'El Mundo' y la Iglesia: sobre arenas políticas y luchas partidistas

El diario El Mundo lleva unos cuantos días publicando una serie de encuestas relacionadas con los 30 años de democracia que los españoles nos hemos dado. Se llama, la serie, “Chequeo a 30 años de democracia”.

Tal trabajo es loable porque se trata de conocer lo que los españoles piensan de la situación de España en los últimos 30 años.

Pero, claro, cuando le toca al tema de la Iglesia, tienen los problemas de siempre.

Ayer mismo, 21 de agosto, le correspondía, por decirlo así, el turno a la Iglesia católica, como he dicho arriba, porque era importante conocer qué pensaban los españoles sobre el papel jugado por la Esposa de Cristo en los años primeros de la democratización de España.

El texto venía contenido en un artículo publicado en el diario citado y, aunque en la versión de internet no se encuentra completo, sí sirve para tener una idea del asunto.

Sin embargo, al parecer (y como era de temer) el resultado final, la conclusión a la que llega la persona que le corresponde, en tal diario de tirada nacional, lleva la sección de Religión, José Manuel Vidal (recordemos, también, su labor en Religión Digital, RD) es la siguiente:

Parece claro, según los resultados de la encuesta, que los españoles quieren una Iglesia que no baje a la arena política ni se mezcle en las luchas partidistas

A tal conclusión se quería llegar, sin olvidar que, seguramente, era el mismo principio de todo el trabajo; vamos, lo buscado.

Además, le gusta de tergiversar la realidad a José Manuel Vidal porque dice (ahora ya en la edición en papel) que “frente al 29 % que está de acuerdo en que los obispos salgan a la calle encabezando las manifestaciones de sus fieles, como la que se celebró en Madrid contra la aprobación del matrimonio gay el 18 de junio de 2005, en la que participaron 18 obispos”.

Sin embargo, lo bien cierto es que aquella manifestación (a la que yo mismo asistí) no se convocó por tal causa sino por defender a la familia que no es, exactamente, lo mismo. Lo que pasa es que así se trata de hacer ver que la “jerarquía eclesiástica” es, sobre todo, retrógrada cuando, en realidad, sólo hace lo que tiene que hacer: defender unos valores a los que está obligada a servir. Creo recordar que el lema era “La familia sí importa” (aunque puedo equivocarme y no fuera, sino, uno de los lemas con los que se convocaba a las personas que creíamos, y creemos, en la familia)

¿A qué les suena esto?

A mí me suena a una mera expresión de voluntad de exclusión de la Iglesia de la vida pública y el intento de hacer, de paso, que el católico no aparezca, con la doctrina que sigue, en el común vivir democrático de España. Vamos, una auténtica aberración porque sabido es que la Iglesia nació dentro de una determinada sociedad, en muchas sociedades fue difundido el mensaje de Cristo y en muchas naciones se sigue difundiendo aunque, claro está, en algunas de las aquí citadas (en cuanto a número) hacen lo posible para que no se ejerza la religión católica (y ya sabemos cuáles son y qué religión impera allí donde, precisamente, el principio de reciprocidad no se tiene, para nada, en cuenta)

Creo que resulta importante hacer referencia a la diferencia que existe entre la “arena política” y la “lucha partidista” porque no es, precisamente, lo mismo ni es, al fin y al cabo, el mismo resultado la intervención en una y otra por mucho que se quiera decir que lo es o, al menos, que viene a ser lo mismo.

En cuanto a la denominada “arena”, es decir, a la realidad en la que se encuentra la Iglesia católica, la pretensión de que no intervenga en la misma es un auténtico desafuero, algo que está fuera de lugar y algo que, al fin y al cabo, no deja de ser la ilusión de una persona (y de muchas otras progres que en la Iglesia hay) de que el silencio sea algo más que una actitud espiritual y que se lleve al hacer de la llamada “jerarquía” y, así, de los mismos miembros de la Iglesia católica.

Y esto, como es obvio, no puede ser. Además, no será posible alcanzar porque sería poner un exceso de mordazas a muchas bocas y atar demasiadas manos que puedan expresar su pensamiento católico por escrito.

En cuanto a lo de la realidad partidista a la que, al parecer, no puede dedicarse la Iglesia porque puede distorsionar la función que tiene que llevar a cabo, sólo tengo algo que decir y es lo que sigue.

La Iglesia católica no toma partido por ninguna política. Muy al contrario, lo que hace (y bien hecho está) es defender la doctrina de Cristo y la Ley de Dios. Lo que pasa es que tanto una como otra tienen que ver con el mundo porque están en el mundo. Por tanto, cuando la Iglesia católica dice algo sobre determinado tema (por ejemplo, el aborto, la educación o la familia) no está tomando partido por nadie porque lo que defiende es muy anterior a la creación del Estado (por estar sustentando, como ya dije otro día) en un Derecho que es superior al ser humano y, por supuesto, a la normativa positiva. Otra cosa es que las personas se adhieran a tal pensamiento y esto pueda hacer parecer que es al revés.

Y esto que escribo no lo hago como representante de la Iglesia católica a nivel, digamos, oficial, sino como laico de la misma Iglesia católica, que es, en esencia, suficiente para hacer tal cosa.

Y esto es así, guste o no guste, porque por mucho que se quiera atacar a la Iglesia católica la institución así llamada no es una creación humana sino una creación de Dios. Por tanto, lo que apoya y defiende es, por eso mismo, expresión de una norma suprapositiva que, por otra parte, no puede tener error intrínseco porque es, al fin y al cabo (y por principio) elaboración divina.

Por otra parte, dice Chesterton, en su libro El hombre eterno que “si estuviéramos cómodamente situados en el paganismo, en vez de estar incómodamente situados en una reacción algo irracional hacia el cristianismo, es posible que hubiéramos tributado algún tipo de honor pagano a estos ignotos creadores de la humanidad”.

Aquí, en estas líneas, se refiere el autor inglés a los sacerdotes (y, por tanto, a los sucesivos escalones que se suben en la vida de la Iglesia a partir de ahí: Obispo, Arzobispo…. Papa, también sacerdote) y en su tesis los defiende no como contrarios a toda evolución, desarrollo y retrógrados sino como todo lo contrario.

Sobre esto hay que destacar algo que es muy importante.

Particularmente resulta interesante tener en cuenta eso que dice de la “reacción algo irracional hacia el cristianismo” porque aquí, hoy, no se trata de “algo” sino de “bastante”.

Bien sabemos qué clase de Gobierno tenemos en España, qué especie extraña de personas que creen tener la verdad en sus manos y pensamientos; bien sabemos con quién nos estamos jugando, como se dice, las habichuelas; bien sabemos de quién no debemos fiarnos por muy buena que sea nuestra voluntad y nuestro sentido de la fraternidad humana.

Como bien sabemos, en los últimos años (casualmente desde que el gobierno del partido socialista gobierna España) se han venido produciendo, in crescendo, toda una serie de toma de decisiones, actuaciones y sucesos relacionados con lo religioso, más concretamente con lo cristiano, más exactamente con lo católico, que no dejan lugar a dudas: el laicismo se ha hecho con el poder mental de los jerifaltes de la política gubernamental.

Yo no sé si se trata de la masonería, por la influencia que pueda tener en algún miembro del Ejecutivo que dirige el Sr. Rodríguez Zapatero; yo no sé si es por algún tipo de recuerdo amargo de otras épocas que les hace rememorar, continuamente, al pasado para aferrarse a lo que ya no se puede cambiar, como una especies de flashback cinematográfico, queriendo alterar el suceder de la historia para reivindicar o reivindicarse; yo no sé si es porque, como se dice, el toro viene resabiado y por eso enviste como enviste; yo no sé si es que han sido atrapados por el New Age y por eso se dejan orientar de forma tan desorientada; yo no sé… en fin yo ignoro cuál es la causa de esas actuaciones tan neta, clara y firmemente contrarias a todo lo que pueda sonar a católico (y no puedo decir cristiano porque tampoco sé si también tienen una política contraria a otras representaciones del cristianismo que no sean la católica)

Puede, por otra parte, que, simplemente, sean así.

Y con tal tipo de actuaciones a lo único que vamos a llegar, otra vez, es a las catacumbas. Y por muy alarmista que pueda ser llamado quien esto escribe también incluyo en ellas a aquellas personas que, desde posturas que yo denomino “progres” dentro de la Iglesia no se acaben alineando, de forma definitiva, con el poder que el Maligno ejerce en nuestra amada patria porque también serán afectadas por lo que pase y suceda.

También, pues, las incluyo a las personas que, siendo hermanos en la fe, yo creo que están equivocadas.

Si bien es cierto que las catacumbas, en cuanto tales, quizá no existan así entendidas, no es menos cierto que existen otro tipo de catacumbas pues no otra cosa serán los subterráneos del corazón donde tendremos que practicar nuestras creencias y no otra cosa será la ignominiosa forma en que tendremos que esconder nuestra fe por mor de la actuación perversa del mal representada por tantas instituciones españolas y tantas personas que se adhieren a ellas como lapas que esperan alimento para sobrevivir.

Ojalá (y aquí no hago mística ojalatera, como diría San Josemaría) me equivoque. Y no es que sea profeta o hijo de profeta sino que no estoy ciego. Al menos, ciego voluntario.

Pero no hemos de olvidar que lo que, al fin y al cabo, se pretende es que la Iglesia católica se aparte del mundo como si no estuviera en él; que se quede la religión en la vida privada y en la Sacristía (como mucho) y hacer, así, de la capa religiosa del laicismo un sayo con el que vestir el pensamiento relacionado con Dios y con su Iglesia que no será, ya, ni Dios ni Iglesia sino alguna amorfa forma de comportamiento laicista donde la fe se convierta, sólo, en una máscara farisaica.

7 comentarios

  
Carmen Bellver
Eleuterio:
Tienes un email. Confirmamé que lo has recibido.
22/08/08 12:21 AM
  
Miguel Serrano Cabeza
Claro que existen las catacumbas.

Es muy fácil encontrarlas: sólo hay que expresarse libremente.

El que sea católico, sufrirá las consecuencias. Y, mientras las sufre, verá las miradas de los que piensan como él pero no tanto como para arriesgar su comodidad.

El trabajo, el deber, la misión, destinos superiores obligan a callar.

Curiosamente siempre es tiempo de callar cuando resulta incómodo hablar.

Unos dirán que esos silencios oportunos esconden buenas dosis de fariseísmo. Otros dirán que, en realidad, se trata de saduceísmo. Otros dirán que se trata de herodianismo o de alguna combinación de los tres.

En cualquiera de los cuatro casos se tratará siempre de lo mismo: de la colaboración necesaria con el Oficio de Tinieblas.

A los frutos me remito: más de cien mil abortos al año necesitan muchos silencios cómplices. Muchos votos cómplices. Su disfraz de "votos útiles" los hace aún más amargos: ¿útiles para qué?

Los silencios seguirán. Volveremos a votar.

No somos dueños de los silencios de los demás, pero sí de los nuestros, de nuestras palabras y de lo que ellas dicen.

No somos dueños de los votos de los demás, pero sí de los nuestros y de a qué partido votamos.

Volverá a haber elecciónes. ¿Volveremos a votar lo mismo?

Volverá a llegar el domingo. ¿Volveremos a pagar para leer otra vez lo mismo en el diario El Mundo?

Los católicos no somos orgullosos. Pero sentimos el celo de que se respete y haga respetar la Voluntad de Dios. Y ese celo nos lleva a actuar en consecuencia.

Aunque no sea ni cómodo, ni bonito. Nadie nos va a felicitar.

22/08/08 1:04 AM
  
RNA
" la que se celebró en Madrid contra la aprobación del matrimonio gay el 18 de junio de 2005, en la que participaron 18 obispos".... sí fue contra el matrimonio gay

Así se predicó y asñí se convocó en todas las homilías y avisos de las parroquias

Así lo dijo FJLosantos en la COPE

Y todos fuisteis por ese motivo

Eleuterio: que ya nos conocemos el bla bla bla de la familia

No voy a estar, luego no podré responder a comentarios insidiosos, malévolos etc, ya sabes
22/08/08 1:29 AM
  
Eleuterio
Miguel Serrano Cabeza


Lo políticamente correcto hace mucho daño hoy día y el respeto humano también.

Es muy triste que se calle por parte de muchos católicos por conveniencia de las circuntancias por las que se pase porque eso no es ser católico sino todo lo contrario.

Yo me refería, por otra parte, a las catacumbas "fisicas" como antaño pero es cierto que otras catacumbas son, a lo mejor, peores, porque encierran en vida lo que tiene que estar vivo mientras que en las de verdad, las físicas, estaba vivo lo que se pretendía que se muriera. Vamos, justo al reves y, por eso y seguramente, es muy peor hoy día que antaño.

En cuanto a lo del voto, yo ya lo he dicho en otros blogs: a mí que no me esperen quienes se dicen cristianos o, al menos, así lo parece (y me refiero al PP) y luego no hacen nada para demostrarlo. Votos útiles sólo son los que cumplen con lo que queremos, es decir cuando se vota a alguien que defiende lo mismo que nosotros queremos.

Por otra parte, ya dijo Jesús aquello de "os llevarán ante los tribunales", etc. Por tanto, nada debre extrañarnos ni sorprendernos.
22/08/08 9:04 AM
  
Eleuterio
RNA


Aunque no estés, no es muy conveniente ponerse la venda antes de tener la herida (y lo digo por lo de los "comentarios indiosos, malévolos, etc." que tú supones que ibas a recibir)
22/08/08 9:05 AM
  
paseante
Encuesta de algunos españoles sobre El Mundo. Ahí va la mía. Primera Parte (seguirán doscientas mil partes más a lo largo de los próximos veinte años)


El análisis de hoy sobre El Mundo en relación a la situación de la Iglesia es frustrante, y lo entiendo, la frustración es la característica de El Mundo como periódico y se la transmite a cualquiera que intente leer alguna otra cosa. Lo que vemos hoy es una inane* introducción sobre lo que dice El Mundo que los españoles "quieren" y la mayor parte va para la cuestión de la Iglesia. Nada que ver con el detalle dedicado a Peces Barba o a Manel Vicent, y es lo normal. La cuestión de qué pasa con la Iglesia (o con cualquier otra cosa) es más interesante y productiva que perder el tiempo dilucidando qué pasa con El Mundo, cualquier cuestión se entiende mucho mejor en los anatemas condenatorios de PRISA que en las encuestas de cartón-piedra del gran Pedro J.. Así son las cosas. De cualquier forma si El Mundo se mete a analizar las querencias de los españoles también servirá si los españoles analizamos a El Mundo.

Lo que cuenta del periodismo en España es PRISA y está en PRISA, el resto son inflexiones, genuflexiones, imitaciones, variaciones e imposibles. El Mundo es un periodismo sin nada más y es interesante en la medida que trasluce la personalidad de su director, algo inimaginable en El País, ¿a quién le importa quién dirige El País?, sin director sería lo mismo con una medida de error del 0,02 %, una birria. Un periodismo determinado por una persona, el gran Pedro J. (J de "journalist" y gran de "periodista") es una aberración. El gran Pedro J. funciona como una mente bipolar: siempre trata de coger dos extremos A y no A y buscar algo enmedio como si lo hubiese, y siempre lo encuentra y la conclusión impepinable es lo que el gran Pedro J. llama "centrismo", una cosa de la que él sabe más que nadie, una cosa abrir comillas-liberal-progresista-etc.-espacio en blanco-etc.. Hay cientos de detalles que configuran la manía centropolar (los polos son el centro y viceversa) del gran Pedro J. Hoy mismo hay un pequeño detalle en este blog que es puro gran Pedro J.: el experto religioso de El Mundo trabaja, a la vez, en un portal web dirigido por dos hermanos que odian furiosamente al gran Pedro J., ahí tenemos los contrarios en acción. Y así con todo, si hay un columnista de derechas, hay dos o tres de izquierdas por aquello del respeto a la realidad estadística. Si el gran Pedro J. pudiese tendría a Cebrián a sueldo para hacer juego con Ansón. Por supuesto ese experto en religión le da lo que quiere al gran Pedro J.: un equilibrio de centro que sí, centro que no, resultado: empate a centro, manifestaciones de seres invisibles católicos al 29 por ciento, y el mismo experto guarda la sal gorda para los hermanos anti Pedro J., así se hace el periodismo, a manos de los periodistas según les va.

Lo que digo no desmerece la calidad periodística del gran Pedro J. En mi opinión es el mejor periodista de España en el sentido de que Supermán es el mejor de los superhéroes, es guapo, ayuda al pueblo indefenso, vuela, es muy fuerte, tiene visión ultrapotente y es periodista, como Supermán lo hace todo bien Supermán tiene que ser el mejor periodista porque los otros superhéroes no son periodistas, sólo Supermán. Si el gran Pedro J. se dedicase a otra cosa, por ejemplo a superhéroe, también sería el mejor, ha nacido para ser el mejor como mínimo. Yo describo al gran Pedro J. como el repelente niño Vicente del periodismo, creo que podría presentarse cada día a oposiciones de periodismo y las ganaría cum laude durante años, nadie sabe más de lo que pasa como periodismo que el gran Pedro J. El problema con su periodismo es que se parece al vuelo de una mosca dentro de una botella, todo se ve muy claro, muy de cerca, muy ampliado por el cristal, los movimientos son casi tan geométricos como los argumentos y se aprende mucho sobre la realidad de la mosca, pero siempre cautiva dentro de la botella. El periodismo del gran Pedro J. está dentro de la botella y no puede salir, por supuesto fuera está PRISA que no se deja atrapar en ningún recipiente. La diferencia entre Supermán y PRISA es que PRISA no es una criatura de ficción y que Supermán vende más ejemplares que El País entre el público preuniversitario. Vamos a ver tres o cuatro hechos que describen la estupenda agonía del gran Pedro J. ahora que se le van acabando las fuerzas.

El primero es el hundimiento definitivo del mito de los dos millones que voy a explicar sin entrar en el tema histórico de fondo. Según el gran Pedro J. metido a sociólogo en España hay dos millones de personas jóvenes y bien educadas, nacidas en democracia, son lo que deciden la estabilidad política inclinándose a izquierda o derecha. Según nos contaba la cosa era que la fuerza de futuro de esta población** actuaría de dentro a afuera impregnando y transformando a "las dos Españas" más radicales a derecha e izquierda. Si lo vemos en plan biologista, ese grupo joven es el encargado de transmitir los valores genéticos dominantes que se impondrían sobre los valores arcaicos como puente hacia las generaciones futuras; si lo vemos en plan más materialista hay que pensar en un gas estable en el que entran unas partículas con alguna característica física (temperatura, velocidad, etc.) y alteran el gas hasta que lo igualan a su característica. Según el gran Pedro J. habría dos millones de españoles que responderían a las situaciones descritas en un sentido positivo pues todo iría hacia mejor. Este mito es un engaño porque ha ocurrido precisamente lo contrario, los dos millones nunca aparecerán porque han sido las fuerzas externas arcaicas y poderosas las que se han lanzado sobre esa imaginaria población joven hasta que la anulado. Es algo que se aprecia muy bien en Cataluña, si hubiese tales dos millones y dado que -dicen los charlatanes- Cataluña es la locomotora de España, tendría que haber al menos cuatrocientos mil catalanes estabilizantes de futuro democrático liberal-progresista-centrista-patatín y patatán pero lo que se observa es que el nacionalismo y el socialismo se han apoderado de la población joven para que transmitan sus genes y sus moléculas podridas por delante de cualquier cosa que pudieran traer esos "jóvenes" que nunca lo serán porque van a ser viejos definitivamente.

El segundo son los inexplicables sabanazos historicistas que el gran Pedro J. se clava cada Domingo. El sentido de esos muermos de papel es tapar un defecto que hay el periodismo del gran Pedro J. Se trata de algo que distingue a El País de los demás: El País coagula intelectualato. Si uno hace prensa local puede prescindir o recortar el elemento intelectual en el periodismo pero si va a por la primera plaza los intelectuales son imprescindibles y están en El País. Ni El Mundo ni nadie ha conseguido nada comparable, el conjunto intelectual de El Mundo es una melé desordenada de posibles tópicos a medio terminar. El gran Pedro J. remedia este problema haciendo de Gran Intelectual de la Actualidad con unos engendros que dan vergüenza por lo grosero y presuntuoso, un periódico de primera debería tener gente especializada, Savater, Vázquez-Montalbán, de Azúa, Millas, de Toro, Vicent, una cuadrilla de tipos listos encargados del mantenimiento de las piezas más delicadas. En todo caso el monotema del gran Pedro J. es el de siempre: la dignificación intelectual del periodismo y su enraizamiento en la marcha de la Historia, no hay más, es algo que obsesiona al gran Pedro J. y le pone por encima de los intelectuales que su periódico no tiene. El director de El País nunca se ha ocupado de ningún lío intelectual y la última producción de este señor, sea quien sea, ha sido una sarta de insultos hacia quienes se dedican al periodismo fuera de PRISA, no es muy original ni falta que le hace. Los grandes poderes de la Historia siempre han imprecado hacia las tinieblas fuera de sus límites para asustar a sus seguidores con miedos sobrenaturales, ¿será posible que fuera de PRISA haya tales monstruos de maldad?, lo dudo mucho, la maldad también está dentro y, por si fuese poco, el periodismo no tiene dentro ni fuera, es periodismo o no lo es, pero como relato de fantasía ante lo desconocido ahí tenemos lo que cabe esperar del director de El País. Este hombre gris no necesita cascarse la cabeza situándose a sí mismo en el periodismo y en la Historia de la Actualidad, si ya dirige El País, ¿qué más histórico y actual puede ser?, ¿para qué darle vueltas todas las semanas?. Las cuestiones importantes en PRISA son muy diferentes a las que preocupan al gran Pedro J. Yo no debería hablar de ello porque los que estamos fuera de PRISA no podemos saber de sus secretos, es algo así como especular sobre qué pasaba entre las familias políticas del franquismo estando fuera del régimen, pero, con todo, mi ignorancia tiene sus límites y me voy dando cuenta de las cosas. Lo más importante que ha ocurrido en PRISA ha sido la discusión, hace un año, sobre la inmaculadez del Ché Guevara, alguien escribió que este sujeto había sido un criminal guiado por una ideología y que, en definitiva, era un terrorista. Hubo una protesta formal en la redacción de El País y casi van a la huelga revolucionaria para defender al Ché. Al final todo quedó en que los asesinatos del Ché no eran ni blancos ni negros, eran grises y muy borrosos porque el Ché era un tipo muy complejo que mataba pero no mataba, sus crímenes estaban contrapesados por su inmaculadez, cuanto más mataba más inmaculadez para el Ché y así llegó a ser el inmaculado Ché Guevara de los crímenes no crímenes. La justificación de la inmaculadez es que el Ché mataba según los principios del internacionalismo socialista, una basura ideológica que, más o menos, se basaba en la idea de que el socialismo es un movimiento internacional y por ello podía intervenir en cualquier país que quisiera apoyado por la Unión Soviética, es algo parecido al Destino Manifiesto pero a lo comunista y con matanzas de burgueses para abrir boca. En conclusión, el principio dogmático del internacionalismo socialista explicaba la inmaculadez criminal del Ché y así terminó una crisis que conmovió las estructuras internas de PRISA. Ahora se entiende mejor que para los ajenos a PRISA todo esto nos parecen sandeces y aberraciones pero dentro de PRISA son asuntos fundamentales de los que ni siquiera se plantea el gran Pedro J.

Así pues, sin mitos originales y sin intelectuales escoba, ¿qué le quedaba al gran Pedro J.?, su famoso olfato de periodista, y lo ha perdido. Un hecho gravísimo es que el gran Pedro J. no vió venir a ZP y eso que fue de los que tiraron hacia arriba de ZP para enredar con Aznar y para ver si conseguía meterse en el coto político de PRISA. ZP es el triunfo irreversible del periodismo de PRISA, la cosa llega a tal extremo que ZP parece creer que puede arrancar y trasplantar los ideales de PRISA a cualquier conjunto de periodistas elegidos para la ocasión, la pregunta es, ¿acaso hay un PRISA inmaterial que cualquiera podría manejar mediante algunas técnicas?, PRISA habría llegado a un estado del ser, a lo budista, que ya está libre de la materialidad del mundo corriente y ahora PRISA es una dimensión de la mente que sólo unos iniciados entienden bien. El gran Pedro J. no ha sabido nunca qué hacer con ZP y lo cierto es que no puede hacer mucho porque el ascenso político de ZP implica el derribo de lo que no sean ideales de PRISA encarnados por ZP de forma que las especulaciones históricas desarrolladas en los ladrillazos del gran Pedro J. sean, históricamente, tan falsas como su mito de los dos millones, ZP es la mentira viva de ese mito social porque ZP es la realidad los dos millones de castrados. Por si esto fuese poco el olfato ha fallado otra vez en la persona de Mariano Rajoy, un desastre político que escondía a un cobarde, un tipo oportunista que se ha montado en el chollo y pretende vivir del cuento mientras le dure, ayer con la unidad de España y ahora con la crisis económica y a ir tirando. Este Mariano Rajoy o Raxoi o lo que sea tiene un punto formal que le une al gran Pedro J. y es que en definitiva, viene a ser la reedición de la política de Manuel Fraga Iribarne al que muchos llaman "don Manuel" y debería ser don Manuel el Estafador, la gran suerte de don Manuel es que hay miles de estafados políticos que no se atreven a protestar y admitir que creyeron en él. Don Manuel fue fundador de El País y ahora lo es del nacionalismo gallego pero a su manera subrepticia, a distancia, favoreciéndolo a más no poder en la escuela y el Administración y vendiendo que don Manuel lo controlaría todo mientras ahogaba con sus aullidos y galleríos de "España, España, el Estado, España, el Rey, España es lo primero, Majestad" a cualquiera que pudiese protestar ante la evidencia de sus chapuzas. Don Manuel se pasó una docena de años gestionando sus derrotas y el premio a su incompetencia es que su partido le regaló la presidencia del gobierno gallego in aeternum hasta que se muriera pero esa fecha nunca llegó y aún la estamos esperando ahora que Galicia se ha perdido. Si sigue los pasos de don Manuel, Mariano "Ganador" Raxoi puede durar medio siglo diciendo que esta vez es la buena, que ahora gana seguro y que ya lo tiene ganado, no sé, tal vez, algún día, don Marianiño presida la Xunta Independiente de Galicia si alguien le designa sucesor a título de ganador.

La cuestión histórica es que también don Manuel también ha vendido una realidad política metida en la botella de cristal para gente que, por algún motivo, no consigue tragarse las monsergas de PRISA y, los pobres, necesitan algo que les guíe en su extravío. Hay una relación estructural entre don Manuel y el gran Pedro J. con la diferencia de que el primero es un estafador para los desesperados y un ganador para tener contentos a los perdedores, en cambio el segundo cree en lo que hace, cree en el periodismo y cree que será capaz de mostrar la realidad del periodismo o esa cosa que el periodismo hace y a la que llamamos "realidad". Su mito no es de mala fé, es una incapacidad de asumir la realidad de PRISA y ha conseguido convertir su mito en más de treinta años de periodismo al vacío, no está mal como esfuerzo pero es periodismo sin más. Lo terrible es que el periodismo pueda permitirse alargar tanto sus experimentos. En definitiva que el gran Pedro J. nunca ha conseguido salir de la botella y se lo ha pasado bien a su manera aunque no sirva de mucho para quien no ama el periodismo de ficción, en cambio don Manuel ha estado fuera de sus propias argucias y sabe que PRISA es inevitable y nos ayuda a sumarnos al orden de la realidad mintiéndonos descaradamente.

Y ahora dejo a El Mundo y su director y termino recomentando un comentario sobre el "bla bla bla de la familia". Yo no creo que la familia sea un bla bla bla y la prueba es que El País suele poner a sus intelectuales a discutir de la familia ya sea para rechazarla como un nido de horrores sin final o para ofrecer modelos neofamiliares alternativos. Esto vale más que cien encuestas de El Mundo y este asunto va como el resto en lo que tiene de movimiento sincronizado de los intelectuales dentro del periodismo, ahora toca la familia y a ver qué tal lo hacen. Recientemente, por lo del manifiesto de la lengua, han permitido que alguien tan desligado como Agustín García Calvo, que escribe en La Razón, volviese a publicar en El País después de muchos años porque venía a cuento de lo que interesa a PRISA en cada momento. El recorrido de los intelectuales viene bien para ver qué ninguno espera ir más allá del periodismo y la familia es un tema que conviene a este tipo de mentes, no es un tema de la prensa deportiva o de la sección de contactos, la familia es un señor tema y tiene un punto interno de lo más interesante y es que más de tres y de cuatro de los reflexionantes de la familia provienen de familias falangistas y se han presentado a recoger su patrimonio familiar con la partida de nacimiento por delante, sin embargo dicen que odian a la familia y, tal vez, no quieren reconocer que deben lo que tienen a sus familias como si no las tuvieran y todo les viniera de su actividad social pero ahora, con la cosa biologista, lo familiar está de moda y lo social no pasa del empate con lo genético. El asunto tiene su miga porque si seguimos estas elucubraciones terminamos en el bla bla bla de alto nivel, no es algo tan sencillo porque el blablablá es un hecho periodístico de primer orden.

Los seres humanos tenemos que hablar y no es nada fácil, la cosa es más llevadera si tenemos una fuente de palabras que de forma continua nos va lanzando pequeñas piezas de blablablá, nos dan un comienzo ininterrumpido y es suficiente con engancharse a una u otra y seguir el curso de lo que va viniendo. Ahora mismo tenemos en marcha dos blablablá estrictamente periodísticos sin intelectuales por medio, uno es las Olimpiadas y el otro es el accidente aéreo. Yo me niego a participar en cualquiera de los dos, del primero ví algo de la ceremonia y me he perdido todas las medallas nacionales o de las otras, del accidente apenas he seguido unas líneas. Me parece repugnante todo lo que se dice sobre el accidente, es la ocasión para que incontables periodistas y sus repetidores nos cuenten incontables estupideces repetidas, sólo hay que seguir las ocasiones en las que haya habido una "tragedia" para darse cuenta de los periodistas nos salen de las majaderías informativas habituales, las imágenes duras, las escenas dantescas, los momentos "vividos", la lluvia de anécdotas y ahora tienen simulaciones informáticas. Lo único importante es ¿cuándo el accidente se convirtió en blablablá?, hay dos respuestas, a los diez minutos más o menos o bien ya somos incapaz de enteder nada si nos nos lo dan como blablablá periodístico y el accidente es un blablablá como otro cualquiera antes de haber ocurrido. Ya sé que mucha gente no parará de darle al accidente al menos cuatro día hasta que haya otra cosa, es como cuando muchos iban a misa para que les viesen comulgando y así demostraban algo. Pues no comulgo con el blablablá del accidente y lo considero una pantomima del periodismo. Por supuesto yo también sigo los numeritos del periodismo pero intento hacerlo de otro modo ya que no queda otro remedio, tampoco creo que votar a don Manuel o a su reencarnación sea suficiente para librarme del periodismo aunque entiendo que, para algunos, la figura orondopaterna de don Manuel les sirve como alivio de su existencia fuera-dentro de PRISA. Por mi parte intento ser positivo y desintoxicarme del blablablá pero no he conseguido gran cosa. Al menos voy distinguiendo diversas clases de blablablá, no es lo mismo la familia con lo mejor de El País dándole vueltas que un accidente cualquiera o una docena de medallas más o menos. Aquí sólo hay una lucha a degüello por nombrar el conjunto de los hechos que pasan de una forma creíble, lo peculiar de nuestro tiempo es que lo hacemos bajo las reglas del periodismo como si lo pudiésemos abarcar.

Por supuesto que en los asuntos familiares no sigo ni las encuestas de El Mundo ni las chácharas de El País, al menos no las sigo como si sirviesen para algo que no sea producir más periodismo a partir de cualquier materia prima, tampoco creo que ningún periodismo me ayude en estas cuestiones con la esperanza de que no se convertirán en un blablablá más.

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* inane.- adj. m./f., palabra imputada por la Justicia como delito de presunto insulto contra la posibilidad de honor en el periodismo. Consultar la lista completa en el Anexo de palabras de las recientes y previsibles sentencias condenatorias de insultos
** población.- n. f., palabra usada como tecnicismo que se reparten a medias entre sociólogos y biólogos para sus diferentes especulaciones sobre la probabilidad de los seres objeto de estudio
22/08/08 8:03 PM
  
Eleuterio
paseante

El otro día ya me sorprendío Ud. con su comentario al artículo que, sobre Manuel Vicent, escribí para este blog.

No tengo que decirle que, en todo lo que dice (al menos en lo que he sido capaz de entender) estoy de acuerdo.

En realidad, no puedo decirle nada, por ejemplo, del artículo que Pedro J. escribe los domingos porque, la verdad no lo leo nunca. Es más, le tengo que decir que no leo nada de prensa escrita.

Ya sé que eso que digo puede llevar a pensar que soy un ignorante en lo referido a la prensa escrita. Y eso es, francamente lo digo, cierto. Para mí tengo más que suficiente con la información radiofónica y la que leo en internet. Creo que los tiempos en los que estamos son tiempos distintos a aquellos en los que el periodismo escrito en papel era fundamental para saber lo que pasaba en el mundo y lo que se opinaba. Ahora eso no hace falta porque, además, todo se puede leer en la red. Con todo eso le digo que tampoco leo el mundo en la red. Y siento que esto pueda dejarme mal pero las cosas son como son.

Por otra parte, admiro su capacidad de discurso que, tanto en el tema de Manuel Vicent como en el de hoy, me ha dejado absolutamente perplejo. Su análisis de Pedro J. me ha aportada una información valiosísima para mirar al personaje de otra forma.

Sin embargo, no creo que los intelectuales que escriben en el País (que sólo sigo por obligación de conocimiento y por la red) tengan mucho que decir en muchos temas de los que escriben porque lo hacen a piñón fijo, con un guión establecido. Siempre se sabe qué van a decir antes de lo que lo digan.

En fin, que le doy las gracias, francamente, por descubir muchas cosas que yo, ignorante de mí, no sabía, no conocía y, sobre todo, no alcanzaba a entender.
22/08/08 9:17 PM

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