InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Archivos para: Junio 2022

27.06.22

Un amigo de Lolo - “Lolo, libro a libro” - Y dice Lolo “casi nada”

Presentación

Beato Manuel Lozano Garrido, beato Lolo sonriendo

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista que vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infligían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y franco.

Continuamos con el traer aquí textos del Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo. Lo hacemos ahora con “Las golondrinas nunca saben la hora“ libro con el que damos comienzo un año nuevo, el 2022. Y, para más información, digamos que se trata de un diario que abarca entre el 2 junio de 1961 y el 20 de agosto de 1965 o, lo que es lo mismo, contempla la vida de Manuel Lozano Garrido durante cuatro años.

Y dice Lolo “casi nada”

“Yo, como mejor cabalgo es sobre el brioso corcel de un libro. Lo monto y al galope todo el año. De cuando en cuando, para abrevar, los articulejos y otras cosillas que me oxigenan. Ahora me ronda una idea y, como no cristaliza, ando que boto. Entretanto, prensa. Preparo una revista mensual, una serie de artículos para un concurso y estudio lo de otra publicación más amplia, que me han encargado para Semana Santa y que no sé si podré atender; en resumidas cuentas, casi nada” (“Las golondrinas nunca saben la hora”, p. 59)

  

Este texto de su libro “Las golondrinas…” muestra bien a las claras cómo era el Beato de Linares (Jaén, España) y, en fin, que era prácticamente indestructible que, según eran sus circunstancias, es decir mucho pero es decir verdad. 

Ciertamente, se confiesa al respecto de cómo trabaja mejor. Y es que la producción de un libro es, para él, lo ideal. Y lo es porque supone concentración durante un tiempo bastante largo. Por eso dice que cuando tiene claro sobre qué va a escribir o cómo va a ser la forma del libro “al galope todo el año”. Y es que, sin duda, quien haga eso, escribir un libro, sabe muy bien a qué se refiere Lolo cuando afirma lo que afirma que es una verdad como una catedral de grande. 

Así dicho, como lo dice Lolo, da la impresión de que para él, aún teniendo al respecto de qué va a escribir las cosas claras, fuera todo sencillo y fácil. Y como sabemos las circunstancias, digamos, físicas, de su vida, es sencillo saber que no debía de ser nada fácil para nuestro amigo escribir un libro sino que, muy a pesar de que lo muestre como algo a llevar a cabo sin problema lo bien cierto es que no debía serlo. Pero para él, que es hombre con espíritu fuerte, todo le parecía la mar de bien sabiendo a qué iba a dedicarse.

 Pero como es más que conocida la producción literaria de Lolo (en los campos en los que así era) no nos extraña nada que diga eso de que “para abrevar” o, lo que es lo mismo, para nutrirse espiritualmente como si se tratase del agua que hidrata su corazón, hace otras cosas. Y es que el linarense universal escribió mucho más que los libros que dio a la luz pública (9) y eso es lo que nos dice aquí mismo. Y lo hace como para “oxigenarse” que es como afirmar que eso, los artículos y “otras cosillas” le vienen la mar de bien para darle fuerza mientras está escribiendo un libro. 

Esos “articulejos” de los que habla Lolo son más de unos cientos que publicó a lo largo de su vida y que muestran a una persona muy preocupada por todo lo que pasa a su alrededor y mucho más lejos. Y es en ellos, mientra se “oxigena”, donde podemos apreciar el valor literario de un hombre creyente católico que no deja de demostrar que lo es al darle ese tono en la escritura que muestra la hondura de su fe y que, de verdad, se la cree… 

Pero también tenía intención de publicar una revista mensual además de querer participar en un concurso y algo para la Semana Santa, suponemos, que de Linares, su pueblo. 

De todas formas Lolo tiene muy claro que, aunque sea un trabajador fuera de serie (digamos que sobrenatural según son sus circunstancias personales) a todo no puede llegar pues el día, también para él, tiene las horas que tiene. Y estamos seguros de que en ese “no sé si podre atender” hay mucho pesar y mucho saber que sí, que no todo es posible y que será lo que Dios quiera…

 Es cierto y verdad que todo esto que nos dice Lolo es mucho y más que mucho. Pero estamos seguros de que por mucho que diga “casi nada” el tal casi nada llenaba su corazón de ansia de mejorar y de servir a Dios y, así, a los hombres de su tiempo. Y, en realidad, no sólo lo consiguió entonces sino que ahora, algunos decenios después de su subida a la Casa del Padre y más de cien años después de su nacimiento, llega a hoy mismo lo que entonces hizo. 

Y nosotros, ¡qué menos!, la mar de agradecidos a Lolo.

     

Eleuterio Fernández Guzmán

Llama Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Saber sufrir, espiritualmente hablando, es un verdadero tesoro.

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

25.06.22

La Palabra para el Domingo - 26 de junio de 2022

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Como es obvio, hoy no es domingo 19 sino sábado 18 de junio de 2022. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana, el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del domingo siguiente.
También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.

Lc 9, 51-62

51 Sucedió que como se iban cumpliendo los días de su asunción, él se afirmó en su voluntad de ir a Jerusalén, 52 y envió mensajeros delante de sí, que fueron y entraron en un pueblo de samaritanos para prepararle posada; 53 pero no le recibieron porque tenía intención de ir a Jerusalén. 54 Al verlo sus discípulos Santiago y Juan, dijeron: ‘Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?’ 55 pero volviéndose, les reprendió; 56 y se fueron a otro pueblo.57 Mientras iban caminando, uno le dijo: ‘Te seguiré adondequiera que vayas.’ 58 Jesús le dijo: ‘Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.’ 59 A otro dijo: ‘Sígueme.’ El respondió: ‘Déjame ir primero a enterrar a mi padre.’ 60 Le respondió: ‘Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el Reino de Dios.’ 61 También otro le dijo: ‘Te seguiré, Señor; pero déjame antes despedirme de los de mi casa.’ 62 Le dijo Jesús: ‘Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios.’”

COMENTARIO

Saber lo que supone seguir a Cristo


Cuando alguien encuentra a quien cree que puede ser una persona muy importante en su vida no duda lo más mínimo en hacérselo saber
. Si es que, de verdad, así la considera, tampoco dudará en entregar su vida por la misma.


Eso lo podemos elevar a una potencia muy alta cuando
 lo que se trata no es de una persona que pueda ser más o menos carismática sino que hablamos de quien podía ser el Mesías esperado por el pueblo judío, elegido por Dios para ser el suyo.

No todos, sin embargo, le seguían
 y, como bien sabemos por lo escuchado y leído tantas veces, había quien le quería muerto. Por eso en aquella ocasión los apóstoles se enfadaron cuando no quisieron recibirlos en un pueblo samaritano. Ellos, que sabían que Jesús era el Cristo, no podían soportar que alguien no lo quisiese.

Pero la forma de pensar y hacer del Hijo de Dios era muy otra
. Y es que no podía, ni debía, obligar a nadie a seguirlo. Menos aún a los que siempre se habían opuesto, por razones que creían importantes y de cariz religioso, al pueblo judío. No. La libertad era un don de Dios y el Hijo no iba a adueñarse de la misma. Tal forma de actuar no era la correcta.

Pero, como decimos arriba, aquellos que creen haber encontrado a su Maestro, quieren seguir. Eso es, de natural, lo suyo.

Sin embargo, también en esto, Jesús va a sorprender a muchos. Sobre todo, va a sorprender a los le quieren seguir pero, al parecer, aún no han cambiado su corazón.

Catholic.net - Jesús no tiene donde reclinar la cabeza

Jesús sabe que sólo hay una forma de seguirle y que otra no sirve. Y la suya es muy radical. Y lo es porque viene de raíz, de aquello sobre lo que se ha de construir el corazón del hombre, con aquello que ha de alimentarse el mismo.

Muchos, eso sí, querían seguirlo. Pero lo querían hacer de una forma muy curiosa
: amaban su vida anterior y les costaba un poco dejarla de lado.

Jesús, de todas formas, avisa
: cuidado con creer que su lado todo van a ser cuidados ajenos y buenas ambrosías… No. Ciertamente, la existencia al lado del enviado de Dios no era ni iba a ser fácil.

A pesar de eso, de lo que dice a tal respecto, hay quien insiste en seguirle pero no se olvida del todo de lo que era.

Jesús quiere seguimiento total, olvidando el corazón viejo
. Por eso habla del Reino de Dios y de lo que supone alcanzarlo.

Lo que dice Cristo no es fácil de cumplir
. No hay que mirar hacia atrás.

Muchos, por atacar al Hijo de Dios, pueden sostener que lo que quiere es muy egoísta por parte de Jesucristo
. Sin embargo, tal cosa no es, para nada, verdad. Y es que lo que pretende el hijo de María y de su adoptivo padre José es que se comprenda que si no se cambia el corazón viejo y se pone en su lugar uno nuevo, si no se comprende que lo anterior ya no vale y que debe ser sustituido por la verdadera doctrina de Dios, no valdrá de nada querer seguirlo.

Cristo quiere compromiso
. Y lo quiere completo.


PRECES

Por todos aquellos que no comprenden lo que quiere decir seguir a Cristo.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que se vienen atrás cuando conocen lo que supone seguir a Cristo.

Roguemos al Señor.


ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a seguir a tu Hijo según quiere.


Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

……………………

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:


Seguir a Cristo no es fácil. Sólo tenemos que mirar a nuestro alrededor.

20.06.22

Un amigo de Lolo - “Lolo, libro a libro” - La esperanza que nunca se ha de perder

Presentación

Beato Manuel Lozano Garrido, beato Lolo sonriendo

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista que vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infligían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y franco.

Continuamos con el traer aquí textos del Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo. Lo hacemos ahora con “Las golondrinas nunca saben la hora“ libro con el que damos comienzo un año nuevo, el 2022. Y, para más información, digamos que se trata de un diario que abarca entre el 2 junio de 1961 y el 20 de agosto de 1965 o, lo que es lo mismo, contempla la vida de Manuel Lozano Garrido durante cuatro años.

La esperanza que nunca se ha de perder

  

“Los días pueden ser negros, grises o claros, pero ¿todos únicamente negros? La pesadumbre se ha echado encima del optimismo y lo aplasta, lo aplasta, más la fe nos dice que la última risa es siempre de la esperanza. La esperanza es como un muelle de acero que cede y se contrae en los momentos difíciles para distenderse y arrollarlo todo a la hora de la verdad”. (Las golondrinas nunca saben la hora, p. 58)

 

Lo decimos muchas veces eso de que la esperanza “es lo último que se pierde”. Sin embargo, eso, visto desde el punto de vista del Beato de Linares (Jaén, España) es decir muy poco de esta virtud que, por cardinal, la debemos tener más presente que lo que tal expresión dice. 

No hay duda alguna que lo que nos dice Lolo es cierto y es verdad: no todos los días son de color de rosa sino que, en efecto, los hay casi de todos los colores; negros cuando parece que nada sale bien; grises cuando algo sale mal pero hay cosas que salen bien y compensan lo otro o, en fin, días claros en los que todo es, entonces sí, de color de rosa. 

El caso es que nuestro amigo no está de acuerdo en que todos los días tengan que ser, a la fuerza, negros. Y eso lo dice quien tenía más de una causa para que vida fuera bien oscura… Sin embargo, se opone a eso. Y por eso se pregunta si todos han de ser únicamente así, negros. Y sabe que las cosas no son siempre de tal manera y lo basa en algo que, en sí mismo, es una virtud y que forma parte de las que llamamos “capitales” por su importancia y que son, a saber, la fe, la esperanza y la caridad… 

Todo, pues, parece sencillo de entender: si todos los días no pueden ser negros es, precisamente, por la esperanza. 

El caso es que dice bien Lolo que la esperanza tampoco actúa por sí sola sino que es la fe la que nos dirige a ella pues, de tenerla, la fe queremos decir, la otra virtud nos saldrá al encuentro más pronto que tarde. La fe, por tanto, conduce y lleva a la esperanza y por eso es que hay tantas personas que, a fuerza de no tener fe tampoco tienen esperanza… 

Veamos, de todas formas, qué sentido tiene Lolo de esperanza, cómo la considera. 

Resulta curioso que nos dice Lolo que la esperanza es como un “muelle de acero”. Y esto lo decimos porque nos muestra qué es para él pues un muelle es algo elástico que vuelve a su posición una vez se ha estirado de él pero, a su vez, siendo de acero muestra allí una fuerza casi irresistible. Es decir, que la esperanza, que la tenemos ahí sólo para las oportunidades en las que echamos manos de ella siempre está a punto para estirarla según nuestras necesidades y, por eso mismo, tiene una naturaleza tan irresistible, tan fuerte, por decirlo así. 

Ciertamente, la esperanza la necesitamos cuando la necesitamos y no es como la fe que siempre ha de estar ahí. Y por eso, precisamente por eso, cuando nos la echamos al corazón y la ponemos en el primer plano de nuestra vida, ante las dificultades, todo lo arrolla, como dice Lolo. 

Además, es verdad que a la hora de la “verdad”, como apunta nuestro amigo, la esperanza nunca nos falla porque ha sido traída por la fe y siempre está ahí para darle a todo lo malo una visión mejor, una nueva luz, un ser que valga la pena.

    

Eleuterio Fernández Guzmán

Llama Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Saber sufrir, espiritualmente hablando, es un verdadero tesoro.

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

18.06.22

La Palabra para el domingo – 19 de junio de 2022

Resultado de imagen de SAnta Biblia

Como es obvio, hoy no es domingo 19 sino sábado 18 de junio de 2022. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana, el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del domingo siguiente.
También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.

Lc 9, 11b-17


“Les hablaba acerca del Reino de Dios, y curaba a los que tenían necesidad de ser curados. 12 Pero el día había comenzado a declinar, y acercándose los Doce, le dijeron: ‘Despide a la gente para que vayan a los pueblos y aldeas del contorno y busquen alojamiento y comida, porque aquí estamos en un lugar deshabitado.’13 Él les dijo: ‘Dadles vosotros de comer.’ Pero ellos respondieron: ‘No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta gente.’ 14 Pues había como 5.000 hombres. Él dijo a sus discípulos: ‘Haced que se acomoden por grupos de unos cincuenta.’ 15 Lo hicieron así, e hicieron acomodarse a todos. 16 Tomó entonces los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, pronunció sobre ellos la bendición y los partió, y los iba dando a los discípulos para que los fueran sirviendo a la gente. 17 Comieron todos hasta saciarse. Se recogieron los trozos que les habían sobrado: doce canastos.”

COMENTARIO


Confianza, plena, en Dios


Algunos sostienen que aquella multiplicación de los panes es algo simbólico y que, en realidad, Jesús no hizo tal cosa sino que se supone que quería decir algo así como que es importante compartir, etc.

Sin embargo, los creyentes estamos más que seguros de que si de aquello dejó constancia el Evangelio era porque sucedió y porque era muy importante entender lo que eso quería decir.

Jesús sabe que toda aquella muchedumbre difícilmente podría ser alimentada por vías humanas. En realidad, haría falta una cantidad de dinero muy elevada de la que no disponía el Hijo de Dios ni sus Apóstoles.

Pero el Mesías quiere poner a prueba a los que más de cerca le siguen. Y les pone una prueba no fácil: que den ellos de comer a los que le están escuchando. Pero ellos, reconociéndose humanamente muy limitados saben que lo único que pueden hacer es, simplemente, comprar la comida. Pero también sabían que no tenían tan gran cantidad de dinero.

Murillo - Página web de tomasmuruaga

Jesús, sin embargo, confía plenamente en Dios y en el poder de la oración de petición.

Aquel hombre que había venido al mundo a que se cumpliese la voluntad de Dios se dirige a Quien todo lo creó y mantiene para pedir por aquellas personas que habían puesto su confianza en Él y que ahora se veían en una situación de difícil solución a no ser que interviniese el mismo Todopoderoso.

Y la oración surte el efecto deseado. Todos comen e, incluso, sobra mucha comida (recogen doce canastos) que no puede echarse a perder o desperdiciarse. Nada de lo divino puede quedar perdido sino recogido para alimentar, espiritualmente, a quien lo necesite.

Jesús les había enseñado mucho con aquello. Por ejemplo, que no hay que perder nunca la esperanza; que Dios siempre escucha cuando se pide para dar solución a las necesidades de otros; que es muy importante orar al Padre por medio de su Hijo Jesucristo.

El triunfo del compartir | Arquidiócesis de Bogotá

Los apóstoles actuaron como hombres y sólo se les ocurrió que Jesús mandara a sus seguidores que fueran a buscarse el alimento. Pero Jesús tenía un alimento que sacia el hambre de eternidad. Y se lo dio y quedaron todos saciados. Comieron de aquel milagro y todos quedaron gozosos con aquello que habían visto y gustado.

PRECES

Por todos aquellos que no confían en Dios.

Roguemos al Señor.


Por todos aquellos que no se dirigen a Dios en petición o

agradecimiento.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a tener siempre confianza en el poder de la oración.


Gracias, Señor, por poder transmitir esto.


El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

……………………

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Oró y repartió; tal era su confianza en Dios. 

13.06.22

Un amigo de Lolo - Beatificación de Lolo: 12 años y un día

Presentación

Beato Manuel Lozano Garrido, beato Lolo sonriendo

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista que vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infligían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y franco.

12 años y un día

Aquel día llovía en Linares… 

Ciertamente que hace ahora, justamente, 12 años y un día, el agua se dejó caer en Linares que fue donde nació, vivió y murió la persona que aquel día era, por decirlo así, homenajeada con todos los lustres que para eso tiene la Iglesia católica. 

Se ha hecho uso de la lluvia aquella una imagen, digamos, a modo de lágrimas que caían del Cielo porque a un hijo de Dios especialmente cualificado y dotado de dones y gracias como era Manuel Lozano Garrido se le hubiera subido a los altares. Pero, para nosotros (y siendo tal imagen bella y bonita) nos basta con decir que sí, que llovía entonces… 

El caso es que la lluvia, pertinaz, en nada enturbió la beatificación del pronto Beato Lolo. Es más, la volvió más épica, como suele decirse cuando, ante algo que pasa es que se le añade determinada circunstancia que lo hace, si cabe, más especial. 

A nosotros, de todas formas, lo que más nos importa es el acontecimiento en sí o, lo que es lo mismo, la beatificación de Manuel Lozano Garrido, para nosotros Lolo por ser sus amigos. 

Lo que nos importa es que se reconoció entonces que un creyente católico se había ganado a pulso de alma y de corazón subir a los altares. Y no es que otros en creyentes católicos no recayera su forma de hacer las cosas y, en fin, su ser así hijo de Dios sino que, como suele pasar, se reconoce en determinadas personas sus cualidades para subir a los altares. Y eso le pasaba y le pasó a Lolo.

Proceso de Canonización de Manuel Lozano Garrido | Beato Manuel Lozano  Garrido, beato Lolo

Seguramente, mucho se ha escrito sobre aquel hombre, aquel superhombre espiritual (y nos preciamos de calificarlo así porque lo fue) que fue capaz de enfrentar todas las batallas físicas y salir vencedor de ellas menos, claro, de la que le llevó al encuentro del Padre celestial un 3 de noviembre de 1971. Pero es que aquella debía producirse cuando Dios quisiera que se produjera y vino a ser lo que Dios quiso… como suele ser y es lo habitual. 

Nosotros nos gozamos de recordar hoy, que es 13 de junio, hace 12 años y un día que en Linares llovía mucho y la urna con los restos mortales de Lolo subió al escenario en el que, a modo de Iglesia (imaginemos así la cosa) iba a ser nombrado Beato de la Iglesia católica y, desde entonces, formar parte de la lista interminable que en el Cielo adoran a Dios y gozan de la Visión Beatífica y la Bienaventuranza. 

Es cierto y verdad que tal tiempo, 12 años y un día, a lo mejor no es un espacio temporal excesivo si lo comparamos con la misma eternidad (en la que, por cierto, no hay tiempo alguno) Sin embargo, en tal tiempo nos ha dado el mismo para conocer mejor a Lolo y para saber que aquel vecino que, en Linares, visitaban muchos de tal jaez para estar un rato con él, a veces para pedirle consejo espiritual e, incluso (¡sobre todo!) para curar sus muchas dolencias; aquel vecino, decimos, está desde entonces entre aquellos que han sabido, a lo largo de los tiempos, ser fieles hasta el tuétano, como suele decirse. 

Ahora bien, a esto estamos más que seguros de que Lolo, haciendo uso del sentido del humor que tenía (que era más que notable) hubiera dicho algo así como “Sí, para huesos estoy yo”… 

Y es que Lolo era así, ni más ni menos.

   

Eleuterio Fernández Guzmán

Llama Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Saber sufrir, espiritualmente hablando, es un verdadero tesoro.

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.