Así es un villano y un impresentable... anónimo

Siempre hay que manifestar contento cuando un sacerdote se incorpora a la red de redes porque, además, cumple el lema de la Jornada Mundial de las Comunicaciones celebrada el pasado domingo 16 de mayo que decía (y en espíritu seguirá diciendo siempre) “El sacerdote y la pastoral en el mundo digital: los nuevos medios al servicio de la Palabra”.

Por eso me alegré cuando tuve conocimiento que el Padre Mario Ortega había abierto un blog en La Gaceta donde tiene su nido Paco Pepe, a la sazón Francisco José Fernández de la Cigoña.

Era, y es, cosa buena, que un sacerdote nos diga lo que piensa sobre los diversos temas que afectan a la Iglesia católica.

Sin embargo, siempre tiene que haber desalmados que se protegen del anonimato para expeler heces a través de las teclas del ordenador.

Esto lo digo porque el primer comentario, ¡El primero!, que tuvo el blog de don Mario Ortega fue el siguiente:

#1
PCE (no verificado)
19:16 | 13 de mayo, 2010
Importante: Este es el único comentario que hay en todo su blog, señor cura.
Y dice así:
Me aburro y D10s se llama Diego Armando Maradona, no existe ningún otro. (Bueno, Messi se le acerca pero no hay más.
Que usted abuse de menores bien, señor cura.

Es decir, que si abrió el blog a las 18:40, poco más de media hora después alguien que, sólo por caridad llamaremos persona x tuvo a bien, primero, entrar en la página de La Gaceta, luego buscar un blog que, claro, era nuevo y, luego, soltar un veneno que dice muchas cosas del tipo de sociedad en la que estamos.

Si analizamos, brevemente, el comentario de un tal “PCE”, que hay que tener ganas de acudir donde no te llaman, vemos lo siguiente:

1.-Ateísmo mundano

Decir que no existe más Dios que un ser humano es manifestar cierto grado de idiocia pero, en realidad, es poner las cosas en el justo lugar donde se abandona al Creador para ponerse en manos, por ejemplo, de un ídolo. Y esto es algo bastante común, incluso, entre creyentes que, al menos, así de definen.

2.-Extensión de la pederastia a todo el sacerdocio

Sin embargo, a parte de la majadería citada arriba, hay algo que define, muy bien, a quien hace tal comentario y a quienes podrían adherirse al mismo.

Son pocas palabras pero definitorias de una forma de proceder: “Que usted abuse de menores bien, señor cura”.

¿Hasta dónde está llegando el asunto de la pederastia como para que se puede hacer tal tipo de comentarios?

Dar por supuesto que un sacerdote, por el hecho de serlo, va a cometer el terrible delito del que son acusados algunos sacerdotes o religiosos, es, en primer lugar, algo injusto y, en segundo lugar, muestra de hasta dónde ha podido, o está llegando, el odio hacia la Iglesia católica. Todo vale contra la Esposa de Cristo y si, por ejemplo, se siembra la especie según la cual un sacerdote es, ya, un pederasta no en potencia sino en acto… de ahí, al linchamiento hay muy poco, pero que muy poco espacio de tiempo.

A mí a esto sólo se me ocurre llamarse villanía y comportamiento impresentable.

Y esto, que puede parecer la intervención de algún exaltado es, creo yo, un síntoma de un pensamiento que, poco a poco, se ha ido inoculando en amplias capas de la sociedad y que consiste en que, sin razón alguna, la Iglesia católica es culpable de muchas cosas que pasan tan sólo por ser Iglesia y por ser católica.

Valga esto, si puede ser posible, para reconocer, en primer lugar, el valor de don Mario Ortega por haberse echado a la cara al mundo de una forma tan directa y, luego, en segundo lugar, para caer en la cuenta que si de todo tiene que haber en la viña del Señor parece que abunda el sarmiento podrido.

Eleuterio Fernández Guzmán

—

Escucha a tu corazón de hijo de Dios y piedra viva de la Santa Madre Iglesia y pincha aquí abajo:

Y, si puedes, da el siguiente paso. Recuerda que “Dios ama al que da con alegría” (2Cor 9,7).