Al “Observatorio de la Laicidad” le canta mucho el laicismo

A las cosas hay que llamarlas por su nombre. Más que nada para que nadie se lleve a engaño.

Lo de hoy no es una broma aunque lo parezca. La tontería puede llegar lejos pero en esta ocasión se ha pasado tres pueblos.

La noticia decía que se tenía intención de denunciar la utilización del himno nacional en las procesiones.

Al que esto escribe se le ocurrió que, a lo mejor, se estaba haciendo un uso torticero del himno sin letra del que gozamos los españoles y que, pudiera ser que se hiciera mofa y escarnio del mismo. Aunque reconozco que era difícil pensar que en una procesión católica tal cosa pudiera suceder.

Pero la cosa se aclaró cuando había un tal Observatorio de la laicidad que andaba metiendo la extremidad inferior hasta de donde ya no se puede sacar.

Resulta que, puestos a denunciar, los individuos que constituyen tal engendro, no podían dejar pasar el tiempo de Semana Santa porque es un tiempo, además de espiritual, muy propio para que ciertas personas, bastante desocupadas al parecer, urdan sus telarañas para ver qué cae.

Pero no se quedaron solos, como era de esperar porque al Observatorio le han salido imitadores que buscan, como es de esperar, tener un eco en la sociedad que, estoy seguro de ello, va a hacer oídos sordos ante tanta sandez.

Otra cosa muy distinta es el comportamiento de determinadas autoridades siempre dispuestas a escuchar lo más retrógrado que hay en el mundo mundial y, si es posible, seguir sus pasos.

Y así está la cosa:

No les parece bien lo siguiente:

-La aparición de autoridades en las procesiones de Semana Santa.

-La aparición del Ejército y de la Policía en las procesiones de Semana Santa.

-La utilización del himno nacional en las procesiones de Semana Santa.

Pero, vamos a ver, hay autoridades, también de izquierdas, que se pegan por salir paseando su palmito en las diversas procesiones que, a lo largo de España, se celebran desde el Domingo de Ramos al de Resurrección. Dirán lo que les parezca pero que nadie les quite su lugar de privilegio. Si alguien no lo cree que cada cual piense en su propio pueblo y, luego, conteste.

Sobre el tema del Ejército y la Policía, un colega de InfoCatólica ya lo ha dejado claro. Por tanto, nada tengo que añadir al respecto. Sólo de pensar una tal cosa da bastante risa.

Y sobre la utilización del himno nacional, ¿Qué mejor momento que una procesión de Semana Santa para que suene, en determinados especiales momentos, el himno que nos representa a todos los españoles?

Lo que yo creo que no les gusta es, simplemente, las expresiones de fe que en la Semana Santa se producen. Eso es lo que no les gusta y hacen uso de la supuesta “neutralidad” del Estado olvidando lo que dice el apartado 3 del artículo 16 de la Constitución Española: “Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones”.

Pero parece que algunas normas ni las quieren ver, ni les interesa ni nada de nada porque van en contra de sus burdos intereses laicistas.

¡Sí! En realidad no se trata de nada relacionado con la laicidad que, en principio, no es nada malo si se entiende como buena y no de forma torticera. Pero aquí todo lo que hacen, escriben y dicen no apunta a otra cosa que sea distinta de tan perturbador término con el que se definen las conductas muy contrarias, enfrentadas de frente con la Iglesia católica.

Esto lo digo porque supongo que se habrán dado cuenta del sitio web en el que se aloja, contiene o sobrevive, el Observatorio de marras: se llama “laicismo”.

Y es que antes se pilla a un mentiroso que a un cojo aunque el cojo cojee de la pierna que ya sabemos.

Bueno, entonces, aún antes.

NOTA: por cierto, nótese el sentido del último párrafo del enlace arriba puesto (el último). Dice “Además, se propone cambiar el Código Penal ‘en lo relativo a la libertad de conciencia, equiparando la protección de todas las convicciones, con independencia de su carácter religioso o no’”.

Eso huele a masonería que tira de espaldas.

Esto lo digo para que cada cual se vaya haciendo una idea de por dónde van las cosas.

Eleuterio Fernández Guzmán


Escucha a tu corazón de hijo de Dios y piedra viva de la Santa Madre Iglesia y pincha aquí abajo:


Y, si puedes, da el siguiente paso. Recuerda que “Dios ama al que da con alegría” (2Cor 9,7).

1 comentario

  
Pablo (Argentina)
Eleuterio:

La distinción entre "laicismo" y "laicidad", en los hechos jurídico-políticos, recuerda a la escolástica decadente. Porque ocurre con las sociedades, y con el Estado que es su expresión jurídica, algo análogo a lo que sucede con las personas: se comienza por dejar de ser católico para pasar a ser anticatólico.

El estado "laico" o "aconfesional" sí es un mal aunque puede ser tolrado en determinadas circunstancias y padecido en otras. Repara primero en las palabras: el prefijo "a" quiere decir lo que no es o no tiene, y en efecto, el mal es carencia de una perfección debida. El Estado a-confesional es i-religioso, a-gnóstico y a veces a-teo, y hasta llega a ser anti-teo.

Pero resulta que las personas y las sociedades, incluido el Estado, dependemos ontológicamente de nuestro creador y debemos religarnos moralmente.

Es lo que dice el nro. 2105 del Catecismo con unas remisiones a León XIII, ("Inmortale Dei") y Pío XI, ("Quas primas")tan necesarias como olvidadas frente a tanta ingenuidad de católicos que siguen comprando el "catálogo de ilusiones" de la "laicidad positiva".

Con la "laicidad positiva" no nos mandan a las catacumbas pero la vida pública está cerrada al Evangelio.

Cordiales saludos.

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EFG


La verdad... es que estoy de acuerdo con lo que Ud. dice. Sin embargo, me parece entender, de sus palabras, que, a lo mejor, ni siquiera la laicidad positiva vale para nada. Al menos, si es que así fuera, podría contener algo al laicismo aunque, sin embargo, me parece algo difícil tal cosa.
08/04/10 10:23 AM

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