4.09.23

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Lo que Dios hace por sus hijos

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena: Lo que Dios hace por sus hijos

Regalo, por último, el de Dios mismo, con su Ideario y su Carne, positivando la inutilidad y dándola al revoleo de la Verdad, de la Caridad, de la Fe y de la Esperanza.” (Beato Lolo, de su libro El sillón de ruedas)

Manuel Lozano Garrido titula un capítulo de uno de sus libros “De profesión, inútil”. Y es que, a lo mejor, creía que su situación era la propia de una persona que, como decimos arriba, ni sirve ni vale para nada.

De todas formas, la actitud de Lolo no es, precisamente, la de alguien así. Y lo demuestra en estas palabras que, alojadas en su libro El sillón de ruedas muestran hasta dónde Dios hace con aquellos que ha creado y que son semejanza suya.

Dios, por una parte, tiene un “Ideario” pero, a su vez, es real como la vida misma y es, así, “Carne” en el sentido más elemental que podamos aportar.

Podemos decir que lo que Dios hace con sus hijos lo hace desde una forma de hacer las cosas que tiene su espiritualidad intrínseca pero que, a su vez, tiene resultados efectivos y reales en quienes reciben de Sí bienes, dones y gracias. Esa decir, hay en qué basarse y tiene tal realidad consecuencias muy reales y verdaderas.

Por tanto… ¿qué es lo que hace Dios con sus hijos?

A este respecto, el Beato de Linares (Jaén, España) lo dice aquí con toda claridad: le da la vuelta a todo lo que puede considerarse malo para que sea bueno y favorezca, así, a quien puede encontrarse en la situación anterior que debe cambiar.

En realidad, positivar lo negativo es lo mismo que pasar de lo malo a lo bueno, de lo negativo a lo positivo. Y todo eso con las consecuencias reales que tiene tal situación.

Es decir, que pasar la inutilidad a la utilidad no es poca cosa sino mucha y más que mucha. Y es que podemos imaginar lo que puede suponer, para quien se crea inútil darse cuenta de que no lo es y que, al contrario, puede ser más que útil a sí mismo y al prójimo. Y eso es lo que le pasó, precisamente a Lolo y es la razón por la que debió escribir esto que hemos traído hoy aquí.

La cosa, con ser importante, no queda ahí sino que va más allá de la mera positividad de lo que no lo era. Y por eso aporta el linarense universal lo que supone esa utilidad nueva, ese ser que, ahora, no se siente inútil sino que se da al mundo en toda su grandeza (la de ser hijo de Dios que ha visto revuelta su vida)

Así, que las virtudes que llamamos “cardinales y la Verdad misma hagan aquí su aparición tiene todo que ver con lo que es posible llevar a cabo ahora que lo negativo a venido a ser positivo.

La Verdad es la que ha hecho posible, Dios mismo, el tal cambio; la Fe es la que ha aumentado al ver la propia acción del Todopoderoso; la Esperanza es la que cimentará, en lo sucesivo (si es que no lo hacía ya) el devenir personal y no cabrá desesperación alguna; y, por fin, la Caridad, ese Amor expresado en acciones y oraciones en favor del prójimo, se adueñará del corazón de quien ha visto como su vida ya no es inútil sino, al contrario, más que útil.

Y todo esto porque Lolo se dio cuenta de que eso es lo que le había pasado a él mismo. Nada más y nada menos que eso habiéndose dado Dios como regalo.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (34)

El nido que recibe el pájaro, la lluvia que desciende sobre el árbol, y ese ancho pan que es el trigo, los sentimientos y las esperanzas para el hombre, son los frutos diarios de la justicia del Creador. ”

……………………………

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

2.09.23

La Palabra  para el Domingo - 3 de septiembre de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 3 de septiembre de 2023 sino sábado, 2. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario. 


    
Mt 16, 21-27


 “21  Desde entonces comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que él debía ir a Jerusalén y sufrir mucho de parte de los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, y ser matado y resucitar al tercer día. 22 Tomándole aparte Pedro, se puso a reprenderle diciendo: ‘¡Lejos de ti, Señor! ¡De ningún modo te sucederá eso!’ 23 Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ‘¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Escándalo eres para mí, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres!’ 24 Entonces dijo Jesús a sus discípulos: ‘Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. 25   Porque quien quiera salvar su vida, la perderá, pero quien pierda su vida por mí, la encontrará. 26 Pues ¿de qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? O ¿Qué puede dar el hombre a cambio de su vida? 27 ‘Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno  según su conducta.’”

         
COMENTARIO

La vida que vale la pena vivir

 
Las cosas claras, podemos decir pues, de otra forma, puede llevar a engaño lo que se pueda decir aunque lo diga el mismo Hijo de Dios. 

El caso es que Jesús no le gustaban las medias tintas ni el lenguaje, tan de moda ahora, políticamente correcto. Es más, conocedor de la misión que debía cumplir por habérsela encomendado su Padre, no deja de hacer lo que le corresponde hacer. Nadie, por tanto, va a limitar su cumplimiento. 

Como tantas veces ocurre y así lo vemos en el Nuevo Testamento,
Pedro es un “echao p’alante” o, dicho de otra forma, quien da el paso cuando otros miran para ver qué pasa y eso le atrae la atención del Maestro que sabe que en él puede tener a un muy buen discípulo.

Ahora resulta que Jesús les dice que lo va a pasar mal. ¡Él!, va a morir de una manera terrible!. Pero también les dice que va a resucitar. 

A Pedro parece que le importa poco lo último: la resurrección, el hecho de volver a estar entre ellos. Y le preocupa menos la resurrección porque, seguramente, no lo acaba de entender. A él lo único que le preocupa, lógicamente, es que al Maestro no le pase nada de lo que dice que le va a pasar. 

Olvida aquel hombre que Quien es el Mesías y conoce mucho más que los que, entonces, escuchan. Sabe, pues, todo lo que va a pasar y no puede negar que pueda pasar porque conoce perfectamente que es la voluntad de Dios y no va a ser Él, Dios hecho hombre, quien la contradiga. 

Pedro, sin embargo, se enfrenta a la voluntad de Dios como lo hace, como lo debe hacer (según vemos a lo largo de nuestra vida) Satanás. No quiere que eso pase pues es posible que sepa lo que eso supone para el Mal: será vencido para siempre jamás. 

Y Jesús, que conoce a Pedro, sabe que, así como otras veces ha sido el Espíritu Santo quien le ha comunicado aquello que debe decir (como cuando lo reconoce como el Hijo de Dios vivo, por ejemplo) ahora ha sido el Príncipe de este mundo quien le ha hecho proferir aquel comportamiento totalmente alejado de la voluntad de Dios. Y entonces, justamente, entonces, hace referencia a lo que supone ser su discípulo. Y no es, precisamente, de lo más agradable… si hablamos en el sentido mundano o carnal.

Miradas al cielo: " SI ALGUNO QUIERE VENIR EN POS DE MÍ, NIÉGUESE A SÍ MISMO,  TOME SU CRUZ Y SÍGAME "

Quien quiera seguirlo ha de hacerlo con su propia cruz, la cruz con la que cada cual cargamos y que, a veces, tanto nos pesa. Pues con ella debemos seguir a Jesús pues hay que perder la vida por Cristo y, entonces, la ganaremos para siempre, siempre, siempre que es lo que dice Santa Teresa de Jesús que dura (por decirlo así) la Gloria. 

Eso, lógicamente, es muy difícil de llevar a cabo pero debemos saber que las cosas de este mundo suelen servir para que se pierda, para la vida eterna, quien sigue al mundo siendo lo mejor no seguir tales desmanes sino al Hijo que vino del Padre para traernos el Espíritu Santo. 

Y es más. Jesús avisa acerca de qué es lo que sucederá: vendrá, volverá  venir para juzgar a vivos y a muertos. Y eso, se crea lo que se crea, es una buena forma de decirnos que debemos estar siempre más atentos a las mociones del Espíritu Santo que a las que nos pueda presentar el mundo; menos a lo que nos proponga Satanás y más a lo dicho por  Jesucristo por ser Dios mismo. 

Se
pagará a cada uno “según su conducta”. Por eso , la conducta de cada uno de nosotros ha de ser la que Dios quiere que sea. Así, se nos pagará con una medida bien grande y llena; vamos, con la vida eterna. 
 

PRECES
 
Por todos aquellos que prefieran seguir al mundo que a Cristo. 

Roguemos al Señor.
 
Por todos aquellos que no creen en la vida eterna y actúan como tal. 

Roguemos al Señor.
 
ORACIÓN
 
Padre Dios; ayúdanos a tener siempre presente nuestro Juicio particular y a actuar en consecuencia.
 
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

  
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 
Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 

Panecillo de hoy:

¡Cuánto nos conviene no ser instrumento de Satanás!


Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

31.08.23

J.R.R. Tolkien – Ventana a la Tierra Media.2 - Creada, por fin, la Asociación Tolkien Católica

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El 28 de abril del año del Señor de 2022 el que esto escribe hacía lo propio diciendo esto que sigue en un artículo titulado “Esto no es un hasta nunca pero…”:

De todas formas, y como es lógico, a todo le llega su final y, al menos, en la forma aquí traída (una vez a la semana y mes tras mes) también le ha llegado a esta Ventana a la Tierra Media.

 
Estamos más que seguros que habrá alguien que se alegre de esto, de este final, así, tan inesperado (como son tantas cosas en la existencia y ser de la misma Tierra Media…) pero para alguien, al menos queremos que una persona (como San Pablo, que también predicaba para que, al menos, una persona se convirtiera) haga gozado en su medida adecuada con lo aquí escrito. 

Por nuestra parte, echamos el telón y que sea lo que tenga que ser o, lo que es lo mismo, lo que Dios quiera, que a Él nos debemos y a Él todo se lo debemos. “

El caso es que había estado escribiendo durante 3 años de la obra, persona y figura de J.R.R. Tolkien pero algunos acontecimientos acaecidos entre el que esto escribe y la Sociedad Tolkien Española hicieron que mi ánimo se viniese un poco abajo y dejé de escribir lo que, con tanto gozo, había estado haciendo a lo largo del tiempo citado supra.

Por noticias, comentarios y otras formas de enterarse de las cosas, a partir de aquello que se lió, lo reconozco, por mi culpa, al parecer se le puede estar “permitiendo” a la parte, por decirlo así, católica, de los socios de la STE que tenga una voz que se le pueda reconocer. Y esto, siendo bueno en sí mismo, no deja más que ver las carencias de una asociación donde se ha hecho todo lo posible para que el catolicismo se exprese lo menos posible en un lugar que sigue, suponemos, a un ¡escritor puramente católico como fue J.R.R. Tolkien!

En fin…

Pero… bueno… tal tiempo ya pasó y no vamos a dejar que el agua aquella mueva molino alguno pues ya tienen bastante los católicos que aún pertenecen a la STE con soportar según qué cosas…

De todas formas, lo de hoy tiene otro cariz.

En esta casa se publicó, en su día, lo siguiente:

El sábado 25 de marzo de 2023, «Día Internacional de Leer a Tolkien», nace la Asociación Tolkien Católica de España (ATCE), que quiere ser a la vez una asociación cultural, con capacidad evangelizadora y que fomente la amistad cristiana.

John Ronald Reuel Tolkien (1892-1973), el popular autor de El Señor de los Anillos, fue un católico devoto. ‘En su obra de ficción se encuentran muchas pistas importantes sobre su espiritualidad, su fe y su esperanza, y sus Cartas abundan en sus declaraciones de amor a Cristo, a la Eucaristía y devoción por la Virgen María’, explica Pablo J. Ginés, conocido periodista especializado en Cultura y Religión que declara ser fan de Tolkien desde los 12 años. Ginés es uno de los impulsores de la Asociación Tolkien Católica.


Un Tolkien católico, para quien lo sepa y para quien no, ‘Vienen tiempos interesantes para la dimensión católica en los estudios sobre Tolkien», asegura Ginés a InfoCatólica. «Hay indicios de que la selección de Cartas de Tolkien que escogió su biógrafo Humphrey Carpenter y publicó en 1981 dejaba fuera muchas cartas de tema religioso y espiritual. Carpenter era hijo de un obispo anglicano pero perdió la fe, y tendió a ocultar esos temas. Cada vez hay más estudiosos que se esfuerzan por acceder a más cartas y más textos de Tolkien de tema religioso y pronto veremos resultados en esa línea’, adelanta el periodista.

Pero la Asociación Tolkien Católica, aunque tiene una vocación cultural, no quiere ser un grupo de erudición, sino una asociación amplia, «para jóvenes y para adultos, con espacio para cosas muy creativas y fantasiosas, también para la música, el arte, los juegos, que fomente la amistad y los encuentros presenciales», añade Ginés.

La Asociación tendrá grupos locales, que harán lo que más les ilusione a sus miembros, desde excursiones -porque para Tolkien la naturaleza era importante y hablaba de Dios- a actividades más devocionales, o lúdicas. Queremos que en cada grupo y en cada reunión se rece, pero como los socios probablemente van a llegar de realidades eclesiales muy distintas, aún no sabemos muy bien cómo serán esas reuniones. ¡Algunos se parecerán más a elfos y otros se parecerán más a hobbits! Estamos como Bilbo al salir de su cómodo agujero hobbit: al inicio de una aventura, con un camino que sigue y sigue, no sabemos muy bien como…’!

La noticia, claro, es más extensa pero es suficiente esto que hemos traído para saber a qué nos referimos. Y aunque se comprende que esto debe ser ya conocido por muchos de los que esto lean… en fin, los tiempos de cada cual son los que son.

Que haya nacido una asociación en la que el catolicismo de quien es su protagonista también lo sea no es nada raro sino que era totalmente necesario que así fuera.

Que haya nacido una asociación en la que el catolicismo de quien es su protagonista también lo sea es lo que, en justicia, debía haber pasado hace mucho tiempo viendo lo que pasa en la que, sí, hace muchos más años se creó, la STE, pero donde, como hemos dicho arriba, se tiene una concepción extraña de quien era Tolkien en cuanto a su fe… era necesario y era de justicia.

Que haya nacido una asociación en la que el catolicismo de quien es su protagonista también lo sea puede dar la oportunidad a que lo que supone que Tolkien fuera católico se exprese por la vía que bien podemos considerar ordinaria aparte de lo que pueda ser mera literatura pues aquí lo que cuenta es el fondo uniforme de la obra del autor de “El Señor de los Anillos”. Y es que quizá no valga la pena tratar de torcer el brazo que no se quiere dejar torcer…

Que haya nacido una asociación en la que el catolicismo de quien es su protagonista también lo sea es algo más que bueno y estamos más que seguros que será de gran provecho para los que vean en la persona de fe que fue J.R.R. Tolkien a alguien a quien se tiene como hermano y no sólo a una persona que escribió muy bien sobre determinados temas sobre los que discutir y discurrir…

Por otra parte, es importante dar aquí mismo estos datos:

Quien esté interesado (una buena cantidad personas ya se han interesado) en todo esto puede dirigirse a [email protected].

Y quien quiera acercarse a su página internáutica, aquí:

https://asociaciontolkien.blogspot.com

En fin… Y ya, para terminar, retomamos el título de aquel artículo citado arriba del 28 de abril de 2022: “Esto no es un hasta nunca pero…”

Y es que, gracias a Dios, no ha sido un hasta nunca…

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Que Dios bendiga a los que bendicen a Dios.


Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

28.08.23

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – La realidad es cómo somos nosotros...

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.


Frases que bien valen la pena- La realidad es cómo somos nosotros


“Morir es seguro y difícil, pero lo esencial es que Tú has muerto también, y eras el amor, la impecabilidad y la esperanza.” (Beato Lolo, de su libro 
Dios habla todos los días)

En realidad, Manuel Lozano Garrido no dice nada que se pueda decir que es del otro mundo ni ha descubierto planeta alguno. Y es que dice, sencillamente, que la muerte la tenemos asegurada. Pero también dice que es difícil.

Esto es verdad. Primero que, para nuestra desgracia dado que, a lo mejor, así no estaba previsto por Dios (por lo menos no así, de la forma en la que morimos), la muerte, la nuestra es como es. Y si nuestros Primeros Padres no hubieran hecho lo que hicieron es cierto y verdad que nuestro adiós al mundo podría haber sido como el que fue y que celebramos hace muy poco, el 15 de agosto, la Asunción de la Virgen María. Sí, podríamos haber subido al Cielo en cuerpo y alma si no hubiera entrado la muerte y el pecado en el mundo con el pecado de Adán y Eva que es de lo que Dios privó, precisamente, a nuestra Madre.

Bueno, de todas formas, esto no es más que una idea del que esto escribe pero es que sería la mar de maravilloso que eso pudiera haber pasado. Pero, de todas formas, ante eso no podemos hacer nada porque las cosas son como son y, por eso, Lolo asegura que, en efecto la muerte es segura…

Pero también dice Lolo que la muerte es difícil. Y lo es según sea el listón que nos tengamos puesto en cuanto a la fe se refiere. Es decir, si estamos, en el fondo, alejados de Dios, es cierto y verdad que la muerte ha de ser algo muy difícil pues no se confiará en que haya nada después de la misma. Pero si tenemos una fe recia y a prueba de toda mundanidad y tentación de Satanás, es más que posible que creamos y estemos seguros en que después de nuestra muerte nos espera un mundo mejor.

Sin embargo, muy bien dice el Beato de Linares (Jaén, España) que en esto hay algo que es más importante y que es, por eso mismo, “esencial”.

Apunta lo que dice de Jesucristo a cómo somos nosotros.

Esto lo decimos porque dice Lolo del Hijo de Dios que sí, que el hijo de María murió como lo hace cualquier persona pero, como es bien sabido, Jesucristo no era cualquier persona. Y no nos referimos a que era Dios hecho hombre, que también, sino que apunta Manuel Lozano Garrido a ciertas características humanas y espirituales que adornan al Hijo de Dios o que, para ser más certeros, adornaban cuando vino al mundo por primera vez.

Dice Lolo que Jesucristo era el amor, la impecabilidad y la esperanza.

Como suele ser habitual en lo que escribe Manuel acierta de pleno en lo que escribe y nos muestra la perfecta comprensión que tenía, aquí también, del Hijo de Dios.

Que Cristo era el Amor, así con mayúscula, es cierto del todo pues así lo demostró muchas y más veces. Nada que objetar sino afirmar, con Lolo, una verdad tan clara y grande como ésa.

Que Cristo estaba agraciado de impecabilidad es algo que tenemos por fe y que, además, no puede ser de otra manera: ni tenía defecto alguno ni pecado tampoco. Y por eso se suele decir que era en todo igual a nosotros menos en el pecado…

Que Cristo era el ejemplo más profundo de lo que es la esperanza lo dejó bien claro a lo largo de su vida pública donde siempre manifestó su corazón el bien que era el porvenir de la humanidad que en Él creyese.

¿Y nosotros, cómo somos?

En cuanto al amor… en fin… no tenemos más que mirar nuestras acciones y omisiones…

En cuanto al pecado… en fin… no tenemos más que mirar nuestro corazón…

En cuanto a la esperanza… en fin… no tenemos mas que darnos cuentas de cuántas veces nos desesperamos…

Nos quiere decir Lolo que como Cristo ha muerto y siendo cómo era… vamos… que no deberíamos quejarnos tanto de nuestra muerte. Ahora bien, tampoco es como para mirar para otro lado ante lo que tiene que pasar… Y eso lo decimos por la necesaria preparación (toda una vida por antes de la muerte) ante el adiós de este mundo y, Dios quiera y nosotros también, la bienvenida al otro… ¡Sí!, al mejor y más duradero.

Lolo, sobre esto o, mejor, en esto, triunfó a la perfección.


Eleuterio Fernández Guzmán


Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.


Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (33)

¿El Dios de la noche, la enfermedad y la agonía? El Dios de las mañanas con sol, el desvelo paternal y la dicha eterna. ”

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

26.08.23

La Palabra  para el Domingo -27 de agosto de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 27 de agosto de 2023 sino sábado, 26. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario. 

     

 Mt 16, 13-20

 
“13 Llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: ‘¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?’ 14 Ellos dijeron: ‘Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas.’ 15 Díceles él: ‘Y vosotros ¿quién decís que soy yo?’ 16 Simón Pedro contestó: ‘Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.’ 17 Replicando Jesús le dijo: ‘Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. 18 Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. 19 A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.’ 20 Entonces mandó a sus discípulos que no dijesen a nadie que él era el Cristo.”

   
COMENTARIO
 
El que en otro tiempo era llamado Cefas y vino a ser Pedro
 
Jesús era la mar de curioso. Le gustaba saber lo que pensaban de Él. Se quiere decir que le gustaba escucharlo en boca de otros porque saberlo, por ser Dios, lo sabía aunque pueda creerse que, en cuanto hombre no podía saberlo todo. Sí, claro, en cuanto Dios.

Pero
este texto del evangelio de san Mateo resulta curioso porque es circular. Resulta que empieza y acaba de la misma forma que no es otra que diciendo Jesucristo que era el Enviado de Dios, el Mesías… el Cristo. Al menos tiene tal espíritu.

Así
les pregunta a sus discípulos que qué decía la gente al respecto del Hijo del hombre que es una forma de decir, a tenor del profeta Daniel (7, 14), que sería quien Dios enviaría, en la plenitud de los tiempos, para salvar a la humanidad. Y luego, al final de las palabras recogidas por el que fuera recaudador de impuestos, el mismo Jesús manda a los discípulos que no digan que era, precisamente, el Cristo.

Esto ha de querer decir, en primer lugar, que
Jesús sabía, a la perfección, que era, en efecto, el Enviado de Dios, el Mesías… el Cristo o, lo que es lo mismo, que no fue una invención de sus discípulos que, tras la muerte, quisieran dar importancia al Maestro que habían conocido y que había muerte en la Cruz de infamante muerte o, algo así, como una manipulación interesada para cimentar una nueva fe, una nueva religión.

Pero, en segundo lugar, y no es poco importante, el hecho de que tuviera conciencia de su ser divino tenía que querer decir que no podía quedarse su vida entre sus semejantes como la que lo hubiera sido de alguien importante sin más objetivo en la vida que ser, eso, importante entre los suyos y, como mucho, entre los más alejados que pudieran conocerlo. Tenía, por lo tanto, que nombrar a alguien para que fuera, digamos, su representante en la Tierra, su Vicario.

El Periódico de México | Noticias de México | Columnas-VoxDei | «Tus  pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres»

Y escogió a Pedro. Podía haber escogido a otro de los doce pero decidió escoger a Cefas a pesar de conocer lo que luego pasaría entre los dos en la noche de su Pasión (que si te seguiré a todas partes, que si el gallo que iba a cantar, que si luego pasó eso…). Bueno, seguramente, por eso mismo pues quería mostrar el poder del Amor de Dios perdonando a quien lo iba a traicionar no una vez sino tres, tres, veces.

El Espíritu Santo había soplado en el oído y en el corazón de Pedro para que dijera que Jesús era el “Hijo de Dios vivo” y que, por eso mismo, los demás ignoraban, en realidad, que tenían ante sí a quien Dios había enviado para la salvación de una humanidad desviada del camino que el Creador había trazado para ella desde la eternidad y que había tratado de enderezar suscitando, de entre su pueblo elegido, a muchos que cumpliera la tuvieran el don de profecía y hablasen lo que Dios les sugería al corazón.

¿Para qué escogió, entonces, Jesús a Pedro?

Lo dice Él mismo: 
ser piedra sobre la que edificar su Iglesia. Para ello le da, además, las llaves de la misma.

Sabemos que con unas llaves se abre y se cierra una puerta y que, por eso mismo, quien la tiene podemos decir que tiene el poder de dejar entrar a la casa o invitar a salir a quien esté fuera de la misma o dentro de ella. Pues algo así quiso hacer Jesucristo con la persona misma de Pedro.

Jesús dio el poder a Pedro de mucho: atar y desatar. Pero no sólo lo hizo en el sentido según el cual quedaría atado o desatado en la tierra y que aquí se quedaba. No. Hizo mucho más el Hijo de Dios porque, siendo el Creador hecho hombre, bien podía hacer lo que hizo y que no era otra cosa que vincular el Reino que había venido a fundar con el definitivo de Dios en la vida eterna.

Así, lo que Pedro entendiese que era bueno para la Iglesia, luego llamada católica, sería bueno en el cielo y lo que entendiese que era malo para la Iglesia, sería malo en el cielo y no tenido por bueno. Y el poder de atar y desatar quería decir, y quiere decir, de atar y desatar, sin más preámbulos ni innecesarias explicaciones. Se entiende a la perfección.

Ataba, por lo tanto y, también, desataba pero no por capricho o porque quisiera su conveniencia. Muy al contrario tenía que hacer porque la Iglesia fundada por Cristo no se la entregó a Pedro para que fuera suya en el sentido de propiedad exclusiva sino, en todo caso, para que la transmitiera a su sucesor y éste al suyo y, así, hasta hoy mismo cuando es el Papa Francisco el que ocupa la bien llamada, por eso mismo, silla de Pedro y tenemos, además, a un Papa Emérito, Benedicto XVI.

 
PRECES

Por todos aquellos que no confían en la divinidad de Cristo.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que no tienen por bueno el Magisterio Papal.

Roguemos al Señor.
 

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a tener en cuenta que Cristo es Hijo de Dios y que está vivo entre nosotros.


Gracias, Señor, por poder transmitir esto.
 

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

  
Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 

Panecillo de hoy:

Está más que bien saber Quién es Cristo. 


Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

21.08.23

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Aceptar el sufrimiento

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

 

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual. 

 

Frases que bien valen la pena – Aceptar el sufrimiento 

 

“Sobre todo, lo que vale es que el sufrimiento redime, personal y comunitariamente y que puede quedar en infecundo sin la previa aceptación.” (Beato Lolo, de su libro Cartas con la señal de la Cruz)

  

Es que Lolo era una persona muy especial”.

  

Esto dicho arriba es lo que puede llegar a pensarse acerca del sufrimiento y de la relación que tenía Manuel Lozano Garrido, a la sazón Beato de la Iglesia Católica desde el 12 de junio de 2010. 

Y sí, es cierto y verdad que Lolo era una persona muy especial. Pero no vaya a creerse que era especial y, luego, entendía el sufrimiento como lo entendía sino era que era, justamente, al revés: entendía el sufrimiento como lo entendía y eso lo hacía ser una persona más que especial. 

El caso es que todo, aquí, tiene que ver con una palabra a la que no solemos acogernos mucho en según qué circunstancias estemos o por las que estemos pasando: aceptación. 

Podemos ver, a tal respecto, que tal palabra es la última que escribe Lolo este texto de su libro Cartas con la señal de la Cruz que viene a ser, para quien no lo sepa, eso que dice el título: una serie de cartas que le escriben a Manuel personas que sufren y lo están pasando mal y la respuesta que les da el linarense universal.

 

Pues bien, este texto podía ser el ejemplo perfecto para todo el contenido del supracitado libro porque en el mismo muchas personas le manifiestan a Lolo que sufren y él argumenta aquí, y vale para todo lo demás, que antes que nada hay que aceptar el sufrimiento… 

Podemos decir, como muy bien apunta Lolo, que una vez el sufrimiento se ha aceptado, todo lo demás, viene de la mano de tal aceptación. 

Es cierto y verdad que no siempre aceptamos el sufrimiento o, si lo aceptamos, no lo aceptamos como lo aceptó Lolo en su vida. Y eso es, además de evidencia de que no lo comprendemos del todo, la más valiosa aportación a nuestro corazón de que tenemos en quien fijarnos en esto de no pasarlo muy bien según y cómo. 

En primer lugar, dice Manuel Lozano Garrido que el sufrimiento redime. Y lo hace si, claro, sabemos que eso es lo que pasa si cumplimos con la condictio sine qua non de que lo aceptemos. Y la redención a través del sufrimiento supone que el mismo lo ofrezcamos por alguna santa intención que Dios ha de recibir con agrado: sufrimos pero, a la vez, ofrecemos el sufrimiento es garantía de ser redimidos. 

Alguien podría pensar que eso, la redención, es puramente personal. Sin embargo, no es poco cierto que la misma también beneficia espiritualmente a la comunidad de la que formamos parte pues uno de sus miembros ha encontrado salvación y eso ha de venir muy bien a la parte de la que forma parte. Y por eso, diciendo Lolo que sufrimiento redime “comunitariamente” es por lo que es tan valiosa la aceptación de mismo por quien sufra. 

¿Vale la pena, por tanto, aceptar el sufrimiento por muy difícil que eso pueda llegar a ser?

 En efecto, sí vale la pena pues, de otra forma, el mismo quedará sin fruto y habrá muerto en nosotros la posibilidad de que lo dé. 

Sobre esto, no podemos dejar de sufrir que a lo largo de la historia de la salvación ha habido muchos creyentes cristianos, aquí católicos, que han aceptado su sufrimiento algo así como aportándolo al general haber de la comunidad y de Quien depende la misma. Y es por eso ya dijo hace mucho tiempo San Pablo eso de que

 

Ahora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, en favor de su Cuerpo, que es la Iglesia” (Col 1, 24)

 

Y es que, en realidad, todo está escrito. ¿Verdad, Lolo?

  

 

Eleuterio Fernández Guzmán

  

Panecillos de meditación

 

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:  

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

  

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (32)

  

“Dios siempre llora al juzgarnos: o de pena, o de felicidad, por nosotros

  ……………………………

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

19.08.23

La Palabra para el Domingo - 20 de agosto de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 20 de agosto de 2023 sino sábado, 19. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario. 



Mt 15, 21-28



“21 Saliendo de allí Jesús se retiró hacia la región de Tiro y de Sidón. 22 En esto, una mujer cananea, que había salido de aquel territorio, gritaba diciendo: ‘¡Ten piedad de mí, Señor, hijo de David! Mi hija está malamente endemoniada.’ 23 Pero él no le respondió palabra. Sus discípulos, acercándose, le rogaban: ‘Concédeselo, que viene gritando detrás de nosotros.’ 24 Respondió él: No he sido enviado más que a las ovejas perdidas de la casa de Israel.’ 25 Ella, no obstante, vino a postrarse ante él y le dijo: ‘¡Señor, socórreme!’ 26 Él respondió: ‘No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos.’ 27 ‘Sí, Señor - repuso ella -, pero también los perritos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos.’ 28 Entonces Jesús le respondió: ‘Mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas.’ Y desde aquel momento quedó curada su hija.”

       
COMENTARIO
 
La fe se tiene, teniendo
 
A Jesús le seguía mucha gente. Hoy día podríamos decir que era un líder y que, por eso mismo, de entre las personas que iban, literalmente, tras Él, muchas lo harían, precisamente, por ser alguien con fama ganada por lo que hacía pero que, en verdad, tenían poca fe. Los llamaba, más bien, la aureola del extraordinario hacer de Cristo. 

Todas las personas, sin embargo, no eran así. Gracias a Dios, que infundió en ellas la creencia y la confianza en Él mismo como Creador y supieron escuchar, en su corazón, la llamada, bastantes de sus contemporáneos estaban, en efecto, con el Hijo de Dios porque sí creían en el mismo. 

Creer, como sabemos, no es cosa baladí o de poca importancia. No lo es porque supone, en primer lugar, poner la confianza y el corazón en Alguien; en segundo lugar, porque hacer tal cosa tiene, ha de tener, consecuencias, en la vida del creyente o de quien confía. No se tiene fe, por lo tanto, si sólo hay un acatamiento a la voluntad de Dios de palabras para afuera pero, en realidad, no se es consciente de llevar el Espíritu del Creador en el corazón. 

La mujer cananea no se quedó en su casa esperando el paso de Jesús sino que salió a su encuentro porque dice el texto “una mujer cananea, que había salido de aquel territorio” (se refiere a Tiro y de Sidón). Por tanto, necesitaba encontrar a Jesús porque sabía que su hija quedaría curada. Tenía confianza en aquel hombre del que se decía que tanto bueno hacía por donde pasaba. 

Los discípulos quieren, por decirlo así, acabar pronto con aquel problema que llevaba gritando desde hacía un rato. Actuaban mundanamente porque no comprendía la forma de pensar del Maestro. 

Cristo espera. Aquella mujer no era israelita. Sin embargo, confía en la bondad de Jesucristo. Insiste en su petición al Hijo de Dios que, a pesar de que, como él mismo dice, había sido enviado para salvar a las ovejas descarriadas de la casa de Israel y la mujer que le rogada no era de tal nación, bien sabía Cristo que no iba a hacer de menos la Misericordia y el Amor de Dios. Pero espera a que la mujer manifieste si, en verdad, tiene o no tiene fe. 

también los perritos se comen las migajas que caen de la mesa de los amos"…  – POR LA INTERCESIÓN DEL BEATO TITO BRANDSMA

Creer, tener fe, lo demuestra la mujer cuando le dice a Jesús que basta con un poco de su voluntad para curar a su hija. Al igual que le pasara a la mujer que sufría hemorragias y que estaba segura de que tan sólo con tocar un poco el manto que llevaba Cristo iba a quedar curada, la madre sufriente confía en que por muy poco que pueda decir el Maestro, su hija quedaría curada. 

Y, como la levadura que es poca cosa pero ayuda a la masa a crecer y hacerse grande, de lo poco de Cristo salió lo hermoso y gozoso. Quedó curada la hija endemoniada y así lo fue porque su madre tuvo fe haciendo, además, que el Amor de Dios no se limitara a aquellas ovejas extraviadas del pueblo elegido sino que se extendiera a todo ser humano sufriente y dolido por su vida o circunstancias.

  
PRECES
 

Por todos aquellos que no siguen a Cristo porque no confían en Él.

Roguemos al Señor.


Por todos aquellos que no tienen fe.

Roguemos al Señor.

 
ORACIÓN
  

Padre Dios; ayúdanos a tener fe y a confiar en Tu Hijo Jesucristo y, luego, a llevar a nuestras vidas lo que hizo y dijo. 

 
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

  

Panecillos de meditación

 

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

 

La fe es la respiración del corazón y del alma. 


Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

14.08.23

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena: Ahora y luego

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

  

Frases que bien valen la pena: Ahora y luego 

 

“Del mundo tenemos nuestro cuerpo, las manos, la materia; del Paraíso, la ilusión, el ardor, la atracción, la perspectiva.” (Beato Lolo, de su libro Las estrellas se ven de noche)

 

Hace poco escribíamos en esta misma casa de un texto de Manuel Lozano Garrido acerca de la vida que hay después de la muerte. Y, lógicamente, afirmábamos que es que existe tal vida… 

Pues bien, esta semana, el Beato de Linares (Jaén, España) nos trae otro texto donde concreta mucho más la cosa. 

Podemos ver claramente que el linarense universal establece algo así como dos posibilidades de ver lo que somos aquí, en el mundo (digamos que la Iglesia militante) y lo que supone para los creyentes ese más allá anhelado que lleva el nombre de Cielo. 

De todas formas, hay quien, no siendo creyente católico (ni de ninguna otra religión ajena a la Verdad) no tiene por verdad que existe nada después de la muerte. En tal caso, sólo le sirve la primera parte de lo escrito por Lolo y todo será, en exclusivo, material y nada tendrá que ver con su ni lo espiritual ni lo que hay después de la muerte. 

A este respecto, podemos decir que “con su pan se lo coma” quien así piense pero debe tener en cuenta que las cosas son como son por mucho que esconda la cabeza en el suelo como el célebre avestruz… 

Pues bien, una vez hecho este pequeño apunte vayamos con lo dicho por Lolo que es lo que aquí importa. 

La verdad es que todo aquí es bien sencillo pues las cosas están dichas de forma que sean muy fácil de entender. 

En lo referido a nosotros en el mundo, en el lugar donde Dios nos ha dejado y nos mantiene, es cierto y verdad que, en efecto, lo tenemos por lo que somos, físicamente. Y por eso se nos habla aquí de nuestro cuerpo, de las manos y, en fin y en resumen, de todo lo que es materia. 

En realidad, no podemos despotricar de esto pues será ridículo hacerlo teniendo en cuenta que cada ser humano es como es y todo lo que dice Lolo es, exactamente, la verdad. 

Por ahí nada en contra podemos decir pues resultaría ser, nuestro comportamiento, algo así como el propio de un necio. 

Eso, de todas formas, sería el “Ahora”. 

Lo otro, sin embargo, es lo que importa y es, ciertamente, el “Luego”. Y a eso se llama aquí “Paraíso” pues es, exactamente, eso. 

Cuatro palabras utiliza Manuel Lozano Garrido para hablar del Paraíso, a saber: 

Ilusión, pues es cierto que es el anhelo mayor que todo creyente católico ha de tener, 

Ardor, pues nos ha de mover hacia el mismo el ansia y la plena energía espiritual, 

Atracción, pues es tan cierto como que el día existe y la noche también, que nos atrae la realidad del Paraíso de una forma más que fuerte y, por fin, 

La Perspectiva pues las cosas de nuestra vida espiritual, con vistas al Cielo, se han tomar, eso, con tal perspectiva y, por tanto, actuar en consecuencia. 

Podemos decir, y manifestar nuestro total acuerdo con Lolo en esta pequeña parte de su libro Las estrellas se ven de noche, que está bien eso de tener en cuenta nuestra vida material (pues también somos materia) pero sería la mar de conveniente tener en cuenta lo otro o, en suma, lo que es la vida eterna pues bien podemos responder a la pregunta de si se salvarán todos que sólo aquel que quiera salvarse. Así de simple 

 

Eleuterio Fernández Guzmán

 

Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy: 

 

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

  

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (31)

  

“Si te pudieras juzgar a ti mismo, sin saberlo, sin duda que lo harías con mucha más dureza que Dios. ”

 

……………………………

  

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

 

12.08.23

La Palabra para el Domingo - 13 de agosto de 2023

Resultado de imagen de SAnta Biblia

Como es obvio, hoy no es domingo 13 de agosto de 2023 sino sábado, 12. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario. 



Mt 14, 22-33



“22 Inmediatamente obligó a los discípulos a subir a la barca y a ir por delante de él a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. 23 Después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar; al atardecer estaba solo allí. 24 La barca se hallaba ya distante de la tierra muchos estadios, zarandeada por las olas, pues el viento era contrario. 25 Y a la cuarta vigilia de la noche vino él hacia ellos, caminando sobre el mar. 26 Los discípulos, viéndole caminar sobre el mar, se turbaron y decían: ‘Es un fantasma’, y de miedo se pusieron a gritar. 27 Pero al instante les habló Jesús diciendo: ‘¡Animo!, que soy yo; no temáis.’ 28 Pedro le respondió: ‘Señor, si eres tú, mándame ir donde ti sobre las aguas.’ 29 ‘¡Ven!’, le dijo. Bajó Pedro de la barca y se puso a caminar sobre las aguas, yendo hacia Jesús. 30 Pero, viendo la violencia del viento, le entró miedo y, como comenzara a hundirse, gritó: ‘¡Señor, sálvame!’ 31 Al punto Jesús, tendiendo la mano, le agarró y le dice: ‘Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?’ 32 Subieron a la barca y amainó el viento. 33 Y los que estaban en la barca se postraron ante él diciendo: ‘Verdaderamente eres Hijo de Dios.’” 


COMENTARIO

Confiar en Cristo

Tener fe es, en esencia, confiar en Aquel en quien creemos. Por eso mismo si se nos pide algo por parte de Quien nos creó sólo podemos asentir a lo que sea y hacer, eso sí, lo que buenamente podamos con los talentos que, por cierto, también nos donó.

La barca de la Iglesia es zarandeada por muchos vientos de mala doctrina o, simplemente, por el mundo con sus añadidas mundanidades. Seguir, entonces, en el seno de la Esposa de Cristo sólo puede hacerse si es que se tiene confianza en Quien la fundó que no es otro que Jesucristo, Hijo de Dios y hermano nuestro.

Algo así les pasaba a los discípulos que, aún conociendo a Jesús demostraban no llegar, aún, a tener en sus corazones al Maestro. Creen, al ver a aquella persona que no conocían, en principio, que se trataba de un fantasma o, lo que es lo mismo, de un ser que no tenía vida sino que se aparecía, a su antojo, a quien quería. Tuvieron miedo aquellos rudos pescadores de lo que no conocían.

Cristo, sin embargo, como tantas veces haría (incluso tras la resurrección cuando los encontró escondidos por miedo a los judíos) los anima a darse cuenta de que no había razón para pasar aquel mal rato. Por eso dice “Soy yo”, yo soy el que soy que es mención del nombre que Dios dio de sí mismo y que recoge el Antiguo Testamento.

Mándame ir a ti sobre el agua

Pero, incluso aquellos entre aquellos miedosos había uno, Pedro, que confiaba en Jesús bastante. Por eso le dice que le mande ir hacia Él y que, en tal caso, estará seguro de que no habrá problema alguno. Y va hacia Él porque confía en la palabra de Cristo.

Sin embargo, Pedro es hombre y, como tal, no puede evitar darse cuenta de que su naturaleza humana no puede hacer lo que está haciendo. Necesita algo más; necesita ser como el Maestro para poder andar sobre las aguas sin sufrir daño alguno y dominar a los elementos como en otras ocasiones había demostrado que hacía.

Dudó. Pedro dudo ante Cristo y, por eso mismo, por la duda, se hundía en las aguas. Tuvo poca fe y eso mismo es lo que le dice Jesús tratándolo de hombre, exactamente, de escasa confianza en Quien tanto amaba.

Y los demás, incluso el que había ido hacia Cristo, vieron y creyeron. Por eso exclaman que era, verdaderamente, Hijo de Dios porque no tenían duda alguna de que tal portentosa demostración de poder sobre las aguas sólo podía ser obra del Creador y, en todo caso, de Su Hijo. 
Y tal es así la confianza que debemos a Quien, con su entrega en la cruz, supo dar su vida, perdonando, por nosotros.

PRECES

Por todos aquellos que no confían en Dios.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que no se reconocen pecadores.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a confiar siempre en ti y a reconocer que somos pecadores ante tu bondad y misericordia.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 
Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

 

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

 

Es falta de fe dudar de Cristo, dudar de Dios.


Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

7.08.23

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena: es que tras la muerte hay otra vida…

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).Presentación 

  

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

  

Frases que bien valen la pena: es que tras la muerte hay otra vida…

 

“Desde Cristo, la muerte sigue siendo una agonía, pero ¡menuda vida empieza tras del último sudor y la última palpitación!” (Beato Lolo, del libro Dios habla todos los días)

 

Desde que la muerte entró en el mundo tras el desgraciado comportamiento de Adán y Eva podemos decir que la misma se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza de todo ser humano. 

Sí, bien sabemos que, desde aquel mismo momento, hemos de sufrir un catastrófico corte en nuestro deambular por el mundo y debemos dejarlo así, como nos encontremos en ese momento, y afrontar nuestro destino eterno. Infierno, Purgatorio o Cielo es lo que nos espera… y tal es nuestra fe católica. 

Por eso, no vaya nadie a creer que la venida al mundo del Mesías iba a suponer la derogación de la muerte como forma de finiquitar nuestra vida sino que, como es fácilmente comprobable, todo ser humano, antes y después, ha muerto cuando le ha llegado el momento, “su” momento. 

Esto lo decimos porque, muy acertadamente, Manuel Lozano Garrido nos dice que, en efecto, desde que el Hijo de Dios fue enviado al mundo, la muerte… sí, sigue existiendo y no deja de ser una agonía porque, se quiera vestir como se quiera vestir es cierto y verdad que es algo verdaderamente agónico. 

Todo, sin embargo, no está perdido o, incluso, podemos decir que todo puede estar ganado según haya sido nuestro comportamiento en el mundo. Dios no ha puesto los pies en el suelo y luego ha sido cosa nuestra hacer con nuestros pasos lo que hemos querido. Y es que, aunque no podemos negar que podemos vernos afectados por muchas circunstancias que se escapan a nuestro hacer y quehacer no es menos cierto que la gran responsabilidad de ser lo que debamos ser tras la muerte no deja de ser nuestra. 

Podemos decir que, al respecto de lo que ha de ser tras la muerte, estamos seguros de que Lolo se muestra aquí muy optimista. Y eso lo decimos porque habla de ¡menuda vida!” y esto sólo puede querer decir algo bueno. Y es que, ciertamente, tras la muerte está la vida, hay otra vida que puede ser eterna aunque bien sabemos que también el destino eterno puede tener otro cariz mucho menos positivo si nuestro final es el Infierno del que no deberíamos dejar de hablar nunca para prevención, en primer lugar, de nosotros mismos y, luego, de nuestro prójimo que no puede ignorar tan terrible realidad espiritual. 

Existen, por tanto, un último sudor y una última palpitación porque así resulta que es el final del ser humano justo antes de su muerte: se tiene cierto miedo a la misma pero, al fin y al cabo, tras la última palpitación llega nuestro juicio particular. 

Nosotros estamos de acuerdo con Lolo cuando atribuye a la vida tras la muerte un, algo así, como grandilocuente porque la vida eterna no es para menos. Y estamos en la obligación de decir que eso no sale gratis sino que, a lo largo de nuestra vida (más o menos corta) en el mundo, seremos juzgados en el mismo momento de nuestra muerte y la sentencia del Tribunal de Dios será la que sea. Y, sin embargo, en tal “la que sea” tiene mucho que ver nuestro devenir en los años que han precedido a tal juicio. 

El caso que es sí, tras la vida en el mundo hay otra vida que, por no terminar nunca y durar, como diría Santa Teresa de Jesús, para siempre, siempre, siempre, debemos sopesarla en lo que vale y caminar en nuestra vida por la senda adecuada para que la sentencia que nos corresponda dé con nuestra alma en alguna de las puertas que no llevan al Hades, véase Infierno. 

Lolo tenía muy claro que tras su vida quisiera ver el Cielo, así, directamente, sin pasos intermedios ni nada por el estilo. Y por eso se gano justa fama de santidad aunque el reconocimiento de su especial alma llegara con los años (el 12 de junio de 2010, en concreto) Pero estamos tan seguros como que Jesucristo resucitó al tercer día de que Manuel Lozano Garrido tardó muy poco tiempo en dejar su sillón de ruedas a las puertas del Cielo. Vamos, nada de nada tras su muerte, aquí, en el mundo, para vivir para siempre cabe Dios.

  

Eleuterio Fernández Guzmán


Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.


Panecillo de hoy: 

Entender el sufrimiento es un bien más que importante. 

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (30) 

“¿Qué juicio va a formar del hombre, sino de bondad, el de un Creador que lo hizo con ilusión y esperanza? ” 

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.