InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Categoría: Amigo de Lolo

2.10.23

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Hacerse cargo de uno mismo

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo. 

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien. 

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual. 

 

Frases que bien valen la pena – Hacerse cargo de uno mismo

 

“El mundo, con un sol muy grande encima, es esplendoroso, pero unas tinieblas también son bonitas cuando cada hombre se hace cargo de la oscuridad y enciende la lámpara de su propio corazón.” (Beato Lolo, de su libro Las golondrinas nunca saben la hora)

  

No cabe la menor duda de que el Beato Lolo era una persona verdaderamente optimista. Pero no lo era, como suele pasar a veces, por ignorancia de la realidad o de la verdad sino, justamente, por lo contrario: era perfecto conocedor de “su” realidad y de la verdad acerca de la misma. Y por eso es capaz (porque hay que ser muy capaz) de escribir lo que hoy traemos aquí y que recoge su maravilloso libro Las golondrinas nunca saben la hora.

Es cierto y verdad que en nuestra vida hay cielos luminosos y otros que no lo son tanto. Y en la de Manuel Lozano Garrido es bien sabido que hubo muchos de los segundos pero también sabemos que era un verdadero portento para hacer posible lo que es casi imposible que es, a saber, que lo malo venga a ser bueno. Y para eso hay que tener un corazón fuerte, un alma bien preparada para eso y una fe a prueba de todas las circunstancias que se oponga a una vida mínimamente soportable en lo tocante a lo físico… 

Aquí lo vemos con una claridad meridiana: mundo esplendoroso vs. tinieblas. Es decir, dos situaciones que, como es fácil apreciar, son absolutamente contrarias. 

Alguien puede pensar que Lolo no tuvo muchos momentos, así dicho en general, en los que el sol luciera esplendoroso sobre su cabeza si hablamos de una vivencia ordinaria. Sin embargo, eso, sostener eso, supondría no conocer muy bien a nuestro amigo Manuel. 

Es cierto que sí, que lo pasó mal físicamente y eso bien puede leerse en sus libros donde se habla, de p a pa, de todas sus dolencias y de los intentos de corregir las mismas. Y es que Lolo no era masoquista ni buscaba el sufrimiento por el dolor para caer bien a Dios dándole lástima o algo así. No, eso no era así… 

Lolo, bien al contrario, conocía muy bien las tinieblas por las que pasaba la gran mayoría del tiempo desde que enfermó allá por los primeros años 40 del siglo pasado. Y, como decimos arriba, lo dijo bien dicho donde debía decirlo. Sin embargo, aquí el linarense universal nos da un consejo que es seguro nos puede venir muy bien. 

Hacerse cargo de la oscuridad entendiendo por ella aquellos momentos en los que podemos verlo todo negro según sea nuestra situación física, supone tener un corazón grande y saber aceptar el sufrimiento ser capaz de hacer dos cosas que son muy propias de Lolo: sobrenadar el mismo y procurar tenerlo “con escafandra” en el sentido de que no trascienda al prójimo (siendo eso, como podemos comprender, casi imposible…) 

Y es que Lolo sabe que el corazón, también en el suyo, hay una luz que podemos encender cuando todo lo vemos más bien negro o pasamos, así, por una tiniebla (que es no es negritud pero se le acerca bastante) Tal luz, tal “lámpara” es la de la fe, es Dios mismo en su Persona del Espíritu Santo que mora en el corazón como en un templo. Con tal luz podemos alumbrar nuestro camino y, eso, salir bien de las tinieblas. 

Y sí, bien sabemos que eso es muy difícil pues no es del todo extraño que el sufrimiento ciegue la luz de la que habla Lolo. Pero… bueno… él supo muy bien tenerla encendida muchos años e iluminar su sonrisa y su alegría. Y, aunque, claro, eso sean cosas propias de santos también a nosotros nos da Dios tal posibilidad… si queremos, claro. 

Y Lolo quiso, vaya si quiso.

  

Eleuterio Fernández Guzmán

  

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

  

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

  

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (38)

  

“Las horas más dichosas de nuestra vida, esas que, porque fueron nobles, dejan un dulce recuerdo, no son más que semillas desprendidas del colosal granero de felicidad que es el corazón divino.”

Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

25.09.23

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena- En pocas palabras (1)… Esperanza

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena - En pocas palabras (1)… Esperanza

La esperanza ¡qué buena es por Ti la esperanza! (Beato Lolo, de su libro Dios habla todos los días

No podemos decir que el texto de Lolo que hemos traído aquí sea demasiado extenso. Es más, debe ser el más corto pues sólo consta de 9 palabras que, por decirlo pronto, son bien pocas.

De todas formas, cuando alguien como Manuel Lozano Garrido escribe lo que sale de su corazón es más que probable que no le hagan falta muchas sílabas para dar de lleno en el nuestro y causar buenos efectos.

Ciertamente, al escribir sobre una de las virtudes llamadas teologales, la esperanza, ya podemos imaginar que tiene todo que ver con aquello que es nuestro propiamente dicho y que nos quiere decir algo muy importante.

Sobre esto, sobre la esperanza, sabemos muy bien que se dice eso de que es “lo último que se pierde”. Pero aquí, Lolo, va mucho más allá porque, además de que nunca debemos perderla porque es hacer como de menos a Dios, la relaciona directamente con el Padre Eterno.

Para nosotros, tener esperanza quiere decir que, pase lo que nos pase, siempre vamos a tener un asidero al que cogernos. Y por eso decimos que “tenemos la esperanza de que…”. Y es que, en resumidas cuentas, aún creemos que lo que parece no va por buen camino acabará yendo por el mismo…

Lolo, que es lógico que también estuviera de acuerdo con eso, hace algo más. Y es que se fija en Dios para hablar de la misma. Y no lo hace de una forma, digamos, colateral sino que pone al Creador justo en el centro de la esperanza.

Es verdad que nosotros también creemos que Dios es el centro de toda la esperanza que podemos tener. Pero lo mejor de todo es que, la esperanza, por el Creador no es que sea mejor sino que es buena del todo. Es decir, si tenemos a Dios por el origen de la esperanza, es seguro que saldremos ganando espiritualmente mucho y más que mucho.

Que esto es cierto y verdad lo vemos si analizamos la relación que tenemos nosotros, nosotros por nosotros mismos, con la esperanza. Y es que enseguida nos venimos abajo cuando nos sale mal o no va según nosotros creíamos que iba a salir.

Sin embargo, si nos damos cuenta de que Dios tiene, también, esperanza por nosotros y que jamás desespera (eso sería absurdo) no caeremos en la tentación de hacer de menos a tal virtud por muchos enfrentamientos que tengamos con lo que nos pasa.

Lolo, como vemos, sabe muy bien a qué atenerse al respecto de la esperanza. Y sería más que bueno y recomendable que nosotros tomáramos nota de esto.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.


Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor” (37)

Ternura de madre, fortaleza de padre, cordialidad de hermanos, afecto de amigos. ¡Oh, Señor, qué gozo del amor de todos juntos en Ti!”

18.09.23

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Lo que da Dios y lo que damos nosotros

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena – Lo que da Dios y lo que damos nosotros

No hay ni una persona que pudiera decir que ha pasado por la vida sin haber experimentado la bondad de Dios. Por el contrario, Él sí que podría afirmar lo opuesto de la nuestra.” (Beato Lolo, de su libro Bien venido, amor, número 57)

No podemos dejar de reconocer que muchas veces las verdades pueden llegar a doler mucho y, más que nada, a poner las cartas sobre la mesa…

Todas las personas que nos consideramos creyentes y lo hacemos en el seno de la Iglesia Católica sabemos muy bien, además de tener claro que es la única verdadera que existe en el mundo, que tenemos unos principios que debemos tener muy en cuenta.

Entre los principios, el mayor de todos es el Amor. Y lo escribimos así, con mayúscula para poner énfasis en una palabra que, por su importancia en según lo que hacemos o dejemos de hacer, nos muestra bien a las claras lo que somos y cómo somos…

En el texto que traemos hoy aquí de Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católicay creyente fuerte y de raíz, podemos ver muy bien a qué nos referimos arriba en cuanto al Amor, así escrito con mayúscula.

A este respecto, por muy ciego en la fe que se quiera estar o se quiera manifestar al mundo, está algo más que claro que Dios, Creador nuestro y mantenedor nuestro en el mundo en el que nos ha puesto, nos ama. Y una expresión que bien define su Amor es, precisamente, su Bondad. Dios es, pues, bondadoso con nosotros porque no puede querer nada malo para su descendencia lo cual, por cierto no tendía sentido alguno.

Que Dios es bondadoso lo puede atestiguar todo creyente que sabe que lo es y que se ha visto salvado muchas veces por la Bondad del Todopoderoso, perdonado por su Bondad y amado por su Bondad.

Eso que decimos supra lo entendió muy bien Lolo porque, a lo largo de su vida, experimento la Bondad de Dios en su propia carne y en su propia alma.

Lolo comprendió que Dios era bondadoso con él porque lo había dejado en el mundo a pesar de sus circunstancias físicas o, a lo mejor, por eso mismo. Para ser ejemplo de perseverancia y de aceptación del sufrimiento, espejo donde poder mirarnos y, en fin, realidad propia del Amor del Padre. Y eso bien que lo supo el linarense universal. Y por eso dice Lolo que no hay ni una persona que sea capaz de decir que Dios no ha estado bondadoso con su ser personal…

Pero lo otro también es verdad y es, aquí, lo que resulta tan terrible de leer por haber sido escrito por alguien que supo muy bien del Amor de Dios y de su Bondad.

Lo otro” es, sencillamente, nuestra falta de bondad. Sí.

Bien dice Lolo que Dios conoce más que bien que nosotros, muchas veces, no somos bondadosos en muchas ocasiones y, como aquel que tanto debía a su señor que le perdonaba una gran deuda pero no quería hacer lo propio con un deudor suyo de muy poco, nosotros, decimos, no somos bondadosos. Es cierto y verdad.

Cuando dice Lolo que Dios sí puede afirmar que nosotros no somos bondadosos quiere poner sobre la mesa que el Todopoderoso todo lo ve y todo lo contempla; en definitiva, que no podemos escapar al conocimiento total que tiene sobre su creación.

En realidad, entre lo que Dios da y lo que nosotros damos hay tanta distancia como la que existe entre nosotros y nuestro Creador según creamos en la misma o no. Y Lolo, que estaba muy cerca del Padre Eterno, tenía más que claro que la Bondad, así en mayúsculas, no era una quimera sino que dependía, exactamente, de cada uno de nosotros.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (36)

Cuando la felicidad no tiene ya el tormento de una sed, su dicha dosificada o los tijeretazos al tiempo, se llama Cielo.”

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

11.09.23

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Es posible no estar solo nunca

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos…
imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena – Es posible no estar solo nunca

No estoy solo cuando hay quien sigue un llamamiento, se apropia una ración del dolor del mundo, traspasa una consolación que necesitaba, perdona un gran agravio, ahoga el resentimiento, espiga las rosas de su corazón.” (Beato Lolo, de su libro Las estrellas se ven de noche)

La comunión de los que aman al prójimo. Lo escrito es esto.

Lo que decimos inmediatamente arriba no se trata de ninguna exageración sino de lo que, en lo tocante a Lolo, es lo que le pasa, lo que tiene por verdad y así lo escribe.

Para empezar… es posible que alguien pudiera pensar que Manuel Lozano Garrido, según era su situación física (aislado sin poder ir a ningún lado ni nada por el estilo) podría sentirse solo o, algo así, como en soledad. Sin embargo, nada más alejado de la realidad.

De todas formas, no hablamos de una soledad en el sentido de que nadie lo acompañase pues la verdad era todo lo contrario: nunca le faltaba compañía con la que hablar o trabajar.

Aquí, a lo que se refiere el Beato de Linares (Jaén, España) es una comunión muy especial y que tiene que ver con el amor que se tiene por el prójimo estando a lo que dice Cristo acerca de que debemos amar al prójimo como a nosotros mismos…

Lolo, en efecto, nunca se siente solo. Y no se siente solo por todo lo que a continuación, enumera o, al menos, cita en cierto orden:

No está solo cuando, por ejemplo, alguien tiene a bien servir al prójimo al seguir, eso, un llamamiento de alguna necesidad,

No está solo cuando, por ejemplo, alguna persona hace suyo un dolor o un sufrimiento del que tenga conocimiento,

No está solo cuando, por ejemplo, se es capaz de ir más allá de un dolor o un sufrimiento o, como diría el propio Manuel, se sobrenada sobre uno y otro,

No está solo cuando, por ejemplo, aunque eso pudiera parecer imposible según somos las personas, somos capaces de otorgar un perdón que, para nosotros, cuesta mucho esfuerzo espiritual otorgar. Y por eso habla Lolo de un “gran agravio” pues cuanto más grande sea el mismo mayor ha de ser nuestro perdón…

No está solo cuando, por ejemplo, muy a pesar de lo dolido que tengamos el corazón somos capaces de dejar ahí aquel agravio que tenemos contra tal o cual persona. Ahogar, así, el resentimiento, resulta de todo punto crucial para mantener un alma sana y limpia,

No está solo cuando, por ejemplo, muy a pesar de los pesares somos capaces de cosechar aquellas rosas que tenemos en el corazón o, lo que es lo mismo, cuando alcanzamos a sacar lo bueno del mismo y ofrecerlo al prójimo.

Podemos ver que no son pocas las oportunidades que tiene Lolo (y, así, nosotros mismos) de no estar solo y, a pesar de su vivencia personal, alcanzar eso que llamamos comunión de los que aman al prójimo.

El caso es que tal comunión creemos que se debe a que algo así como una conexión espiritual existe entre todas aquellas personas que son capaces de cumplir, por así decirlo, algunas de las condiciones que Manuel Lozano Garrido cita en esta parte de su libro Las estrellas se ven de noche.

En resumidas cuentas: Lolo nunca está solo porque es imposible del todo que, en cualquier parte del mundo, no se cumpla, cuando sea, algunas de las condiciones que hace no posible la soledad de Lolo. Y en todo momento, en cualquier momento, nuestro amigo se sabía siempre acompañado, no obstante bien podemos definirlo como ejemplo total y absoluto de amor al prójimo.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (35)

“Dios no necesita buscar la felicidad, ‘es’ la Felicidad”

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

4.09.23

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Lo que Dios hace por sus hijos

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena: Lo que Dios hace por sus hijos

Regalo, por último, el de Dios mismo, con su Ideario y su Carne, positivando la inutilidad y dándola al revoleo de la Verdad, de la Caridad, de la Fe y de la Esperanza.” (Beato Lolo, de su libro El sillón de ruedas)

Manuel Lozano Garrido titula un capítulo de uno de sus libros “De profesión, inútil”. Y es que, a lo mejor, creía que su situación era la propia de una persona que, como decimos arriba, ni sirve ni vale para nada.

De todas formas, la actitud de Lolo no es, precisamente, la de alguien así. Y lo demuestra en estas palabras que, alojadas en su libro El sillón de ruedas muestran hasta dónde Dios hace con aquellos que ha creado y que son semejanza suya.

Dios, por una parte, tiene un “Ideario” pero, a su vez, es real como la vida misma y es, así, “Carne” en el sentido más elemental que podamos aportar.

Podemos decir que lo que Dios hace con sus hijos lo hace desde una forma de hacer las cosas que tiene su espiritualidad intrínseca pero que, a su vez, tiene resultados efectivos y reales en quienes reciben de Sí bienes, dones y gracias. Esa decir, hay en qué basarse y tiene tal realidad consecuencias muy reales y verdaderas.

Por tanto… ¿qué es lo que hace Dios con sus hijos?

A este respecto, el Beato de Linares (Jaén, España) lo dice aquí con toda claridad: le da la vuelta a todo lo que puede considerarse malo para que sea bueno y favorezca, así, a quien puede encontrarse en la situación anterior que debe cambiar.

En realidad, positivar lo negativo es lo mismo que pasar de lo malo a lo bueno, de lo negativo a lo positivo. Y todo eso con las consecuencias reales que tiene tal situación.

Es decir, que pasar la inutilidad a la utilidad no es poca cosa sino mucha y más que mucha. Y es que podemos imaginar lo que puede suponer, para quien se crea inútil darse cuenta de que no lo es y que, al contrario, puede ser más que útil a sí mismo y al prójimo. Y eso es lo que le pasó, precisamente a Lolo y es la razón por la que debió escribir esto que hemos traído hoy aquí.

La cosa, con ser importante, no queda ahí sino que va más allá de la mera positividad de lo que no lo era. Y por eso aporta el linarense universal lo que supone esa utilidad nueva, ese ser que, ahora, no se siente inútil sino que se da al mundo en toda su grandeza (la de ser hijo de Dios que ha visto revuelta su vida)

Así, que las virtudes que llamamos “cardinales y la Verdad misma hagan aquí su aparición tiene todo que ver con lo que es posible llevar a cabo ahora que lo negativo a venido a ser positivo.

La Verdad es la que ha hecho posible, Dios mismo, el tal cambio; la Fe es la que ha aumentado al ver la propia acción del Todopoderoso; la Esperanza es la que cimentará, en lo sucesivo (si es que no lo hacía ya) el devenir personal y no cabrá desesperación alguna; y, por fin, la Caridad, ese Amor expresado en acciones y oraciones en favor del prójimo, se adueñará del corazón de quien ha visto como su vida ya no es inútil sino, al contrario, más que útil.

Y todo esto porque Lolo se dio cuenta de que eso es lo que le había pasado a él mismo. Nada más y nada menos que eso habiéndose dado Dios como regalo.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (34)

El nido que recibe el pájaro, la lluvia que desciende sobre el árbol, y ese ancho pan que es el trigo, los sentimientos y las esperanzas para el hombre, son los frutos diarios de la justicia del Creador. ”

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.