Tolkien y San José, como tema, es posible

Sí, es cierto que es mañana cuando celebramos el día de San José. También es cierto que el artículo que publicamos el jueves es el que corresponde a la serie que llamamos “Ventana a la Tierra Media” y que, claro, tiene que ver con J.R.R. Tolkien. Por tanto, ¿nos hemos equivocado o algo así? 

La verdad es que, en un principio, el que esto escribe tenía la intención de no publicar artículo alguno sobre la serie Ventana a la Tierra Media porque cuando es un día especialmente señalado desde el punto de vista espiritual católico como es el caso (el de San José) el artículo de tal día se dedica al que sea el mismo. Por eso tenía intención de publicar mañana viernes y dedicarlo al padre adoptivo del Hijo de Dios, a aquel que aceptó el mensaje del Todopoderoso y tomó a María como esposa a pesar de sus iniciales dudas que es lo mismo que decir que acabó prevaleciendo en su vida la fe sobre cualquier otro tipo de consideración, digamos, más personal o egoísta… O sea, para acabar pronto, a San José, de la tribu de David. 

Sin embargo (sin duda aquí tiene que ver un sin embargo para que esto tenga algo de sentido) nos hemos dado cuenta de que podemos hacer las dos cosas en una o, lo que es lo mismo, escribir sobre Tolkien padre y sobre San José, también padre, de una tacada que es como decir que podíamos matar, con perdón, dos pájaros de un tiro aunque mejor sería decir, si hablamos de pájaros, que sean aves del Paraíso, así con mayúscula, pues a ambos los consideramos aptos para gozar de lo mejor que Dios sea capaz de hacer que es el Cielo. 

Bueno. Pues sí, que creemos que lo mejor es tratar ambas personalidades (decir personajes a lo mejor quedaría demasiado frívolo) espirituales a la vez y en el mismo sitio pues son, aunque pudiera no parecerlo, más que parecidas… y creemos, de verdad, que merecen atención especial por lo que fueron ambos que no es otra cosa que padres pero cada uno según y cómo… Y si somos capaces de hacerlo aquí, en este artículo, y ahora, creeremos, sin duda y como siempre, en los milagros aunque sean pequeños… como éste. 

En efecto, San José y Tolkien, ambos, fueron padres y ejercieron un tan digno papel de una forma más que provechosa para todo aquel que los conozca. 

De todas formas, aunque aquí hablamos de paternidades distintas en cuanto a qué personas se refiere (en un caso, San José, se trata de un ser humano de carne y hueso, Jesucristo y, en otro, el de Tolkien, se trata de personajes de sus obras escritas) en el fondo buscamos una similitud en cuanto a actitud hacia aquellos que son hijos suyos (hijo, el primero e hijos, el segundo, a más señas) 

Así, por ejemplo: 

San José cuidó muy bien a su hijo, enseñándole un oficio lo mismo que hace Tolkien con sus personajes a los cuales enseña el oficio que a cada uno le corresponde y que desempañan más que bien,

San José enseña valores y principios religiosos a su hijo que lo llevan por el camino del Bien lo mismo que Tolkien hace con sus especiales hijos, sus personajes, a los cuales también inculca un respeto por una serie de valores y principios que son los que encauzan por el buen camino y no hacen que se pierdan salvo los que ya están perdidos, 

San José protegió a Cristo lo mismo que Tolkien protege a los personajes que encarnan en Bien y no los hace perecer al resultar victoriosos de su aventura final,

San José es custodio de los tesoros del Cielo y de la tierra y Tolkien hace que sean custodiados por sus personajes mejores aquellos tesoros de la Tierra Media que hacen de la misma un mundo, sí, subcreado, pero maravilloso,

San José cumplió siempre con la ley y Tolkien, como padre subcreador, hizo otro tanto con la que lo es de la vida y de la muerte, haciendo prevalecer la primera sobre la segunda, 

San José guardó el depósito de la fe que se le entregó hasta que finiquitó su vida y Tolkien otro tanto hizo acerca del devenir de sus personajes, 

San José tuvo, con relación a Jesucristo, una idea muy clara de qué era lo que le correspondía como padre mientras que Tolkien también sabía a qué atenerse según el camino que cada uno de sus personajes tomaba en el conocimiento, como escritor, según el cual no siempre es quien escribe quien determina el qué sino que el personaje dice más de lo que se puede esperar de alguien subcreado, 

y, por último,

San José murió feliz en brazos de la Madre de Dios y Tolkien, creemos, nos gustaría suponer que también murió feliz en las manos del personaje a quien se suele identificar como la Virgen María… 

San José, en no pocas ocasiones (pensemos en la falta de lugar para pasar la noche en Belén) lo que fue el dolor de ver lo que les pasaba y Tolkien no debió pasar por pocos sufrimientos para que sus personajes saliesen adelante en sus aventuras, 

San José es invocado, como padre, como guardián de Jesús lo mismo que de Tolkien podemos decir que, como padre-subcreador, actuó de la misma forma con aquellos personajes que consideraba habitantes del Bien frente al Mal o la obscuridad, 

San José, en fin, fue padre aceptando serlo y Tolkien también lo fue, de sus personajes, aceptando el destino de los mismos pues aunque fueron creados en el ámbito de su subcreación, bien podemos decir que quiso hacerlo así y lo hizo.

San José padre… 

Tolkien padre en cuanto autor… 

¿Ven ustedes? Creemos que hemos rizado bien el rizo. Vamos, un milagrillo, como hemos dicho antes.

Eleuterio Fernández Guzmán- Erkenbrand de Edhellond

1 comentario

  
Pedro Amate de Torrejon
San José y la Virgen María ; los Padres del Misterio de la Encarnacion : Nuestro Señor Jesucristo.

Nuestro Señor Jesucristo ha resultado ser el Dios de la Historia ; el Anciano Venerable : el Santo Padre Dios.
19/03/21 10:27 AM

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