual
 que tiene el mismo y, en fin, en lo que supone para nosotros, hijos de Dios.

Jesús habla de ovejas porque pertenecemos al redil del Creador.
 Dice algo que es muy importante: conoce una a una por su nombre. Esto quiere decir que el Hijo de Dios sabe de nosotros, que sabe lo que hacemos y que sabe hacia dónde vamos según qué hacemos.

Pero también dice que las ovejas que creen en él siguen a quien saben que es su Buen Pastor.

En cuanto al seguimiento de Cristo, una cosa es decir que se le sigue y otra, muy distinta, hacer su voluntad que es, en definitiva, la de Dios
. Por eso el Enviado de Dios tiene un mensaje que transmitir que es el que debemos escuchar y, luego, aplicar a nuestras vidas. Así seguimos a Jesús y somos, en efecto, ovejas que conocemos, también, Quién es nuestro pastor.

Pero en estas escasas palabras que dice Jesús hay algo que es muy importante y que va referido a lo que queremos para siempre
: la eternidad. Dice, por eso mismo, Jesucristo, que al conocer y seguir a Cristo, Él nos da la vida eterna que es, como sabemos, para siempre, siempre, siempre.

Yo soy el buen pastor, el que da la vida por sus ovejas! - Revista Vive

Por eso no morirá jamás quien sigue a Cristo y hace lo que debe hacer. Así nos ganamos la vida eterna. Es más, nadie ni nada nos arrebatará de las manos de Jesucristo porque es Dios y contra Dios nada ni nada puede y siempre prevalece.

Dice Jesús que su Padre, que le ha entregado a las ovejas para que las cuide
, es más grande que nada y que nadie. Por eso está por encima de todo (lo ha creado todo y lo mantiene todo) y por eso mismo su voluntad ha de ser cumplida por cada uno de sus hijos. Otra cosa no se espera de nosotros aunque no siempre sea fácil hacer tal cosa.

Es más, nadie puede arrebatar de las manos de Dios a su creación. Contra Dios, Todopoderoso, no hay poder en el universo que pueda y, aunque se manifieste en su contra (ahí está el Maligno para demostrar esto) siempre saldrá vencedor de tal lucha Quién todo lo puede.

Termina, Jesús, diciendo algo que no deberíamos olvidar nunca
: Dios y Él mismo son uno y, por eso, seguir a Cristo es seguir, exactamente (sin disminuciones ni detracciones) a Dios.

PRECES

Por todos los que no quieren conocer a Cristo.

Roguemos al Señor.

Por todos los que no quieren formar parte del redil de Dios.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a no querer nunca salir del redil de Cristo.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.



El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

    

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Siempre debemos seguir al Buen Pastor. 

Para leer Fe y Obras. 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

30.04.22

La Palabra para el Domingo – 1 de mayo de 2022

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Como es obvio, hoy no es domingo 1 de mayo sino sábado 30 de abril de 2022. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana, el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del domingo siguiente.

 

También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.

Juan 21, 1-14

“1 Después de esto, se manifestó Jesús otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Se manifestó de esta manera.
2 Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los de Zebedeo y otros dos de sus discípulos.
3 Simón Pedro les dice: ‘Voy a pescar.’ Le contestan ellos: ‘También nosotros vamos contigo.’ Fueron y subieron a la barca, pero aquella noche no pescaron nada.
4 Cuando ya amaneció, estaba Jesús en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.
5 Díceles Jesús: ‘Muchachos, ¿no tenéis pescado?’ Le contestaron: ‘No.’
6 Él les dijo: ‘Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis.’ La echaron, pues, y ya no podían arrastrarla por la abundancia de peces.
7 El discípulo a quien Jesús amaba dice entonces a Pedro: ‘Es el Señor’, se puso el vestido - pues estaba desnudo - y se lanzó al mar.

8 Los demás discípulos vinieron en la barca, arrastrando la red con los peces; pues no distaban mucho de tierra, sino unos doscientos codos.
9 Nada más saltar a tierra, ven preparadas unas brasas y un pez sobre ellas y pan.
10 Díceles Jesús: ‘Traed algunos de los peces que acabáis de pescar.’
11 Subió Simón Pedro y sacó la red a tierra, llena de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y, aun siendo tantos, no se rompió la red.
12 Jesús les dice: ‘Venid y comed.’ Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ‘¿Quién eres tú?’, sabiendo que era el Señor.
13 Viene entonces Jesús, toma el pan y se lo da; y de igual modo el pez.
14 Esta fue ya la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.


COMENTARIO

Confiar en Cristo

Dice Juan en su evangelio que era, ya, la tercera vez que se les había aparecido Jesús después de la resurrección de entre los muertos. Por lo tanto, fue después, segunda ocasión que sucedió tal cosa, de que le dijera a Tomás, por su incredulidad, aquello de “Feliz el que crea sin haber visto” y tener tal definición como la perfecta de la palabra “Fe”.

Los apóstoles habían vuelto a sus labores. Habían dejado la vida de seguimiento de Jesús que, tras su muerte, resultaba imposible y eran, de nuevo, algunos de ellos, pescadores.

Pero, con la resurrección las cosas habían cambiado un poco y eso les venía a decir Jesús.

Entre los discípulos había uno que debía estar bastante preocupado. Había pasado del gozo de querer entregarse a Cristo a negarle tres veces. Me refiero, claro, a Pedro, que será, precisamente, quien reciba, digamos, una atención especial de parte de Jesucristo.

Como ya había pasado en alguna que otra ocasión, Jesús, ante la falta de pesca, les indica hacia dónde tienen que echar las redes. Encuentran, como era de esperar, pescado, en una cantidad exacta: 153 que era, según tenemos entendido, el número de especies piscícolas que, en aquel entonces se conocía y que, por decirlo así, podría significar que iban a ser pescadores, de hombres como ya les dijo pero de toda la humanidad.

Cristo en el lago Tiberíades

De todas formas, no deja de ser extraño que, siendo la tercera vez que se aparece a sus discípulos más allegados, a alguno de ellos les resulte difícil reconocerlo y tenga que ser Juan, el más joven de entre aquellos, de nuevo, pescadores, quien sepa que se trata de su Maestro.

Es verdad que, una vez que está cerca de ellos ya nos dice San Juan que no querían preguntarle quién era porque ya lo habían reconocido. Tenían, por tanto, algo de miedo de que les dijera que si aún no eran capaces de reconocer a Quien tantas horas habían acompañado.

Pero Jesucristo quería disipar todas las dudas que podían albergar sus corazones. Y por eso les pide algo de comer por si alguno creía que se trataba de un fantasma…

Jesús, como podemos imaginar, come el pescado y les demuestra, así, que su resurrección ha sido, por decirlo para que se entienda, de “cuerpo y alma” pero, sobre todo, de cuerpo que es la única manera de que comprendiesen que todo lo que les había dicho era verdad.

Confiar en Cristo. En eso se resumía todo aquello.

 

PRECES

Por aquellas personas que se alejan de Dios negándolo.

Roguemos al Señor.

Por aquellos discípulos no quieren confiar en Cristo.

Roguemos al Señor.

 

ORACIÓN

Padre Dios: ayúdanos a confiar siempre en Ti.

 

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 


El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

    

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Siempre es bueno confiar en Cristo. 

Para leer Fe y Obras. 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

23.04.22

La Palabra para el Domingo - 24 de abril de 2022

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Como es obvio, hoy no es domingo 24 sino sábado 23 de abril de 2022. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana, el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del domingo siguiente.

 

También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.

 

Jn 20, 19-31
 
“19 Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar  donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: ‘La paz con vosotros.’ 20  Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor. 21      Jesús les dijo otra vez: ‘La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío.’ 22 Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: ‘Recibid el Espíritu Santo. 23  A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.’ 24 Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Los otros discípulos le decían: ‘Hemos visto al Señor.’ 25  Pero él les contestó: ‘Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré.’ 26 Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro y Tomás con ellos. Se presentó Jesús en medio estando las puertas cerradas, y dijo: ‘La paz con vosotros.’ 27 Luego dice a Tomás: ‘Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente.’ 28 Tomás le contestó: ‘Señor mío y Dios mío.’ 29 Dícele Jesús: ‘Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han creído’. 30 Jesús realizó en presencia de los discípulos otras muchas señales que no están escritas en este libro. 31 Estas han sido escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre”.
 

COMENTARIO


Todo se confirmó


Para que  todo lo que hizo tuviera sentido tuvo que aparecerse, Jesús, a sus discípulos que, con miedo, estaban escondidos.
Miedo que era, no podemos negarlo, plenamente justificado conociendo, como conocían, el pensar de sus hermanos en la fe judía. Sólo así comprendieron todos los, para ellos, extraños mensajes  que habían recibido de Él y que, en su tiempo, no entendieron. 

Y se presentó ante ellos con la paz por delante,
como deseándoles lo mejor, la tranquilidad del alma, la mejor forma de manifestarse, la expresión pura y simple de su ser. 

Para que acabaran de creer, les enseñó las marcas de su Pasión. Así, todo se cumplía, la comprensión de sus seguidores fue total. 

Pero no bastó con esto.
Era fundamental que, sobre ellos, exhalara el Espíritu Santo; que, como prometió, fuera conveniente, para ellos que Él se fuera, se marchara al Padre, porque enviaría otro paráclito, otro defensor, ese Espíritu que les iba a guiar, dirigir, marcar el camino hacia Dios. 

Y también llevó a cabo el primer envío después de darles a aquel. Una misión: predicar el Evangelio, esa buena noticia que debían de llevar a todos
,  con el poder de perdonar pecados, y de retener los que creyeran que debían ser retenidos. Todo un poder legítimo, significativo, creador de un nuevo mundo basado en su ejemplo, en su amor, en la Verdad que Él trajo, otros brazos para Dios. 

Y como era esencial llevar a cabo una definición,
el establecimiento de un concepto claro y diáfano de Fe, lo hace en cuanto Tomás, llamémosle el incrédulo, duda de su presencia ocho días antes, ante sus apóstoles, allí, entre ellos, ante sus hermanos de fe. 

Señor mío y Dios mío!

Y como este Apóstol debía tocar para creer, ver para creer, mirar para creer, le conmina a lo que todos sabemos: trae tus dedos, mira mis manos, etc., ante lo cual no pudo salir otra cosa de su boca que la tan conocida expresión de Señor mío y Dios mío pues comprendió, en aquel justo momento, que el Maestro era no sólo Maestro sino Señor y Dios. 

Ante esta expresión de sumisión a Cristo, éste, define, de una manera radical (de raíz), básica, imperecedera, lo que es la Fe:
creer sin haber visto; sin haber visto, dijo. Ahí reside el elemento fundamental de nuestra expresión como cristianos y como hijos de Dios: asentimos ante unos hechos, unas realidades que no somos capaces de comprender. Sin embargo, creemos, tenemos Fe. Y otra cosa que no sea eso, el cuestionar estos hechos y estas realidades con el pretexto de no ser demostrables es, ciertamente, la mejor manera de permanecer alejados del Mesías y, por tanto, de Dios, al que no vemos, pero oramos, seguros, como estamos, de que nos escucha pues, para esto resucitó Cristo.

PRECES

Por todos aquellos que no confían en Dios y en su poder.

Roguemos al Señor.
 
Por todos aquellos que no tienen esperanza en Cristo.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a tener siempre en nuestro corazón  la salvación que nos has procurado.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.


El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

    

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

La fe y tenerla es una gracia de Dios.

Para leer Fe y Obras. 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.