Meditaciones de Cuaresma – Valores de Cuaresma: ayuno

Resultado de imagen de Cuaresma

Valores de Cuaresma: ayuno

El tiempo de Cuaresma es uno que lo es muy especial porque lo que nos pasa a los creyentes católicos es que sabemos que podemos ser mejores. No es que el resto del año no sea tiempo propicio para serlo sino que en uno tan especial como es el que antecede a nuestra salvación eterna (a que pueda ser posible, queremos decir) tras la muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, lo es de forma más que especial.

Hay una serie de valores que damos en llamar propios de este tiempo o, mejor, que se pueden acentuar muy especialmente durante estos días. Uno de ellos es, sin duda alguna, el ayuno.

Sobre el ayuno hubo quien, en tiempos de Jesucristo, le preguntó la razón por la que sus discípulos no ayunaban. La cosa fue, más o menos, así:

“Entonces se le acercan los discípulos de Juan y le dicen: “¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discípulos no ayunan?”

Jesús les dijo: “¿Pueden acaso los invitados a la boda ponerse tristes mientras el novio está con ellos? Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán”.

Esto lo recoge el Evangelio de San Mateo (9, 14-15) y viene a decirnos que hubo un momento en el que el ayuno iba a ser perfeccionado y que coincidiría con la marcha a la Casa del Padre de su Hijo o, lo que es lo mismo, tras su muerte.

Eso, nosotros, ya lo sabemos pero, digamos, aquellos que le escuchaban no acababan de comprender lo que estaba diciéndolos. Pero nosotros, repetimos, ahora, sí lo entendemos.

El ayuno no es cosa baladí. No se trata de no comer por razón física o algo por el estilo. No. Aquí hablamos de razones fuertemente espirituales que valen mucho la pena.

Existen otros ayunos que, seguramente, tendríamos que unir a lo que es el no ingerir tantos alimentos como, por lo general, estamos acostumbrados a ingerir.

Así, por ejemplo, podemos ayunar de la mentira, del egoísmo, del olvido de Dios, de la vocación de tener más que ser, de la escasa misericordia, de la falta de amor, de la falta de entrega, del querer se más que el prójimo, de no cumplir con nuestras obligaciones espirituales, de no querer ver la bondad en el prójimo, de dejar de lado la esperanza, de entregarnos a la desesperación…

Y así podríamos seguir por donde cada cual pudiera entender que se ha trazado el camino de su vida en el que no exista el ayuno de lo que no importa para hacer, de su existencia, una que lo sea digna de ser llamada al discipulado de Cristo.

Ayunar, pues, de tantas cosas y actitudes que nos sobran, sólo puede ir en beneficio directo de nuestro espíritu y, con tal ayuno, también de aquellos que nos rodean que habrán visto que, en efecto, nuestro corazón habrá devenido uno que lo será de carne y no de piedra.

Podemos, además, ayunar según concreta un autor desconocido cuando escribió:

“Ayuna de juzgar a otros; descubre a Cristo que vive en ellos.
Ayuna de palabras hirientes; llénate de frases sanadoras.
Ayuna de descontento; llénate de gratitud.
Ayuna de enojos; llénate de paciencia.
Ayuna de pesimismo; llénate de esperanza cristiana.
Ayuna de preocupaciones; llénate de confianza en Dios.
Ayuna de quejarte; llénate de aprecio por la maravilla que es la vida.
Ayuna de las presiones que no cesan; llénate de una oración que no cesa.
Ayuna de amargura; llénate de perdón.
Ayuna de darte importancia a ti mismo; llénate de compasión por los demás.
Ayuna de ansiedad sobre tus cosas; comprométete en la propagación del Reino.
Ayuna de desaliento; llénate del entusiasmo de la fe.
Ayuna de pensamientos mundanos; llénate de las verdades que fundamentan la santidad.
Ayuna de todo lo que te separe de Jesús; llénate de todo lo que a El te acerque”.

Pero, sobre todos tales ayunos no debemos olvidar lo que recoge el evangelista Mateo en su evangelio (6, 16-18) cuando escribió que dijo Cristo que

Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas, que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan; en verdad os digo que ya reciben su paga.  Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno sea visto, no por los hombres, sino por tu Padre que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará”.

Es Dios quien ve en el fondo de nuestro corazón y, por eso mismo, los ayunos aquí expuestos han de salir de ahí mismo, de donde salen, además, las obras y las acciones que llevamos a cabo en nuestro ordinario vivir.

A este respecto de lo que importa en el ayuno lo dejó escribo el profeta Joel cuando dijo, refiriendo palabras de Dios, Desgarrad vuestro corazón y no vuestros vestidos” (Joel  2,13) porque, en verdad, lo que importa en el ayuno, físico y espiritual, es que sea el corazón, de donde sale lo bueno y lo malo, se arrepienta de lo hecho y que pretendemos olvidar.

Y es que ayunar, de lo aquí dicho, limpia el alma que es la mejor manera de recibir la entrega que nuestro hermano Jesucristo hace de sí mismo en su Semana de Pasión.

Nosotros, por ahora, ayunemos de todo aquello que nos sobra y alimentémonos de todo aquello que tiene importancia y que tiene que ver con nuestra salvación eterna. De eso, de ayunar, nada de nada.

  

Eleuterio Fernández Guzmán

Nazareno

Para entrar en la Liga de Defensa Católica

INFORMACIÓN DE ÚLTIMA HORA

A la venta la 2ª edición del libro inédito del beato Lolo

Segunda edición del libro inédito del beato Lolo

Ya está disponible la 2ª edición de Las siete vidas del hombre de la calle, libro inédito de nuestro querido beato Lolo. La acogida ha sido tal que hemos tenido que reeditarlo para atender la creciente demanda del mismo: amigos de Lolo y su obra, para regalar, para centros de lectura y bibliotecas, librerías,… innumerables destinos para los hemos realizado una segunda edición de hermoso e inédito libro.


Si aún no lo compraste o si aún no lo regalaste ¡ahora es el momento de pedirlo!
portada del libro Las siete vidas del hombre de la calle, segunda edición, del beato Lolo

Recuerda que, con la adquisición de estos libros…

  • … enriqueces la vida espiritual de quién lo lea.
  • … colaboras a difundir la obra y devoción hacia nuestro querido Beato Lolo.
  • … colaboras a sufragar los gastos de la Fundación.

Ahora puedes adquirir tu ejemplar de la 2ª edición del libro inédito del Beato Lolo, escrito en el año 1960, “Las siete vidas del hombre de la calle”, pidiéndolo en:

Teléfono: 953692408

E-mail: [email protected].

Colaboración económica: 6 € + gastos de envío

¡No pierdas esta oportunidad!

………………………

Por la libertad de Asia Bibi. 
……………………..

Por el respeto a la libertad religiosa.
……………………..

Enlace a Libros y otros textos.

……………………..

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Tiempo de espera y de esperanza es la Cuaresma.

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

…………………………….

InfoCatólica necesita vuestra ayuda.

Escucha a tu corazón de hijo de Dios y piedra viva de la Santa Madre Iglesia y pincha aquí abajo:

da el siguiente paso. Recuerda que “Dios ama al que da con alegría” (2Cor 9,7), y haz click aquí.

Todavía no hay comentarios

Dejar un comentario



No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.