InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Categoría: Apostolado laico -La Palabra para el Domingo

26.02.12

La Palabra del Domingo .- 26 de febrero de 2012

Enlace a Libros y otros textos.
……………………..

Mc 1, 12-15

Biblia

12 A continuación, el Espíritu le empuja al desierto, 13 y permaneció en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás. Estaba entre los animales del campo y los ángeles le servían.14 Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios: 15 «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva.»

MEDITACIÓN

1.- Cuando Jesús es bautizado por Juan, en el Jordán, y, después de haber sobrevolado sobre Él el Espíritu Santo (al igual que en el Génesis, mientras Dios creaba, el mismo Espíritu, su Espíritu, sobrevolaba las aguas) se deja llevar por aquella persona que constituye la Santísima Trinidad y marcha camino del desierto, donde sólo se oye su corazón y a Dios buscando su seno porque necesita esa íntima comunicación.

Quizá buscaba lo que dijera Isaías (32, 10) “en el desierto morará el derecho, y la justicia habitará en el vergel”, es decir, que trataba de hallar la plenitud de la voluntad de Dios; quizá quiera pasar una prueba puesta por su padre (Dt 8,2), al igual que pasara, con el paso del desierto, el pueblo de Israel: acuérdate del camino que el Señor te ha hecho andar durante cuarenta años a través del desierto con el fin de humillarte, probarte y conocer los sentimientos de tu corazón y ver si guardabas o no sus mandamientos. El respeto buscado por Dios de su Hijo por sus normas, quizá fuera lo que buscaba Jesús. Y todo esto sabiendo lo que dijera, también, como tantas otras veces, Isaías, (58, 11): te guiará Dios de continuo. El caso es que Jesús, atareado en ese intento de descubrirse, no encuentra mejor sitio donde ir que a ese inhóspito espacio reseco.

Leer más... »

19.02.12

La Palabra del Domingo .- 19 de febrero de 2012

Enlace a Libros y otros textos.
……………………..

Mc 2, 1-12

Biblia

1 Entró de nuevo en Cafarnaúm; al poco tiempo había corrido la voz de que estaba en casa. 2 Se agolparon tantos que ni siquiera ante la puerta había ya sitio, y él les anunciaba la Palabra. 3 Y le vienen a traer a un paralítico llevado entre cuatro. 4 Al no poder presentárselo a causa de la multitud, abrieron el techo encima de donde él estaba y, a través de la abertura que hicieron, descolgaron la camilla donde yacía el paralítico. 5 Viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: «Hijo, tus pecados te son perdonados.» 6 Estaban allí sentados algunos escribas que pensaban en sus corazones: 7 «¿Por qué éste habla así? Está blasfemando. ¿Quién puede perdonar pecados, sino Dios sólo?» 8 Pero, al instante, conociendo Jesús en su espíritu lo que ellos pensaban en su interior, les dice: «¿Por qué pensáis así en vuestros corazones? 9 ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: “Tus pecados te son perdonados", o decir: “Levántate, toma tu camilla y anda?” 10 Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados - dice al paralítico -: 11 A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa."» 12 Se levantó y, al instante, tomando la camilla, salió a la vista de todos, de modo que quedaban todos asombrados y glorificaban a Dios, diciendo: «Jamás vimos cosa parecida.»

MEDITACIÓN

1.- Jesús vuelve donde, en la sinagoga, había expulsado un demonio y asombrado a cuantos fueron testigos de tal hecho. Su presencia, cuya fama corrió por toda la comarca rápidamente, atrae tanto a aquellos que buscan el prodigio como a los que esperan, pacientes, la llegada del Mesías, aunque fuera un Mesías distinto o como ellos no esperaban.

Jesús vuelve a casa, a cada uno de nuestros corazones, para habitar en ellos (recordad aquello que dijo: el que me ama guardará mi palabra y mi Padre le amará, vendremos a él y viviremos en él, Jn 14, 23). Y ante su puerta, ante la propuesta de aceptar su mensaje podemos apostarnos por si aceptamos lo que este supone; a la espera, si no tenemos suficiente fe, de algo que, de sus manos, pueda asegurarnos quien es. Muchas veces esperamos extraordinarios actos de la Palabra de Dios, que conforme nuestra vida de forma espontánea, imprevista. Si bien esto puede ser así, ¿no es más lógico que, de nuestra parte, pongamos ese esfuerzo y ese ruego para que la acogida a Cristo sea fundante de un nuevo existir? Dios se da… pero espera, como Padre, la solicitud amorosa de la hija, de cada uno de nosotros.

Leer más... »

12.02.12

La Palabra del Domingo: 12 de febrero de 2012

Enlace a Libros y otros textos.
……………………..

Mc 1, 40-45

Biblia

40 Se le acerca un leproso suplicándole y, puesto de rodillas, le dice: ’Si quieres, puedes limpiarme.’ 41 Compadecido de él, extendió su mano, le tocó y le dijo: ‘Quiero; queda limpio.’ 42 Y al instante, le desapareció la lepra y quedó limpio. 43 Le despidió al instante prohibiéndole severamente: 44 ‘Mira, no digas nada a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y haz por tu purificación la ofrenda que prescribió Moisés para que les sirva de testimonio.’ 45 Pero él, así que se fue, se puso a pregonar con entusiasmo y a divulgar la noticia, de modo que ya no podía Jesús presentarse en público en ninguna ciudad, sino que se quedaba a las afueras, en lugares solitarios. Y acudían a él de todas partes.

MEDITACIÓN

1.-Es conocida la existencia, para aquellos que tienen un conocimiento del contenido del cristianismo, de las tres virtudes teologales: la fe, la esperanza y la caridad. Mientras que, mediante la primera de ellas sabemos que la existencia, por ejemplo, de Dios, es real aunque no podamos probarla con medios humanos (recordemos lo que le dijo Cristo a Tomás cuando se apareció a los discípulos y sabía lo que el incrédulo había dicho; y le dijo: Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han creído, Jn 20, 29); en virtud de la esperanza esperamos nuestro bien y, extendiendo ese pensamiento, el bien de todos aquellos que nos rodean; incluso, llevando al primer extremo (y no al último ya que esto ha de ser lo primero) lo que ha de ser la creencia cristiana; también deseamos el bien de todos, en general; y, por último, sabido es que la caridad es la Ley del Reino de Dios, y que, sin ella, nada de lo otro se entiende.

Particularmente creo que en este texto de Marcos las tres virtudes citadas se dan la mano ayudándose unas a otras.

2.-La fe y la esperanza

Seguramente el leproso tenía conocimiento, o sabía quien era, la persona que se acercaba, o se alejaba, de él. Jesús, cuya fama ya había comenzado a extenderse, como ya vimos en Mc 1, 21-28, era a quien tenía que dirigirse si quería que ese terrible mal que le aquejaba desapareciera. Vemos, aquí, una esperanza que podríamos denominar antecedente de la fe, mediante la cual poner el sentido de una vida en manos de otro se asiente en la voluntad de cambio.

El leproso, al decir si quieres…expresa, por una parte, el hecho de que el Mesías tenía el poder de curarlo. Era, así, expresión, de conocimiento natural del Hijo de Dios. Confiado, con la esperanza netamente intacta, pues de tal gravedad era su enfermedad que no otra cosa podía hacer, se acerca, es decir, va hacia Jesús en busca de algo más que consuelo. Puedo decir que tiene puesta su esperanza en una fama que precede al Enviado y, por eso, una fe primera que acentúa su existir. Busca porque cree que ha encontrado solución a su situación. Ve en aquella persona, rodeada de otras, una luz que, posiblemente, podía iluminar su ser.

Leer más... »

5.02.12

La Palabra del Domingo - 5 de febrero de 2012

Enlace a Libros y otros textos.
……………………..

Mc 1, 29-39

Biblia

29 Cuando salió de la sinagoga se fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. 30 La suegra de Simón estaba en cama con fiebre; y le hablan de ella. 31 Se acercó y, tomándola de la mano, la levantó. La fiebre la dejó y ella se puso a servirles. 32 Al atardecer, a la puesta del sol, le trajeron todos los enfermos y endemoniados; 33 la ciudad entera estaba agolpada a la puerta. 34 Jesús curó a muchos que se encontraban mal de diversas enfermedades y expulsó muchos demonios. Y no dejaba hablar a los demonios, pues le conocían. 35 De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se levantó, salió y fue a un lugar solitario y allí se puso a hacer oración. 36 Simón y sus compañeros fueron en su busca; 37 al encontrarle, le dicen: «Todos te buscan.» 38 El les dice: «Vayamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para que también allí predique; pues para eso he salido.» 39 Y recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los demonios.

MEDITACIÓN

1.-Una vez, cuando uno que quería ser discípulo de Jesús le planteó seguirle, éste le dijo que tuviera en cuenta que el Hijo del hombre no tenía donde recostar su cabeza (Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza, Lc 9, 58 es la cita concreta) Esto lo dijo para que esa persona, pienso yo, supiese, de antemano, donde se iba a meter, que entendiera que el camino hacia Dios no era, sólo, un camino de rosas, sino que comprendiera que esas rosas también tenían espinas.

¡Y qué espinas!

Leer más... »

29.01.12

La Palabra del Domingo: 29 de enero de 2012

Enlace a Libros y otros textos.
……………………..

Mc 1, 21-28

Biblia

21 Llegan a Cafarnaúm. Al llegar el sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar. 22 Y quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.23 Había precisamente en su sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar:24 «¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios.» 25 Jesús, entonces, le conminó diciendo: «Cállate y sal de él.» 26 Y agitándole violentamente el espíritu inmundo, dio un fuerte grito y salió de él. 27 Todos quedaron pasmados de tal manera que se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad! Manda hasta a los espíritus inmundos y le obedecen.» 28 Bien pronto su fama se extendió por todas partes, en toda la región de Galilea.

MEDITACIÓN

1.-Jesús continúa su labor. Es de suponer que iba con sus recientes discípulos, y así “llegan a Cafarnaúm” (en hebreo Kfar Nahum). Esta ciudad se encuentra en la orilla noroeste del Lago Kinéret (el Mar de Galilea), 2,5 Km. al noreste de Tabgha y a unos 15 Km., al norte de Tiberíades, donde descansa algún o algunos días.

Como diría el Mesías que no penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas sino a dar cumplimiento (Mt 5, 17), nada mejor que acudir al lugar donde tenía expresión natural ese hacer lo que la Ley indicaba: la sinagoga, lugar de culto, reunión y difusión de la norma de Moisés y del resto de Sagradas Escrituras.

Pero el hecho de ir a la sinagoga era, para Jesús, un medio directo y práctico de hacer explícita su enseñanza; era, como dijo, el dar verdadero cumplimiento a la Ley de Dios. Porque allí no se limitaba, sobre todo, a leer los textos disposición de los asistentes. Allí enseñaba, es decir era rabbí (maestro).

Leer más... »