El éxito de la JMJ 2011 no será el que muchos dicen
El que esto escribe ha leído, en más de una ocasión, que las Jornadas Mundiales de la Juventud que creó, desarrolló y popularizó el beato Juan Pablo II son ocasión, más que de expresión de fe, de diversión de una juventud tan alocada como la que no es creyente e, incluso, antro de promiscuidad y de todas las perversiones que uno pueda imaginar.
Al parecer, la juventud que acude a ellas lo hace más que por creencias, por ver si cae algo en el saco de la mundanidad.
Ya falta poco, muy poco, para que en agosto de este 2011 se lleve a cabo la Jornada Mundial de la Juventud anunciada por Benedicto XVI el 20 de julio de 2008 cuando asistía a la anterior Jornada celebrada en Australia.
Pues al que esto escribe le parece que la juventud que vendrá a Madrid seguramente tenga en mente otra cosa muy distinta a la que insinúan y dicen los agoreros del Mal.