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11.11.15

Libro: Mes de noviembre a los Santos y a las Benditas Almas del Purgatorio-Purificatorio, de Eleuterio Fernández Guzmán

Mes de noviembre a los Santos y a las Benditas Almas del Purgatorio-Purificatorio                                     Mes de noviembre a los Santos y a las Benditas Almas del Purgatorio-Purificatorio

Título: Mes de noviembre a los Santos y a las Benditas Almas del Purgatorio-Purificatorio

Autor: Eleuterio Fernández Guzmán

Editorial: Lulu

Páginas: 52

Precio aprox.: 5,50 € papel – 1 € Libro electrónico 

ISBN Papel: 5800113224530

ISBN eBook: 978-1-326-47341-9

Año edición: 2015

Los puedes adquirir en Lulu.

Mes de noviembre a los Santos y a las Benditas Almas del Purgatorio-Purificatorio

Hace unos meses el que esto escribe publicó un libro de título “Mes de junio al Sagrado Corazón de Jesús”. Y con la voluntad de querer ir ofreciendo, a los posibles lectores, instrumentos espirituales para poner nuestra fe católica en práctica, traemos hoy aquí la publicación de otro libro de título “Mes de noviembre a los Santos y a las Benditas Almas del Purgatorio-Purificatorio”.

Antes de seguir, tenemos que decir que tanto uno como otro, como cualquier otro libro de similares características, no debe ser tenido para, digamos, uso exclusivo del mes a que está, por naturaleza de la devoción, dedicado. Queremos decir que tanto al Sagrado Corazón de Jesús como a los Santos y Benditas Almas podemos, y debemos, dedicar otros muchos tiempos espirituales de nuestra vida de creyentes católicos.

Pues bien, una vez sentado esta primera, digamos, de las generales de la ley espiritual, digamos que es nuevo libro, aunque llegue unos cuantos días tarde al respecto del presente mes de noviembre, no por eso deja de ser importante (no el texto escrito por un sencillo en la fe) sino el recuerdo que hacemos de los Santos y de las Benditas Almas.

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10.11.15

Un amigo de Lolo – Encontrar a Dios en el sufrimiento

Presentación

Lolo

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infligían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

 Libro de oración

En el libro “Rezar con el Beato Manuel Lozano, Lolo” (Publicado por Editorial Cobel, www.cobelediciones.com ) se hace referencia a una serie de textos del Beato de Linares (Jaén-España) en el que refleja la fe de nuestro amigo. Vamos a traer una selección de los mismos.

 

Encontrar a Dios en el sufrimiento

 

“La ternura de la mirada de Dios cuando más se nota es haciendo por buscarla con las rodillas sobre los guijarros y en hora de orfandad.” (Bien venido, amor, 76)

 

El ser humano creyente es lógico que quiera tener a Dios muy cerca de él. Por eso lo busca. No es que crea que lo necesita sino que sabe, a ciencia cierta, que sin el Creador, todo lo demás carece de sentido o lo tiene en una escala ridícula o venida a menos.

También suele ser ordinario comportamiento del mismo querer encontrar al Todopoderoso en lo grande. Así, por ejemplo, queremos verlo en la naturaleza que creó y que mantiene. Pero las cosas son más sencillas, por cercanas, de lo que nos puede parecer.

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8.11.15

La Palabra del Domingo - 8 de noviembre de 2015

 Biblia

Mc 12, 38-44

“38 Decía también en su instrucción: ‘Guardaos de los escribas, que gustan pasear con amplio ropaje, ser saludados en las plazas, 39 ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; 40 y que devoran la hacienda de las viudas so capa de largas oraciones. Esos tendrán una sentencia más rigurosa. 41 Jesús se sentó frente al arca del Tesoro y miraba cómo echaba la gente monedas en el arca del Tesoro: muchos ricos  echaban mucho. 42 Llegó también una viuda pobre y echó dos moneditas, o sea, una cuarta parte del as.

43 Entonces, llamando a sus discípulos, les dijo: ‘Os digo de verdad que esta viuda pobre ha echado más que todos los que echan en el arca del Tesoro.44 Pues todos han echado de los que les sobraba, ésta, en cambio, ha echado de lo que necesitaba todo cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir.”

 

 

COMENTARIO

 Lo que más vale y sirve

 

1.-Escatología y merecimiento. Estos dos conceptos, que encierran mucho de lo que Jesús nos comunicó, tienen mucho, todo, que ver en el texto que el Calendario Litúrgico nos ofrece para hoy. Escatología y merecimiento es lo que se refleja en la actuación de la viuda y sentimiento de comprensión por parte de Jesús.

2.- En este texto de Marcos, Jesús nos aclara dos situaciones que, siempre, suelen producirse y que han de suponer, para sus discípulos, un ejemplo de lo que no puede ser y, a la vez, y al contrario, de lo que ha de ser.

En primer lugar, Jesús hace hincapié en que hay algunas personas (en este caso los escribas pero que se puede extender a otros) en las que primero, en su comportamiento, priva la apariencia sobre lo que de verdad tendría que ser su forma de actuación ya que, además de creer en Dios, eran personas notables dentro de la sociedad de la época.

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7.11.15

Serie “Al hilo de la Biblia- Y Jesús dijo…” – Saber tener para que no se nos quite.

Sagrada Biblia

Dice S. Pablo, en su Epístola a los Romanos, concretamente, en los versículos 14 y 15 del capítulo 2 que, en efecto, cuando los gentiles, que no tienen ley, cumplen naturalmente las prescripciones de la ley, sin tener ley, para sí mismos son ley; como quienes muestran tener la realidad de esa ley escrita en su corazón, atestiguándolo su conciencia, y los juicios contrapuestos de condenación o alabanza. Esto, que en un principio, puede dar la impresión de ser, o tener, un sentido de lógica extensión del mensaje primero del Creador y, por eso, por el hecho mismo de que Pablo lo utilice no debería dársele la mayor importancia, teniendo en cuenta su propio apostolado. Esto, claro, en una primera impresión.

Sin embargo, esta afirmación del convertido, y convencido, Saulo, encierra una verdad que va más allá de esta mención de la Ley natural que, como tal, está en el cada ser de cada persona y que, en este tiempo de verano (o de invierno o de cuando sea) no podemos olvidar.

Lo que nos dice el apóstol es que, al menos, a los que nos consideramos herederos de ese reino de amor, nos ha de “picar” (por así decirlo) esa sana curiosidad de saber dónde podemos encontrar el culmen de la sabiduría de Dios, dónde podemos encontrar el camino, ya trazado, que nos lleve a pacer en las dulces praderas del Reino del Padre.

Aquí, ahora, como en tantas otras ocasiones, hemos de acudir a lo que nos dicen aquellos que conocieron a Jesús o aquellos que recogieron, con el paso de los años, la doctrina del Jristós o enviado, por Dios a comunicarnos, a traernos, la Buena Noticia y, claro, a todo aquello que se recoge en los textos sagrados escritos antes de su advenimiento y que en las vacaciones veraniegas se ofrece con toda su fuerza y desea ser recibido en nuestros corazones sin el agobio propio de los periodos de trabajo, digamos, obligado aunque necesario. Y también, claro está, a lo que aquellos que lo precedieron fueron sembrando la Santa Escritura de huellas de lo que tenía que venir, del Mesías allí anunciado.

Por otra parte, Pedro, aquel que sería el primer Papa de la Iglesia fundada por Cristo, sabía que los discípulos del Mesías debían estar

“siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestra esperanza” (1 Pe 3, 15)

Y la tal razón la encontramos intacta en cada uno de los textos que nos ofrecen estos más de 70 libros que recogen, en la Antigua y Nueva Alianza, un quicio sobre el que apoyar el edificio de nuestra vida, una piedra angular que no pueda desechar el mundo porque es la que le da forma, la que encierra respuestas a sus dudas, la que brota para hacer sucumbir nuestra falta de esperanza, esa virtud sin la cual nuestra existencia no deja de ser sino un paso vacío por un valle yerto.

La Santa Biblia es, pues, el instrumento espiritual del que podemos valernos para afrontar aquello que nos pasa. No es, sin embargo, un recetario donde se nos indican las proporciones de estas o aquellas virtudes. Sin embargo, a tenor de lo que dice Francisco Varo en su libro “¿Sabes leer la Biblia “ (Planeta Testimonio, 2006, p. 153)

“Un Padre de la Iglesia, san Gregorio Magno, explicaba en el siglo VI al médico Teodoro qué es verdaderamente la Biblia: un carta de Dios dirigida a su criatura”. Ciertamente, es un modo de hablar. Pero se trata de una manera de decir que expresa de modo gráfico y preciso, dentro de su sencillez, qué es la Sagrada Escritura para un cristiano: una carta de Dios”.

Pues bien, en tal “carta” podemos encontrar muchas cosas que nos pueden venir muy bien para conocer mejor, al fin y al cabo, nuestra propia historia como pueblo elegido por Dios para transmitir su Palabra y llevarla allí donde no es conocida o donde, si bien se conocida, no es apreciada en cuánto vale.

Por tanto, vamos a traer de traer, a esta serie de título “Al hilo de la Biblia”, aquello que está unido entre sí por haber sido inspirado por Dios mismo a través del Espíritu Santo y, por eso mismo, a nosotros mismos, por ser sus destinatarios últimos.

Por otra parte, es bien cierto que Jesucristo, a lo largo de la llamada “vida pública” se dirigió en múltiples ocasiones a los que querían escucharle e, incluso, a los que preferían tenerlo lejos porque no gustaban con lo que le oían decir.

Sin embargo, en muchas ocasiones Jesús decía lo que era muy importante que se supiera y lo que, sobre todo, sus discípulos tenían que comprender y, también, aprender para luego transmitirlo a los demás.

Vamos, pues, a traer a esta serie sobre la Santa Biblia parte de aquellos momentos en los que, precisamente, Jesús dijo.

Saber tener para que no se nos quite  

Y Jesús dijo… (Mc 4, 25)

“Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.”

 

No podemos dejar de reconocer que Jesús, de vez en cuando, hablaba de una forma un tanto enigmática. Es más, es tanto más enigmática cuanto más cerrados estén nuestros corazones.

Este texto del evangelio de san Marcos nos pone el corazón en un puño: ¿qué quería decir Jesús con eso de quitar a quien no tiene y dar a quien tiene? ¿Acaso estaba sembrando semilla de injusticia?

Bueno. Como sabemos el Hijo de Dios gustaba de hacer uso de palabas así. Es más, este caso, el de quitar a quien no tiene y dar a quien tiene no sólo aparece en este evangelio sino, también, en otros:

Mt 13, 12:

“Porque a quien tiene se le dará y le sobrará; pero a quien no tiene, aun lo que tiene se le quitará.”

Lc 8, 18:

“Mirad, pues, cómo oís; porque al que tenga, se le dará; y al que no tenga, aun lo que crea tener se le quitará.”

Lc 19, 26:

“Os digo que a todo el que tiene, se le dará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.”

Tal expresión, por tanto, quería decir algo y ese algo es lo que vamos a tratar de desentrañar.

Para empezar podemos decir que, con toda seguridad, Jesús no podía querer decir nada contrario ni a la voluntad de Dios ni a la aplicación de su justicia. Eso estaba muy lejos de su voluntad. Por tanto se debía referir a algo muy relacionado con sus hermanos los hombres.

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6.11.15

Dicen que el PSOE quiere quitar la religión de la enseñanza

Al parecer han vuelto a hacer uso de lo mismo. A falta de mejores temas que proponer por una ideología corrompida desde su base y podrida en sus entrañas, a los chicos del PSOE no se les ocurre otra cosa que volver a dar mandobles a la Iglesia católica. ¡Estos chicos no tienen remedio alguno!

Siempre están a lo mismo. Tienen por bueno hacer eso porque saben más que de sobra que no van a tener malas consecuencias. A lo mejor hasta aumentan el número de votos si tratan de pescar en un sector político muy de izquierdas que odia a la Iglesia católica, a todo lo que es y representa y que estaría la mar de encantado de volver a los años treinta del siglo pasado donde cometieron todos los desmanes que quisieran en contra de la misma y de sus fieles y lo hicieron amparados ¡por las leyes!

Sin embargo, lo único que dan es verdadera pena. Estos ateos malcarados y venidos a menos (¡ya no son lo que eran aunque quisieran serlo!) pretenden, nada más y nada menos, que eliminar la asignatura de Religión Católica de la enseñanza. Es más, al parecer también quieren que todos los crucifijos desaparezcan de las aulas. Sin embargo, no creemos que exista ninguna en ningún centro educativo público. Entonces ¿acaso pretenden que los concertados o privados también los quiten si los tienen allí bien puestos?

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