La Palabra del Domingo - 7 de septiembre de 2008
Mt 18:15-20
15 Si tu hermano peca, ve y corrígelo en privado. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano.16 Si no te escucha, busca una o dos personas más, para que el asunto se decida por la declaración de dos o tres testigos. 17 Si se niega a hacerles caso, dilo a la comunidad. Y si tampoco quiere escuchar a la comunidad, considéralo como pagano o publicano.
18 Les aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desaten en la tierra, quedará desatado en el cielo.
19 También les aseguro que si dos de ustedes se unen en la tierra para pedir algo, mi Padre que está en el cielo se lo concederá.
20 Porque donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos.
COMENTARIO
Corrección fraterna y oración
1.-Inmediatamente antes del texto del Evangelio de san Mateo recoge el mismo evangelista que Jesús había hablado de la oveja perdida y del pastor que deja a las demás para buscarla. El mismo sentido de ir a buscar a quien se ha perdido, a quien ha pecado, es el que quiere dejar, aquí, explicado el Maestro.
2.-Por eso, Jesús alecciona a sus discípulos sobre dos realidades que son, desde entonces, muy importantes para el cristiano: la corrección fraterna y la oración.