Pío XII y, como ejemplo, un judío que dejó de serlo
Mañana, 9 de octubre de 2008, hará medio siglo que Eugenio Pacelli, más conocido como Pío XII, subió a la Casa del Padre.
El Gran Rabino de Roma (a partir de 1940), Israel Anton Zoller, había muerto el 2 de marzo de 1956 (justo el mismo día que Pío XII cumplía 80 años) Por tanto, lo hizo 2 años antes que lo hiciera el Papa que, con su actitud, le hiciera cambiar, ni más ni menos, que de religión: se convirtió al catolicismo y fue bautizado (junto con su esposa, el 13 de febrero de 1945), pasándose a llamar Eugenio Pío Zolli.
Es de suponer que aquel judío, bien formado en la Palabra de Dios y conocedor de todo lo relacionado con el Antiguo Testamento, no era una persona poco docta ni incapaz de comprender lo que había pasado: se había encontrado con Jesucristo viendo, en el comportamiento de Pío XII, la encarnación de la doctrina del Hijo de Dios.
Ya dejó escrito Eugenio Zolli, en su libro “Antisemitismo” que “El judaísmo mundial tiene una gran deuda hacia Pío XII por los repetidos y urgentes llamamientos a la justicia y, cuando éstos no sirvieron, por las enérgicas protestas contra leyes y procedimientos inicuos“.