En el principio estaba Eru, el Único, que en Arda es llamado Ilúvatar…
En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios , y el Verbo era Dios…
Pronto será San Juan Evangelista (el 27 de diciembre). Y nos place y gozamos con felicitar, en el día de su santo a otro Juan, llamado John por ser inglés su nombre y ser tal su lengua, digamos, oficial, pues es bien sabido que tuvo otras muchas más… Y, aunque es cierto que lo podíamos haber hecho el pasado 24 de junio, día en el que se celebra a San Juan Bautista, lo bien cierto es que nos equivocamos entonces de santo (mea y grave culpa del que esto escribe) y tuvimos que guardar el artículo para ahora… por lo cual les pedimos perdón por tanta torpeza por nuestra parte pero, como podrán leer aquí, la referencia bíblica sólo acuerda con San Juan Evangelista, si ustedes nos entienden, que diría Sam Sagaz. O, al menos, lo felicitamos ahora por ser, la fecha de hoy, más cercana a la de su nacimiento (el próximo 3 de enero) En fin…
Resulta curioso, aunque no increíble ni fuera de lugar que una persona como J.R.R. Tolkien, creyente católica, tenga una relación especial con otros creyentes que, a lo largo de la historia, han sido.
Para la festividad de San José dimos en publicar un artículo en el se podía ver una relación muy especial entre el padre putativo de Jesucristo y el autor de El Hobbit. Y allí expusimos lo que creíamos evidente de ver cómo, por ejemplo,
“San José cuidó muy bien a su hijo, enseñándole un oficio lo mismo que hace Tolkien con sus personajes a los cuales enseña el oficio que a cada uno le corresponde y que desempañan más que bien,
San José enseña valores y principios religiosos a su hijo que lo llevan por el camino del Bien lo mismo que Tolkien hace con sus especiales hijos, sus personajes, a los cuales también inculca un respeto por una serie de valores y principios que son los que encauzan por el buen camino y no hacen que se pierdan salvo los que ya están perdidos.”
Existe, como se puede ver y cualquiera sabe (creemos) una relación más que directa entre el principio de El Silmarillion y el principio del Evangelio de San Juan. Y es lo que hemos traído a modo de encabezamiento de este artículo.
Resulta curioso que hubiera quien, al leer el principio de la obra que nunca pudo publicar en vida Tolkien dijera algo así como “¡Bah, lo mismo que en la Biblia!” Y es que decir eso suponía, para empezar, hacer de menos a la Escritura Santa, como dándole poca importancia y, luego, no querer ver el sentido de todo lo que venía después de ese “En el principio estaba Eru…”
Pero también existe una relación más que directa entre el San Juan y Tolkien. Y es que el símbolo del primero es el Águila y las águilas están más que bien tratadas en la obra del profesor de Oxford y son tenidas muy en cuenta como seres que, verdaderamente, ayudaban a conservar la vida en los tiempos turbulentos de la Tierra Media.
Aquí podemos ver a las Águilas en la versión de San Juan (El Águila, como símbolo del Evangelista) y en la de Tolkien. En este último caso están más que bien representadas al traer aquí a Gwaihir, a la sazón descendiente de Thorondor y que, como su sucesor, por así decirlo, toma su lugar como Rey de las Águilas.
Como tal, San Juan, en forma de Águila, vio todo lo que debía ver en lo que luego sería su Apocalipsis y J.R.R. Tolkien, mediando las águilas, pudo contemplar los más diversos acontecimientos que acaecían en la Tierra Media y, si era necesario, echar una mano o mejor, unas garras en defensa del Bien por parte de Gwaihir y los suyos…
De todas formas, estamos más que seguros que ahora mismo habrá quien le saque más relación a San Juan Evangelista y a Tolkien. Sin embargo, aquí estamos (además de para apuntar, aunque sea) para felicitar a nuestro amigo (así consideramos a quien todo de sí lo da) por ser hoy, precisamente, su santo.
Y podemos decir, por ejemplo:
Felicidades, John, por haber sido tan franco en tu obra y en tu fe tan acertado,
Felicidades John, por haber querido que vibráramos con las aventuras de tus personajes y haberlo conseguido,
Felicidades John, por haberte enfrentado a los obstáculos más diversos a la hora de publicar tus cuentos y que vencieras en simpar batalla a razones y verdades,
Felicidades John, por decir tanto sobre qué pasaba por tu corazón sin decirlo…,
Felicidades John, por haber sido capaz de inspirar en nosotros lo bueno y mejor que hay en tu obra escrita,
Felicidades John, por querer ser el representante de todos los que vencen al perseverar,
Felicidades John, por haber sabido fijar unos personajes ejemplo de lo bueno y mejor que podemos amar y querer,
Felicidades John, por haber encontrado el amor y perseguirlo hasta las últimas consecuencias,
Felicidades John, por haber sido como fuiste y convertirte en inmortal en nuestros corazones.
Seguramente, es más que posible decir muchas cosas más acerca de lo que ansiamos manifestar en este especial día de San Juan Evangelista. Y estamos seguros y más que seguros que J.R.R. Tolkien está de acuerdo con esto pues lo decimos con franqueza y verdad.
Felicidades John, y gracias por todo.
Eleuterio Fernández Guzmán
Socio de la STE (Sociedad Tolkien Española) con el número 1714
Panecillos de meditación
Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
Panecillo de hoy:
Tierra Media: otra Tierra, esta Tierra.
Para leer Fe y Obras.
Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.