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1.06.25

La Palabra del Domingo – Domingo, 1 de junio de 2025

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Lc 24, 46-53

 “46 y les dijo: ‘Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día 47  y se predicara en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén. 48  Vosotros sois testigos de estas cosas. 49 ‘Mirad, y voy a enviar sobre vosotros la Promesa de mi Padre. Por vuestra parte permaneced en la ciudad hasta que  seáis revestidos de poder desde lo alto.’   50 Los sacó hasta cerca de Betania y, alzando sus manos, los bendijo. 51      Y sucedió que, mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo. 52 Ellos, después de postrarse ante él, se volvieron a Jerusalén con gran gozo, 53   y estaban siempre en el Templo bendiciendo a Dios.”

 

COMENTARIO

Y ascendió a los cielos

 

Dios siempre ha tenido un Plan para la humanidad. Es decir, cuando llevó a cabo la creación y puso en ella al ser humano no lo hizo para olvidarse de ella sino que, con el paso del tiempo, mostró y demostró que había preocupación en su corazón por aquella parte de la creación que hizo a su imagen y semejanza.

Esto dicho arriba supone que, a lo largo de la historia de la humanidad la mano de Dios se ha podido apreciar en muchos acontecimientos de la vida del hombre. En el paso del río por parte del pueblo elegido, sin ir más lejos.

Por eso, los escritores inspirados por el Espíritu Santo fueron fijando por escrito lo que, cuando eso fuera necesario que sucediese, la historia de la salvación llegara a su culminación porque el hombre, en un momento determinado, iba a necesitar ser salvado. Y es que, después del episodio de Noé y su arca salvadora otra vez tuvo el Creador que intervenir en beneficio de su descendencia.

Y lo hizo enviando a su Hijo al que llamaron Jesús porque estaba escrito que el Emmanuel viviese entre los hombres, sus hermanos.

Vosotros sois testigos de esto». Lectio Divina Domingo de la Ascensión del  Señor – Ciclo C | Biblia y Comunicación

Por eso Jesús, en este texto del Evangelio de San Lucas, dice que estaba escrito lo que le iba a pasar a Él. Y es que conoce y reconoce que, siendo el Mesías, lo que está escrito se ha de cumplir.

Y todo, palabra por palabra y realidad por realidad, se fue cumpliendo en su vida: nacimiento de una Virgen, vida oculta, años de predicación y muerte perfectamente entrevista, por ejemplo, por el profeta Isaías.

El caso es que el Cristo, el Enviado de Dios, debía padecer y resucitar al tercer día. Pero antes debía predicar para que el hombre se convirtiera y gozara con el perdón de sus pecados. Y que en el principio sería el mismo pueblo elegido el que se beneficiara de eso… y se benefició, como sabemos y está escrito.

Pero Jesús promete que enviará al Espíritu Santo, al Defensor, que guiará al pueblo por los caminos del mundo.

Y, mientras los bendecía, ascendió a los cielos…

Esto, así dicho, pudiera parecer (porque lo es) algo maravilloso que sólo unos cuantos contemplaron. Sin embargo, era más, mucho más, porque demostraba que todo lo que había dicho a lo largo de aquellos años de enseñanza, se estaba cumpliendo y que, por tanto, el resto también se iba a cumplir.

Podemos imaginar que aquellos hombres, que antes habían tenido mucho miedo, pasaron a un estado espiritual de exaltación. El miedo se había terminado porque ¿cómo tener miedo estando del lado de Quien todo lo puede hasta resucitar a Cristo?

Por eso, nada extraña que volvieran a Jerusalén y que agradecieran tanto dado a Dios. Y que luego, fueran por el mundo anunciando la Buena Noticia, después de haber visto lo que vieron, tampoco nos extraña nada de nada.

PRECES

Por todos aquellos que no quieren ser testigos de Cristo.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que no quieren agradecer a Dios tantos dones y gracias.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a ser fieles a Ti. 

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

Gracias a Dios que Cristo ascendió a los Cielos porque muchas gracias se nos han entregado desde entonces.

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

25.05.25

La Palabra del Domingo – Domingo, 25 de mayo de 2025

Resultado de imagen de SAnta BibliaJn 14, 23-29

23 Jesús le respondió: «Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él. 24 El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado. 25 Os he dicho estas cosas estando entre vosotros. 26 Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho. 27 Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde. 28 Habéis oído que os he dicho: “Me voy y volveré a vosotros.” Si me amarais, os alegraríais de que me fuera al Padre, porque el Padre es más grande que yo. 29 Y os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis.

COMENTARIO

Las promesas de Dios siempre se cumplen

En este momento del relato evangélico referido a la predicación de Jesús en el mundo que le tocó vivir, no hace falta esconder nada para que aún no se sepa quién es aquel Maestro que les está hablando.

Jesús lo dice todo con una claridad más que evidente. No dice que no es quien es sino que, al contrario, quien le ama, ama a quien lo envío que no es otro que Dios mismo. Eso lo debían haber aprendido durante el tiempo que estuvieron pisando la tierra de los caminos por los que transmitieron la Palabra de Dios. Sin embargo, parece que aún no son capaces de entender lo que es tan evidente.

Quien, al contrario, no guarda en su corazón las palabras que dice Jesús no es que sea mala persona o algo por el estilo sino que, simplemente, no lo ama y, por lo tanto, no ama a Dios. Así de sencillo y así de real.

Jesús, sin embargo, les tiene preparada una sorpresa a los que le escuchan: cuando Él se vaya vendrá el Paráclito, el Defensor, el Espíritu Santo, para hablarles de todo lo que deben, aún, conocer. Además, y para empezar, les recordará todo lo que había dicho el Hijo de Dios y que, a lo mejor, habían olvidado.

También les da Jesús la paz. Pero, como muy bien dice el Maestro, la paz que Él da no es la del mundo, siempre tan interesada y tan preocupada por su egoísmo, sino una paz verdadera porque es la paz del corazón.

EL QUE ME AMA, MI PADRE LO AMARÁ Y NOS MANIFESTAREMOS A ÉL

Algo, sin embargo, debió turbar mucho a los que le escuchaban. Si Jesús dice que se deberían alegrar por el hecho de que se iría con una muerte terrible, eso no podía apoyar el hecho de que se alegraran aquellos que le querían. Como no habían comprendido del todo la enseñanza de Jesucristo, era de esperar que no entendiesen aquello.

A esto Jesús añade algo que es muy importante: Dios es el Todopoderoso y todo lo puede. Y hará que resucite Su Hijo. Entonces, dice Jesús, creerán aquellos que entonces se mostraban incrédulos ante lo que estaba pasando y sucediendo en sus vidas.

Jesús, como Dios hecho hombre, ha de cumplir, cumplió, todo lo que les acababa de decir. Aún no era el momento, seguramente, de que comprendiesen lo que les venía encima pero, en poco tiempo entenderían que todo lo que les había dicho Jesús se había cumplido exactamente, palabra por palabra, circunstancia a circunstancia. Y es que Dios siempre cumple lo que promete.

PRECES

Por todos los que no quieren guardar la Palabra de Dios.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que no ponen su confianza en el Espíritu Santo.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a tener en nuestro corazón a tu Santo Espíritu y a seguir sus mociones e indicaciones.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

No debería turbarse nunca nuestro corazón sabiendo Quien lo sostiene.

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

18.05.25

La Palabra del Domingo - Domingo, 18 de mayo de 2025

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Jn 13, 31-33a. 34-35

31 Cuando salió, dice Jesús: ‘Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre y Dios ha sido glorificado en él. 32 Si Dios ha sido glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo y le glorificará pronto.’ 33 ‘Hijos míos, ya poco tiempo voy a estar con vosotros. 34 Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros. 35 En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los otros.’”

COMENTARIO

Un mandamiento muy difícil de cumplir

En la Última Cena Jesús dijo muchas cosas de importancia e hizo otras tantas de no poca relevancia. Así, por ejemplo, fue el momento en el que se celebró la primera Eucaristía y, también, cuando estableció el sacerdocio.

El momento que traemos aquí hoy corresponde al momento en el que Judas sale del Cenáculo para cumplir con la traición hacia el Maestro. Y habla, Cristo, de lo que ha de ser su glorificación… en la Cruz.

Todo lo dicho, sin embargo, tiene un punto álgido. Y es cuando el Hijo de Dios establece lo que él mismo llama mandamiento nuevo. Y es que, en verdad, no es sólo nuevo sino que sirve de cauce a muchos de los ya conocidos.

Jesús da un mandamiento nuevo. Si el resto de mandamientos habían sido establecidos por su Padre y entregados a Moisés en su camino por el desierto hacia la tierra prometida, era ahora el Hijo quien establecía un nuevo.

En realidad, lo mismo que el resto de Mandamientos (10) podía ser seguido y cumplido… o no seguido y no cumplido.  Esto caía del lado de cada hijo de Dios. 

El mandato es: amarse unos a otros. Y esto parece fácil de entender porque cualquiera sabe lo que eso significa.

El Hijo del hombre ha sido glorificado» | La Banda Diario

Sin embargo, Jesús añade algo que es crucial en este caso y, como suele suceder, en todo lo que hace y dice: hay que amarse de una forma muy especial que consiste, en esencia y básicamente, en hacerlo como Él lo había hecho con ellos.

Antes que nada, decimos que el Amor de Dios no tiene condición a cambió. Es decir, el Creador ama a su descendencia aunque la misma tenga por costumbre y vicio olvidarlo y darle la espalda, esconderlo lo más lejos posible de su vida y, por si eso no fuera ya suficiente, zaherirlo en cuanto algo le sale mal.

En cambio Cristo, diciendo eso que dice se pone de ejemplo.

Sabemos, ellos también lo sabían, cómo los había amado. Lo que aún no sabían es cómo los iba a acabar de amar al entregar su vida en una cruz.

Nosotros, sin embargo, tenemos ventaja al respecto de aquellos apóstoles que cenaban con Él aquel día de la Pascua judía. Y es que nosotros sí sabemos, a ciencia y corazón ciertos, cómo fue su muerte y cómo se comportó ante ella: perdonando, intercediendo por sus verdugos y, en suma, amando.

Aquella forma de amar era muy especial. Y es que lo era hasta el extremo de dar su vida a cambio del perdón de Dios hacia sus hermanos los hombres. Y aquella forma de amar, entregada, sin mirar a sí mismo sino el interés de su prójimo…. era la forma de amar que quería se viese entre sus discípulos.

El caso es que Jesús quiere que se vea. Es decir, no quiere que el amor entre los suyos sea algo íntimo, de casa para dentro. No. Lo que quiere es que, viendo los demás no creyentes cómo se aman sus discípulos sabrán, por tal amor, que eran sus discípulos. Y así servir de ejemplo y que se pudiera decir de ellos, como se dijo, “mirad cómo se aman”.

Tal amor, el Amor, en definitiva de Dios, era el que quería Jesucristo para todos los que, de una manera o de otra, se decían ser seguidores suyos.

El caso es que tal amor no siempre es fácil de poner en práctica. Y es que son muchos los egoísmos en los que nos movemos, muchas las incomprensiones que atesoramos en nuestro corazón y, en fin, muchas las ocasiones en las que no somos capaces de amar cuando deberíamos amar o perdonar cuando deberíamos perdonar. Y tal es la gran prueba que debemos superar para que, en efecto, puedan decir de nosotros el “mirad como se aman”.

PRECES

Pidamos a Dios por todos aquellos que no creen en el Amor de Dios por sus criaturas.

Roguemos al Señor.

Pidamos a Dios por todos aquellos que no son capaces de amar como Cristo amó.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a amar como tu Hijo nos amó a nosotros.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

Que nos amenos como Él nos amó. No podemos negar qué alto está el listón…

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

11.05.25

La Palabra del Domingo – Domingo, 11 de mayo de 2025

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Juan 10, 27-30

27 Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas mi siguen. 28 Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano. 29 El Padre, que me las ha dado, es más grande que todos,y nadie puede arrebatar nada de la mano del Padre. 30 Yo y el Padre somos uno.

COMENTARIO

Ovejas de un Buen Pastor

El texto del evangelio de san Juan es, digamos, en lo extenso, más bien poca cosa. Sin embargo, el contenido del mismo es, en lo teológico, grande e impagable.

Jesús está instruyendo a sus discípulos en los puntos sobre los que debe sustentarse su vida espiritual. Por eso, en un momento determinado, les habla, digamos, de quien se dirige a ellos como el Hijo de Dios y así ha de ser bien entendidas aquellas palabras.

Es muy importante que aquella persona que acompañaba a los que le seguían diga lo que es una gran Verdad: Jesús y Dios son uno y, por lo tanto, no puede haber separación de personas siendo, junto con el Espíritu Santo lo que denominamos, con legítimo gozo, Santísima Trinidad.

Pero les dice algo que es muy importante y que todos deben entender. Y son tres realidades espirituales que, de ser olvidadas, dejarían de dirigir la vida de aquellos que lo seguían: quién es oveja de aquel Pastor; a Quién conoce el Pastor y, por último, nadie puede hacer posible que quien es oveja de aquel Pastor deje de serlo… si no es, claro, por voluntad propia.

Jesús Buen Pastor cuidando una oveja

Es oveja de aquel Pastor quien, de motu proprio, acepta seguir a Jesucristo, su mensaje y cumplir su doctrina. Tales personas pueden considerarse, entonces, parte del rebaño de Dios que tiene, en Jesucristo, a un Buen Pastor.

Por ser Dios Creador conoce, lógicamente, a todas las ovejas que forman parte de su rebaño. Por eso Jesús, Dios hecho hombre, tiene conocimiento de todas a las que, además, no abandonará nunca y a las que nadie puede arrebatar de su mano. La fuerza espiritual de Dios está con Su Hijo y eso ha de definir lo que supone tan total pertenencia.

Pero no sólo les dice eso. Además, las ovejas que siguen al Buen Pastor les han sido dadas por Dios. Y eso supone, además, una encomienda de cuidado de Jesús hacia las ovejas. Es, digamos, una especie de depósito espiritual que Cristo ha de devolver al Padre y por eso siempre procurará que nadie las arrebate.

Pero no es que Jesús, por sí mismo, sea capaz de sostener, bajo el manto de sus manos, al rebaño que le ha dado Dios sino que el Padre, Su Padre y el nuestro, es Quien, en verdad, las/nos retiene en el corazón de Jesucristo. Ahí radica la fuerza que, espiritualmente, hace imposible el arrebatar a los discípulos del Maestro.

Sin embargo es en cada uno de nosotros, discípulos de Cristo, en quienes radica la posibilidad de permanecer en el rebaño que pastorea el hijo del carpintero con mano amorosa y misericordiosa o, al contrario, abandonar su calor y adentrarnos, mar adentro, en las tinieblas del mundo.

Y, entonces, ni siquiera Cristo puede retenernos sino, en todo caso, salir a buscarnos cuando nos hayamos perdido, como sucede, de ordinario, con el pastor.

PRECES

Por aquellos que no saben corresponder a la llamada del Buen Pastor.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que prefieren caminar por mundo y huyen del redil de Dios.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a ser dignos tuyos no abandonando el seguimiento de Quien enviaste para que pastoreara tu grey.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

                                                                                                                     

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Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

¡Qué mejor Pastor que Cristo!

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4.05.25

La Palabra del Domingo - Domingo, 4 de mayo de 2025

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Jn 21, 1-19

1 Después de esto, se manifestó Jesús otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Se manifestó de esta manera. 2   Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los de Zebedeo y otros dos de sus discípulos. 3 Simón Pedro les dice: ‘Voy a pescar.’ Le contestan ellos: ‘También nosotros vamos contigo.’ Fueron y subieron a la barca, pero aquella noche no pescaron nada.4 Cuando ya amaneció, estaba Jesús en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. 5  Díceles Jesús: ‘Muchachos, ¿no tenéis pescado?’ Le contestaron: ‘No.’ 6 El les dijo: ‘Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis.’ La echaron, pues, y ya no podían arrastrarla por la abundancia de peces.7 El discípulo a quien Jesús amaba dice entonces a Pedro: ‘Es el Señor’, se puso el vestido - pues estaba desnudo - y se lanzó al mar. 8 Los demás discípulos vinieron en la barca, arrastrando la red con los peces; pues no distaban mucho de tierra, sino unos doscientos codos. 9 Nada más saltar a tierra, ven preparadas unas brasas y un pez sobre ellas y pan. 10 Díceles Jesús: ‘Traed algunos de los peces que acabáis de pescar.’ 11 Subió Simón Pedro y sacó la red a tierra, llena de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y, aun siendo tantos, no se rompió la red.

12 Jesús les dice: ‘Venid y comed.’ Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ‘¿Quién eres tú?’, sabiendo que era el Señor.13 Viene entonces Jesús, toma el pan y se lo da; y de igual modo el pez.

14 Esta fue ya la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos después de resucitar de entre los muertos. 15 Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: ‘Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?’ Le dice él: ‘Sí, Señor, tú sabes que te quiero.’ Le dice Jesús: ‘Apacienta mis corderos.’ 16 Vuelve a decirle por segunda vez: ‘Simón de Juan, ¿me amas?’ Le dice él: ‘Sí, Señor, tú sabes que te quiero.’ Le dice Jesús: ‘Apacienta mis ovejas.’  17  Le dice por tercera vez: ‘Simón de Juan, ¿me quieres?’ Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: ‘¿Me quieres?’ y le dijo: ‘Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.’ Le dice Jesús: ‘Apacienta mis ovejas. 18    ‘En verdad, en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te ceñías, e ibas adonde querías; pero cuando llegues a viejo, extenderás tus manos y otro te ceñirá y te llevará adonde tú no quieras.’

19 Con esto indicaba la clase de muerte con que iba a glorificar a Dios. Dicho esto, añadió: ‘Sígueme.’

 

COMENTARIO     

Sobre Simón Pedro 

Después de la muerte de Jesús es bien cierto afirmar que la situación por la que pasaban los que habían sido escogidos por el Hijo de Dios para continuar con su labor predicadora no era la misma. Queremos decir que habría alguno de ellos que estaría más preocupado por su propia actuación.

Todos sabemos cómo había actuación Pedro durante la noche en la que Jesús fue apresado por sus perseguidores. Y es que lo negó las mismas veces que el Emmanuel le dijo que le negaría y justo en la hora en lo que negaría.

Pedro, por tanto, debía estar pasando un mal momento porque no era buena cosa haber dicho que no conocía a quien había sido su Maestro y le había enseñado mucho acerca del amor y la fidelidad.

Pero este hombre, así como sus otros compañeros, vuelve a la labor con la que se ganaban la vida antes de conocer a Jesús. Ellos, pues, vuelve a pescar y a tratar de conseguir el pan que sustente sus existencias.

En esto estaban cuando Jesús se les aparece. Ya no podían decir que no lo conocían porque ha había resucitado y ellos mismos lo habían visto. Sin embargo, cuando entabla la conversación con ellos acerca de la pesca que, al parecer, no habían tenido durante la noche, nadie se atreve a preguntarle que quién es. Lo saben perfectamente y, a lo mejor, tienen miedo de que los coja en otro renuncio espiritual como el que mostraron cuando no se fiaron de lo que les dijo María Magdalena acerca de haber visto al Maestro.

Ellos, sin embargo, hacen lo que les dice. Y es que como sabían que se trataba de Jesús sólo podían hacer lo que hicieron. Tuvieron confianza y fe en Él y pescaron. Y según se dice, el número de peces equivale a la totalidad de especies conocidas entonces. ¿Se quería decir que ellos, que iban a ser pescadores de hombres, iban a atraer a todos al Reino de Dios?

Tú sabes que te quiero - Alfa y Omega

Bueno. El caso es que otra vez quedan sorprendidos con aquello. Y Pedro el que más porque es sobre el que más peso de conciencia recae.

Pero Jesús no lo iba a dejar así. Debía sanar aquella gran herida que lastraba su vida y su corazón.

¿Cómo hacer eso con quien lo ha negado tres veces?

Nadie mejor que el Hijo de Dios para saber hacer las cosas. Y, como una especie de curación por partes, le pregunta tres veces si lo quiere.

Jesús no debe hacer esto porque sí o, lo que es lo mismo, como si no le bastara preguntarle una vez a Pedro si lo quería. No. No que hace Jesús es que Pedro se de cuenta que lo perdona tantas veces como lo ofendió en aquella aciaga noche de su Pasión.

Y dice el texto que Pedro se entristeció. Y se entristeció porque no acababa de comprender que lo tenía que perdonar tantas veces como él había hecho algo en su contra porque no reconocer a Jesús como quien era hacer algo muy grave contra el Maestro pues suponía querer alejarse de Quien tanto le había enseñado.

No era, sin embargo, suficiente. Jesús debía informar a Pedro de lo que le iba a pasar. Para que no cupiese duda alguna le refiere algo muy importante: llegará un momento en el que lo llevarán al martirio y serán otros los que le ceñirán y lo llevarán donde no quiera ir.

¿También, entonces, Pedro, en el momento de la muerte, iba a renegar de Cristo?

Sabemos que no fue así y que, con su muerte, glorificó a Dios y a su Hijo Jesucristo.

No nos extraña, para nada, que Pedro no tuviera ya más miedo ni más congoja.

  

PRECES 

 

Pidamos a Dios por todos aquellos que no confían en Jesucristo. 

Roguemos al Señor.

Pidamos a Dios por todos aquellos que no se dan cuenta de sus pecados.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a mantener una fe perenne en nuestro corazón.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 

 

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

                                                                                                                       

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Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

Cristo se manifiesta si es que quieres que se manifieste.

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Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.