InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Categoría: Amigo de Lolo

23.09.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Lo que ha de venir es cosa nuestra

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena – Lo que ha venir es cosa nuestra


“El futuro se amasa también con sudores del corazón, con renuncias del alma, con ansias puras y deseos generosos.” (Beato Lolo, de su libro 
Mesa redonda con Dios)

Cuando el Hijo de Dios fue enviado al mundo por el Todopoderoso tenía que cumplir, por decirlo así, una misión más que importante por aquello a lo que se refería y se trataba: salvar al mundo. Eso era así y así fue. 

Jesucristo, con su predicación y con aquello que llevó a cabo con sus obras sentó una base crucial sin la cual nada lo que iba a venir después hubiera podido conseguir nada de nada ("Sin mí nada podéis hacer” como bien dice en Jn 15, 5) Y eso era algo que debían tener muy claro aquellos que le escucharon decir tan pocas palabras pero con tanta importancia. Y lo mismo podemos decir de todo aquel que ha seguido como discípulo del Hijo de Dios desde que ascendió al Cielo después de su Resurrección. 

Sin embargo, y como es de imaginar, no basta con eso con ser eso tan importante y sin lo cual, como decimos, nada podía haber pasado que fuera bueno y mejor para los discípulos del Emmanuel. 

El caso es el Beato de Linares (Jaén, España) pone sobre la mesa un “pequeño” detalle ha de ser tenido en cuenta y que es tan importante que sin llevarlo al pie de la letra no es fácil que nos salvemos porque, como aquí se dice, lo que ha de venir es cosa nuestra… sobre todo nuestra. 

Cuando Manuel Lozano Garrido habla del “futuro” nosotros creemos que se refiere a lo que ha de venir después de nuestra muerte. Y por eso apunta hacia aquello que debemos hacer y que, al parecer, no es poca cosa por mucho que nosotros seamos, casi por naturaleza, rácanos en esto.

“Algo” debemos hacer pues no nos puede salir gratis algo que supone que vamos a gozar para siempre, siempre, siempre como es la vida eterna porque Dios es Bueno pero ha de esperar de sus hijos mucho más que un simple aceptar tal salvación sin poner nada de su parte…

Debemos, por ejemplo, hacer sudar a nuestro corazón lo que ha de querer decir que debemos trabajar mucho nuestra relación con el prójimo para que, de verdad, sea como debe ser porque debemos recordar muchas veces eso de amar al prójimo como a nosotros mismos. Y es que, de no hacerlo, dejamos cojo uno de los mandamientos más importante de la Ley de Dios: el amor.

Debemos, también, renunciar muchas veces a aquello que no nos conviene para nada porque puede ensuciar el alma y, luego, tales manchas deben ser limpiadas con el esfuerzo espiritual que eso siempre supone para nosotros. 

Debemos, también, ansiar de forma pura aquello que queremos y no de forma torticera y equivocada. 

Debemos, ya por último, tener deseos generosos lo cual tiene que ver mucho con aquello que hemos puesto en primer lugar y que tiene que ver con nuestro prójimo y poner ante Dios unas intenciones que no sólo sean santas sino que, en efecto, sean cumplidas. 

Es verdad que todo esto que nos dice nuestro amigo Lolo no es algo que desconozca un discípulo de Cristo pero también es verdad que está más que bien que nos lo recuerde para que no se nos “olvide"… y es que, como sabemos, muchas veces nuestra memoria es demasiado selectiva… con lo que nos conviene. 


Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.


Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (69)

La Redención es el más abnegado acto de caridad de la justicia del Padre”

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

16.09.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Es Dios nuestra esperanza

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación 

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.


Frases que bien valen la pena – Es Dios nuestra esperanza

“A la rosa encendida del corazón de Dios se le llama esperanza.” (Beato Lolo, de su libro Bien venido amor, 866)

Se suele decir que la esperanza es lo último que se pierde cuando, en momentos por los que pasamos tribulaciones nos aferramos a la posibilidad de que, como sea, se solucionen las mismas.

Los cristianos, los católicos, sabemos que, por encima de todas las cosas, tenemos una esperanza en la que dejar caer nuestra desesperación y que tal esperanza no es otra que Dios mismo. Y el Beato Lolo (Linares, Jaén) pues desde su corazón la Esperanza nace para que llegue a sus hijos y la acepten. 

Es, la esperanza, una virtud que Dios nos infunde cuando somos bautizados en compañía del Espíritu Santo. Ella nos da la confianza en Dios mismo y con ella esperamos reconocer, en nosotros, las gracias que el Padre nos ha entregado para poder valernos en nuestra peregrinación por la Tierra hacia su definitivo Reino. Y es algo que Lolo llevó a cabo a lo largo de su (corta) vida. 

Esperanza es, pues, ver a Dios en nuestras vidas, saber que estamos salvados porque, al fin y al cabo, es su voluntad la que se cumple en su criatura y, así, confiamos en la vida eterna que nos ha entregado y hacemos posible tal caridad en la caridad misma como Manuel Lozano Garrido hacía cada día de su vida. 

Por el contrario, la persona que no siente, ni percibe o, ni siquiera, cree en la posibilidad de que Dios nos dé la esperanza de la que podemos disfrutar, sólo puede encontrar vacío en su vida porque la verdadera razón de la misma no es percibida por algún tipo de ceguera mundana.

Por eso,
 en palabras de Benedicto XVI “La esperanza verdadera y cierta está fundada en la fe en Dios Amor, Padre misericordioso". Y eso lo tuvo en cuenta nuestro amigo Manuel y más que en cuenta lo tuvo. 

Sin embargo, a pesar de que sabemos que mantener la esperanza en nuestro corazón es una buena recomendación espiritual porque, 
además, es garantía segura de luz y de camino recto, también sabemos que existen posibilidades, pecados, contra la misma esperanza en los que no cayó Lolo:

1.-Por ejemplo, la desesperación, que viene a ser la desconfianza que manifestamos en Dios porque no creemos que el Padre pueda socorrernos en las tribulaciones, es, por ejemplo, el pecado cometido por Caín y por Judas. El primero no comprendió el amor de Dios y el segundo no quiso entender del papel que Cristo, Dios hecho hombre, había venido a desempeñar. Desconfiaron, pues; cayeron en desesperación. Y Lolo era todo esperanza y así lo mostró

2.-La presunción es, en segundo lugar, una forma de confianza pero no en Dios sino en nosotros mismos. Presumimos que somos capaces de salvarnos y que, por eso, no necesitamos a Dios. Así creemos que Dios no nos puede ayudar en nada, que no es necesario en nuestras vidas, que, en definitiva, lo que hacemos no lo hacemos a través de su mano sino sólo con las nuestras. Pero, en realidad, Lolo no tuvo que presumir nada sino, simplemente, ser como era.

Entonces, 
sabemos que Dios es una esperanza definida, que la tenemos en nuestras vidas a cambio de aceptarla, que no nos es impuesta porque el Creador nos ha donado, también, la libertad para elegirlo o no. Y todo eso sale del corazón del Todopoderoso, como aquí mismo nos dice Lolo.

Por otra parte, 
esperar es querer que Quien nos da la vida también quiere, es su voluntad, que queramos esperarlo, que confiemos en su presencia entre nosotros; que, en fin, sepamos que nos acompaña, siempre, llevándonos de la mano del espíritu hacia las estancias de Su casa. Y así esperó Lolo, siendo todo esperanza en sí mismo


Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.


Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (83)

Dice Dios: ‘¿Por qué andáis con tantas vacilaciones conmigo, hijos? ¿Es que no soy un Padre que a cada momento os levanta el piquito de la servilleta para que seáis embriagados por el aroma del bizcocho de la Gloria?’”

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

9.09.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Parecer feliz y serlo

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación 

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena –Parecer feliz y serlo

Y es que la felicidad es una cosa bien distinta a las palmas de tango y el pasarlo bien. A uno le puede bajar por la cara un reguero de lágrimas, estar tosiendo, con taquicardia o detrás de un balcón y en el corazón bullirle todas las campanas del mundo.” (Beato Lolo, de su libro Las golondrinas nunca saben la hora)

Cuando hablamos de felicidad lo que queremos decir es que nuestra ansia es que las cosas nos salgan bien y que, si es posible, los problemas no nos alcancen aunque, en realidad, bien sabemos que ese cuento no va a darse…

Lolo, que conocía muy bien a la felicidad y que comprendía el verdadero sentido de la misma nos dice aquí mismo que, muy a pesar de lo que podamos creer, la felicidad no es sólo la alegría, así de pasada, que pueda darse en nuestra vida. Y es que el Beato de Linares (Jaén, España) conocía el sentido exacto de lo que quiere decir ser feliz. Y aquí nos lo muestra.

Manuel Lozano Garrido cree que sí, que es posible pasar por determinadas circunstancias y que el corazón esté alegre aunque eso a nosotros nos pueda parecer cosa de ciencia ficción o, por decirlo pronto, cosa propia de algún tipo de personas entre las que no nos encontramos…

En cuanto al sufrimiento que pueda causarnos lágrimas es verdad que hay tantos casos y cosas que nos pueden producir eso que los ejemplos que pone aquí Lolo son, eso, algunos de ellos pero es seguro que cualquiera que lea esto podría poner otros muchos.

Como decimos, nuestro amigo Manuel nos habla, por ejemplo:

- de las lágrimas ya citadas,

- de toser, entendiendo esto en forma enfermiza y no una simple tos inoportuna y, por fin,

- “detrás de un balcón” que era como estaba precisamente él… detrás de un balcón en un sillón de ruedas.

Son estos unos ejemplos de formas de padecer algún tipo de sufrimiento pero, como decimos, la lista sería interminable si nos pusiéramos ahora a describir lo que pueda pasarnos y pueda ser metido en el saco del sufrir…

¿Y?

Pues dice el linarense universal que todo eso que él cita (y pongamos nosotros lo que queramos poner añadiendo) a lo mejor no tiene la menor importancia para nosotros porque nuestro corazón, en él, pueden bullir “todas las campanas del mundo”. Y nosotros queremos entender que quiere decir que las campanas suenen por buenas cosas y no, por ejemplo, para llamar a exequias…

Eso, así dicho, parece cosa muy bonita pero no nos mete en la situación de cómo eso puede ser posible. Y entonces es cuando aparece él mismo, Lolo. Y es que Manuel Lozano Garrido tenía muchas campas llamando a bueno muy a pesar de la situación física por la que estaba pasando desde muy antes de publicar Las golondrinas nunca saben la hora, que es el libro de donde hemos entresacado el texto puesto arriba.

Nosotros creemos a Lolo le bullían las campanas en el corazón porque comprendió muy pronto el sentido último que tenía el sufrimiento. Pero también creemos que eso le pasaba porque creía a ciencia y corazón ciertos que su sufrimiento debía aceptarlo y, así, sobrenaturalizarlo. Y así lo hizo a lo largo de los años que tuvo que padecer una enfermedad tan grave como la que tuvo que padecer que acabó por dejarlo ciego.

De todas formas, podemos decir que Manuel Lozano Garrido, como hombre común, supo muy bien parecer feliz y serlo y es que como dijo aquel, podía serlo, quería serlo y lo fue. Ea.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (82)

Si conociéramos todos los portentos ocultos, diríamos que lo que Dios hace es un verdadero despilfarro de ternura

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

2.09.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – La Cruz nos puede definir muy bien

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación 

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que mucho. Y, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena – La Cruz nos puede definir muy bien

Se me ocurre, y escribo, que la Cruz bien puede ser la huella dactilar del alma.” (Beato Lolo, de su libro El sillón de ruedas)

No podemos negar que el Beato Lolo hace uso de las expresiones comunes de nuestra fe católica, de nuestros símbolos, para dar con ellos sentido a lo que creemos.

Sobre la Cruz, claro está, se ha escrito mucho desde el mismo momento que fue el último lugar donde nuestro Señor fue acogido para expirar su aliento y entregar su Espíritu a Su Padre, Dios Todopoderoso.

La Cruz, aquella sobre la murió Cristo es muchas realidades para todo aquel que se considera hermano del Hijo de Dios y, por tanto, a cada cual nos puede decir una o más cosas porque tiene sentidos múltiples tal fue la importancia que tiene en la historia de la salvación.

Más que nada la Cruz es un símbolo que abarca mucho de lo que creemos porque la Cruz es la muestra más palpable de hasta dónde se puede llegar en el amor o, mejor (siendo Quien es a Quien nos referimos) en el Amor, así con mayúscula.

Sobre esto, como es de imaginar, Manuel Lozano Garrido tiene que decirnos algo para que comprendamos hasta dónde puede llegar el sentido de la Cruz, que supone para nosotros y, en fin, qué ha de suponer para todo discípulo de Cristo.

Como una buena inspiración divina, a Lolo “se le ocurre” o, lo que es lo mismo, ha tenido lo que creemos y hemos dicho antes. Y por eso se siente obligado a dejarlo escrito pues, de otra forma, habría sido una pérdida grande para sus hermanos.

Digamos, a tal respecto, que lo que nos dice el linarense universal acerca de la Cruz nos muestra un sentido de la misma que, francamente, no conocíamos porque es nuevo o, al menos, lo es para el que esto escribe.

Además de lo que hemos dicho arriba acerca de aquellos dos maderos sobre los que clavaron a Jesucristo y sobre lo que, es más que seguro, muchas otras personas han dicho y escrito infinidad de cosas mejores, Lolo aporta una característica más de la Cruz porque, al parecer, nunca se deja de descubrir algo nuevo sobre la misma.

Nos dice Manuel Lozano Garrido que la Cruz puede ser “la huella dactilar del alma”. Ahí queda eso.

Una huella dactilar es propia de cada cual. Es decir, tenemos entendido que pasa como con el ADN y es que no hay ninguno repetido. Y, por tanto, cada uno de nosotros somos como somos, también, en las señales que tenemos en el dedo.

Si la Cruz es la huella dactilar del alma quiere decir que a través de la misma manifestamos o, podemos manifestar, cómo somos cada uno, sin parecidos ajenos…

En realidad, la Cruz ha de reflejar, en nosotros, todo lo que la misma supuso para Jesucristo. Así, su entrega, su sacrificio voluntario, su Amor expresado en soportar todo aquello, su voluntad de que fueran perdonados aquellos que le causaban la muerte o, en fin, todo lo que a fin de cuentas es la Cruz.

El caso es que si nuestra alma manifiesta aquella huella de Cristo en nosotros… entonces bien podremos decir que aquella Cruz, la Cruz por excelencia, representa en nosotros, es (ahí lo de huella dactilar) el exacto ser de un buen hijo de Dios que es, exactamente, lo que fue y representó el ahora Beato de la Iglesia Católica que fue, como se dice de otra ciudad española, de Linares al Cielo.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (81)

No hay hombre sin , al menos, un obsequio diario: el de la vida””.

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

26.08.24

Amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Preocuparse por el alma, por nuestra alma

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación 

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena – Preocuparse por el alma, por nuestra alma

“Se muere en el cuerpo, pero donde se pone a agonizar verdaderamente, con la preocupación, es en el alma, que, realmente, nunca muere.” (Beato Lolo, de su libro Las estrellas se ven de noche)

Hace poco escribíamos aquí mismo acerca de otro texto de Manuel Lozano Garrido. Y decíamos que, en realidad, no somos sólo cuerpo. Pues bien, el texto que hemos traído aquí mismo confirma a la perfección esto del alma que, como pasa con otras muchas realidades espirituales, no siempre se tiene en cuenta con los nigérrimos resultados que eso supone en nosotros…

A nadie le cabe la menor duda de que, cuando Dios quiera, el cuerpo en el que se sustenta su vida, dejará de existir, se parará el corazón y, en fin, tendrá que decirle adiós a este valle de lágrimas en que vivimos. 

Ciertamente, bien dice el Beato de Linares (Jaén, España) que se “muere el cuerpo”. Y es que, como a continuación apunta lo que vive luego de su muerte no es, precisamente, el mismo cuerpo (para eso habrá que esperar a la resurrección de los muertos) sino que es el otro componente vital del ser humano creado por Dios a su imagen y semejanza: el alma. 

Afirmar que lo que se muere en nosotros es el cuerpo y no el alma supone tener muy claros los conceptos y realidades de nuestra fe católica. Es decir, se conoce bien que somos cuerpo y somos alma y, por eso mismo, se conoce también qué pasara con la segunda cuando el segundo deje de existir. 

Tenemos muy claro que, por lo expresado aquí por Lolo, hay que tener muy en cuenta a nuestra alma. Y es por lo que sigue. 

Si Lolo dijera que tenemos alma no tendríamos nada que añadir y, además, le podríamos decir que es una verdad de Perogrullo, que todo creyente lo sabe, etc. Pero es que nuestro amigo aquí mismo dice algo más que debemos tener en cuenta. 

Lolo dice que el alma nunca muere. Y es verdad. Pero también dice que si bien el cuerpo deja de existir en un momento determinado, lo que agoniza, en lo que se agoniza es, claro, en el alma, puesto que sobre el cuerpo nada se puede dejar caer cuando deja de ser lo que era. 

Cuando dice Manuel Lozano Garrido sostiene esto es que nos quiere decir algo…

Al respecto del alma, bien sabemos la importancia de su blancura o, también, de la limpieza que ha de manifestar la misma. Es decir, que tenemos claro que la misma no ha de estar manchada cuando llegue el momento de nuestro Juicio particular que, es seguro, llegará en el mismo momento de nuestra muerte física. 

Agonizar y preocupación son dos términos que van unidos de la mano. Y es que, en realidad, sabemos que, como somos así, es más que probable que nuestra alma no esté limpia del todo e, incluso, que presente más manchas negras que un mono de un mecánico…

Nosotros, por eso mismo, estamos (deberíamos estar por la cuenta que nos trae) muy preocupados por el destino de nuestra alma. Y lo estamos porque agonizamos sólo de pensar cuál será el mismo si aquella está, digamos, sucia y bien sucia. Y su suciedad no procede, así, del mundo ni nada por el estilo o, lo que es lo mismo, no nos la imputa nada ni nada salvo nosotros mismos que, por nuestros pecados, tenemos a la misma, casi, hecha una piltrafa espiritual…

Muy bien sabe Lolo que el alma debería ser el destino predilecto para nuestros actos y en los mismos. Y por eso nos pone sobre la pista de qué es lo que, de verdad, debe importarnos porque el cuerpo fue polvo y al polvo volverá…



Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.


Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (80)

“Cada segundo de la vida humana supone un milagro, muchos milagros”

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.