Beato Manuel Lozano Garrido - “Lolo, libro a libro” - Cuando todo es gracias a Dios
Presentación
Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infligían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.
Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.
Cuando todo es gracias a Dios
“Yo estoy aquí, desmantelado, con la crin desposeída de cualquiera gallo de pelea, pero mi poderío, mi grandeza, mi equilibrio tiene el nombre sonoro de Dios y la bravura alucinante de sus hombros que siento y alzando mi fisonomía.” (El sillón de ruedas, p. 163)
Debemos decir algo que es muy importante y que se refiere a la fe del Beato Manuel Lozano Garrido: él siempre quiso ser mártir.
Explicamos esto.
Como Lolo vivió muy de cerca la Guerra Civil Española habida entre los años 1936 y 1939 (había nacido en 1920) siempre le quedó, digámoslo así, en su corazón, el no haber sido martirizado como lo fueron muchos de sus hermanos católicos (sacerdotes, religiosos o laicos) por el mero hecho de serlo. Y no es que quisiera que lo mataran por morir, así, de mártir como algo buscado sino en lo que eso supondría de imagen a tener en cuenta. Y creo que nos explicamos.
Eso, por cierto, lo dice aquí mismo unas líneas antes del texto aquí traído. Y es que, en un momento determinado, aporta esto de su voluntad:
“Ya pienso que hubiera sido un buen oportunismo el de los cuatro tiros momentáneos en olor de juventud.”
¿Quiere decir eso que a Lolo le hubiera gustado morir, así, de bien joven?