InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Archivos para: Junio 2019, 23

23.06.19

¿Cuántos católicos saltaron las olas en la noche de San Juan?

Resultado de imagen de San Juan Bautista

Y con eso empezamos el mismo que, por cierto, es reproducción de uno publicado hace, nada más y nada menos, que 8 años. Pero… es que estamos seguros de que nada ha cambiado porque, seguro, ha empeorado.

Vayamos, pues, con la cosa.

 

“Ni que decir tiene que esta fiesta solsticial es muy anterior a la religión católica o mahometana. Uno de los antecedentes que se puede buscar a esta festividad es la celebración celta del Beltaine, que se realizaba el primero de mayo. El nombre significaba “fuego de Bel” o “bello fuego” y era un festival anual en honor al dios Belenos. Durante el Beltaine se encendían hogueras que eran coronadas por los más arriesgados con largas pértigas. Después los druidas hacían pasar el ganado entre las llamas para purificarlo y defenderlo contra las enfermedades. A la vez, rogaban a los dioses que el año fuera fructífero y no dudaban en sacrificar algún animal para que sus plegarias fueran mejor atendidas.

Otra de las raíces de tan singular noche hay que buscarla en las fiestas griegas dedicadas al dios Apolo, que se celebraban en el solsticio de verano encendiendo grandes hogueras de carácter purificador. Los romanos, por su parte, dedicaron a la diosa de la guerra Minerva unas fiestas con fuegos y tenían la costumbre de saltar tres veces sobre las llamas. Ya entonces se atribuían propiedades medicinales a las hierbas recogidas en aquellos días. El cristianismo fue experto en reciclar viejos cultos paganos.”

Este texto lo he copiado de un grupo denominado M.A.I.S. TOLTEKAHIOTL. A.C. “Mancomunidad de la Amerrikua Iniciática Solar". Dice lo que dice y se refiere, en concreto, a los “Orígenes paganos” de la celebración, digamos, del solsticio de verano y, en concreto, de la noche de San Juan o, lo que es lo mismo, la madrugada entre el 23 y el 24 de junio.

Otro texto más:

“Se trata de una fecha cargada de simbolismos y de magia, en la que las deidades de la naturaleza, las hadas y los duendes andan sueltos por los campos para bendecirlos, siendo posible tropezarse o comunicarse con ellos.

Las celebraciones del Solsticio de Verano están llenas de símbolos y otras alusiones de carácter solar, como las hogueras (encendidas con el doble propósito de purificar y ayudar al Dios Sol a mantener vivo su poder) .Se trataba de una festividad que celebra el placer y la alegría de la vida y la abundancia de la naturaleza.


En esta noche, tradicionalmente, se recolectan las hierbas mágicas y medicinales que se usarán durante el resto del año, así como también se recoge agua de los manantiales o del mar a la que se le atribuye milagrosas propiedades por estar situado el Sol a cero grados de
Cáncer, signo de agua. Está considerado como uno de los mejores momentos para la magia, siendo especialmente eficaz toda aquella relacionada con ritos de amor, salud y prosperidad.”

Este texto lo he traído aquí y viene de un blog titulado Masonería para todos”.

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