InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Archivos para: Mayo 2021, 11

11.05.21

Un amigo de Lolo – Lolo fue periodista – así, y 9

Presentación

Beato Manuel Lozano Garrido, beato Lolo sonriendo

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista que vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infligían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

 

Lolo fue periodista – así, y 9

 

 “Y por último, tantas gracias ocultas de quejas aceptadas y rodillas que sangran, a ver si pudieras que estén siempre en mí la brecha del sudor y el esfuerzo, para que un hombre vaya por la acera o aprisa, y se dé con tu rostro, le sonría entre líneas.” (Mesa redonda con Dios, p. 76)

 

 Es curioso que este texto haya que empezarlo por el final para que se entienda mejor. Y es que se trata, por así decirlo, del colofón de estas peticiones de Lolo a Dios acerca de su labor de periodista. 

Antes que eso debemos decir que el Beato de Linares (Jaén, España) Manuel Lozano Garrido, como en muchas otras ocasiones en aquello que escribe, tiene muy en cuenta a su prójimo a quien ama, como hay que hacer, como a sí mismo, en justa correspondencia con la Voluntad de Dios. Por eso lo que pide lo es para el otro. 

Bueno, pues una vez sentada esta premisa general, vayamos con la cosa. 

Hemos dicho antes que hay que empezar por el final. Y es que cuando decimos eso de “leer entre líneas” queremos decir que sí, que a lo mejor, algo no está así escrito pero que se puede entender, sobreentender, leyendo entre las líneas en las que está escrito eso.

 Algo así pasa cuando Lolo habla de que un hombre, al darse con el rostro de Dios, aún sin verlo, “entre las líneas” de esa su vida acabe entendiendo que sí, que su Creador está ahí y que nunca le da de lado o se olvida de su descendencia. 

Esto lo decimos así porque entre lo primero, el amor al prójimo, y lo segundo, este “leer entre líneas”, del prójimo que así lee, hay una clara relación que la pone Lolo y que es su trabajo como periodista. Y es por esto que sigue. 

Esa sonrisa entre líneas que anhela el Beato de Linares para todo aquel que se encuentra con Dios ha de tener un fundamento que tiene que ver con lo que Lolo es. Y queremos decir con esto que las quejas que ha aceptado (seguro que con mucho esfuerzo) y el decir que las rodillas sangran sin poder ponerse él en tal posición, ha de querer decir que su esfuerzo, el que pide a Dios, es cierto y verdadero. 

Quiere Lolo algo que, sabiendo su situación física, nos hace pensar que nos encontramos ante un verdadero gigante de la fe. Y es que le pide a Dios “sudor” y “esfuerzo” y bien sabemos que tuvo una cosa y la otra tanto como quien, queriendo beber agua tiene a su disposición muchas fuentes y ríos… 

Sabe Lolo que Dios lo ha agraciado y que, por lo tanto, dispone de muchas gracias para gozarse en lo que hace y, además, saber que lo hace por las razones por las que lo hace. Y eso, estamos seguros, tuvo que llenarlo de valor para enfrentar su todo físico y darle, casi, de lado, para seguir el camino que lo iba a llevar a la vida eterna. Y eso lo hizo, además, pensando en los demás, en un bienestar espiritual por el cual dio su propia vida, día a día, alfilerito a alfilerito que se le clavaba, como él mismo dijo, en cada poro de su cuerpo. 

Y todo esto es, ni más ni menos, que, por su parte, terminar a lo grande. Tan grande como es Lolo.

 

     

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Saber sufrir, espiritualmente hablando, es un verdadero tesoro.

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.