Un terrible caso de inhumanidad
Hay noticias que le dejan a uno el corazón encogido. Si de las tales noticias son protagonistas seres humanos indefensos… entonces el corazón sólo puede gemir de tristeza.
En sí mismo considerado, el aborto es una de las formas más inhumanas que hay de terminar con un ser humano porque ni puede defenderse ni hay nadie, al parecer, que pueda hacer nada por él.
Sin embargo, hay ocasiones en las que se supera la falta de humanidad y se entra, de lleno, en el más oscuro rincón del mundo del mal.
No tenía nombre el bebé. Ni siquiera había intención de que lo tuviera porque la embarazada había entrado en el hospital de Rossano de donde salió, tras ser abortado, ¡Vivo!.