InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Archivos para: Abril 2024

13.04.24

La Palabra del Domingo -14 de abril de 2024

Resultado de imagen de SAnta Biblia

Como es obvio, hoy no es domingo 14 de abril de 2024 sino sábado, 13. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, de domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.  



Lc 24, 35-48


“35 Ellos, por su parte, contaron lo que había pasado en el camino y cómo le habían conocido en la fracción del pan.36 Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dijo: ‘La paz con vosotros.’ 37 Sobresaltados y asustados, creían ver un espíritu. 38 Pero él les dijo: ‘¿Por qué os turbáis, y por qué se suscitan dudas en vuestro corazón? 39 Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como veis que yo tengo.’ 40 Y, diciendo esto, los mostró las manos y los pies. 41 Como ellos no acabasen de creerlo a causa de la alegría y estuviesen asombrados, les dijo: ‘¿Tenéis aquí algo de comer?’ 42 Ellos le ofrecieron parte de un pez asado. 43 Lo tomó y comió delante de ellos. 44  Después les dijo: ‘Estas son aquellas palabras mías que os hablé cuando todavía estaba con vosotros: “Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos acerca de mí."‘ 45  Y, entonces, abrió sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras, 46  y les dijo: ‘Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día 47    se predicara en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén.48  Vosotros sois testigos de estas cosas”.

 

COMENTARIO

Abrir los ojos

 No podemos negar que los discípulos de Jesús que se volvían a Emaús quedaron verdaderamente sorprendidos cuando se dieron cuenta de quién era la persona con la que habían estado hablando.

A ellos se les abrieron los ojos y, con ellos, el corazón pues no es poca la relación entre unos y otro. Tenían cerrados los primeros para reconocer a Jesús y el segundo para darse cuenta de que todo lo que había sucedido en los últimos días era mucho más importante de lo que ellos habían llegado a comprender.

Y en cuanto se les abrieron los ojos y el corazón sólo podían hacer una cosa: ir corriendo a Jerusalén.

Podemos imaginarnos a los de Emaús exhaustos a paso más bien ligero en busca de los discípulos que, por miedo, estaban escondidos de los judíos. Y, en su corazón, todo lo que habían vivido con Aquel que les hablaba de las Escrituras y partía el pan.

Aún, al parecer según lo escrito por san Lucas, no se había aparecido Jesús a sus Apóstoles. Ha de ser así porque, cuando se aparece ante ellos todos se sorprenden y creen estar viendo un fantasma, un espíritu. Y es que cuando luego se les volvió a aparecer sólo salió de su corazón el gozo y no la zozobra.

El Periódico de México | Noticias de México | Columnas-VoxDei | "La paz con  vosotros"

Pues bien, Jesús se aparece. Aparece en medio de ellos porque, tras su Resurrección su cuerpo ha adquirido las características propias de un tal cuerpo y una tal alma y puede atravesar las paredes sin, siquiera, inmutarse. Y tal fue así porque no se dice que se abriera una puerta sino, simplemente, que “se presentó en medio de ellos”.

Les da la paz. No es la paz del mundo sino la verdadera Paz de Dios, la que convence y llama al apostolado, la que hace que haya verdadera conversión.

Pero Jesús, al parecer, ha de hacer algo para que se acaben de convencer de que se trata del Maestro. ¡Incrédulos… y no sólo Tomás!

Cuando come el pescado Jesús demuestra que tiene cuerpo y que no se trata de una alucinación que están sufriendo por el dolor que andan pasando. Entonces, seguramente, comprenden muchas cosas.

A ellos también se les abren los ojos y el corazón. Y es que una acción tan sencilla como es la de ingerir algo de comida les ha desvelado todo. Todo lo que, habiéndolo oído, no entendían y todo lo que, habiéndolo visto con los ojos, no acababan de convencer a su duro corazón.

Jesús sabe que ahora, ahora mismo, ya están preparados para lo siguiente.

¿Qué es lo que ahora les corresponde hacer a ellos?

Lo que a ellos les va a encomendar es, sencillamente, seguir cumpliendo con lo que estaba escrito. Y es que si ya se había dicho el sufrimiento que iba a padecer el Cristo, en Mesías, el Enviado de Dios, también se había dejado escrito que, luego, tras su muerte y resurrección, no debía quedarse ahí lo sucedido. No. Todo aquello era muy importante, esencial para la vida de la humanidad, debía conocerse.

Jesús no había venido al mundo para que nada de lo que había dicho y hecho dejara de tener resonancia. Es más, lo que sus apóstoles debían llevar a cabo era la transmisión de una vida, de una doctrina, de un ser y hacer que había manifestado el Hijo de Dios. Y aquello era lo que les encomendaba: ir por el mundo a predicar y, haciéndolo, que el mundo se convirtiera de sus pecados y se salvara. Y es que ellos, en verdad, eran auténticos testigos de todo y, ahora, precisamente ahora con la Resurrección de Jesús, todo se había confirmado y, de paso, terminado el miedo.
 

PRECES

Pidamos a Dios por todos aquellos que no creen en la Resurrección de Cristo.

Roguemos al Señor.

Pidamos a Dios por todos aquellos que no quieren ser testigos del Maestro.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN
 
Padre Dios; ayúdanos a tener en cuenta, en nuestra vida, la de tu Hijo Cristo.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 
Eleuterio Fernández Guzmán

 

Panecillos de meditación

 

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

 

¡Qué bien nos vendría que la Paz de Cristo fuera también la nuestra…!

 

Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

8.04.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Una más que necesaria limpieza

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación 

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

  

Frases que bien valen la pena – Una más que necesaria limpieza

 “Un hombre limpio de cara a Dios, le conecta al mundo todas sus posibilidades de grandeza.” (Beato Lolo, de su libro Dios habla todos los días)

Es verdad que los creyentes católicos tenemos algo por cierto y que, por decirlo pronto, no podemos olvidar porque nos va la vida eterna en tal olvido. 

Lo que queremos decir arriba es que no hay forma posible de alcanzar el Cielo si nuestra alma está sucia porque se ha ensuciado con nuestras muchas caídas en las tentaciones que se nos proponen o que nosotros mismos nos planteamos. 

La limpieza de alma, por tanto, no es algo baladí sino que es totalmente necesaria en bien nuestro y de nuestro futuro vivir y existir fuera de este mundo y después de haber caminado por este valle de lágrimas. 

Partimos, por tanto, de una tal premisa sin la cual, además, nada de lo que podamos decir o plantear acerca de nuestra vida espiritual tiene sentido: o tenemos el alma limpia en el momento de la muerte o, en fin, debemos atenernos a las consecuencias que no han de ser nada buenas…

El Beato de Linares (Jaén, España) empieza poniendo el listón alto pues muchas veces lo tenemos que mirar desde abajo porque no estamos dispuesto a saltarlo… 

La altura de tal listón es, ni nada más y nada menos, que la limpieza de corazón. Pero no se refiere a que lo tengamos limpio para que el mundo vea que lo tenemos limpio. No. Lo que nos dice Lolo es que lo debemos tener limpio “de cara a Dios”. 

El caso es que nos las podemos prometer muy felices cuando entendemos que sí, que nuestro corazón está limpio y así vamos por el mundo… Sin embargo, nunca se nos debería olvidar que Dios ve en lo profundo del corazón (como dice Cristo en Mt 6,4.6) y que no lo podemos engañar. Y esto lo decimos porque, a lo mejor, no lo tenemos tan limpio como nosotros creemos si es que, en todo caso, lo creemos… 

Supongamos, de todas formas, que sí, que tenemos el corazón y el alma limpios y que el Todopoderoso es consciente de eso. Entonces podemos decir que eso tiene consecuencias no sólo para nosotros sino para el resto de la humanidad aunque esto pueda parecer exagerado. 

Que nosotros tengamos el alma limpia ha de producir en el prójimo una especie de gozo al ver que es posible tenerla y que nuestro ejemplo les viene la mar de bien para seguirlo. Y eso, como dice aquí Manuel Lozano Garrido, nos conecta con el mundo que ansía lo mismo. 

El ansia de limpieza del alma es algo así como la necesidad intrínseca que tenemos de que, en efecto, nuestro corazón esté limpio. Es decir, queremos que lo esté y, si lo está, eso lo ha de saber el prójimo por nuestro hacer. Y eso es a lo que Lolo llama una conexión con el mundo al que le transmitimos todo lo que la limpieza de alma tiene de grande que es, sencillamente, todo y más que todo. 

Que lo que dice el linarense universal es cierto lo prueba el que queramos ser de cara a Dios almas limpias y que hagamos todo lo posible para conseguirlo. Y ya, de paso, si eso beneficia al prójimo como eso tenga que ser… entonces, como dice la Sagrada Escritura, eso es miel sobre hojuelas. 

Por tanto, es cierto y verdad que el Beato Lolo conectó con el mundo ofreciendo esas posibilidades de grandeza. Y nosotros, que somos muy “aprovechones” (valga la palabra), hacemos lo posible para seguir tal ejemplo. Y gracias que le damos, faltaría más.

  

Eleuterio Fernández Guzmán

 

Panecillos de meditación 


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” 
(En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

 

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

 

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (60)

 

“La bondad y el amor de Dios son los descubrimientos más trascendentales que se pueden hacer en la vida.”

……………………………

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

6.04.24

La Palabra para el Domingo - 7 de abril de 2024

Resultado de imagen de SAnta Biblia

Como es obvio, hoy no es domingo 7 de abril de 2024 sino sábado, 6. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, de domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.  


Jn 20, 19-31

  
“19 Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: ‘La paz con vosotros.’ 20   Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor. 21    Jesús les dijo otra vez: ‘La paz con vosotros. Como el Padre me envió,  también yo os envío.’  22 Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: ‘Recibid el Espíritu Santo. 23    A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados;   a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.’   24 Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Los otros discípulos le decían: ‘Hemos visto al Señor.’ 25 Pero él les contestó: ‘Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré.’ 26 Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro y Tomás con ellos. Se presentó Jesús en medio estando las puertas cerradas, y dijo: ‘La paz con vosotros.’ 27   Luego dice a Tomás: ‘Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente.’ 28 Tomás le contestó: ‘Señor mío y Dios mío.’ 29 Dícele Jesús: ‘Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han creído.’ 30 Jesús realizó en presencia de los discípulos otras muchas señales que no están escritas en este libro. 31 Estas han sido escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre.”
  

COMENTARIO

Lo que es la fe; qué es

Para que todo lo que hizo tuviera sentido tuvo que aparecerse, Jesús, a sus discípulos que, con miedo, estaban escondidos. Sólo así comprendieron todos los, para ellos, extraños mensajes que habían recibido de Él y que, en su tiempo, no entendieron. 

Y se presentó ante ellos con la paz por delante, como deseándoles lo mejor, la tranquilidad del alma, la mejor forma de manifestarse, la expresión pura y simple de su ser. 

Para que acabaran de creer, les enseñó las marcas de su Pasión. Así, todo se cumplía, la comprensión de sus seguidores fue total. 

Pero no bastó con esto. Era fundamental que, sobre ellos, exhalara el Espíritu Santo; que, como prometió, fuera conveniente, para ellos que Él se fuera, se marchara al Padre, porque enviaría otro paráclito, otro defensor, ese Espíritu que les iba a guiar, dirigir, marcar el camino hacia Dios. 

Y también llevó a cabo el primer envío después de darles a aquel. Una misión: predicar el Evangelio, esa buena noticia que debían de llevar a todos,  con el poder de perdonar pecados, y de retener los que creyeran que debían ser retenidos. Todo un poder legítimo, significativo, creador de un nuevo mundo basado en su ejemplo, en su amor, en la Verdad que Él trajo, otros brazos para Dios. 

Y como era esencial llevar a cabo una definición, el establecimiento de un concepto claro y diáfano de Fe, lo hace en cuanto Tomás, llamémosle el incrédulo, duda de su presencia ocho días antes, ante sus apóstoles, allí, entre ellos, ante sus hermanos de fe. 

La fe de Tomás | Parroquia Santo Domingo Savio

Y como este apóstol debía tocar para creer, ver para creer, mirar para creer, le conmina a lo que todos sabemos: trae tus dedos, mira mis manos, etc., ante lo cual no pudo salir otra cosa de su boca que la tan conocida expresión de Señor mío y Dios mío. 

Ante esta expresión de sumisión a Cristo, éste, define, de una manera radical (de raíz), básica, imperecedera, lo que es la Fe: creer sin haber visto; sin haber visto, dijo. Ahí reside el elemento fundamental de nuestra expresión como cristianos y como hijos de Dios: asentimos ante unos hechos, unas realidades que no somos capaces de comprender. Sin embargo, creemos, tenemos Fe. Y otra cosa que no sea eso, el cuestionar estos hechos y estas realidades con el pretexto de no ser demostrables es, ciertamente, la mejor manera de permanecer alejados del Mesías y, por tanto, de Dios, al que no vemos, pero oramos, seguros, como estamos, de que nos escucha pues, para esto resucitó Cristo.

PRECES

Pidamos a dios por todos aquellos que dudan de Cristo.

Roguemos al Señor.

Pidamos a Dios por todos aquellos que no aceptan la Paz de Cristo.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a no dudar nunca de tu presencia en nuestra vida.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 
Eleuterio Fernández Guzmán

 

 

Panecillos de meditación

 

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

 

Tener fe es eso: creer sin ver.

 

Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

1.04.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena: a eso debemos acogernos

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación 

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena: a eso debemos acogernos


“El cielo no brinda vanidades, sino que ofrece troncos, susceptibles de hermosos frutos.” (Beato Lolo, de su libro Las estrellas se ven de noche)

 

Es seguro que no haya nada mejor que comprender la fe que alguien dice tener como importante en su vida. Y es que, de otra forma, también es seguro que mentimos acerca de la misma o que la tenemos, en todo caso, como mero adorno, digamos, social.

De todas formas, decimos que es importante comprender nuestra fe porque, de hacerlo, nuestro devenir como, en este caso, católicos, puede ir por el camino que debe ir y que no es otro que el que lleva al Cielo.

Del Cielo, precisamente, nos habla Manuel Lozano Garrido, Lolo, en este corto texto que, en realidad, no tiene muchas palabras porque no hacen falta demasiadas para decir lo esencial.

El Cielo es, más que nada, un anhelo, una realidad que ansían aquellos que creen en él y que lo tienen como destino para sus espirituales vidas. Y es que el Cielo fue preparado por Dios para acoger a todos aquellos hijos suyos que lo tengan por verdad y que tengan a Jesucristo como Hijo del Todopoderoso. Y por eso “muchos” lo han alcanzado pero, desgraciadamente, no todos…

Podemos decir que el Cielo es mucho más que algo que creemos porque nos viene bien y así podemos vivir nuestra vida en el mundo como habitantes del mismo pero sabiendo que no es este el lugar definitivo para nosotros. Sí, el Cielo es lo que preparó el Creador para nosotros y por eso el Beato de Linares (Jaén, España) quiere que apreciemos lo que eso significa y, sobre todo, cómo llegar al mismo.  

Sin embargo, como muy dice Lolo, el Cielo “no brinda vanidades” no vayamos a creer que nos lo merecemos, así, sin más… No, esa no puede ser la verdad y por eso dijo Cristo aquello de la puerta estrecha…

Lo que aquí nos dice nuestro amigo Manuel es que lo que el Cielo pone en nuestras vidas es, eso, “troncos” o, lo que es lo mismo, la posibilidad de dar frutos…

Como bien sabemos, un tronco o, mejor, de un tronco, pueden salir ramas y de las ramas hojas y de algunas de ellas frutos… Es decir que puede ser provechoso en cuanto a los frutos que den (aunque todos los árboles, aunque no den frutos, son provechosos…) y eso se puede aplicar a nosotros, a nuestra vida como creyentes católicos.

Que seamos “susceptibles” de dar frutos, como dice Lolo haciendo de tal palabra es, claro, cosa nuestra. Es decir, que el tronco puede dar frutos o quedar sin ellos pues depende de nosotros, exactamente de nosotros, que los dé.

Podemos decir que Lolo dio muchos frutos a lo largo de su vida y que su tronco se llenó de ramas y que bien podemos decirle, allí en el Cielo donde está, que su árbol, que llamó “desnudo” en uno de sus libros a modo de biografía, no lo estaba en realidad sino que, al contrario, era una frondosidad fructífera…

 

Eleuterio Fernández Guzmán

 

Panecillos de meditación

 

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:


Entender el sufrimiento es un bien más que importante.


Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (59)

 

“Cuesta más resistir la bondad de Dios que abrazarla.”

……………………………

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.