InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Categoría: Amigo de Lolo

20.01.25

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Nuestra franqueza para con Dios

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

PRESENTACIÓN

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena –Nuestra franqueza para con Dios

A veces valoramos un ejercicio de adoración simplemente por sus añadidos de postura, fervores y palabras, y puede que algún día sorprenda hallar la conformidad de Dios y nuestra fecundidad en un gesto simple, tal vez trivial, pero sincero.” (Beato Lolo, de su libro El sillón de ruedas)

Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que en este texto de su libro El sillón de ruedas nos echa un pequeño rapapolvo aunque lo haga de forma delicada. Y es que lo que quiere nuestro hermano es que vayamos puliendo todo aquello que nos sobra y, vamos, que lo vayamos podando (como en la parábola de la viña)

Es verdad que nos solemos creer que la práctica que llevamos de nuestra fe es buena y que, por tanto, tampoco es que sea demasiado importante cambiar eso que hacemos, a lo mejor, todos los días o, al menos, de vez en cuando. Y eso, también es verdad, es manifestar demasiado optimismo…

Nosotros nos tomamos nuestra fe, a veces, muy en serio pero en algunas ocasiones no hacemos más que disimular acerca de la misma y, en todo caso, no hacer bien las cosas. y por eso el Beato Lolo (Linares, Jaén, España) nos dice algo que siempre deberíamos tener en cuenta para no ponernos a nosotros mismos ciertas trampas que es como hacérselas jugando al solitario… que es algo que, hablando con franqueza, es cosa de necios…

Nosotros no queremos ser necios, como ponemos arriba. Y por eso no debemos caer en la actitud a la que se refiere aquí mismo Manuel Lozano Garrido. Y es que, de caer en ella es cierto que sólo mantendremos una fe en apariencia pero en verdad… nada de nada. 

De todas formas no creemos que Lolo quiera decirnos que lo aquí manifiesta como que a veces entendemos la adoración en base a unas posturas, a unos fervores y a unas palabras no tenga importancia. Es decir, que no la tengan ni las posturas ni los fervores ni las palabras porque sí la tiene aunque…

El problema es, precisamente, el “aunque” que, por lo común y según significa tal conjunción, quiere decir que hay algo detrás de lo que hacemos que a lo mejor no está ni bien siquiera…

Nosotros decimos que postura… sí, que fervores, también y que palabras, mucho mejor pero en el fondo lo otro, lo que quiere decirnos Lolo es, seguramente, más importante. 

Aquí juega un papel muy importante la sinceridad o, mejor aún, la franqueza. Es decir que es posible que nos baste y nos sobre con un gesto, como dice Manuel, simple (que es lo contrario que alambicado, por rebuscado, y excesivo) y que el mismo puede ser recibido mejor por Dios Todopoderoso que toda la retahíla de expresiones, fervorosas sí pero demasiado “complicadas"…

Aquí, por tanto (es decir, de que el gesto sea simple pero franco) podemos deducir dos consecuencias que tienen que ver con Dios y con nosotros mismos, sus hijos fieles. Por un lado que a Dios, como hemos dicho arriba, agrade tal gesto que podemos considerar sin importancia; para nosotros puede suponer una fecundidad espiritual a tener en cuenta porque habremos llenado el corazón con esa conformidad que Dios puede expresarnos.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (100)

El sol no es sino un rescoldo o sombra de la esplendorosa Luz a Dios.

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna. (¡Con nuevos artículos sobre Lolo!)

13.01.25

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Apoyados en Dios

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).PRESENTACIÓN

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.


Frases que bien valen la pena – Apoyados en Dios

“Nuestro maná de la marcha por la vida se llama bondad de Dios.” (Beato Lolo, de su libro Bien venido, amor, 58)

No podemos negar que no siempre tenemos claro del todo cuál es nuestra forma de caminar hacia el definitivo Reino de Dios. Por eso nos hacemos cábalas con esto y con otro pero, en definitiva, no atinamos exactamente con lo que debe ser la cosa siendo crucial para nuestra vida tal cosa…

En general, podemos decir que sí, que somos conscientes de que nuestra fe nos ha de ayudar mucho (vamos, todo) y que apoyándonos en ella es más que probable que muchas de nuestras dudas espirituales se deshagan y desaparezcan y que, además, nuestros pasos sean firmes hacia el único destino que vale la pena y que siempre debemos tener presente: el Cielo. Y es que ¿Puede haber otra cosa que tener ansia por el Cielo?

Seguramente, muchas personas sentirán que descarrila el tren que los lleva a tan gran y anhelado destino. Y, sin embargo, y como pasa muchas veces con nuestro amigo Lolo, es bien cierto que en muy pocas palabras se nos revelan muchas cosas…

Resulta curioso que el Beato de Linares (Jaén, España) haga uso de la palabra “maná". Y es que nos recuerda el caminar del pueblo elegido por Dios, el judío, por el desierto. Y en aquella tan larga caminata sintieron un hambre tal que Dios mismo les echó una mano enviándoles el “maná” que viene a ser como el pan del Cielo. Y así pudieron sobrevivir aunque, como sabemos, aquello les supo a poco y pidieron más… Y es que era un pueblo, ciertamente, obstinado. 

Pero a nosotros sí nos va a basta el “maná” del que habla Lolo. Y es que no es poca cosa.

Dice Manuel Lozano Garrido que nosotros debemos tener como ese pan que alimentó al pueblo errante por el desierto  la bondad de Dios. Así de sencillo. 

Gracias a Dios y a su Bondad, así escrita con mayúscula porque tiene bien merecido tal cosa, nosotros podemos caminar hacia el puerto que no es otro que Dios mismo y sus moradas (las que Cristo está preparando para nosotros y y preparó para otros…) somos capaces de darnos cuenta de que el Creador, que nos creado y mantiene, ha hecho todo por nosotros y que no le cabe la menor duda de que nosotros le amamos sobre todo…

Gracias a Dios y a su Bondad, a nosotros nos cuesta menos ser bondadosos con el prójimo que necesita tal bondad porque el ejemplo del Todopoderoso para con su pueblo a lo largo de los siglos (y allí mismo en el episodio del desierto citado arriba) nos vale y nos sirve para, al menos, si no ser más que el Creador ser, al menos, igual en bondad aunque a nosotros nos cueste, digamos, algo más manifestara por ser cómo somos…

Gracias a Dios y a su Bondad, somos hasta capaces de vernos en la piel del otro (eso que ahora se llama empatía) y, por tanto, echar una mano cuando es necesario echarla y manifestar así nuestra bondad, con minúscula sí pero, al fin y al cabo bondad. 

Dios es bondadoso, como bien puede mostrarlo la historia de la salvación. Y nosotros, por tanto, podemos imitarlo para que se pueda decir, con refrán, eso que “de tal palo-con perdón, tal astilla“. O, al menos, astil litas… astillitas que se apoyan en Dios, el Bondadoso por excelencia.


Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.


Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (99)

Sinfonía del Universo, tan armónica y bien aprendida que no necesita la presencia del director en el atril para dar el concierto”

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna. (¡Con nuevos artículos sobre Lolo!)

 

6.01.25

Un amigo de Lolo – Los regalos de Lolo

PRESENTACIÓN


Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Los regalos de Lolo

Es tradición muy antigua recordar la Epifanía del Señor el 6 de enero poniendo en valor (como se dice hoy día) lo que hicieron unos Magos paganos que, siguiendo una estrella, encontraron al Hijo de Dios una vez había nacido. Y ellos, como es bien sabido, le trajeron unos regalos que, como el oro, el incienso y la mirra, tienen profundos significados espirituales en los que ahora no vamos a entrar porque, en realidad, son más que conocidos…

Pues bien, nuestro amigo Lolo, siendo su nombre Manuel Lozano Garrido, nacido en Linares (Jaén, España) y, a más a más, Beato de la Iglesia Católica, también nos trae regalos como si se tratase de un Rey Mago más aunque, claro, él era de fe católica y no necesitaba más que la confesión de fe diaria para que la misma estuviese bien arraigada en su corazón. 

¿Qué regalos nos trae Lolo este día? 

De todas formas, estos regalos pueden ser acaparados en cualquier día del año porque nuestro buen amigo Manuel está dispuesto a dispensarlos a gusto de quien así lo requiera. 

Bien… podemos decir que estos son los regalos que Lolo nos trae hoy mismo:

El regalo de habernos traído a Dios en su libro Reportajes desde la cumbre,

El regalo de una vida de fe profunda y sin respetos humanos,

El regalo de una perseverancia ante la adversidad como fue la suya, 

El regalo del amor a la Iglesia muy a pesar de cómo puede llegar a ser la misma, 

El regalo de ser luz en las tinieblas por las que podamos pasar, 

El regalo de ser capaces de pasar por el sufrimiento con “escafandra",

El regalo de la contemplación agradecida de la naturaleza como hizo en su vida, 

El regalo de trazar un camino en su vida que lo llevó al Cielo, 

El regalo de su amor por la Eucaristía, 

El regalo de su palabra escrita, 

El regalo de sentirse barro ante Dios,

El regalo de haber sabido sobrenaturalizar el dolor, 

El regalo de nunca empequeñecer  su fe ante sus circunstancias, 

El regalo de amar a su prójimo como a sí mismo y saber hacerlo, 

El regalo de haber sabido dirigirse a Dios y ser escuchado, 

El regalo de haber sabido ser sacramento del dolor, 

El regalo de haber sabido llevar su cruz a cuestas, 

El regalo de haber servido de consuelo a muchos sufrientes, 

El regalo de aceptar la Gracia de Dios, 

El regalo de nunca haber perdido la esperanza, 

El regalo de verse en las manos de Dios y sentirse hijo, 

El regalo de saber dignificar una vida como la suya, 

El regalo de la aceptación, 

El regalo de la devoción, 

El regalo de la dignidad persona perfectamente representada, 

El regalo de sí mismo. 

Como podemos ver, Lolo nos trae hoy mismo muchos regalos que pueden ser aprovechados la mar de bien por sus hermanos los hombres y, sobre todo, por todos aquellos que puedan sentirse perdidos en este mundo loco en el que nos ha tocado vivir. 

Y a nosotros sólo nos queda por decir: gracias, Lolo, por estos regalos y, en fin… por ti mismo. 

Beato Lolo, ruega por nosotros. 


Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.


Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (98)

La belleza y la armonía del mundo son como una declaración de amor Divino”

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna. (¡Con nuevos artículos sobre Lolo!)

30.12.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Así se camina hacia el Cielo

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

PRESENTACIÓN

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena –Así se camina hacia el Cielo

Caminar es, así, verdaderamente, ahondar en la claridad, iluminarse. El sol, metido dentro de nosotros, un milagro; el amor, ensanchándonos por todos los confines, un prodigio; el corazón nuestro, que se hace pedacitos y se siembra en ellos, un portento: Dios, en todo, alma de las cosas, espíritu y vida y resurrección de los hombres, ¡qué gran suceso!” (Beato Lolo, de su libro Las golondrinas nunca saben la hora)


No podemos negar que, en algunas ocasiones, podemos preguntarnos (como hizo aquel joven rico haciendo lo propio al Hijo de Dios para ganar la salvación - cf. Mc 10,17) qué debemos hacer (es decir, poner en la balanza de nuestro Juicio particular nuestras obras) para alcanzar el Cielo. Es cierto que tal es una ansia de cualquier discípulo de Cristo porque bien sabemos que nos está preparando allí un lugar, como bien se dice en Jn 14, 2.

Es verdad que nosotros mismos nos ponemos muchos obstáculos para arribar, cuando eso sea voluntad de Dios, a las puertas del Reino Eterno pero también es cierto que aquí mismo nuestro buen amigo Manuel Lozano Garrido nos da algunas pistas (como tantas veces hace) al respecto de eso. Y es seguro que nos ha de venir la mar de bien. 

Caminar hacia el definitivo Reino de Dios es algo propio de quien cree, primero, que existe un tal lugar y, luego, que puede ir hacia él. Y se camina, se ha de caminar, sabiendo dónde se pisa para no salirse del camino llevados por las muchas atracciones que el mundo y la carne nos ponen, algo así, como palos en las ruedas de una bicicleta…

Nosotros queremos pisar con firmeza. Es decir que, con Lolo, queremos dar paso a paso, sí (aquí no vale correr ni querer pasar por la puerta ancha, como bien dice Nuestro Señor y recoge Mateo en su Evangelio en 7, 13) para que se nos abran las puertas del Cielo. Y, para eso debemos tener en cuenta todo eso que nos dice el Beato de Linares (Jaén, España)

Nos dice, por ejemplo, eso, lo del mismo camino del que hemos hablado arriba; nos dice, también, que el amor es algo tan esencial que sin él, decimos nosotros y seguro apoyaría Lolo, de nada nos sirve lo demás como el Apóstol de los gentiles explica más que bien en su más que conocido capítulo 13 de su Primera Epístola a los Corintios; también que el corazón, nuestro corazón, es aquí muy importante porque, como bien sabemos, del corazón salen las obras que es algo que ya se escribió en Proverbios 4, 23 y que el Hijo de Dios concretó en Mt 15, 19 cuando dijo “Porque del corazón salen las intenciones malas, asesinatos, fornicaciones, robos, falsos testimonios, injurias“. Y, claro, también lo bueno inspirado por Dios. 

Por tanto, no podemos negar que algo más que bueno nos dice Lolo y que, siguiéndolo, es más que seguro que vamos caminando por buen camino hacia el definitivo Reino de Dios llamado Cielo.

Pero, claro, no podemos dejar de prestar atención a lo último de lo que habla Lolo o, mejor, a Quien refiere en último lugar que, como bien sabemos, es el lugar exacto para ser los primeros. Y nos referimos a Dios mismo. 

Es, ciertamente, un gran suceso que Dios esté en todo. Aunque, a este respecto debemos olvidar que todo sea Dios pues eso es puro panteísmo y los discípulos de Cristo no pueden estar de acuerdo eso y, claro, no lo estamos. Que Dios está en todo es algo sencillo de entender y estar de acuerdo porque todo lo Creó y, por tanto, todo lo mantiene. 

¿Dónde, pues, está Dios en todo esto? 

Es sencillo, y lo bien lo dice el bueno y santo de Manuel:en todo, alma de las cosas, espíritu y vida y resurrección de los hombres“.  Ahí es nada donde está nuestro Creador pues es en todo, sencillamente en todo…

Sólo debemos comprender lo que significa que Dios esté en el alma, en nuestra alma; que esté en el espíritu y en la vida y, como no puede ser menos, en el exacto y maravilloso prodigio de la resurrección que ha de ser como una nueva creación por un nuevo venir a ser como éramos…

¿Tenemos, o no, formas de ir al Cielo o, mejor, pistas para eso? Y aquí mismo es gracias a Lolo.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (97)

En el relato de la Creación no hay ni una sola palabra que venga con espinas. Se habla del sol y las estrellas, del agua y los pájaros, del hombre y las plantas, pero nunca de un Dios que hubiera modelado el sufrimiento con el afán de sus manos.

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna. (¡Con nuevos artículos sobre Lolo!)

23.12.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Desde Belén hasta ahora mismo: exaltación de la cuna

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

PRESENTACIÓN


Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.


Frases que bien valen la pena – Desde Belén hasta ahora mismo: exaltación de la cuna

“Lo bueno de Belén es que la exaltación de tener al Niño con nosotros, con todo lo que supone de salvación y de promesa, nos abre el corazón como una primavera, hasta arrinconar tantas espinas como hay en el tronco del mayor suceso de la historia” (Beato Lolo, de su libro Cartas con la señal de la Cruz)

No es nada de extrañar que Manuel Lozano Garrido, a la sazón Lolo para sus muchos amigos, dedicara en sus libros o artículos de prensa una atención muy especial a lo que llama aquí mismo como “el mayor suceso de la historia". Y no se equivocaba para nada ni tampoco exageraba. 

El caso es que el Beato Lolo (Linares, Jaén, España) se refería, como podemos estar imaginando, al nacimiento del Hijo de Dios en un pueblo de Israel llamado Belén como, por cierto, había sido profetizado desde hacía muchos siglos (como bien dice Miqueas-5- “Más tú, Belén Efrata… de ti me ha de salir aquel que ha de dominar en Israel, y cuyos orígenes son de antigüedad, desde los días de antaño“) y por eso  los más entendidos en las letras sagradas judías sabían que así sería aunque, claro, entonces ya había sido…

Pues bien, las palabras aquí traídas son de verdadero consuelo porque están contenidas en su  libro Cartas con la señal de la Cruz que es, como bien sabemos, uno dedicado a la correspondencia que mantuvo nuestro amigo de Linares con otros enfermos. Y por estas palabras vinieron tan bien a los que entonces las leyeron o escucharon y ahora mismo a nosotros también nos vienen igual de bien. Por eso, a nosotros nos nace esta

Exaltación de la cuna

Meditación sobre el nacimiento de Jesús: "El Pesebre envuelve la gloria de  Dios"

Viniste, Niño, para salvar

lo que perdido estaba, 

viniste para perdonar 

los pecados de este perdido

mundo, 

viniste porque tu Padre 

nos amó hasta el extremo

y nos quiso sobre todo

y sobre todo nos quiso. 

Viniste, Niño, 

porque Dios lo había 

prometido, 

allende los siglos, 

y los profetas contaron

qué pasaría ese día, 

que de una Virgen vendría

a llenar tantos vacíos

y a colmar

los corazones.

Viniste, Niño, 

porque necesario eras,

pequeño como cualquiera

y como nadie limpio,

luz de luz

para desocupar la tiniebla

de la negrura humana. 

Viniste, Niño, 

y con tu entonces

y tu ahora

y tu para siempre

quisiste ser ternura

y lo fuiste,

esperanza

y la repartiste,

Amor sobre los mimbres

de una vida 

que se hace, 

canción con letra nueva

para las cosas renovadas,

mano que acompaña,

soledad ya olvidada.

Viniste, Niño, 

y con eso nos basta,

porque así colmarías

lo por venir, 

aquello que también

fue escrito 

sobre Ti

y sobre 

ese Gethsemaní.

Viniste, Niño,

y desde entonces, 

desde tu pueblo do naciste, 

es cierto que hubo estrella

y que trajo nuestro destino, 

es cierto que los pastores

corrieron y más

que corrieron

y postrándose ante tu cuna

estamos más que seguros 

que descubrieron el Cielo. 

Viniste, Niño, viniste,

y te quedaste muy dentro. 

Beato Lolo, pídele al Niño, que ya es grande, que siempre nazca para que siempre seamos salvos. 

Amén y un beso al Cielo.


Eleuterio Fernández Guzmán



Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:



Entender el sufrimiento es un bien más que importante.


Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (96)


De la Creación no se conoce la fecha, porque ya siempre existió en el pensamiento divino y aún sigue modelando cada día nuestro espíritu, con el poder de la Gracia

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna (¡Con nuevos artículos sobre Lolo!)