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21.10.23

La Palabra  para el Domingo - 22 de octubre de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 22 de octubre de 2023 sino sábado, 21. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.  


Mt 22, 15-21



“15 Entonces los fariseos se fueron y celebraron consejo sobre la forma de sorprenderle en alguna palabra. 16  Y le envían sus discípulos, junto con los herodianos, a decirle: ‘Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios con franqueza y que no te importa por nadie, porque no miras la condición de las personas.17 Dinos, pues, qué te parece, ¿es lícito pagar tributo al César o no?’18 Mas Jesús, conociendo su malicia, dijo: ‘Hipócritas, ¿por qué me tentáis? 19 Mostradme la moneda del tributo.’ Ellos le presentaron un denario. 20 Y les dice: ‘¿De quién es esta imagen y la inscripción?’ 21 Dícenle: ‘Del César.’ Entonces les dice: ‘Pues lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios.’”

COMENTARIO 

Hay que dar a Dios lo que es de Dios
 
Seguramente la expresión de Jesús, lo que nos dice, en este texto del evangelio de San Mateo, es una de las más conocidas de las muchas que dijo a lo largo de su vida pública. Y de ella, además, se ha interpretado lo que tiene que ver con la vida, en general del creyente católico.

Sin embargo, siendo esto importante (y algo se dirá después) el caso es que el contexto en el que Jesús dice lo que dice tiene mucho que ver con la trampa y con el engaño aunque, de verdad, también tiene que ver con la ignorancia absoluta acerca de Quién era Jesús cuando habla al respecto del César y de Dios.

En cuanto a la trampa y al engaño, aquellos que querían perseguir a Jesús porque no entendían lo que decían y, también, porque creían que no les convenía para nada, buscan cogerlo en un renuncio. Por eso le preguntan acerca de los impuestos que los judíos han de pagar al invasor romano.

Adulan a Jesús. Aquellos que le preguntan al Maestro sobre qué deben hacer empiezan hablando sobre la veracidad de las palabras del Hijo de Dios. Y eso es verdad. Sin embargo, lo hacen porque quieren hacer ver a Jesús que estiman, en mucho, sus palabras y sus opiniones cuando, en realidad, tienen el peor pensamiento sobre Él. Y es que, en verdad, eran fariseos en todos los sentidos del término.

Dicen, también, una gran verdad: a Jesús no le importa lo que puedan decir los demás acerca de lo que dice. Y tal es así porque lo que dice es Palabra de Dios y eso, aunque ellos, al parecer, no lo saben, es la verdad más verdadera. Por eso a Jesús no le importa decir lo que tiene que decir acerca de la moneda que pide que le muestren.

El caso es que con aquella moneda Jesús sienta una doctrina que, desde entonces, ha valido para siempre.

Dad al César lo del César, y a Dios lo de Dios

Así, por ejemplo, nos dice que una cosa es el mundo y otra, muy distinta, Dios. Y a cada uno hay que dar lo que le corresponde.

Y es que al mundo hay que darle aquello que, en conciencia, le corresponde: desempeñamos una labor, un trabajo… pues hacer honradamente lo que debemos hacer; en la vida política… lo que nos corresponde de acuerdo con la doctrina católica; etc.

Pero a Dios no debemos olvidarlo. En primer lugar, porque es nuestro Creador; en segundo lugar porque decimos que es lo más importante por encima de todas las cosas y que lo amamos con todo el corazón, con toda el alma y con todas nuestras fuerzas.

Por tanto, a Dios debemos darle lo que, legítimamente le corresponde: amor y oración: entrega a su voluntad y petición o agradecimiento.

Lo que Jesús les dijo a los hipócritas que le preguntaban era que no podían olvidar a Dios y sólo ocuparse del mundo. Hacer eso era comportarse como malos hijos del Todopoderoso y eso Jesús no podía soportarlo ni quería callarlo.

Dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César… porque a cada cual le corresponde lo que le corresponde recibir. Y no podemos dejar de lado al Creador para atender, en exclusiva, al mundo porque supondría seguir un camino torcido hacia su definitivo Reino.

Y eso, lo que dijo Jesús, seguramente no gustó a quienes le habían preguntado. Ellos esperaban una respuesta más tibia… a su mismo nivel.


PRECES

 Por todos aquellos que no quieren separar al mundo de Dios.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que pretenden engañar a Dios en su corazón.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a tenerte siempre presente y a no ceder a las asechanzas del Maligno en el mundo.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 
Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

Dar a Dios lo que es de Dios… es cierto que no siempre lo hacemos.


Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

16.10.23

Un amigo de Lolo – Campanadas de necesidad – I, Humildad

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).Presentación

Como suele ser habitual con el Beato de Linares (Jaén, España) Manuel Lozano Garrido, más conocido como Lolo, lo que escribe mueve a percibirlo como algo importante. Y eso es lo que ha pasado con esto.

El que esto escribe tiene por buena cosa publicar los artículos que Lolo dio a la luz pública (en los más diversos medios escritos) en la página de la Fundación Lolo. Y, como podemos imaginar, los hay de toda forma y condición cumpliendo siempre la característica de ser más que recomendable su lectura.

Pues bien, cumpliendo con tan gozosa labor, me correspondió publicar un artículo-petición tituladoDoce peticiones para doce campanadas” que Lolo había publicado el 8 de enero de 1955 en la revista “Signo”.

Debo reconocer que al leer las tales “campanadas” (referidas las mismas a las primeras del primer día del año) tuve la sensación de que tal texto debía ser difundido lo más y mejor posible porque son unas verdaderas campanadas de necesidad. Y por eso, a partir de hoy mismo, paso a publicar, con la ayuda de Dios, una a una, las doce de las que habla el texto con un humilde comentario del que esto escribe que es, sin duda, lo peor de todo lo que aquí se va a traer…

Vamos a poner siempre el texto que precede a las campanadas que es el que sigue:

Estoy ante Ti, Señor, en este instante fugaz, a caballo de dos tiempos. Hace frío, y hace ahora en raro crepitar de estrellas. Se diría que todo descansa, pero el silencio de ahora nace de un duermevela electrizante.

¡Ves, Señor! En tus plazas y pueblos se han congregado muchedumbres con las frentes en alto; pero Tú no te hagas ilusiones, porque esos ojos que se describirán de ansiedad están hoy polarizados apenas por la estricta circulación de un reloj. Es absurdo, mi Cristo, pero así es. “Entonces- dirás, ¿es que al fin se reúnen para amarse?” No; en el fondo, esas células que integran lo que se llama la multitud tienen entre sí la repelencia de lo egocéntrico. Para ellos, en la autopista del tiempo corren hoy sólo dos leves saetas la carrera de lo personal. Apenas cuando crucen conjuntamente la cinta de las doce oirás el estruendo con que cada uno festeja el aparente hallazgo de un seguro de vida.

Para entonces, quiero ofrendarte mi súplica.

He oído ya la puesta en marcha de una sonajería y el martillo de bronce está en alto para la danza de las horas y el rigodón de la vida. En su honor, barrena ya la noche la pacífica metralla del champán y de lo que pudo ser tu sangre, el vino. Pero antes que con las burbujas llegue hasta tu rostro la afrenta que omite la gratitud a tu nombre, tolera que te envíe, como doce recursos de urgencia, los telegramas de otras tantas súplicas para cada una de las doce campanadas que inician el año.”

Y, a continuación, lo que corresponde a cada una de ellas.

Campanadas de necesidad – I Humildad

I

HUMILDAD

Para este primer tañido, permite, Señor, que dé la primacía a la Humildad. Para mí y mis hermanos pido la gracia que nos haga ser esos niños que aseguran tu reino.

Desde las encrucijadas que son las fronteras hasta los círculos que delimitan el carácter, se escucha el restallido de un látigo de soberbia. Cada día, en el altar del dios yo, se inmola el amplio holocausto que va desde la flor silvestre de la libertad humana hasta el bárbaro genocidio de los pueblos. Por eso, Cristo, revitaliza la lección de tu presencia junto al hedor del establo. Que por ella se extinga en nuestros corazones la sed de dominio y el “non serviam” que estamos coronando. Que vuelva la personalidad para el hombre; y la Ciencia te sitúe como eje de toda sabiduría. Que caiga sobre nuestra cerviz tu yugo, que más que yugo es un divino carisma.”

Podemos decir que Lolo empieza bien estas primeras campanadas del año porque lo hace con algo que tantas veces nos falta como es la humildad.

No duda lo más mínimo el Beato de Linares (Jaén, España) en citar en primer lugar a la que tantos problemas nos evitaría si no cayéramos en lo que dice a continuación y que es un pecado más que grave por las consecuencias que trae: la soberbia.

Resulta síntoma de comprender el corazón del hombre y de atender al de Jesucristo cuando dijo que el Reino de los Cielos era de quien se manifestaba como un niño (entendiendo esto, claro está, como debe ser entendido) Y es que por eso pide Manuel Lozano Garrido (se lo pide a Dios, que es nuestro Señor) porque sabe que, de otra forma, será difícil que las puertas del Cielo (abiertas, precisamente, gracias a Cristo y a su sacrificio de Pasión) se nos abran y podamos entrar por ellas a ocupar una de las mansiones que nos está preparando el Maestro.

Bien sabe Lolo que la soberbia se enseñorea del mundo todo lo que puede y nos hace la vida más que difícil cuando atendemos a sus reclamos y lo hacemos sin darnos cuenta de que, en realidad, no somos nada ante Dios.

Soberbia que, por tanto, debe ser contrarrestada con la humildad porque de ella parte que no caigamos en la primera en aplicación de la segunda, base del “humus” a partir del cual formó Dios a nuestros Primeros Padres y delimita lo que en, en realidad, somos: vasijas de barro fácilmente rompibles si, por ejemplo, nos ensoberbecemos…

El dios yo”. A eso se refiere Lolo cuando aplica la soberbia en su estricto, pero básico, sentido. Todo lo ciframos a querer lo que creemos es necesario para nosotros y, si es posible, restregárselo en la cara a quien se ponga por delante. Y todo, cuando eso pasa, queda, como dice Lolo, queda como inmolado en ese altar de nosotros mismos para nosotros mismos. Y, como podemos comprender, eso no del gusto ni gozo de quien dio todo en vida por el prójimo y todo a Dios que no es otra persona que Manuel Lozano Garrido: nada de soberbia, todo humildad fue su vida.

No quiere Lolo otra cosa que pedir a Jesucristo (Dios hecho hombre) que no seamos dominadores, que en contra del “non serviam” apliquemos el “serviam” pues ya dijo el Hijo de Dios que no había venido a ser servido sino, al revés, a servir. Y, al parecer, eso no lo acabamos de entender y aplicamos en nuestra vida, justamente, lo contrario… ¿Y puede ser el discípulo más que su Maestro?

Y, por otra parte, si por carisma podemos entender qué es lo que conduce a la persona a lo largo de su vida quiere Lolo que, precisamente, el que lo es divino y que consiste en el yugo de Cristo sobre nosotros sea, eso, sobre nosotros y así dulcifiquemos nuestra soberbia hasta hacerla desaparecer a cambio de la humildad y por la humildad.

Bien podríamos decir con aquel eso de “humildad, divino tesoro” aunque, ciertamente, sea un “tesoro” encontrado y no escondido…

¡Ah!, y escribe Humildad con mayúscula. Por algo será…

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Campanadas que enmudezcan lo mundano siempre valen la pena y a nuestra alma bien le vienen.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor” (40)

“Dios, como el pan y el agua, existe para todos y satisface plenamente a todo el que se decida a saborearlo.”

……………………………

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

14.10.23

La Palabra para el Domingo - 15 de octubre de 2023

Resultado de imagen de SAnta Biblia

Como es obvio, hoy no es domingo 15 de octubre de 2023 sino sábado, 14. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario. 

 
Mt 22, 1-14

  
1 Tomando Jesús de nuevo la palabra les habló en parábolas, diciendo:

2 ‘El Reino de los Cielos es semejante a un rey que celebró el banquete de bodas de su hijo. 3 Envió sus siervos a llamar a los invitados a la boda, pero no quisieron venir.4 Envió todavía otros siervos, con este encargo: Decid a los invitados: ‘Mirad, mi banquete está preparado, se han  matado ya mis novillos y animales cebados, y todo está a punto; venid a la boda."’ 5 Pero ellos, sin hacer caso, se fueron el uno a su campo, el otro a su negocio; 6 y los demás agarraron a los siervos, los escarnecieron y los mataron. 7 Se airó el rey y, enviando sus tropas, dio muerte a aquellos homicidas y prendió fuego a su ciudad.8  Entonces dice a sus siervos: ‘La boda está preparada, pero los invitados no eran dignos. 9 Id, pues, a los cruces de los caminos y, a cuantos encontréis, invitadlos a la boda. 10 Los siervos salieron a los caminos, reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala de bodas se llenó de comensales. 11 ‘Entró el rey a ver a los comensales, y al notar que había allí uno que no tenía traje de boda, 12  le dice: ’Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de boda?’ El se quedó callado. 13 Entonces el rey dijo a los sirvientes: ‘Atadle de pies y manos, y echadle a las tinieblas de fuera; allí será el  llanto y el rechinar de dientes.’14 Porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.’”   

COMENTARIO

Dios nos llama para que acudamos

Es bien sabido que el Creador, que mantiene su Creación, quiere que estemos junto a Él. Nos llama, por tanto, cuando quiere llamarnos porque otra no puede ser la voluntad del Padre Eterno. 

También Jesús utiliza la parábola para referirse a Dios, a su definitivo Reino. Y nos habla de un banquete como expresión de la vida en el Cielo, como lo mejor que puede ser y suceder donde reina, en su definitivo Reino, el Todopoderoso. 

El banquete por excelencia es al que querríamos asistir en el Cielo. Allí, donde no hay dolor ni padecimiento alguno y donde la tristeza desaparece para siempre jamás, Dios está sentado a la mesa y espera nuestra llegada. Nos invita. Poco a poco va llamando a los que quiere que estén a su lado. Y envía a quien tiene por oportuno para llamarnos. 

El Creador no hace acepción de personas porque nos quiere a todos y a todos nos llama. Por eso, a lo largo de nuestra vida podemos optar por seguirlo o no seguirlo. Dios nos da libertad para hacer eso, incluso arriesgándose a que lo olvidemos y no queramos saber nada de Quien nos creó. 

Todo está preparado en el Cielo. Es más, está preparado siempre y para siempre porque a todos nos llega la hora de acudir ante el Padre y, de ser aceptados por nuestra limpieza de alma, pasar a su definitivo Reino. O, alternativamente, ir al Purgatorio hasta que estemos tan limpios de alma como Dios merece. 

Pero, el caso es que no siempre estamos dispuestos a seguir la voluntad de Dios y oscurecemos nuestro corazón sin querer, por eso, prepararnos para entrar en el banquete que el Creador nos tiene preparado. 

Muchos Son Los Llamados Y Pocos Los Escogidos. Mateo 22:14

El caso es que, incluso queriendo acudir es posible que no estemos convenientemente preparados por haber incurrido en actos pecaminosos o pensamientos del mismo jaez. Entonces Dios nos advierte para que sepamos a qué atenernos: tal forma de proceder no nos conviene nada de nada porque puede tener funestas consecuencias para nuestra vida eterna… o muerte eterna. 

A tal respecto, Jesús nos dice algo que es muy importante: Dios nos llama a todos, en efecto pero no todos acuden a la llamada. A los que sí acuden y responden positivamente a lo largo de una vida lo más cercana a lo que Dios quiere de nosotros, se les prepara un sitio en el banquete; a los que no responde positivamente sino todo lo contrario… a tales personas (a sus almas y, luego, tras la resurrección, a sus cuerpos y a sus almas) no les espera nada bueno. 

Habla Jesús del llanto y del rechinar de dientes. Y sólo puede deberse al Infierno y al destino que tienen aquellos que se empecinan en desoír la llamada de Dios a acudir a su banquete. ¿Dios nos llama y respondemos que no queremos acudir? 

Tal forma de ser y de actuar es gran ceguera que, además, no es nada conveniente para nosotros. 

Y, a pesar de eso, hay tanto ciego en el mundo…

 
PRECES

Por todos aquellos que no escuchan la Palabra de Dios.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que miran para otro lado cuando Dios los llama.

Roguemos al Señor.

 
ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a estar atentos siempre a tu llamada y a seguirla.

 
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

  
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 

Panecillo de hoy:

Ser llamados por Dios y no escuchar… en realidad es un mal negocio espiritual.


Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

9.10.23

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Un corazón que comprende el dolor

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena - Un corazón que comprende el dolor

Pero aceptar es comprender y la luz no irrumpe más que con las puertas del corazón abiertas de par en par.” (Beato Lolo, de su libro Cartas con la señal de la Cruz)

Cualquiera podría decir que Manuel Lozano Garrido pasó por situaciones físicas la mar de peliagudasy que las mismas podrían haber erradicado de él su alegría y su forma de ser. Sin embargo, bien sabemos que eso no fue así.

En su libro Cartas con la señal de la Cruz Lolo contesta, como el propio título dice, a cartas que le envían personas que se encuentra postradas en una cama o atadas a un sillón de ruedas y en muchas otras situaciones de tal jaez

EXCURSUS

Recomendamos vivamente la lectura de este libro, de sus Cartas con la señal de la Cruz, porque es un verdadero tesoro que, es seguro, además de conmover el corazón de quien lo lee por los casos que allí aparecen, es cierto y verdad que hará pensar en según qué situaciones por las que pasamos y, sobre todo, por las que no nos gustaría pasar nunca.

FIN DEL EXCURSUS

Decimos arriba, pues, que no erradicó la enfermedad ni el sufrimiento que se derivó de la misma la alegría de Lolo. ¿Y esto, cómo era posible?

En estas pocas palabras que hemos traído hoy aquí el Beato de Linares(Provincia de Jaén, España) lo dice, como suele decirlo Lolo, con toda sencillez pero, sobre todo, con toda claridad. Y, al parecer, no hacen falta grandes cosas ni pensamientos exagerados. Lolo, en su sencillez profunda, lo dice.

Ciertamente, antes de este texto Lolo debe haber hecho uso de la palabra “aceptar” al respecto del sufrimiento(no otra cosa puede ser tratándose su libro de lo que trata…) Y por eso dice luego, ahora mismo, lo que aquí dice.

¿Y qué dice Manuel?

Manuel dice que hay que comprender el sufrimiento porque comprender es aceptaro aceptar es comprender que, para el caso, parece ser lo mismo.

Cuando se comprende el sufrimiento se ha de entender que nos explicamos el mismoy, yendo más allá, que estamos de acuerdo con lo que nos pasa y que, al contrario, no lo tenemos como realidad incomprensible para nosotros y nos nos preguntamos eso tan socorrido de ¿Por qué a mi me pasa esto?…

En realidad, la comprensión no es más que (en lo tocante al sufrimiento) llegar a descubrir el sentido más profundo que tiene el mismoy no quedarse en la superficie de la aguja, la venda o cualquier otro instrumento que caiga sobre nosotros…

¿Acaso el sufrimiento es más de lo que es?

Sí. Lolo demostró a lo largo de su dolorosa y sufriente vida que, en efecto, el sufrimiento es mucho más de lo que es. Por eso, comprenderlo es llegar al fondo del mismo y, al fin y al cabo, aceptarlo como es y, a lo que a nosotros respecta, tenerlo como una parte de nuestra vida que es muy valiosa y de la que podemos obtener fruto abundante.

Pero es que, cuando comprendemos el sufrimiento(como efecto de lo dicho inmediatamente arriba) la luz entra en nuestro corazón.Y entra porque, a través de tal comprensión, hemos abierto las puertas del mismo. Y es que, en efecto, si no aceptamos lo que debemos aceptar es más que probable que las llaves con las que tantas veces cerramos el corazón no abran nuncala puerta de acceso al mismo.

Y, ya, para terminar, sólo nos queda decir que Lolo fue un verdadero ejemplo de comprensión del sufrimientosobre el que sobrenada con total perfección.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.


Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor” (39)

Dios no podría ser feliz si no pudiera hacer felices ”

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

7.10.23

La Palabra para el domingo - 8 de octubre de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 8 de octubre de 2023 sino sábado, 7. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario. 

Mt 21, 33-43
  
“33 ‘Escuchad otra parábola. Era un propietario que plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó en ella un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos labradores y se ausentó. 34 Cuando llegó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores para recibir sus frutos. 35 Pero los labradores agarraron a los siervos, y a uno le golpearon, a otro le mataron, a otro le apedrearon. 36  De nuevo envió otros siervos en mayor número que los primeros; pero los trataron de la misma manera. 37 Finalmente les envió a su hijo, diciendo: ‘A mi hijo le respetarán.’ 38 Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron entre sí: ‘Este es el heredero. Vamos, matémosle y quedémonos con su herencia.’ 39 Y agarrándole, le echaron fuera de la viña y le mataron. 40 Cuando venga, pues, el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?’ 41 Dícenle: ‘A esos miserables les dará una muerte miserable arrendará la viña a otros labradores, que le paguen los  frutos a su tiempo.’ 42   Y Jesús les dice: ‘¿No habéis leído nunca en las Escrituras: = La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido; fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos? = 43 Por eso os digo: Se os quitará el Reino de Dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos.’”

         
COMENTARIO
 
Y Dios envío a su Hijo a la viña y ya sabemos qué pasó
 
Jesús, como es más que conocido y verdad, hablaba de forma que aquellos que le escuchaban entendieran lo que quería que conociesen. De no haberlo hecho así y llegar al mundo con algún estímulo sobrenatural estricto sensu seguramente nadie habría entendido nada de lo que dijera y tal no era la misión que debía cumplir. 

Hacía uso, por eso mismo, de la parábola que, por decirlo pronto, no era invento suyo sino que ya se utilizaba en su tiempo en cosas de enseñanza espiritual. Y se servía de ella pues haciendo lo propio con ejemplos de la vida ordinaria eran muchos más los que acababan por entender lo que quería decir. 

Y tal es el caso de la que recoge, en el día de hoy, el evangelio de San Mateo. 
Y es muy dura para los oídos de los que la estaban escuchando no muy habituados a escuchar según qué cosas… 

Dios, que había creado al hombre y lo había conducido a lo largo de la historia de la humanidad, conocía el declive que seguía su creación humana. No siempre actuaba de forma fiel y se apartaba de su lado más veces de las que era conveniente… para la misma. 

Por eso, de tanto en tanto y desde cuando escogió a Abrahám como padre de la fe de un pueblo, hasta entonces, politeísta,
se veía en la necesidad de sugerir, a determinadas personas, que comunicasen al pueblo elegido lo que quería Dios de él. Eran los llamados profetas que, como bien sabemos, no siempre fueron bien mirados por los destinatarios de los mensajes del Creador. En verdad, lo extraño es que fueran bien mirados y atendidos  en cuanto decían. 

El Periódico de México | Versión para imprimir | Columnas-VoxDei | «La  piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido»

Ciertamente da la impresión de que aquellos que escuchan a Jesús no acaban de entender que se estaba refiriendo a su mismo pueblo, a los profetas escogidos por Dios y a la muerte que les habían procurado sus propios hermanos en la fe.

Pero aún hay algo peor: no acaban de ver que se está refiriendo a Él mismo como el Hijo del dueño de la viña (Dios) que es enviado y, luego, asesinado de forma vil por aquellos que había acudido a salvar. 

Sin embargo, 
aciertan en el diagnóstico de la situación: se les despojará de todo. 

Todo estaba a punto de cambiar, empezando por tal despojamiento.

En efecto, 
Dios había enviado a su propio Hijo. Aquellos que le estaban escuchando serían de los que traicionaría, otra vez, a Dios, y procurarían su muerte. Y, ciertamente, el Reino se les iba a quitar a través de una nueva, definitiva, alianza hecha a través de Aquel que les estaba hablando. 

Sin embargo, incluso hablando así, muchos, ciegos voluntarios, no le entendieron porque no querían entender nada que se opusiese a su orgullo y/o a su soberbia. Y así les fue.

 
PRECES

Por todos aquellos que no quieren entender lo que Cristo dice.

Roguemos al Señor.

 
Por todos aquellos que ven en Cristo al Mesías enviado por Dios al mundo.

Roguemos al Señor.
 

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a tener siempre a tu Hijo como hermano y Dios mismo hecho hombre.

 
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 

Panecillo de hoy:

No seamos nosotros de los que matamos a Cristo… otra vez.


Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.