La Palabra para el Domingo - 5 de noviembre de 2023

Resultado de imagen de SAnta BibliaComo es obvio, hoy no es domingo 5 de noviembre de 2023 sino sábado, 4. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.  

Mt 23, 1-12



“1 Entonces Jesús se dirigió a la gente y a sus discípulos 2 y les dijo: ‘En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. 3 Haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen. 4 Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas. 5 Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres; se hacen bien anchas las filacterias y bien largas las orlas del manto; 6 quieren el primer puesto en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, 7 que se les salude en las plazas y que la gente les llame’“Rabbí’. 8 ‘Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar ‘Rabbí’ porque uno solo es vuestro Maestro; y vosotros sois todos hermanos. 9 Ni llaméis a nadie “Padre” vuestro en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre: el del cielo. 10 Ni tampoco os dejéis llamar ‘Directores’ porque uno solo es vuestro Director: el Cristo. 11 El mayor entre vosotros será vuestro servidor. 12 Pues el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado.”


COMENTARIO

Verdades más que importantes

El Hijo de Dios fue enviado al mundo para que se cumpliese la Ley de Dios. Y eso, en aquel mundo en el que le había tocado vivir, no era de lo más fácil ni sencillo.

El caso es que
sabía muy bien cómo eran aquellos que, se suponía, cuidaban al pueblo elegido por Dios, desde el punto de vista espiritual. No hacían las cosas, precisamente, como debían.

En muchas ocasiones se había visto obligado el Hijo de  Dios a leerles la cartilla a fariseos, escribas y demás. Y es que, conociendo como conocían la Ley de Dios, no le gustaba, para nada, que no hicieran lo que debían en tal materia y cargaran, sobre las espaldas de los fieles judíos, grandes pesos, muchas normas y leyes, que impedían que su vida de fe fuera fluida. Y eso, para Jesucristo, era hacer un flaco favor a los que debían alcanzar el Reino de Dios.

Casi podemos imaginar lo que pasaría por el corazón de Cristo cuando viera que los que estaban destinados por Dios a ser guías de su pueblo se comportaban como los que impedían que sus fieles hijos alcanzaran conocimiento verdadero y cierto acerca de la voluntad del Padre. Y es que era como negarles el Cielo.

De todas formas,
Jesucristo, abunda en lo que debe ser tenido en cuenta por todos aquellos que anhelan alcanzar la vida eterna. Y es que, por decirlo así, Dios no nos va a llevar, a arrebatar, del mundo para que entremos, sin más, en su definitivo Reino. No. Nosotros debemos ser buenos hijos suyos y, para eso, no hay que olvidar lo que no hay que olvidar.

Así, por ejemplo, debemos tener muy bien entendidos toda una serie de principios como, por ejemplo, el de saber quien es nuestro único Maestro (Cristo); también, quien es nuestro Padre del Cielo (Dios).

Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será  ensalzado.

Y entonces, justo después de decir que no caigamos en determinados comportamientos, siembra en el corazón de aquellos que le escuchan y, ahora, en el nuestro, los principios fundamentales que debe seguir todo discípulo suyo:


1. Servir.

2. Ser humildes.

Decir esto pudiera parecer, sólo, una declaración de intenciones. Es decir, debemos hacer eso y ya está.

Sin embargo,
hay mucho encerrado en hacer eso y no un simple cumpli-miento (el famoso cumplo y miento) y poco más…

Así, por ejemplo, servir al prójimo supone hacer lo mismo que hizo el Maestro Jesucristo cuando vivió entre aquellos otros nosotros. Eso hizo a lo largo de su vida y, al final, en la Última Cena donde manifestó que eso, lavar los pies (en un sentido básico y amplio del servicio) a sus discípulos, era lo que ellos debían hacer.

Pero también nos quería decir que debemos hacer algo a lo que no siempre estamos dispuestos: ser humildes.

La humildad es la verdadera piedra de toque del discípulo de Cristo. Y es que ser capaz de humillarse, de saberse el último de entre los hijos de Dios (nada ante el Padre y nada ante el prójimo) es lo mismo que reconocer lo que, verdaderamente, somos.  Y eso, como es fácil, comprender, no es siempre sencillo sino, en la mayoría de las ocasiones, casi imposible por cómo somos los seres humanos de egoístas y de soberbios…

De todas formas, no podemos olvidar lo que supone humillarse. Y supone ser enaltecido. Y tal enaltecimiento no creemos se refiera Jesucristo a lo que pueda suceder envida de quien actúe con humildad sino que eso acaecerá en el Cielo donde la recompensa es mayor cuanto mayor sea el buen comportarse del hijo de Dios en el mundo.

Vemos, por tanto, que 
Cristo nos previene contra aquellos comportamientos que puedan, en el fondo, causarnos daño y que nos pone sobre la pista de cómo debemos comportarnos y actuar.

No será, podríamos decir, porque no nos ha avisado…
  

PRECES 

Por todos aquellos que prefieren disimular su fe.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que ni quieren ser humildes y no quiere ser servidores.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a ser humildes y a servir al prójimo.

  
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

  
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 

Panecillo de hoy:

Ya dijo Dios que había que escuchar a Su Hijo. Pues eso… 


Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

Todavía no hay comentarios

Dejar un comentario



No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.