4.11.15

“Reflexiones acerca del sentido de nuestra fe"- Sembrar nuestra fe católica.

“Reflexiones acerca del sentido de nuestra fe"- Sembrar nuestra fe católica.

Proceloso viaje de la Esposa de Cristo

La expresión “Estos son otros tiempos” se utiliza mucho referida a la Iglesia católica. No sin error por parte de quien así lo hace. Sin embargo se argumenta, a partir de ella, acerca de la poca adaptación de la Esposa de Cristo a eso, a los tiempos que corren o, como dirían antiguamente, al “siglo”.

En realidad siempre son otros tiempos porque el hombre, creación de Dios, no se quedó parado ni siquiera cuando fue expulsado del Paraíso. Es más, entonces empezó a caminar, como desterrado, y aun no lo ha dejado de hacer ni lo dejará hasta que descanse en Dios y habite las praderas de su definitivo Reino.

 Sin embargo, nos referimos a tal expresión en materia de nuestra fe católica.

 ¿Son, pues, otros tiempos?

 Antes de seguir decimos que Jesús, ante la dificultad que presentaba la pesca para sus más allegados discípulos, les mostró su confianza en una labor gratificada diciéndoles (Lc 5,4)

 ‘Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar.’

Quería decirles Jesús que, a pesar de la situación por la que estaban pasando siempre había posibilidad de mejorar y que confiar en Dios era un remedio ciertamente bueno ante la misma.

El caso es que, como es lógico, las cosas han cambiado mucho, para el ser humano, desde que Jesús dijera aquellas palabras u otras de las que pronunció y quedaron para la historia del creyente católico como Palabra de Dios.  Por eso no es del todo extraño que se pueda lanzar la pregunta acerca de si estos son otros tiempos pero, sobre todo, que qué suponen los mismo para el sentido primordial de nuestra fe católica.

Por ejemplo, si de la jerarquía eclesiástica católica se dice esto:

Que le asusta la teología feminista.

Que es involucionista.

Que apoya a los sectores más reaccionarios de la sociedad.

Que participa en manifestaciones de derechas.

Que siempre ataca a los teólogos llamados progres.

Que deslegitima el régimen democrático español.

Que no se “abre” al pueblo cristiano.

Que se encierra en su torre de oro.

Que no se moderniza.

Que no “dialoga” con los sectores progresistas de la sociedad.

Que juega a hacer política.

Que no sabe estar callada.

Que no ve con los ojos del siglo XXI.

Que constituye un partido fundamentalista.

Que está politizada.

Que ha iniciado una nueva cruzada.

Que cada vez está más radicalizada.

Que es reaccionaria.

Y, en general, que es de lo peor que existe.

Lo mismo, exactamente lo mismo, puede decirse que se sostiene sobre la fe católica y sobre el sentido que tiene la misma pues, como los tiempos han cambiado mucho desde que Jesús entregó las llaves de la Iglesia que fundó a Pedro no es menos cierto, eso se sostiene, que también debería cambiar la Esposa de Cristo.

Además, no podemos olvidar el daño terrible que ha hecho el modernismo en el corazón de muchos creyentes católicos.

Por tanto, volvemos a hacer la pregunta: ¿son, éstos, otros tiempos para la Iglesia católica?

 

“Reflexiones acerca del sentido de nuestra fe – Sembrar nuestra fe católica

 

Desde el exacto principio de la Iglesia católica había algo que se debía entender: Cristo envía a sus discípulos al mundo no a vivir en él sin hacer nada sino, al contrario, a transmitir la Buena Noticia que se centraba en el hecho de que el Reino de Dios había llegado al mundo.

Sabemos, por tanto, que la principal misión (todo se deriva de la misma o todo nace a partir de ella) es evangelizar o, lo que es lo mismo, trasladar al mundo que Cristo vino al mundo a salvar a la misma humanidad.

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3.11.15

Y Lolo subió al Cielo

Dies Natalis del beato Lolo

 Es común escuchar en muchos funerales como el sacerdote oficiante cae en  un error que no es poco corriente: dice que el fallecido ya está en el Cielo con Dios.

Decimos que es un error porque, primero, no se sabe en su totalidad la realidad espiritual de quien ha muerto pero, en segundo lugar, no sabemos qué consideración tendrá Dios con su alma. Por tanto, y en resumidas cuentas, es difícil determinar si una persona, así de repente, ha subido al Cielo cuando ha muerto.

Es bien cierto que esto se puede decir para tratar de consolar a la familia de la persona fallecida. Sin embargo, mejor sería que se advirtiera (para los vivos) que hay que tener en cuenta la totalidad del comportamiento de una persona para determinar, en su Juicio particular, cuál es su destino eterno. Pero así, de repente, decir que un alma ha subido al Cielo sólo puede hacerse de aquella de la que pueda decir que sobre ella recaía la llamada “fama de santidad”. Es decir, que sólo (y aun así no lo sabemos) en tales casos el sacerdote se podría aventurar a decir que, en efecto, el hermano fallecido, está en el Cielo.

Pero, como decimos, está la fama de santidad.

Es fácil entender qué se quiere decir con esto. Y es que sobre una persona creyente católica es posible que concurran tales dones y gracias espirituales que le hayan hecho llevar una vida santa. Eso, como podemos comprobar, no es fácil. Sin embargo, Dios Padre Todopoderoso hace que sí lo sea en determinados casos.

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2.11.15

Recordemos a las Benditas almas del Purgatorio-Purificatorio

  

Quien esto escribe no puede negar, ni quiere, que las benditas almas del Purgatorio-Purificatorio tienen un lugar muy importante en su corazón. Tal es así porque, a sabiendas de que hay muchas que no puede hacer nada por sí mismas que no sea esperar que se limpien sus manchas para poder subir al Cielo, no se me ocurre nada mejor que pedir siempre que pueda por ellas. Y es que, por decirlo así, están bastante indefensas en tal sentido.

En un día como hoy, que la Iglesia católica dedica especial a acordarse de las almas que se encuentran entre el Cielo y la Tierra,  no podemos, ¡qué menos! que orar por ellas. Lo hacemos, primero, porque lo necesitan; segundo, porque lo merecen; tercero, como diría San Josemaría, porque nos da la santa gana. Por eso decimos esto que sigue.

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1.11.15

La Palabra del Domingo - 1 de noviembre de 2015

 Biblia

Mt 5, 1-12a.  

“1 Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. 2 Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: 3 «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. 4 Bienaventurados = los mansos =, porque = ellos poseerán en herencia la tierra.= 5 Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. 6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados.7 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.      8 Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.      9  Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. 10 Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. 11 Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. 12  Alegraos  regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos.”

 

COMENTARIO

Bienaventurados seamos

Cristo enseñaba. Había venido al mundo, enviado por Dios, para hacer algo tan sencillo y difícil como es enseñar. ¿Y qué debía enseñar?

Podemos decir lo más sencillo de todo: cómo salvarse. Jesús enseñaba cómo llegar al Cielo. Y, para eso no bastaba con querer llegar sino que se debía ser de alguna manera. En algo concreto, pues, resume el Hijo de  Dios su amor por el hombre: enseña cómo salvarse.

Todos aquellos que le escuchaban conocían, con toda seguridad, la Ley de Dios que el Creador había entregado, hacía ya muchos siglos, al profeta Moisés. En aquel monte donde subió a hablar con el Todopoderoso había recibido lo que era puesto por el Señor para que el hombre, su criatura más perfecta, pudiera caminar por el mundo de una manera adecuada y acorde con la voluntad de Quien todo lo creó.

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31.10.15

¿Es difícil entender lo que es Halloween?

 

 

 Halloween

 

Es posible que más de uno pueda pensar que la pregunta del título de hoy sobra. Efectivamente sobra porque, en realidad, todo católico ha de estar contra la dizque fiesta de Halloween pero no por llevar la contraria sino por lo que supone el sentido que se le da y la razón por la que se hace.

Sin embargo resulta, por eso mismo, acertado preguntar si, en efecto, hay que estar contra Halloween para decir las causas de tal posicionamiento aún a sabiendas que, con casi toda seguridad, a lo largo de esta semana en la que estamos muchos centros, públicos, privados o concertados habrán llevado a cabo algún tipo de celebración entorno a tan extraña forma de traer a la muerte a nuestra vida.

La fe se puede manifestar de muchas formas. Una de ellas es, sin duda alguna, la de aceptar (o no) determinados comportamientos que, en apariencia, tienen relación con la cristiandad.

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30.10.15

En memoria de todos nuestros difuntos y santos

“Un secreto. —Un secreto, a voces: estas crisis mundiales son crisis de santos. —Dios quiere un puñado de hombres ‘suyos’ en cada actividad humana. —Después… ‘pax Christi in regno Christi’ —la paz de Cristo en el reino de Cristo.’”

 San Josemaría (Camino 301)

  

En apenas dos días todo el pasado de la Iglesia católica y todo el pasado nuestro, de los fieles que constituimos la misma nos va a hacer repensar qué somos y hacia dónde queremos ir. En realidad, la memoria de todos los Santos y de todos los Difuntos es mucho más que una fecha que conmemoramos como si se tratase de algo que pasa y ya está. No, eso no puede ser así.

Los santos y aquellos hermanos nuestros que aun no hay llegado al Cielo y se encuentran en el Purgatorio-Purificatorio merecen nuestro perpetuo recuerdo. Queremos decir que siempre los debemos tener en el corazón. Es más, siempre los tenemos porque nos dirigimos a ellos, los primeros, para pedir su intercesión y a los segundos para pedir a Dios que los llame pronto hacia sí. Por eso es tan importante tener en cuenta, ahora mismo, por lo menos ahora mismo, a los que nos precedieron y no fueron a parar al Infierno.

Sabemos, pues, que los santos son así considerados por la Iglesia católica y sabemos, también, que gozan de la Visión Beatífica y de la Bienaventuranza. Queremos, deberíamos querer, ser santos. Es, además, lo único que nos conviene ser.

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29.10.15

El rincón del hermano Rafael – Entregarse del todo al Señor

“Rafael Arnáiz Barón nació el 9 de abril de 1911 en Burgos (España), donde también fue bautizado y recibió la confirmación. Allí mismo inició los estudios en el colegio de los PP. Jesuitas, recibiendo por primera vez la Eucaristía en 1919.”

Esta parte de una biografía que sobre nuestro santo la podemos encontrar en multitud de sitios de la red de redes o en los libros que sobre él se han escrito.   

Nosotros vamos a dedicar nuestra atención a un libro en particular. Recoge los diarios de San Rafael Arnaiz entre el 16 de diciembre de 1937 y el 17 de abril de 1938y está editado por la Asociación Bendita María.

Vayamos, de todas formas, ahora mismo, a escribir sobre el protagonista de esta nueva serie.

Cuando Dios tiene a bien escoger a uno de sus hijos para que siga una vida de fe acentuada hace que se note desde la corta edad. Y eso era que le pasaba a Rafael: daba muestras de que las cosas de Dios le interesaban más que al resto de sus compañeros de la infancia.

Sin embargo, desde temprana edad enfermó y empezó a llevar su particular cruz.

Aunque Rafael, dotado de una precoz inteligencia, parecía tener una vida en el mundo, en el siglo, de especial importancia (se matriculó en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid) no podía evitar, ni quería, su voluntad de profundizar en su vida espiritual.

Tal es así que ingresó en el monasterio cisterciense de San Isidro de Dueñas el 15 de enero de 1934.

La enfermedad que arriba hemos citado, la diabetes sacarina, le obligó a abandonar el monasterio en tres ocasiones pero volvió en otras tres ocasiones porque bien sabía que no otro era el camino espiritual que debía seguir.

Cuando recién había estrenado los 27 años Dios lo llamó cabe sí un 26 de abril de 1938 siendo sepultado en el monasterio donde había ingresado para seguir una vida espiritual acorde con su voluntad de hijo del Creador.

El caso es que la fama de santidad de un católico tan joven y tan entregado a su fe no tardó en salir de los muros del monasterio. Y es que aquello que había escrito estaba dotado de una especial atracción. Tal es así que el 20 de agosto de 1989, san Juan Pablo II lo propuso como modelo para los jóvenes que iban a acudir a la Jornada Mundial de la Juventud a celebrar en Santiago de Compostela. Y unos pocos años después, en 1992 fue beatificado (el 27 de septiembre).

Pero, seguramente, no bastaba con el reconocimiento que se hacía entonces. El Beato Rafael iba a subir un escalón más en el Cielo y el 11 de octubre de 2009 el ahora emérito Benedicto XVI canonizaba a quien había sabido comunicar al mundo que sólo Dios era suficiente para llevar una existencia propia de un buen y fiel hijo.

Que Dios nos ayude a acercarnos lo mejor posible al pensamiento espiritual de San Rafael Arnáiz, el hermano Rafael. Y, de paso, le pedimos que  interceda por nosotros. 

 

Entregarse del todo al Señor

                      

VIII-Dios-y-mi-alma

1 de enero de 1938 – sábado

“Empieza el año 1938. ¿Qué me prepara Dios en él? No lo sé… ¿Quizás no me importe?… Menos ofenderle me da lo mismo todo… Soy de Dios, que haga conmigo lo que quiera. Yo hoy le ofrezco un nuevo año, en el que no quiero que reine más que una vida de sacrificio, de abnegación, de desprendimiento, y guiada solamente por el amor a Jesús…, por un amor muy grande y muy puro.

Quisiera mi Señor, amarte como nadie. Quisiera pasar esta vida, tocando el suelo solamente con los pies. Sin detenerme a mirar tanta miseria, sin detenerme en ninguna criatura. Con el corazón abrasado en amor divino y mantenido de esperanza.

Quisiera Señor, mirar solamente al cielo, donde Tú me esperas, donde está María, donde están los santos y los ángeles, bendiciéndote por una eternidad, y pasaron por el mundo solamente amando tu ley y observando tus divinos preceptos.”

  

Lo último que escribe el hermano Rafael en su diario para este primer día del año del Señor de 1938, es esto que sigue:

“He de amar la soledad, pues Dios en ella me pone.

He de obedecer a ciegas, pues Dios es el que me ordena.

He de mortificar continuamente mis sentidos.

He de tener paciencia en la vida de comunidad.

He de ejercitarme en la humildad.

He de hacer todo por Dios y por María.”

Todo, al parecer, sabe nuestro santo que tiene que ver con Quien ama sobre todas las cosas. Por eso no quiere ofender al Creador de ninguna de las maneras. Aquello que le espera, y que le tiene preparado el Todopoderoso, será lo que acepte sin temor alguno.

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28.10.15

¡Va por ustedes!: libros: Una fe práctica (3)

UNA FE PRÁCTICA - Lo que pasa cuando te confiesas

 

Título: UNA FE PRÁCTICA – Lo que pasa cuando te confiesas

Autor: Eleuterio Fernández Guzmán

Editorial: Lulu

Páginas: 104

Precio aprox.: 5 € papel – 1 € Libro electrónico 

ISBN Papel: 5 80112 888740

ISBN eBook: 978-1-326-45407-4

Año edición: 2015

UNA FE PRÁCTICA - ¿Sirve para algo orar?

 

Título: UNA FE PRÁCTICA- ¿Sirve para algo orar?

Autor: Eleuterio Fernández Guzmán

Editorial: Lulu

Páginas: 152

Precio aprox.: 5.50 € papel – 1 € Libro electrónico 

ISBN Papel: 5 800112 889181

ISBN eBook: 978-1-326-45411-1

Año edición: 2015

 

UNA FE PRÁCTICA - ¿Por qué ir a Misa?

Título: UNA FE PRÁCTICA - ¿Por qué ir a Misa?

Autor: Eleuterio Fernández Guzmán

Editorial: Lulu

Páginas: 160

Precio aprox.: 5.50 € papel – 1 € Libro electrónico 

ISBN Papel: 5 800112 889976

ISBN eBook: 978-1-326-45419-7

Año edición: 2015

Los puedes adquirir en Lulu

Una fe práctica - Confesión, oración, acción de gracias.

Los católicos no debemos vivir en el reino de lo teórico. Es decir, tenemos muchas oraciones, muchas prácticas piadosas, etc. Decimos que tenemos pero, a la hora de la verdad deberíamos preguntarnos si las ponemos en práctica. 

Pues bien, hay una serie de realidades espirituales que debemos tener muy en cuenta. Tienen relación directa con nuestra fe porque son nuestra fe. Así, por ejemplo, hacer frecuente uso del Sacramento de la Reconciliación (de la confesión) o situarnos frente a Dios para orar al Padre. Y, como aquí no podía faltar, tenemos un Sacramento que es algo más que necesario: la Santa Misa, llamada también acción de gracias, Eucaristía.

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27.10.15

Un amigo de Lolo – La inutilidad bien entendida

Presentación

Lolo

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infligían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

 

 Libro de oración

 

En el libro “Rezar con el Beato Manuel Lozano, Lolo” (Publicado por Editorial Cobel, www.cobelediciones.com ) se hace referencia a una serie de textos del Beato de Linares (Jaén-España) en el que refleja la fe de nuestro amigo. Vamos a traer una selección de los mismos.

 

La inutilidad bien entendida

 

“La inutilidad, factor preponderante de la Redención. Luego, en vida, Cristo haría leva de los desheredados, los pobres, los angustiados y los doloridos. Por de pronto se arrogó en sí mismo la inutilidad, como un asentimiento de la inversión de valores que es necesario vivir para ganarse el reino de los Cielos.“ (Cartas con la señal de la cruz, p. 68)

Sin duda alguna, ese texto de Manuel Lozano Garrido es muy importante para comprender el sentido que tenía del sufrimiento físico este Beato español. Y podemos decir que tiene poco que ver con la falta de asistencia de Dios en el mismo.

Casi podemos decir que la primera frase de este escrito vale como banderín de enganche para que todo aquel que, por alguna razón, sufre, sea capaz de no tener en cuenta tal sufrimiento sino lo que puede suponer para su perdona.

¿Queremos decir que es importante, por necesario, sufrir para poder salvarse? Pues no y sí. En el sentido preciso de las cosas el sufrimiento no se requiere para alcanzar el Cielo (es decir no es factor determinante) pero si el caso es que la hay no debemos dejar que nos domine el corazón sino, al contrario, saber sobreponernos con lo único que, ciertamente, es útil en este caso: la fe y la oración.

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25.10.15

La Palabra del Domingo -25 de octubre de 2015

Biblia

 

Mc 10, 46-52

 “46 Llegan a Jericó. Y cuando salía de Jericó, acompañado de sus discípulos y de una gran muchedumbre, el hijo de Timeo (Bartimeo), un mendigo ciego, estaba sentado junto al camino.47   Al enterarse de que era Jesús de Nazaret, se puso a gritar: ‘¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí!’ 48 Muchos le increpaban para que se callara. Pero él gritaba mucho más: ‘¡Hijo de David, ten compasión de mí!’ 49 Jesús se detuvo y dijo: ‘Llamadle.’ Llaman al ciego, diciéndole: ‘¡Animo, levántate! Te llama.’ 50 Y él, arrojando su manto, dio un brinco y vino donde Jesús. 51 Jesús, dirigiéndose a él, le dijo: ‘¿Qué quieres que te haga?’ El ciego le dijo: ‘Rabbuní, ¡que vea!’ 52  Jesús le dijo: ‘Vete, tu fe te ha salvado.’ Y al instante, recobró la vista y le seguía por el camino.”

 

MEDITACIÓN

Ut videam! (¡Que vea!)

1.- Bartimeo es un hombre pobre. Ejemplo de la exclusión que suponía, para la sociedad de la época, no ser válido (y no sólo físicamente, pues recordemos la consideración que se tenía del niño y de la mujer) es que había devenido mendigo: un mendigo ciego. Yo no sé si era mendigo por ser ciego  o lo era por otra causa, pero, teniendo en cuenta los muchos casos en que en la Escritura se dan casos similares, fácil es pensar que, en esto, sus contemporáneos tampoco habían seguido la Ley de Dios, la de la misericordia. Porque, además, estaba sentado fuera de la ciudad (‘salía de Jericó”, dice el texto), como si estuviera excluido, por si no fuera poco su situación.

2.-Jesús, da la impresión, que por Jericó sólo pasa de largo, sin quedarse para nada. Marcos dice que llegaron y ya salían. Sin embargo no perdía, puedo decir, “ripio” de lo que pasaba a su alrededor. Es fácil imaginar que el gentío que lo acompañaba sería bastante tumultuoso y ruidoso. Pero Bartimeo, como aquella semilla que está, porque crece, en el borde del camino, espera que el agua viva caiga sobre él o, al menos, le escuche. Espera, por decirlo pronto, alguna esperanza que le saque de su postrada situación. Por eso se ve en la obligación de alzar la voz, de levantar, por encima de aquella gente, su grito de desesperación que busca lo contrario de lo que lo ampara, ahora. Tiene ansias de conocer a quien pasa. Es posible que sepa de quien se trata (pensemos en alguien que le hubiera dicho, a aquel ciego, que venía Jesús por el camino) y, está seguro, sólo Él pueda ayudarle.

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