18.09.20

J.R.R. Tolkien - Ventana a la Tierra Media – ¿Qué es y qué supone el Monte del Destino?

Resultado de imagen de JRR TOLKIEN

El summum de los lugares malos a rabiar. Así podemos definir, de forma popular, al Monte del Destino. En él está el origen del Mal si nos referimos al Anillo Único y, por tanto, todo lo malo que le sucedió a la Tierra Media desde que Sauron lo creó… en fin, que allí tuvo origen, lugar y salida. 

Resulta curioso, por lo dicho arriba, que el Monte del Destino sea, en cuanto a carrera del Mal y el final buscado por el Bien sea, decimos, la salida y la meta de todo esto. Y nos explicamos.

En cuanto a la salida, ya hemos dicho arriba que allí es donde se forja el Anillo que debía controlar al resto de joyas entregadas a las más diversas razas y, con tal control, alcanzar uno que lo fuera total y absoluto sobre la Tierra Media porque ya me dirán ustedes qué se iba a llevar cabo que no fuera mala cosa si, a través del Único se pudiera haber pisado con bota de hierro sobre Hombres, Elfos y Enanos, poseedores todos ellos de anillos… cuando los Hobbits no eran más que un grupo, una raza por así decirlo, sin ansia de aventuras y muy alejada de todos aquellos ajetreos de poder… hasta que, claro, llegó el momento de dar la cara y comprometerse con el bien general de toda la Tierra Media.

Pues bien, desde allí todo empezó y fue allí mismo, entre la oscuridad y el fuego, donde el Anillo Único vino al mundo para controlar al mundo y para hacer del mundo un lugar inhóspito, aberrante, nigérrimo. Y no podemos negar que quienes eso querían lo intentaron con todas sus fuerzas que, por cierto, eran muchas y más que muchas.

Leer más... »

16.09.20

Beato Manuel Lozano Garrido - “Lolo, libro a libro”- Con Cristo, mejor con Cristo

Presentación

Beato Manuel Lozano Garrido, beato Lolo sonriendo

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista que vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infligían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

Continuamos con el traer aquí textos del Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo. Lo hacemos ahora con “Mesa redonda con Dios”.

Con Cristo, mejor con Cristo

 

“Te digo, Señor, que tengo mis dudas sobre lo práctico de tantos censos de tornillos y planos de roscas, pero yo sé que nunca será estéril el esfuerzo y que el trabajo siempre redime. Una gota mía de sudor subida hasta el Calvario no es como una pulga colocada en la órbita de Júpiter, porque lo bueno de tu sangre es que Tú la mezclas y ya nosotros somos también gotitas redentores.” (Mesa redonda con Dios, p. 39)

 

El trabajo siempre redime”. Esto nos dice Lolo porque es una expresión que, en el fondo, muestra la fe que tiene quien lo dice. Y el Beato Manuel Lozano Garrido, en cuanto a esto, andaba más que sobrado.

Ciertamente, hay muchos tipos de trabajos y cada cual tiene sus circunstancias y características. Por eso pone algunos ejemplos como el de quien hace censos de tornillos o planos de roscas. Es decir, que aquí de lo que se trata no es del trabajo que se haga sino otra cosa.

Poco antes de estas palabras, el Beato de Linares (Jaén, España) decía, en el apartado de este libro de título (el apartado) “El sudor de la frente”, esto que sigue:

 

“Asientos. Arqueo. Partes de almacén. Sellos. Folios. Papel de copias. Y un reguero que cae por las primeras canas de las sienes y salta la comba en la patilla de las gafas. Para la tarde hay más copias, más folios, más asientos. Y con el sudor, empieza a rodar por dentro una idea tentadora de horas perdidas, de trabajo que se hace inútilmente y vuela como las hojas con el ventilador. Y el hombre encarama entonces la figura de Dios al tablero de la mesa”.

 

Es aquí donde radica la importancia de las palabras de nuestro hermano Lolo.

Leer más... »

13.09.20

La Palabra del Domingo - 13 de septiembre de 2020

Resultado de imagen de SAnta Biblia

 

Mt 18, 21-35

 

21 Pedro se acercó entonces y le dijo: ‘Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces?’ 22 Dícele Jesús: ‘No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.’ 23′Por eso el Reino de los Cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos. 24 Al empezar a ajustarlas, le fue presentado uno que le debía 10.000 talentos. 25 Como no tenía con qué pagar, ordenó el señor que fuese vendido él, su mujer y sus hijos y todo cuanto tenía, y que se le pagase. 26     Entonces el siervo se echó a sus pies, y postrado le decía: “Ten paciencia conmigo, que todo te lo pagaré.” 27 Movido a compasión el señor de aquel siervo, le dejó en libertad y le perdonó la deuda. 28 Al salir de allí aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros, que le debía cien denarios; le agarró y, ahogándole, le decía: ‘Paga lo que debes.’”

 

29 Su compañero, cayendo a sus pies, le suplicaba: ‘Ten paciencia conmigo, que ya te pagaré.’ 30 Pero él no quiso, sino que fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase lo que debía. 31Al ver sus compañeros lo ocurrido, se entristecieron mucho, y fueron a contar a su señor todo lo sucedido. 32 Su señor entonces le mandó llamar y le dijo: ‘Siervo malvado, yo te perdoné a ti toda aquella deuda porque me lo  suplicaste.

 

33 ¿No debías tú también compadecerte de tu compañero, del mismo modo que yo me compadecí de ti?’ 34 Y encolerizado su señor, le entregó a los verdugos hasta que pagase todo lo que le debía. 35 Esto mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si no perdonáis de corazón cada uno a vuestro hermano.’”      

 

COMENTARIO

 

Es necesario perdonar si queremos que Dios nos perdone

 

Ser desagradecidos con Dios no es nada poco común sino que, muchas veces, así nos manifestamos. Eso, como bien sabemos, tiene sus consecuencias. 

Una manera de no agradecer, como poco y desde aquí mismo, el don de la vida y, por lo tanto, el de nuestra existencia, es faltar a lo que tantas veces repetimos pero que, en no pocas ocasiones, olvidamos y que no es otra cosa faltar a la verdad de lo que decimos al respecto de aquella oración que Jesús enseñó a sus discípulos cuando le pidieron que les enseñara a orar (Lc 11,1) y que no es otra que el Padre Nuestro, raíz espiritual de nuestra fe. 

Por eso cuando, entre otras peticiones, pedimos a Dios que nos perdone nuestras ofensas lo hacemos con conocimiento del resto de la petición “como nosotros perdonamos a los que nos ofenden” y no podemos olvidar uno habiendo pedido lo otro. 

La parábola a que se refiere Jesús es una que pone como ejemplo cómo nos tenemos que comportar pero, sobre todo, como no tenemos que manifestarnos en nuestras relaciones con el prójimo. 

En justa correspondencia al perdón del señor hacia el siervo que tanto dinero le debía, el mismo tenía que haber, también, perdonado. Es cierto que es una deuda económica pero el perdón también, supone, en tal caso, reparar la ofensa que le está infringiendo quien no devuelve lo que antes le fue entregado. Perdonar tal ofensa era importante para el siervo que tanto debía a su señor y que se vio favorecido por la magnanimidad de quien podía, en efecto, haberlo puesto en prisión. Supo, así, perdonar porque era bueno. 

Pero aquel siervo no se comportó de igual manera sino que abusó de la confianza que había puesto en él su señor y no supo perdonar, a su vez, a quien muy poco le debía. Fue, así, desagradecido con quien a tanto debía y que tuvo, al menos en aquella ocasión, un corazón de carne.

Necesitamos, por lo tanto, perdonar para que se nos perdone lo que de mal hayamos hecho a lo largo de nuestra vida. Pero el perdón no ha de ser algo disimulado que, en todo caso, ve Dios pero, a lo mejor, no el prójimo. No. El perdón lo ha de ser, como dice Jesús, “de corazón” o, lo que es lo mismo, sin doblez ni engaño. Sólo así se entenderá el perdón como dado de verdad, con franqueza y no tratando de ocultar nada. 

Perdonar para poder ser perdonados y saber, así, que correspondemos al Amor de Dios. 

 

PRECES 

Pidamos a Dios por todos aquellos que no saben perdonar las ofensas. 

Roguemos al Señor.

 

Pidamos a Dios por todos aquellos que, en todo caso, perdonan con engaño o falsedad. 

Roguemos al Señor. 

 

ORACIÓN

 

Padre Dios; ayúdanos a perdonar como Tú, siempre, perdonas nuestras ofensas aún a sabiendas de nuestra falta de fidelidad.

 

Gracias, Señor, por poder transmitir esto. 

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos. 

Panecillo de hoy: 

Palabra de Dios; la Palabra. 

Para leer Fe y Obras. 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.  

11.09.20

J.R.R. Tolkien - La Comarca de Tolkien - Los que no hablan con palabras en la obra de J.R.R. Tolkien

Resultado de imagen de JRR TOLKIEN

Es muy cierto y verdad que la obra de J.R.R Tolkien está trufada de personajes de las más diversas especies. Y no decimos nada nuevo si apostamos por sostener que tanto Hombres como Enanos, Elfos, Orcos, Dragones, etc., son muy bienvenidos en una Tierra, la Media, donde van a correr las más diversas aventuras y van a dar vida a lo que, en sí mismo, está ya lleno de vida.

Que nuestro autor amaba mucho la naturaleza no es algo que aquí se diga para descubrir algún rincón escondido de la Tierra Media. Es, simplemente, para dejar claro algo que sí, que eso lo sabe todo el mundo pero, a lo mejor, no se le da la importancia que merece.

El antro: Treebeard Bust

Y es que en la obra de J.R.R. Tolkien hay muchos, digamos, protagonistas que no lo parecen o muchos que bien podrían ser personajes principales y ahí están, callados, sin decir esta boca es mía pero haciendo que las cosas sean como son y no de otra forma. De todas formas, aquí también hay una excepción a la regla porque hay un árbol, antiquísimo, que sí habla y que todos saben a quién nos referimos, pastor de árboles él mismo y capitán del ataque que, en su justa ira, llevaron a cabo estos seres vivos contra Isengard, lugar do moraba Saruman el engañado por su propia ambición.

Y, junto a ellos, los árboles, los sujetos de tantas aventuras como son los bosques. Tampoco es que la Tierra Media esté llena de ellos pero algunos, como el de Lórien o el Fangorn y, sobre todo, el que tuvo que llegarse a llamar Bosque Negro (antiguamente no lo era, como bien sabe Bárbol) por influencia del Mal, todos ellos, decimos, juegan un papel más que importante en la subcreación del profesor de Oxford. Y es que en alguno de ellos nuestros protagonistas no lo pasan nada bien, por miedo y por la realidad que encierra donde la aventura con las arañas no es, precisamente, de las menos importantes.

Por tanto, aunque haya excepciones, como decimos, a la regla de no tener boca para abrir, lo bien cierto es que aquellos a los que nos referimos no fueron dotados, por su subcreador, con el don del habla.

En realidad, no podemos negar que cada cual, de estos personajes, digamos, mudos, son puros y exactos testigos del devenir de todo aquello que, con el paso de la Edades, se ha producido y, como suele decirse de las paredes… si hablasen otro gallo cantaría…

Es verdad que los caminos que en la Tierra Media son, digamos que han sido cambiados de nombre según han ido pasando las Edades. De todas formas, nombres como el Gran Camino del Este, el Camino del Bosque Viejo, el Camino Norte-Sur, conocido en un principio como Camino Real y en cuya parte norte y sur de Bree es conocido como Vía Verde (Camino Verde) o el Camino Viejo del Sur del mismo Camino Norte-Sur pero desde Tharbad o, incluso llamado, aquel, como Camino Real en el momento en que los reinos de Arnor y Gondor está en su mejor época, evocan toda una serie de aventuras y, por sí solos, hablan del devenir de unos personajes que por ellos han transitado y transitan cada vez que alguien se lleva a los ojos y al corazón los devenires allí contemplados.

Puesta de largo de El Camino del Anillo - Pastoral Social e Innovación

Por supuesto que deberíamos añadir, por ejemplo, las carreteras propias del Reino de Gondor o los caminos, digamos, propios del Mal como, por ejemplo, el Camino de Morgul que une, al menos en la Tercera Edad, Minas Ithil con Mordor, hacia el oeste pues no es posible entender que quien representa lo malo y peor que pueda haber en la Tierra Media no tenga por dónde transitar haciendo lo único que sabe hacer.

No hablan, que sepa el que esto escribe, pero eso no impide que por sí mismos den forma a la Tierra Media y ocupen un lugar tan importante (en su descripción y realidad) en la obra de Tolkien padre.

Si hemos hablado de los caminos, otro tanto podríamos decir de los ríos que adornan y embellecen la Tierra Media. Y es que son verdaderos elementos protagonistas de muchas aventuras que corren nuestros personajes preferidos y, también, por cierto, los que no lo son…

Así, por ejemplo, el Anduin o los siete ríos que definieron Ossiriand en la Primera Edad, como son el Gelión, el Ascar, el Thalos, el Legolín, el Brilthor, el Duilwen y el Adurant, y también, más allá de la tierra de los siete ríos, el Esgalduin, el Harnen o, en fin, muchos de los más que muchos que recorren la Tierra Media, han visto como los protagonistas de El Señor de los Anillos (en cuanto correspondiera a su Edad, claro está) surcaron sus aguas o, en todo caso, las evitaron de la mejor forma posible, para empezar o continuar la misión que les había sido encomendada por el Concilio de Elrond y la constitución de la Compañía del Anillo. Incluso en sus aguas, algún héroe ha sido depositado, armas incluidas para que, después de muerto, fuera trasladado su cuerpo por ellas…

Montañas Nubladas | Tolkienpedia | Fandom

No podemos olvidar tampoco a las montañas o, en general, accidentes verticales de la Tierra Media. Y es que ni son pocos ni son menos importantes que los citados antes. Y no, tampoco tienen fauces o bocas para decirnos nada y están ahí, como mirando qué es lo que pasa en sus colinas o cimas.

Podemos decir que, si hablamos de este tipo de accidentes del terreno, en la Tierra Media las hay de todos los colores o, al menos, de algunos: las Azules o Ered Luin, o grises, como las Ered Mithrin, o blancas, las Ered Nimrais.

No podemos olvidar en Erebor a la Montaña solitaria donde los Enanos tenían algo más que su casa y Reino ni tampoco las cercanas Colinas de Hierro, de nombre más que propio para estar relativamente cerca de un pueblo, el de los Enanos, acostumbrado a trabajar los metales.

También hay lugares tan épicos como la Cima de los Vientos.

También existen montañas en el predio del Mal como , por ejemplo, las de Angmar, justo en el Antiguo Reino del Rey Brujo de tal nombre y, sobre todo, el Orodruin o Monte del Destino donde, digamos, todo esto empezó y todo esto terminó… y, tras aquellas, las Nubladas, una verdadera cordillera que va de norte a sur…

De todas formas, seguramente podríamos traer aquí otros protagonistas que tampoco hablan en la obra de J.R.R Tolkien con palabras pero que como, por ejemplo, las espadas, dagas y demás instrumentos de hacer justicia en manos del Bien, tan importante papel juegan en todo esto. Sean, de todas formas, al menos citadas aunque sea de pasada.

Vemos, por tanto, que hay muchos personajes, los podemos llamar así, queremos llamarlos así para darles la importancia que tiene, que sí, es posible tengan un papel pasivo en las obras de Tolkien padre pero no podemos negar que sin ellos la cosa no sería lo mismo y, tampoco, igual.

 

Eleuterio Fernández Guzmán Erkenbrand de Edhellond

 

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Hay mundos que, sin duda alguna, nos llevan más lejos del que vivimos, nos movemos y existimos.

…………………………….
Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna

9.09.20

Beato Manuel Lozano Garrido - “Lolo, libro a libro”- Hacia Dios vamos (y 2)

Presentación

Beato Manuel Lozano Garrido, beato Lolo sonriendo

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista que vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infligían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

Continuamos con el traer aquí textos del Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo. Lo hacemos ahora con “Mesa redonda con Dios”.

Hacia Dios vamos (y 2)

 

“Es así que yo quiero correr a tu ritmo, sin impaciencias agotadores, sin sesteos de moribundo. Ahora, dentro de poco, Tú has de decir: ‘En marcha’, y yo empezaré a pisar los adoquines al mismo tiempo que estos hombres que aguardan en la acera. Te digo que desde ahora mismo voy a hacer por entrar y amar la intimidad de los que han de ser mis compañeros en ese viaje que tiene premio para todos, porque tus tesoros son tan generosos que a todos llegan”. (Mesa redonda con Dios, p. 36)

 

Es cierto que sí, que todo ser humano que sea creyente sólo puede tener en su corazón ir junto a Dios y habitar unas de las estancias que está preparando su Hijo, Jesucristo.

Tal anhelo jamás puede faltar del corazón de ningún hijo del Todopoderoso cuando, hoy día, es más que sabido (y creído por fe) que el definitivo Reino de Dios, llamado Cielo, es el destino al que estamos destinados.

Pues bien, el Beato Manuel Lozano Garrido, que, como es de esperar, también quiere alcanzar una meta así (en su caso, trátase de una carrera sui generis donde el motor es su corazón) pues su vida, tan llena de sufrimientos y de aceptaciones de estos, sólo podía querer alcanzar la Luz divina y gozar de la Bienaventuranza junto a su Padre, Dios Creador.

Aquí nos lo dice bien claro: hay dos formas, en esencia, de querer ir hacia Dios.

En la primera de ellas abunda esa forma de ser tan común entre los hijos de Dios: somos demasiado impacientes y pareciera que nunca vamos a alcanzar al Todopoderoso. Y, es verdad, nunca lo vamos a alcanzar si lo que prima en nuestra existencia es un ansia, quizá, desmedida de conseguirlo mientras dejamos apartados otros temas que son, en este caso y por eso, más que importantes.

Leer más... »

6.09.20

La Palabra del Domingo - 6 de septiembre de 2020

 

Resultado de imagen de SAnta Biblia

Mt 18, 15-20

“15 ‘Si tu hermano llega a pecar, vete y repréndele, a solas tú con él. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano. 16    Si no te escucha, toma todavía contigo uno o dos, para que = todo asunto quede zanjado por la palabra de dos o tres testigos. = 17 Si les desoye a ellos, díselo a la comunidad. Y si hasta a la comunidad desoye, sea para ti como el gentil y el  publicano. 18 ‘Yo os aseguro: todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo.19 ‘Os aseguro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. 20 Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.’”

      

 

COMENTARIO

 

En medio de todos los que oran

 

A primera vista, pudiera dar la impresión de que lo que Jesús dice en este texto del evangelio de San Mateo que corresponde al día de hoy no tiene mucho que ver entre sí. Es decir, que se tratase de cosas que deberían ir cada una por su lado. Sin embargo, como el Hijo de Dios no da puntada sin hilo, esto es, en efecto, una simple impresión a primera vista y es más que seguro que sí tienen que ver y hay una directa relación entre unas y otras. 

Jesús sabe que lo que tenga que pasar cuando se marche a Casa del Padre será muy importante. Por eso está formando a unos discípulos de forma más profunda, con más cercanía espiritual que serían los que, al fin y al cabo, iban a transmitir su doctrina y la Buena Noticia del Reino de Dios que había traído al mundo Él como Mesías enviado por Dios. Y por eso les dice aquello que sólo ellos deben saber. 

El caso de lo que les dice en este momento será crucial para la vida espiritual de la Iglesia que va a fundar porque de no hacerlo así aquello que deberá ser el quicio sobre el que apoyar el edificio de la misma se podría venir pronto abajo y tal no era la voluntad de Dios. 

Jesús quiere revestir de autoridad a quienes dirijan su Iglesia y que tengan cierta potestad sobre el resto de cristianos. Por eso les instruye acerca de qué deben hacer cuando alguno de sus hermanos en la fe actúe de forma contraria a su fe pues no deben permitir que haya desviaciones de tal manera graves que se desvirtúe lo que constituye la misma. 

Leer más... »

4.09.20

J.R.R. Tolkien - Ventana a la Tierra Media – Esa esperanza llamada Tierras Imperecederas (y 2)

Resultado de imagen de JRR TOLKIEN

Cuando van apareciendo, a lo largo del tiempo, las razas de seres que iban a habitar la Tierra Media estamos seguros de que cada una de ellas llevaba inscrito en su corazón un destino que sería ansiado a lo largo de las generaciones que fueron pasando desde que cada individuo que conformó las dichas razas vio la luz hasta que finalizó la Guerra del Anillo.

El caso es que, como decimos arriba, había un ansia escondida pero no olvidada. Es verdad que cuanto más alejado en el tiempo está el momento de aparición de Elfos, Enanos, Hombres o Hobbits de aquellas primeras generaciones es posible se pudiera difuminar la intención de cada uno de los miembros de tales razas.

Con esto queremos decir que mirar hacia el Oeste y pensar en unas tierras llamadas Imperecederas (con lo que supone tal adjetivo calificativo) no era nada extraño sino, al contrario, algo que muchas veces se dijo desde que se empezó a contar cuentos o historias del pasado. Y sí, seguramente, todos sabían de la dificultad de alcanzar tales Tierras pero no por eso iba a disminuir el ansia por alcanzarlas.

Aquellas Tierras, llamadas Imperecederas por lo que eran y por cómo eran, era una verdadera esperanza o, mejor, era la esperanza total y absoluta de poder evadir lo mal que lo habían estado pasando aquellos que sufrían la inmisericorde bota de hierro del Mal, llamado, como sabemos, por ejemplo, Morgoth o Sauron o…

Leer más... »

2.09.20

Beato Manuel Lozano Garrido - Lolo, libro a libro - "Mesa redonda con Dios" - Hacia Dios vamos (1)

Presentación

Beato Manuel Lozano Garrido, beato Lolo sonriendo

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista que vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infligían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

Continuamos con el traer aquí textos del Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo. Lo hacemos ahora con “Mesa redonda con Dios”.

Hacia Dios vamos (1)

 

“Estamos aquí los hombres, unos junto a otros, como en la raya de salida de una carrera. De un momento a otro se hará la señal y ¡hala! a dar zancadas hacia la meta. ¿Sabes, Señor, que yo también creo que la vida es una hermosa galopada para buscarte y que Tú siempre esperas a la llegada con el laurel de la felicidad entre las manos, sonriente y henchido, para coronar las frentes de los triunfan?” (El sillón de ruedas, p. 35)

  

Es bueno eso de saber que los seres humanos, creados por Dios a su imagen y semejanza, tenemos una meta, que es donde debemos querer ir.

Esto lo decimos porque el Beato Manuel Lozano Garrido nos dice que sí, que estamos, algo así, como preparados para una carrera y que, como en todas las de su tipo y estilo , hay un lugar donde llegar, hay una meta. Y es que, de otra forma, no se entendía algo así como correr, sea como sea el tipo de forma de correr o cómo se haga la misma.

Tenemos, por tanto, una meta.

Es bien cierto que hay quien cree que la vida es como algo así circular, como que no tiene lugar donde ir y que siempre volvemos al sitio desde donde hemos partidos como si fuéramos Quijotes que, en su Rocinante, acaba volviendo, él sí, a su pueblo de donde partió a correr grandes aventuras y desfacer entuertos.

Leer más... »

30.08.20

La Palabra del domingo - 30 de agosto de 2020

 

Resultado de imagen de SAnta Biblia

Mt 16, 21-27

 

“21 Desde entonces comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que él debía ir a Jerusalén y sufrir mucho de parte de los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, y ser matado y resucitar al tercer día. 22 Tomándole aparte Pedro, se puso a reprenderle diciendo: ‘¡Lejos de ti, Señor! ¡De ningún modo te sucederá eso!’ 23 Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ‘¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Escándalo eres para mí, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres!’ 24 Entonces dijo Jesús a sus discípulos: ‘Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. 25 Porque quien quiera salvar su vida, la perderá, pero quien pierda su vida por mí, la encontrará. 26 Pues ¿de qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? O ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida? 27 ‘Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno  según su conducta.’”

      

 

COMENTARIO

 

La vida que vale la pena vivir

 

Las cosas claras, podemos decir pues, de otra forma, puede llevar a engaño lo que se pueda decir aunque lo diga el mismo Hijo de Dios. 

El caso es que Jesús no le gustaban las medidas tintas ni el lenguaje, tan de moda ahora, políticamente correcto. Es más, conocedor de la misión que debía cumplir por habérsela encomendado su Padre, no deja de hacer lo que le corresponde hacer. Nadie, por tanto, va a limitar su cumplimiento. 

Como tantas veces ocurre y así lo vemos en el Nuevo Testamento, Pedro es un “echao p’alante” o, dicho de otra forma, quien da el paso cuando otros miran para ver qué pasa y eso le atrae la atención del Maestro que sabe que en él puede tener a un muy buen discípulo. 

Ahora resulta que Jesús les dice que lo va a pasar mal. ¡Él!, va a morir de una manera terrible!. Pero también les dice que va a resucitar. 

A Pedro parece que le importa poco lo último: la resurrección, el hecho de volver a estar entre ellos. Y le preocupa menos la resurrección porque, seguramente, no lo acaba de entender. A él lo único que le preocupa, lógicamente, es que al Maestro no le pase nada de lo que dice que le va a pasar. 

Olvida aquel hombre que Quien es el Mesías y conoce mucho más que los que, entonces, escuchan. Sabe, pues, todo lo que va a pasar y no puede negar que pueda pasar porque conoce perfectamente que es la voluntad de Dios y no va a ser Él, Dios hecho hombre, quien la contradiga. 

Pedro, sin embargo, se enfrenta a la voluntad de Dios como lo hace, como lo debe hacer (según vemos a lo largo de nuestra vida) Satanás. No quiere que eso pase pues es posible que sepa lo que eso supone para el Mal: será vencido para siempre jamás. 

Leer más... »

28.08.20

J.R.R. Tolkien - Ventana a la Tierra Media – Esa esperanza llamada Tierras Imperecederas (1)

Resultado de imagen de JRR TOLKIEN

 

En mayo de 2019 escribíamos esto:

 

Por mucho que se nos diga       que esto no es cierto,

que sólo es fantasía                   y que dejarlo debemos,

por mucho que oigamos            aunque quedemos perplejos,

aunque sepamos, decimos,       que es propio de alejados

del mundo que vivimos              no anhelamos cosa distinta,

lugar mejor donde ir,                  estancia que descubrir.

Hay lugares mejores                  donde llevar nuestras almas,

lugares donde reposar               nuestros cansados corazones,

pocos, al parecer,                      alcanzan aquellas orillas

y pocos, según nos dicen,         los que tienen tal premio,

pero nosotros creemos              y es lo que aquí decimos

que vayamos pronto                  a las Tierras,

Imperecederas llamadas           donde en la Tierra, la Media,

habitan los Bendecidos,            aquellos que Eru quiso,

los que anhelamos conocer      y los que fueron.

Como Bilbo tuvo canción          última de las que hizo,

nosotros tenemos esto,            que sabemos no es lo mismo,

pero nos vale como gozo,        como ilusión y como sueño.

Allende de los mares,              donde las tierras son luz,

libres del Mal malvado,            habitan los inmortales

y es destino que ansía            el corazón de los hombres

alcanzar aquellas tierras,        ver si es cierto tal nombre.

Sabemos, de todas formas,    que por mucho que habitemos

aquellos lugares ciertos          aunque sea sólo en sueño,

nada ha de pasarnos ,            nada que sea tan bueno

como vivir para siempre          entre aquellos que bendijeron

las manos limpias de Eru,       Creador de lo eterno.

Según se habla en cuentos      a los enanos, hombres y elfos,

hay muy pocos,                        de entre ellos,

que puedan contar                   y que sea verdad,

que han pisado las playas,      que hayan pisado el suelo

donde los inmortales               gozan su gozo imperecedero,

aunque resulte imposible         cruzar al destino nuevo,

es ilusión que tienen               y mucho más que un sueño.

Entre nosotros, los viejos,       aquellos que batallas  vivieron,

cuentan que hace siglos,         muchos que ya cayeron,

hubo quien intentó                 cruzar el mar de en medio

y llegar a gozar, siquiera,       un instante de aquel viento,

siendo cierto y verdad            que todo quedó en anhelo.

Debemos conformarnos,         según vemos y hacemos,

con saber que Eru quiere,       y desdecirlo no debemos,

que cada cual que, creado,     de su corazón ha emanado,

goce de lo entregado,             regalo, sí, de sus manos.

Y aunque eso hagamos,          sin alcanzar lo imposible,

no olvidemos que soñar,         un tal don nos es dado,

e imaginar alcanzar,               aunque sea imaginado,

aquellas Tierras inmortales      e Imperecederas llamadas,

es cosa que hacer podemos,   algo que Ilúvatar

nos lo puso en los sueños.

Leer más... »