Jueves Santo: humanidad toda, todos hijos de Dios

Amor fraterno

Al Jueves Santo se le conoce por hechos varios que tienen mucho que ver con lo que sucedió un día como tal de la semana llamada Santa o de Pasión de Nuestro Señor.

Por ejemplo, como el día del “servicio y la entrega”, o el día de ser “el último”. Y es que Jesús quiso mostrar a los presentes en aquella sala preparada para celebrar la Pascua (a lo mejor propiedad del padre del que luego sería apóstol suyo conocido como San Marcos), al lavar los pies a los apóstoles, que era la mejor forma de mostrar que eran discípulos suyos. Y eso entendido no el hecho mismo de lavar los pies (que también) sino en lo que suponía hacer lo que sólo hacían los esclavos. Jesús, así, también se declaró esclavo de Dios como lo había hecho su Madre María ante los requerimientos del Ángel Gabriel.

También se conoce aquel jueves como el momento exacto en el que Jesús instituyó el sacerdocio y, claro está, partió el pan y repartió el vino haciendo, de tales especies, su cuerpo y su sangre. Y, en resumidas cuentas, que fue el lugar y el tiempo exacto en el que instituyó la Santa Misa, llamada también Eucaristía (por ser acción de gracias)

Pues bien, también se conoce el Jueves Santo (ya a punto de comenzar los verdaderos momentos de Pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo) como día del Amor Fraterno.

El apóstol Juan, en su Primera Epístola recoge algo que es crucial para entender lo que significa el Amor Fraterno (escrito, así, con mayúsculas) y lo que no podemos entender acerca del amor que tenemos a Dios y al prójimo. Dice, pues, el discípulo amado, lo siguiente (4, 20-21):

“Si alguno dice: ‘Amo a Dios’, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve. Y hemos recibido de él este mandamiento: quien ama a Dios, ame también a su hermano”.

Hay, pues, que tener muy en cuenta lo que escribe el apóstol que recogió a la Virgen María en su casa por voluntad expresa de Cristo en la Cruz. Y hay que tenerlo en cuenta porque nos dice mucho acerca de lo que es nuestra fe católica.

Así, por ejemplo, relaciona directamente el amor que tenemos a Dios con el que debemos tener por el prójimo. Así, aquel “amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo” no se ha de quedar en expresión aceptable y aceptada sin más sino que, teniendo en cuenta de Quien viene todo eso, la debemos llevar a nuestra existencia como una exigencia de primer y fundamental orden.

Pero es que este texto, aún siendo corto en versículos (tan sólo dos) nos dice que tampoco podemos incumplir un Mandamiento de la Ley de Dios (el Octavo) acerca de la conveniencia de no decir mentiras. En realidad, esto se dice muy bien en el Eclesiástico (en concreto, entre los versículos 24 al 26 del capítulo 20 del mismo) cuando el escritor inspirado dice que

“Gran baldón para un hombre la mentira en boca de ignorantes repetida. Es preferible un ladrón que el que persiste en la mentira, aunque ambos heredarán la perdición. El hábito de mentiroso es una deshonra, su vergüenza le acompaña sin cesar”.

Y si es una gran carga la mentira, digamos, “ordinaria”, podemos suponer lo que es, de cara a nuestro Creador, decir que lo amamos pero que, en cambio, no es que no amemos a nuestro prójimo sino que lo aborrecemos lo que supone, como sabemos, dar un paso más acerca de no amar a quien debemos amar.

Alguno diría que, en realidad, aquí se refiere, todo eso, al “hermano” en cuanto familia, en cuanto nacido del mismo padre y la misma madre y en la circunstancia propia en la que cada cual se encuentre (pensemos, por ejemplo, en hermanos o en hermanastros) pero, en realidad, pensar así y creer eso es tener una mirada en el corazón en exceso alicorta.

En realidad, y esto es más que cierto, cuando Dios crea al hombre y, así, a la humanidad entera y toda, lo hace como hijos de un mismo Padre. Todos, pues, somos hermanos y todos, por lo tanto, somos y son susceptibles de ser amados como tales.

Cualquiera dirá que tal forma de hablar y expresarse indica tener un sentido algo exagerado de lo que supone la fraternidad. Sin embargo, sostener eso es lo mismo que decir que Dios crea al ser humano sin tener en cuenta que “todo” ser humano es hijo suyo pues, una cosa es considerar que para el Creador todos somos iguales y otra, al parecer, es que lo creamos nosotros al respeto de nuestra común filiación divina.

Todos, toda la humanidad, somos hijos de Dios y, por tanto, todo “otro” es nuestro prójimo. Por tanto, el Amor Fraterno cabe tenerlo en cuenta a todo aquel que conozcamos y, a lo lejos, pedir también por el que no conocemos.

El Jueves Santo, por lo tanto, supone un instrumento espiritual de vital importancia para llevar una vida espiritual de la que pueda predicarse que es verdaderamente cristiana y, yendo aún más lejos, que es verdaderamente propia de un hijo de Dios. Y eso, es verdad, es tarea encomendada a cada uno de nosotros.

Cristo, para empezar, dio ejemplo de eso.

Eleuterio Fernández Guzmán

El Pensador

La Editorial Stella Maris convoca el I Premio de Ensayo REVISTA EL PENSADOR.

Las bases son las que siguen:


1.- Editorial Stella Maris convoca el I Premio de Ensayo REVISTA EL PENSADOR, conforme a las presentes bases.

2.- Podrán concurrir al Premio cualesquiera obras inéditas de ensayo, en lengua castellana, cuya temática verse sobre “De Franco a hoy: evolución de España desde 1975 a 2013″ desde el punto de vista social, cultural y/o moral. Esta temática podrá ser abordada en conjunto o desde cualquier aspecto concreto.

3.- Las obras tendrán una extensión mínima de 150 páginas y máxima de 300. La tipografía a utilizar será el Times New Roman, tamaño 12, espaciada a 1,5. Se presentarán dos copias impresas en papel y se adjuntará una copia en formato word.

4.- Los autores, que podrán ser de cualquier nacionalidad, entregarán sus obras firmadas con nombre y apellidos, o con pseudónimo.

En el caso de que la obra venga firmada con nombre y apellidos, es obliga-torio incluir fotocopia del documento oficial de identidad, una hoja con los datos personales (nombre y apellidos, dirección postal, teléfono y email), un currículum vitae detallado del autor, así como un certificado firmado en donde se haga constar que la misma es propiedad del autor, que no tiene derechos cedidos a o comprometidos con terceros y que es inédita.

En el caso de que la obra sea presentada bajo pseudónimo, se incorporará una plica (con el título de la obra y el pseudónimo utilizado), en cuyo interior se incluirá la documentación referida en el párrafo anterior. Las plicas sólo serán abiertas en el caso de que la obra fuera premiada. En caso contrario serán destruidas junto a los originales presentados.

5.- Se admite la presentación de obras colectivas, pero en este caso el premio se repartirá a prorrata entre los autores. Y la documentación exigida en la cláusula anterior regirá por cada uno de ellos.

6.- Las obras presentadas al Premio no podrán ser editadas, reproducidas, cedidas o comprometidas con terceros, hasta el fallo definitivo. El ganador y, en su caso, los accésits ceden, por el mismo acto del fallo y de manera inmediata, los derechos exclusivos y universales de edición durante quince años a favor de Stella Maris.

Ninguna obra presentada al Premio podrá ser retirada del concurso hasta el fallo del Jurado.

7.- El Premio consistirá en:
* 6.000 euros en concepto de anticipos de derechos de autor.
* Publicación de la obra en una de las colecciones de Stella Maris.
* El 7% sobre las ventas, en concepto de derechos de autor.

8.- El Premio puede ser declarado desierto. Asimismo puede otorgarse un Accésit por cada una de las siguientes modalidades: Ciencias Sociales, Cultura y Filosofía.

El premio de cada accésit será un diploma acreditativo. Stella Maris se reservará el derecho de publicación de cada accésit y, en este caso, el otorgamiento de un 7% sobre ventas en concepto de derechos de autor.

9.- El plazo máximo de presentación de obras que opten al Premio comienza el 1 de febrero y finaliza el 29 de diciembre de 2014 a las 24 horas.

Las obras deberán presentarse por correo certificado a la siguiente dirección:

Stella Maris
(PREMIO “REVISTA EL PENSADOR")
c/. Rosario 47-49
08007 Barcelona

10.- El Jurado estará compuesto por cinco profesores universitarios e intelectuales de reconocido prestigio, designados por Stella Maris. La composición del Jurado se hará pública al mismo tiempo que el fallo del Premio.

11.- El premio será fallado el 27 de febrero de 2015 y será publicado al día siguiente, comunicándose directamente además al ganador y accesits. El fallo del jurado será inapelable.

Las obras no premiadas serán automáticamente destruidas y no se devolverán en ningún caso a sus autores. Stella Maris no están obligados a mantener correspondencia con ninguno de los aspirantes al Premio.

12.- La concurrencia al Premio implica la aceptación expresa de las presentes bases de convocatoria.

……………………….

Por la libertad de Asia Bibi.
……………………..

Por el respeto a la libertad religiosa
……………………..

Enlace a Libros y otros textos.

……………………..

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Ama al prójimo como a ti mismo.

…………………………….
Para leer Fe y Obras.
…………………………….

InfoCatólica necesita vuestra ayuda.

Escucha a tu corazón de hijo de Dios y piedra viva de la Santa Madre Iglesia y pincha aquí abajo:


Y da el siguiente paso. Recuerda que “Dios ama al que da con alegría” (2Cor 9,7), y haz click aquí.

2 comentarios

  
jesus
A mi no me gusta llamar al Jueves Santo como "Día del amor Fraterno." Es como llamar a la Navidad día de la Alegría, aunque obviamente lo uno implique lo otro. Me gustan las cosas sin apellidos u otros nombres. He oído a muchos decir "Feliz Día del Amor Fraterno"... Hombre, el Jueves Santo, a pesar de ser glorioso, es más santo que feliz. Que prendieron al Señor. Al final se tergiversa el sentido original de este día tan importante.
17/04/14 2:31 PM
  
Rodrigo Pérez
"Toda la humanidad somos hijos de Dios", puede sonar muy lindo, pero no es lo que enseña la Biblia. En Juan 1:12 explica quiénes son los hijos de Dios: "Mas a todos los que le recibieron, a los que CREEN en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios." La salvación, si bien es un regalo de gracia que nadie puede ganar por obras, consiste precisamente en ser el hombre adoptado por Dios como su hijo. Pues si sostenemos con usted que toda la humanidad somos hijos de Dios, ¿dónde está la motivación, la urgencia de salir a predicar el evangelio?

bendiciones
17/04/14 8:23 PM

Dejar un comentario



No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.