Una vez escribí lo que sigue:
Justo merecimiento de una persona impresentable.
“La noticia dice que “El ministro de Defensa, Mariano Fernández Bermejo, ha interrumpido sus vacaciones para reunirse con los miembros de la Asociación Derecho a Morir Dignamente “
Ante esto, digo que hay soluciones que son, sólo, supuestas soluciones a algunas enfermedades que el ser humano padece a lo largo de su vida e, incluso, cuando está dentro del seno materno.
La supuesta solución tiene un nombre que, en griego, quiere decir, “buena muerte” y es, simplemente, la eutanasia. Ésta es, muchas veces, el sueño a alcanzar por las conciencias progres, entre otras parte, de España.
También se vende como un progreso de la humanidad, como un efecto benéfico de la técnica aunque, es evidente que no lo es sino, al contrario, expresión de lo que Juan Pablo II Magno dijera, y dice, en su Encíclica Evangelium Vitae, una “cultura de muerte” (EV, 12) En apoyo de lo dicho antes, también dice, en la misma Encíclica y en el mismo punto, que “esta estructura está activamente promovida por fuertes corrientes culturales, económicas y políticas, portadoras de una concepción de la sociedad basada en la eficiencia”.
La noticia continuada diciendo que “Bermejo les ha reiterado el compromiso del Gobierno de mejorar en cuidados paliativos y en la definición de la limitación del esfuerzo terapéutico”.
Y esto es malo de todo lo malo que uno se pueda imaginar porque dice lo que dice: “limitación del esfuerzo terapéutico” o, lo que es lo mismo, aceleración de la muerte y, al fin y al cabo, eutanasia.
Sobre este tema apuntaló la doctrina cristiana una manifestación que el Nuncio Apostólico en España y Andorra, monseñor Manuel Monteiro de Castro, hizo.
Vino a decir el Sr. Nuncio, también, que la situación planteada por casos de eutanasia y, sobre todo, por la difusión que se pretende dar a este tema tiene mucha relación con la actuación de Hitler. Y esto se debe, más que nada, como “consecuencia de una sociedad sin Dios“.
Y es que, a veces, las verdades duelen mucho.
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