InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Categoría: Amigo de Lolo

11.09.23

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Es posible no estar solo nunca

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos…
imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena – Es posible no estar solo nunca

No estoy solo cuando hay quien sigue un llamamiento, se apropia una ración del dolor del mundo, traspasa una consolación que necesitaba, perdona un gran agravio, ahoga el resentimiento, espiga las rosas de su corazón.” (Beato Lolo, de su libro Las estrellas se ven de noche)

La comunión de los que aman al prójimo. Lo escrito es esto.

Lo que decimos inmediatamente arriba no se trata de ninguna exageración sino de lo que, en lo tocante a Lolo, es lo que le pasa, lo que tiene por verdad y así lo escribe.

Para empezar… es posible que alguien pudiera pensar que Manuel Lozano Garrido, según era su situación física (aislado sin poder ir a ningún lado ni nada por el estilo) podría sentirse solo o, algo así, como en soledad. Sin embargo, nada más alejado de la realidad.

De todas formas, no hablamos de una soledad en el sentido de que nadie lo acompañase pues la verdad era todo lo contrario: nunca le faltaba compañía con la que hablar o trabajar.

Aquí, a lo que se refiere el Beato de Linares (Jaén, España) es una comunión muy especial y que tiene que ver con el amor que se tiene por el prójimo estando a lo que dice Cristo acerca de que debemos amar al prójimo como a nosotros mismos…

Lolo, en efecto, nunca se siente solo. Y no se siente solo por todo lo que a continuación, enumera o, al menos, cita en cierto orden:

No está solo cuando, por ejemplo, alguien tiene a bien servir al prójimo al seguir, eso, un llamamiento de alguna necesidad,

No está solo cuando, por ejemplo, alguna persona hace suyo un dolor o un sufrimiento del que tenga conocimiento,

No está solo cuando, por ejemplo, se es capaz de ir más allá de un dolor o un sufrimiento o, como diría el propio Manuel, se sobrenada sobre uno y otro,

No está solo cuando, por ejemplo, aunque eso pudiera parecer imposible según somos las personas, somos capaces de otorgar un perdón que, para nosotros, cuesta mucho esfuerzo espiritual otorgar. Y por eso habla Lolo de un “gran agravio” pues cuanto más grande sea el mismo mayor ha de ser nuestro perdón…

No está solo cuando, por ejemplo, muy a pesar de lo dolido que tengamos el corazón somos capaces de dejar ahí aquel agravio que tenemos contra tal o cual persona. Ahogar, así, el resentimiento, resulta de todo punto crucial para mantener un alma sana y limpia,

No está solo cuando, por ejemplo, muy a pesar de los pesares somos capaces de cosechar aquellas rosas que tenemos en el corazón o, lo que es lo mismo, cuando alcanzamos a sacar lo bueno del mismo y ofrecerlo al prójimo.

Podemos ver que no son pocas las oportunidades que tiene Lolo (y, así, nosotros mismos) de no estar solo y, a pesar de su vivencia personal, alcanzar eso que llamamos comunión de los que aman al prójimo.

El caso es que tal comunión creemos que se debe a que algo así como una conexión espiritual existe entre todas aquellas personas que son capaces de cumplir, por así decirlo, algunas de las condiciones que Manuel Lozano Garrido cita en esta parte de su libro Las estrellas se ven de noche.

En resumidas cuentas: Lolo nunca está solo porque es imposible del todo que, en cualquier parte del mundo, no se cumpla, cuando sea, algunas de las condiciones que hace no posible la soledad de Lolo. Y en todo momento, en cualquier momento, nuestro amigo se sabía siempre acompañado, no obstante bien podemos definirlo como ejemplo total y absoluto de amor al prójimo.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (35)

“Dios no necesita buscar la felicidad, ‘es’ la Felicidad”

……………………………

Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

4.09.23

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Lo que Dios hace por sus hijos

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena: Lo que Dios hace por sus hijos

Regalo, por último, el de Dios mismo, con su Ideario y su Carne, positivando la inutilidad y dándola al revoleo de la Verdad, de la Caridad, de la Fe y de la Esperanza.” (Beato Lolo, de su libro El sillón de ruedas)

Manuel Lozano Garrido titula un capítulo de uno de sus libros “De profesión, inútil”. Y es que, a lo mejor, creía que su situación era la propia de una persona que, como decimos arriba, ni sirve ni vale para nada.

De todas formas, la actitud de Lolo no es, precisamente, la de alguien así. Y lo demuestra en estas palabras que, alojadas en su libro El sillón de ruedas muestran hasta dónde Dios hace con aquellos que ha creado y que son semejanza suya.

Dios, por una parte, tiene un “Ideario” pero, a su vez, es real como la vida misma y es, así, “Carne” en el sentido más elemental que podamos aportar.

Podemos decir que lo que Dios hace con sus hijos lo hace desde una forma de hacer las cosas que tiene su espiritualidad intrínseca pero que, a su vez, tiene resultados efectivos y reales en quienes reciben de Sí bienes, dones y gracias. Esa decir, hay en qué basarse y tiene tal realidad consecuencias muy reales y verdaderas.

Por tanto… ¿qué es lo que hace Dios con sus hijos?

A este respecto, el Beato de Linares (Jaén, España) lo dice aquí con toda claridad: le da la vuelta a todo lo que puede considerarse malo para que sea bueno y favorezca, así, a quien puede encontrarse en la situación anterior que debe cambiar.

En realidad, positivar lo negativo es lo mismo que pasar de lo malo a lo bueno, de lo negativo a lo positivo. Y todo eso con las consecuencias reales que tiene tal situación.

Es decir, que pasar la inutilidad a la utilidad no es poca cosa sino mucha y más que mucha. Y es que podemos imaginar lo que puede suponer, para quien se crea inútil darse cuenta de que no lo es y que, al contrario, puede ser más que útil a sí mismo y al prójimo. Y eso es lo que le pasó, precisamente a Lolo y es la razón por la que debió escribir esto que hemos traído hoy aquí.

La cosa, con ser importante, no queda ahí sino que va más allá de la mera positividad de lo que no lo era. Y por eso aporta el linarense universal lo que supone esa utilidad nueva, ese ser que, ahora, no se siente inútil sino que se da al mundo en toda su grandeza (la de ser hijo de Dios que ha visto revuelta su vida)

Así, que las virtudes que llamamos “cardinales y la Verdad misma hagan aquí su aparición tiene todo que ver con lo que es posible llevar a cabo ahora que lo negativo a venido a ser positivo.

La Verdad es la que ha hecho posible, Dios mismo, el tal cambio; la Fe es la que ha aumentado al ver la propia acción del Todopoderoso; la Esperanza es la que cimentará, en lo sucesivo (si es que no lo hacía ya) el devenir personal y no cabrá desesperación alguna; y, por fin, la Caridad, ese Amor expresado en acciones y oraciones en favor del prójimo, se adueñará del corazón de quien ha visto como su vida ya no es inútil sino, al contrario, más que útil.

Y todo esto porque Lolo se dio cuenta de que eso es lo que le había pasado a él mismo. Nada más y nada menos que eso habiéndose dado Dios como regalo.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (34)

El nido que recibe el pájaro, la lluvia que desciende sobre el árbol, y ese ancho pan que es el trigo, los sentimientos y las esperanzas para el hombre, son los frutos diarios de la justicia del Creador. ”

……………………………

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

28.08.23

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – La realidad es cómo somos nosotros...

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.


Frases que bien valen la pena- La realidad es cómo somos nosotros


“Morir es seguro y difícil, pero lo esencial es que Tú has muerto también, y eras el amor, la impecabilidad y la esperanza.” (Beato Lolo, de su libro 
Dios habla todos los días)

En realidad, Manuel Lozano Garrido no dice nada que se pueda decir que es del otro mundo ni ha descubierto planeta alguno. Y es que dice, sencillamente, que la muerte la tenemos asegurada. Pero también dice que es difícil.

Esto es verdad. Primero que, para nuestra desgracia dado que, a lo mejor, así no estaba previsto por Dios (por lo menos no así, de la forma en la que morimos), la muerte, la nuestra es como es. Y si nuestros Primeros Padres no hubieran hecho lo que hicieron es cierto y verdad que nuestro adiós al mundo podría haber sido como el que fue y que celebramos hace muy poco, el 15 de agosto, la Asunción de la Virgen María. Sí, podríamos haber subido al Cielo en cuerpo y alma si no hubiera entrado la muerte y el pecado en el mundo con el pecado de Adán y Eva que es de lo que Dios privó, precisamente, a nuestra Madre.

Bueno, de todas formas, esto no es más que una idea del que esto escribe pero es que sería la mar de maravilloso que eso pudiera haber pasado. Pero, de todas formas, ante eso no podemos hacer nada porque las cosas son como son y, por eso, Lolo asegura que, en efecto la muerte es segura…

Pero también dice Lolo que la muerte es difícil. Y lo es según sea el listón que nos tengamos puesto en cuanto a la fe se refiere. Es decir, si estamos, en el fondo, alejados de Dios, es cierto y verdad que la muerte ha de ser algo muy difícil pues no se confiará en que haya nada después de la misma. Pero si tenemos una fe recia y a prueba de toda mundanidad y tentación de Satanás, es más que posible que creamos y estemos seguros en que después de nuestra muerte nos espera un mundo mejor.

Sin embargo, muy bien dice el Beato de Linares (Jaén, España) que en esto hay algo que es más importante y que es, por eso mismo, “esencial”.

Apunta lo que dice de Jesucristo a cómo somos nosotros.

Esto lo decimos porque dice Lolo del Hijo de Dios que sí, que el hijo de María murió como lo hace cualquier persona pero, como es bien sabido, Jesucristo no era cualquier persona. Y no nos referimos a que era Dios hecho hombre, que también, sino que apunta Manuel Lozano Garrido a ciertas características humanas y espirituales que adornan al Hijo de Dios o que, para ser más certeros, adornaban cuando vino al mundo por primera vez.

Dice Lolo que Jesucristo era el amor, la impecabilidad y la esperanza.

Como suele ser habitual en lo que escribe Manuel acierta de pleno en lo que escribe y nos muestra la perfecta comprensión que tenía, aquí también, del Hijo de Dios.

Que Cristo era el Amor, así con mayúscula, es cierto del todo pues así lo demostró muchas y más veces. Nada que objetar sino afirmar, con Lolo, una verdad tan clara y grande como ésa.

Que Cristo estaba agraciado de impecabilidad es algo que tenemos por fe y que, además, no puede ser de otra manera: ni tenía defecto alguno ni pecado tampoco. Y por eso se suele decir que era en todo igual a nosotros menos en el pecado…

Que Cristo era el ejemplo más profundo de lo que es la esperanza lo dejó bien claro a lo largo de su vida pública donde siempre manifestó su corazón el bien que era el porvenir de la humanidad que en Él creyese.

¿Y nosotros, cómo somos?

En cuanto al amor… en fin… no tenemos más que mirar nuestras acciones y omisiones…

En cuanto al pecado… en fin… no tenemos más que mirar nuestro corazón…

En cuanto a la esperanza… en fin… no tenemos mas que darnos cuentas de cuántas veces nos desesperamos…

Nos quiere decir Lolo que como Cristo ha muerto y siendo cómo era… vamos… que no deberíamos quejarnos tanto de nuestra muerte. Ahora bien, tampoco es como para mirar para otro lado ante lo que tiene que pasar… Y eso lo decimos por la necesaria preparación (toda una vida por antes de la muerte) ante el adiós de este mundo y, Dios quiera y nosotros también, la bienvenida al otro… ¡Sí!, al mejor y más duradero.

Lolo, sobre esto o, mejor, en esto, triunfó a la perfección.


Eleuterio Fernández Guzmán


Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.


Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (33)

¿El Dios de la noche, la enfermedad y la agonía? El Dios de las mañanas con sol, el desvelo paternal y la dicha eterna. ”

……………………………

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

21.08.23

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Aceptar el sufrimiento

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

 

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual. 

 

Frases que bien valen la pena – Aceptar el sufrimiento 

 

“Sobre todo, lo que vale es que el sufrimiento redime, personal y comunitariamente y que puede quedar en infecundo sin la previa aceptación.” (Beato Lolo, de su libro Cartas con la señal de la Cruz)

  

Es que Lolo era una persona muy especial”.

  

Esto dicho arriba es lo que puede llegar a pensarse acerca del sufrimiento y de la relación que tenía Manuel Lozano Garrido, a la sazón Beato de la Iglesia Católica desde el 12 de junio de 2010. 

Y sí, es cierto y verdad que Lolo era una persona muy especial. Pero no vaya a creerse que era especial y, luego, entendía el sufrimiento como lo entendía sino era que era, justamente, al revés: entendía el sufrimiento como lo entendía y eso lo hacía ser una persona más que especial. 

El caso es que todo, aquí, tiene que ver con una palabra a la que no solemos acogernos mucho en según qué circunstancias estemos o por las que estemos pasando: aceptación. 

Podemos ver, a tal respecto, que tal palabra es la última que escribe Lolo este texto de su libro Cartas con la señal de la Cruz que viene a ser, para quien no lo sepa, eso que dice el título: una serie de cartas que le escriben a Manuel personas que sufren y lo están pasando mal y la respuesta que les da el linarense universal.

 

Pues bien, este texto podía ser el ejemplo perfecto para todo el contenido del supracitado libro porque en el mismo muchas personas le manifiestan a Lolo que sufren y él argumenta aquí, y vale para todo lo demás, que antes que nada hay que aceptar el sufrimiento… 

Podemos decir, como muy bien apunta Lolo, que una vez el sufrimiento se ha aceptado, todo lo demás, viene de la mano de tal aceptación. 

Es cierto y verdad que no siempre aceptamos el sufrimiento o, si lo aceptamos, no lo aceptamos como lo aceptó Lolo en su vida. Y eso es, además de evidencia de que no lo comprendemos del todo, la más valiosa aportación a nuestro corazón de que tenemos en quien fijarnos en esto de no pasarlo muy bien según y cómo. 

En primer lugar, dice Manuel Lozano Garrido que el sufrimiento redime. Y lo hace si, claro, sabemos que eso es lo que pasa si cumplimos con la condictio sine qua non de que lo aceptemos. Y la redención a través del sufrimiento supone que el mismo lo ofrezcamos por alguna santa intención que Dios ha de recibir con agrado: sufrimos pero, a la vez, ofrecemos el sufrimiento es garantía de ser redimidos. 

Alguien podría pensar que eso, la redención, es puramente personal. Sin embargo, no es poco cierto que la misma también beneficia espiritualmente a la comunidad de la que formamos parte pues uno de sus miembros ha encontrado salvación y eso ha de venir muy bien a la parte de la que forma parte. Y por eso, diciendo Lolo que sufrimiento redime “comunitariamente” es por lo que es tan valiosa la aceptación de mismo por quien sufra. 

¿Vale la pena, por tanto, aceptar el sufrimiento por muy difícil que eso pueda llegar a ser?

 En efecto, sí vale la pena pues, de otra forma, el mismo quedará sin fruto y habrá muerto en nosotros la posibilidad de que lo dé. 

Sobre esto, no podemos dejar de sufrir que a lo largo de la historia de la salvación ha habido muchos creyentes cristianos, aquí católicos, que han aceptado su sufrimiento algo así como aportándolo al general haber de la comunidad y de Quien depende la misma. Y es por eso ya dijo hace mucho tiempo San Pablo eso de que

 

Ahora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, en favor de su Cuerpo, que es la Iglesia” (Col 1, 24)

 

Y es que, en realidad, todo está escrito. ¿Verdad, Lolo?

  

 

Eleuterio Fernández Guzmán

  

Panecillos de meditación

 

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:  

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

  

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (32)

  

“Dios siempre llora al juzgarnos: o de pena, o de felicidad, por nosotros

  ……………………………

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

14.08.23

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena: Ahora y luego

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

  

Frases que bien valen la pena: Ahora y luego 

 

“Del mundo tenemos nuestro cuerpo, las manos, la materia; del Paraíso, la ilusión, el ardor, la atracción, la perspectiva.” (Beato Lolo, de su libro Las estrellas se ven de noche)

 

Hace poco escribíamos en esta misma casa de un texto de Manuel Lozano Garrido acerca de la vida que hay después de la muerte. Y, lógicamente, afirmábamos que es que existe tal vida… 

Pues bien, esta semana, el Beato de Linares (Jaén, España) nos trae otro texto donde concreta mucho más la cosa. 

Podemos ver claramente que el linarense universal establece algo así como dos posibilidades de ver lo que somos aquí, en el mundo (digamos que la Iglesia militante) y lo que supone para los creyentes ese más allá anhelado que lleva el nombre de Cielo. 

De todas formas, hay quien, no siendo creyente católico (ni de ninguna otra religión ajena a la Verdad) no tiene por verdad que existe nada después de la muerte. En tal caso, sólo le sirve la primera parte de lo escrito por Lolo y todo será, en exclusivo, material y nada tendrá que ver con su ni lo espiritual ni lo que hay después de la muerte. 

A este respecto, podemos decir que “con su pan se lo coma” quien así piense pero debe tener en cuenta que las cosas son como son por mucho que esconda la cabeza en el suelo como el célebre avestruz… 

Pues bien, una vez hecho este pequeño apunte vayamos con lo dicho por Lolo que es lo que aquí importa. 

La verdad es que todo aquí es bien sencillo pues las cosas están dichas de forma que sean muy fácil de entender. 

En lo referido a nosotros en el mundo, en el lugar donde Dios nos ha dejado y nos mantiene, es cierto y verdad que, en efecto, lo tenemos por lo que somos, físicamente. Y por eso se nos habla aquí de nuestro cuerpo, de las manos y, en fin y en resumen, de todo lo que es materia. 

En realidad, no podemos despotricar de esto pues será ridículo hacerlo teniendo en cuenta que cada ser humano es como es y todo lo que dice Lolo es, exactamente, la verdad. 

Por ahí nada en contra podemos decir pues resultaría ser, nuestro comportamiento, algo así como el propio de un necio. 

Eso, de todas formas, sería el “Ahora”. 

Lo otro, sin embargo, es lo que importa y es, ciertamente, el “Luego”. Y a eso se llama aquí “Paraíso” pues es, exactamente, eso. 

Cuatro palabras utiliza Manuel Lozano Garrido para hablar del Paraíso, a saber: 

Ilusión, pues es cierto que es el anhelo mayor que todo creyente católico ha de tener, 

Ardor, pues nos ha de mover hacia el mismo el ansia y la plena energía espiritual, 

Atracción, pues es tan cierto como que el día existe y la noche también, que nos atrae la realidad del Paraíso de una forma más que fuerte y, por fin, 

La Perspectiva pues las cosas de nuestra vida espiritual, con vistas al Cielo, se han tomar, eso, con tal perspectiva y, por tanto, actuar en consecuencia. 

Podemos decir, y manifestar nuestro total acuerdo con Lolo en esta pequeña parte de su libro Las estrellas se ven de noche, que está bien eso de tener en cuenta nuestra vida material (pues también somos materia) pero sería la mar de conveniente tener en cuenta lo otro o, en suma, lo que es la vida eterna pues bien podemos responder a la pregunta de si se salvarán todos que sólo aquel que quiera salvarse. Así de simple 

 

Eleuterio Fernández Guzmán

 

Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy: 

 

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

  

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (31)

  

“Si te pudieras juzgar a ti mismo, sin saberlo, sin duda que lo harías con mucha más dureza que Dios. ”

 

……………………………

  

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.