Enric Sopena o/y la miseria moral
Hay personas que, cuando hablan o escriben manifiestan su naturaleza de tal forma que no cabe, ya, la menor duda de que la tienen negra y bastante podrida.
Por ejemplo, el director del engendro internáutico llamado “El plural” (nunca un nombre demostró, mejor, lo falso de su contenido) escribió, el pasado 5 de mayo, algo parecido a un artículo rebosante de basura intelectual, analfabetismo funcional y un poco de ridículo anticlericalismo.
Vamos, ejemplo típico de alguien de izquierdas acostumbrado a ir detrás de los curas con un palo o con una antorcha si se trata de acudir a visitar un Templo.