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11.11.23

La Palabra  para el Domingo - 12 de noviembre de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 12 de noviembre de 2023 sino sábado, 11. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.  



Mt 25, 1-13


1”Entonces el Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes, que, con su lámpara en la mano, salieron al encuentro del novio. 2 Cinco de ellas eran necias, y cinco prudentes. 3 Las necias, en efecto, al tomar sus lámparas, no se proveyeron de aceite;4 las prudentes, en cambio, junto con sus lámparas tomaron aceite en las alcuzas. 5 Como el novio tardara, se adormilaron todas y se durmieron.6 Mas a media noche se oyó un grito: “¡Ya está aquí el novio! ¡Salid a su encuentro!"7 Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas. 8 Y las necias dijeron a las prudentes: “Dadnos de vuestro aceite, que nuestras lámparas se apagan.” 9 Pero las prudentes replicaron: “No, no sea que no alcance para nosotras y para vosotras; es mejor que vayáis donde los vendedores y os lo compréis.” 10 Mientras iban a comprarlo, llegó el novio, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de boda, y se cerró la puerta. 11Más tarde llegaron las otras vírgenes diciendo: “¡Señor, señor, ábrenos!” 12 Pero él respondió: “En verdad os digo que no os conozco.” 13 Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora.`”
  

COMENTARIO

Cuando quiera llega Dios

En realidad, aunque muchas veces lo diga Cristo y otras tantas veces se nos repita, no parece que entendamos lo que quiere decir que en cualquier momento podemos ser llamados a la Casa del Padre. En cualquier momento se nos puede requerir para comparecer ante el tribunal de Dios y rendir, digamos, cuentas, de nuestra existencia, ver en qué consiste nuestro debe y nuestro haber y, en fin, resultar de una forma u otra,  juzgados.

Algo así les pasaba a aquellas doncellas que no parecían tener claro que cuando menos se lo esperaran podía llegar el novio y, así, entrar en la fiesta de bodas. Se confiaron más de la cuenta y fueron, como suele decirse, necias.

Es cierto que puede parecer que Dios tarda en llamarnos porque para todo el que anhela la vida eterna, el paso por esta vida le ha de parecer excesivamente extenso. Y la confianza en el no saber es, casi siempre, el peor enemigo que nos encontramos y quien nos provee de una especie de falta de razonabilidad que nos impele a no hacer lo que debemos.

La parábola de las diez vírgenes – PEREGRINO DE LO ABSOLUTO

Y, sin embargo, a pesar de nuestro actuar negligente (no prepararnos como deberíamos prepararnos) tendremos que comparecer exactamente igual ante el tribunal de Dios. En tal momento, seguramente, echaremos de menos no haber hecho lo que deberíamos haber hecho a su tiempo: perdonar cuando se nos ofendía, ofrecer ayuda a quien la necesitaba, acompañar a quien se encontraba en soledad y ser, en fin, fieles discípulos de Cristo como decíamos que lo éramos.

El aceite para las lámparas es como la fe para nuestro corazón de fieles cristianos. Si nos falta el mismo, difícilmente nos podrá iluminar a nosotros mismos y al prójimo y no servirá para lo que está preparado que sirva.

Por eso nos pide Cristo que velemos o, lo que es lo mismo, que estemos siempre preparados para la llamada de Dios. Y tal preparación sólo puede consistir en fortalecer nuestra fe y llevar a cabo un comportamiento adecuado y que se adecue a la misma. De otra forma, en primer lugar, no haremos lo que tenemos que hacer y, en segundo lugar, defraudaremos a Aquel que nos creó y que quiso, para nosotros, una vida acorde con su voluntad.
 

PRECES

Por todos aquellos que no se preparan para la llamada de Dios.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que no quieren escuchar la llamada a la confesión de la fe.

Roguemos al Señor.

 
ORACIÓN

 
Padre Dios; ayúdanos a no olvidar que, en cualquier momento puedes llamarnos y lo que eso significa para nosotros y para nuestra vida.


Gracias, Señor, por poder transmitir esto.
 

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 

Panecillo de hoy:

¡Cuánto nos conviene estar preparados ante la llamada de Dios!


Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

6.11.23

Un amigo de Lolo – Dies Natalis de Lolo

Dies Natalis del beato Lolo, el domingo 3 de noviembre | Beato Manuel  Lozano Garrido, beato Lolo

Hoy es un gran día para celebrar porque un santo ha subido al Cielo…

Bueno, en realidad, eso podríamos decirlo del pasado 3 de noviembre porque tal día, del año del Señor de 1971, Manuel Lozano Garrido, Lolo para sus amigos, fue llamado por Dios y eso quiere decir, antes de nada, que es el día en que nació, espiritualmente a la vida verdadera, como fuente de todo lo que es fuente Lolo. Vamos, que el pasado viernes fue el Dies Natalis de Manuel.

Ciertamente, que eso es así pero esperamos se nos perdone. No es que se nos haya olvidado escribir sobre tan importante día sino que, como es obvio, aquí, en esta casa de InfoCatólica, publicamos sobre Lolo los lunes y eso, el calendario, es el que es…

Bueno, pues, en la seguridad de ser perdonados por el homenajeado y loado aquí y, esperamos, de parte de los posibles lectores de esto, pasemos a lo que importa.

En realidad, cuando se habla del Dies Natalis de cualquier creyente es que algo bueno ha pasado con tal creyente. Es decir, que ha tenido que ser una persona, como diría San Josemaría, de “criterio” y de fe para que se predique eso de ella. Y con esto queremos decir que al utilizar tal término no hablamos sólo del día concreto de la muerte de una persona sino que, yendo más allá, nos adentramos en terrenos espirituales que han de querer decir mucho de en quien eso recae.

Ciertamente que ahora, algunas décadas después de aquel 3 de noviembre sabemos con certeza lo que pudo ser de Lolo cuando entregó su espíritu. Sin embargo, algo ya había en su existir que hacía presagiar lo que tuvo que pasar según nuestra fe cristiana, aquí católica.

El caso es que el Manuel Lozano Garrido (aún no lo citamos como Beato porque entonces aún no lo era según los trámites y procesos necesarios para eso) arrastraba o, mejor, llevaba sobre sí, una fama de santidad más que bien ganada. Es decir, que nosotros digamos ahora que alcanzó el Cielo de inmediato no desdice nada de todo lo que tuvo que pasar después (y esperemos que pasar para su próxima Canonización) sino que, como creyentes, sabemos que aquel Dies Natalis lo fue en verdad y de verdad: que Lolo vio a Dios en aquel mismo momento, el de su muerte.

Quizá se nos podrá decir que los métodos, que si lo que establece la Iglesia para que se pueda decir, legal y legítimamente, que eso fue así, no es cosa poco importante pero, entonces, ¿no sirve para nada lo vivido por los que lo conocieron? ¿no se trata de eso la “fama de santidad”?

Pues bien, que a nosotros nos parece muy bien lo que la Santa Madre Iglesia establece para estos casos pero nos parece aún mejor creer que Lolo subió al Cielo cuando expiró. Vamos, como que hay Dios.

Felicidades, por tanto, Lolo y felicidades “por tanto”.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Seguro que a Lolo lo recibieron muy bien en el Cielo. 

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor” (42)

El espíritu de Dios es como una fuente inagotable de muchos caños, en los que unos dan alegría, paz, gozo y esperanza,y otros fe, amor, fortaleza, mansedumbre y pureza”.


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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

4.11.23

La Palabra para el Domingo - 5 de noviembre de 2023

Resultado de imagen de SAnta BibliaComo es obvio, hoy no es domingo 5 de noviembre de 2023 sino sábado, 4. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.  

Mt 23, 1-12



“1 Entonces Jesús se dirigió a la gente y a sus discípulos 2 y les dijo: ‘En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. 3 Haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen. 4 Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas. 5 Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres; se hacen bien anchas las filacterias y bien largas las orlas del manto; 6 quieren el primer puesto en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, 7 que se les salude en las plazas y que la gente les llame’“Rabbí’. 8 ‘Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar ‘Rabbí’ porque uno solo es vuestro Maestro; y vosotros sois todos hermanos. 9 Ni llaméis a nadie “Padre” vuestro en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre: el del cielo. 10 Ni tampoco os dejéis llamar ‘Directores’ porque uno solo es vuestro Director: el Cristo. 11 El mayor entre vosotros será vuestro servidor. 12 Pues el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado.”


COMENTARIO

Verdades más que importantes

El Hijo de Dios fue enviado al mundo para que se cumpliese la Ley de Dios. Y eso, en aquel mundo en el que le había tocado vivir, no era de lo más fácil ni sencillo.

El caso es que
sabía muy bien cómo eran aquellos que, se suponía, cuidaban al pueblo elegido por Dios, desde el punto de vista espiritual. No hacían las cosas, precisamente, como debían.

En muchas ocasiones se había visto obligado el Hijo de  Dios a leerles la cartilla a fariseos, escribas y demás. Y es que, conociendo como conocían la Ley de Dios, no le gustaba, para nada, que no hicieran lo que debían en tal materia y cargaran, sobre las espaldas de los fieles judíos, grandes pesos, muchas normas y leyes, que impedían que su vida de fe fuera fluida. Y eso, para Jesucristo, era hacer un flaco favor a los que debían alcanzar el Reino de Dios.

Casi podemos imaginar lo que pasaría por el corazón de Cristo cuando viera que los que estaban destinados por Dios a ser guías de su pueblo se comportaban como los que impedían que sus fieles hijos alcanzaran conocimiento verdadero y cierto acerca de la voluntad del Padre. Y es que era como negarles el Cielo.

De todas formas,
Jesucristo, abunda en lo que debe ser tenido en cuenta por todos aquellos que anhelan alcanzar la vida eterna. Y es que, por decirlo así, Dios no nos va a llevar, a arrebatar, del mundo para que entremos, sin más, en su definitivo Reino. No. Nosotros debemos ser buenos hijos suyos y, para eso, no hay que olvidar lo que no hay que olvidar.

Así, por ejemplo, debemos tener muy bien entendidos toda una serie de principios como, por ejemplo, el de saber quien es nuestro único Maestro (Cristo); también, quien es nuestro Padre del Cielo (Dios).

Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será  ensalzado.

Y entonces, justo después de decir que no caigamos en determinados comportamientos, siembra en el corazón de aquellos que le escuchan y, ahora, en el nuestro, los principios fundamentales que debe seguir todo discípulo suyo:


1. Servir.

2. Ser humildes.

Decir esto pudiera parecer, sólo, una declaración de intenciones. Es decir, debemos hacer eso y ya está.

Sin embargo,
hay mucho encerrado en hacer eso y no un simple cumpli-miento (el famoso cumplo y miento) y poco más…

Así, por ejemplo, servir al prójimo supone hacer lo mismo que hizo el Maestro Jesucristo cuando vivió entre aquellos otros nosotros. Eso hizo a lo largo de su vida y, al final, en la Última Cena donde manifestó que eso, lavar los pies (en un sentido básico y amplio del servicio) a sus discípulos, era lo que ellos debían hacer.

Pero también nos quería decir que debemos hacer algo a lo que no siempre estamos dispuestos: ser humildes.

La humildad es la verdadera piedra de toque del discípulo de Cristo. Y es que ser capaz de humillarse, de saberse el último de entre los hijos de Dios (nada ante el Padre y nada ante el prójimo) es lo mismo que reconocer lo que, verdaderamente, somos.  Y eso, como es fácil, comprender, no es siempre sencillo sino, en la mayoría de las ocasiones, casi imposible por cómo somos los seres humanos de egoístas y de soberbios…

De todas formas, no podemos olvidar lo que supone humillarse. Y supone ser enaltecido. Y tal enaltecimiento no creemos se refiera Jesucristo a lo que pueda suceder envida de quien actúe con humildad sino que eso acaecerá en el Cielo donde la recompensa es mayor cuanto mayor sea el buen comportarse del hijo de Dios en el mundo.

Vemos, por tanto, que 
Cristo nos previene contra aquellos comportamientos que puedan, en el fondo, causarnos daño y que nos pone sobre la pista de cómo debemos comportarnos y actuar.

No será, podríamos decir, porque no nos ha avisado…
  

PRECES 

Por todos aquellos que prefieren disimular su fe.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que ni quieren ser humildes y no quiere ser servidores.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a ser humildes y a servir al prójimo.

  
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

  
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 

Panecillo de hoy:

Ya dijo Dios que había que escuchar a Su Hijo. Pues eso… 


Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.