InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Archivos para: 2024

29.04.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena- Un prójimo, el prójimo

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

 

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

 

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.


Frases que bien valen la pena -Un prójimo, el prójimo

 

”Ejercitar el espíritu más que un deber o un trabajo, es un obsequio de felicidad, aunque dando la vida por los demás no es fatiga lo que se siente a la noche, sino como si la vida entera estallase de gozo.“ (Beato Lolo, de su libro Reportajes desde la cumbre )

 

Otra vez nos habla Dios desde su cumbre. Y es que, como hemos hecho en otras ocasiones, los textos del libro de Lolo Reportajes desde la cumbre los atribuye nuestro amigo al Padre Eterno y es, algo así, como una relación directa establecida entre Dios y nosotros, sus hijos. 

El tema del prójimo es uno de los que, a veces, nos hace actuar no de forma adecuada. Y es que no podemos negar que si bien Dios nos quiere tan cerca como podemos del “otro”, lo bien cierto es que solemos tener cierta tendencia a establecer excesiva distancia en tales circunstancias. 

Esto lo decimos porque es seguro sabemos eso de que debemos amar al prójimo “como a nosotros mismos” (Cristo dixit) pues es un claro mandamiento dado por Dios mismo a través de sí mismo hecho hombre. Y, entonces, no podemos alegar ignorancia a tal respecto porque es seguro de toda seguridad que eso lo sabemos… 

¿Qué pasa, entonces? 

Lo que pasa es que somos muchas veces egoístas. Sí, egoístas y, sobre esto, que cada cual se mire dentro, en su corazón, y encuentre lo que tenga que encontrar… 

Lolo, sin embargo (que fue muy poco egoísta si hablamos de esto en concreto y, es seguro, en todo lo demás tampoco lo debió ser) tenía muy claro que debíamos “ejercitar el espíritu” o, lo que es lo mismo, dejarnos llevar por unos principios que deben regir nuestra vida.  

Dejarse llevar por el espíritu es tener en cuenta, entre otras cosas y realidades, a quien está a nuestro lado, 

Dejarse llevar por el espíritu es no olvidar a los que no están a nuestro lado sino un poco más allá y, por tanto, siguen siendo nuestros prójimos. 

Vemos, por tanto, que no es que tengamos pocas posibilidades de ejercitar nuestro espíritu en el buen sentido que eso significa y viene a ser. 

De todas formas, es bueno saber que, como dice el Beato de Linares (Jaén, España) nuestro darnos al prójimo nunca va a caer en saco roto. En primer lugar porque caerá muy bien en el corazón de Dios y, luego, porque en nuestro propio corazón, contentará al Espíritu Santo que habita en el él como en un templo. 

Esto segundo tiene todo que ver con lo último que aquí nos dice Manuel Lozano Garrido. Y es que el cansancio que podamos acumular en el dar “la vida por los demás” nos colmara de gozo porque es como si la “vida entera” estallase, eso, de gozo. Y no podemos negar que eso no es poca cosa sino mucha y muy mucha. 

 

Eleuterio Fernández Guzmán

 

Panecillos de meditación

 

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

 

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

 

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor“ (63) 

 

“Creo en la bondad de ese Dios que nos ha dado la ilimitada Gloria de amar.” 

…………………………… 

Para leer Fe y Obras. 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

27.04.24

La Palabra del Domingo - 28 de abril de 2024

Resultado de imagen de SAnta Biblia

Como es obvio, hoy no es domingo 28 de abril de 2024 sino sábado, 27. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, de domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.  



Jn 15, 1-8


“1 ‘Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto. 3 Vosotros estáis ya limpios gracias a la Palabra que os he anunciado.4 Permaneced en mí, como yo en vosotros. Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. 5 Yo soy la vid;  vosotros los sarmientos.  El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada. 6 Si alguno no permanece en mí, es arrojado fuera, como el sarmiento,  y se seca; luego los recogen, los echan al fuego y arden. 7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros,  pedid lo que queráis y lo conseguiréis. 8 La gloria de mi Padre está en que deis mucho fruto, y seáis mis discípulos.’”

COMENTARIO

Vid y sarmientos; Cristo y discípulos

Quizá lo que propone Jesús, en esta parte del Evangelio de Juan, sea una de las imágenes más clarificadoras de las que mostró a lo largo de su corta, pero profunda, predicación: la vid y el viñador, los sarmientos y el fuego que los quema, el seguimiento a la vid y el fruto que podemos obtener y dar de ese seguir al Enviado.

Como en tantas otras ocasiones, el Mesías ofrece un ejemplo cercano, una forma, simple a primera vista, y en el fondo, honda, de hacerse comprender. Todo lo relacionado con la tierra, con sus frutos, su cultura y el resultado de ese proceso, identifica, perfectamente, lo que Cristo pretendía que entendieran, entonces, los que le seguían y, ahora, los que detrás de aquella estela y luminaria, optamos, y optan, por mirar sus huellas por el mundo dejadas y reconocemos, en ellas, el único camino bueno que seguir, ávidos de una vida eterna que, con Él, ya podemos disfrutar en este momento, en este ahora que es nuestra vida.

¿Qué es una viña sino un arraigar en la tierra para, desde ella, tomar el alimento que da forma y fondo al fruto que nos endulza la vida? Pues bien, si nos ponemos a dilucidar si esto tiene relación con nuestra vida y a tratar de entrever el resultado de esa imagen, vemos hasta dónde somos fruto, desde dónde tomamos el alimento.

YO SOY LA VID 2

Y Dios, según nos dice Cristo, limpia de pecado a quien sigue a su Hijo, a quien guarda su Palabra.  Su Palabra. Sólo así podemos dar, ser fruto, para el Padre. Al hacer lo que en su predicación, dice Jesús, somos sarmientos sanos y no hay necesidad de ser cortados. Pero si, por mor de esas circunstancias en las que nuestro existir como hombre, caemos en el pecado, cosa propia de nuestra naturaleza, podemos “ser podados”, eliminados esos pecados, así, y tras el correspondiente resarcimiento y ejercicio de penitencia, poder continuar siendo renuevos, imágenes del Hijo, sus discípulos.

Cabe, pues, permanecer en Jesús. Y permanecer en Él supone seguir su doctrina, como tantas veces he dejado escrito en estos comentarios o meditaciones. A veces, hay que reconocerlo, esto resulta difícil, casi imposible. Pienso que cuanto mayor ser la dificultad, tanto mayor ha de ser el esfuerzo, pues el objetivo, esa permanencia en Cristo, es aquello que hemos de ansiar, seguir, de que la vida eterna es un destino al cual estamos destinados.

De otra forma, “separados de mi”, de Él, dice el texto, en palabras de Jesús, no podemos hacer nada; nada bueno, se entiende, nada que pueda agradar a Dios, pues en su Enviado, Él mismo, tiene puesta su esperanza, en su sacrificio, ese fruto.

Podemos escoger entre ser rama seca que se corta y se quema (¡imagen terrible, si lo pensamos!) o ser, por otra parte, ese fruto que, tras enriquecerse con la savia de la Palabra, glorifica a Dios, conformando, por así decirlo, el cuerpo de Cristo; siendo, por eso, verdaderos hijos suyos.
 
PRECES 

Pidamos a Dios por todos aquellos que no aman la vid del Señor.

Roguemos al Señor.

Pidamos a Dios por todos aquellos que no quieren ser sarmientos de la vid del Señor.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a saber ser sarmientos de Cristo.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto. 

 
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.


Eleuterio Fernández Guzmán

 

 

Panecillos de meditación

 

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

 

Ser parte de Cristo o no serlo; así de sencillo

 

Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

22.04.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena- Una verdad tan grande como el mismo Cielo

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien. 

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena - Una verdad tan grande como el mismo Cielo


“Los más desgraciados son los analfabetos de Dios.” (Beato Lolo, de su libro Bien venido, amor, número 435)

No hemos puesto el título al artículo de hoy por ponerlo o por escribir algo que se pueda entender como muy exagerado. No. El caso es que lo que aquí nos dice Manuel Lozano Garrido es, sencillamente, verdad. 

Para empezar, es seguro que hay quien pueda tener del Cielo un sentido, digamos, espiritual. Y no es que eso no sea verdad pero también hay quien cree que es tangible aunque, claro, no sabemos dónde está. 

De todas formas, aquí no se va a tratar ahora tal tema sino lo que encierra la, sí, muy corta frase de Lolo pero la, también, muy sustanciosa para el alma. 

Sobre esto, sobre la misma frase, es cierto y verdad que hay quien, no creyendo en Dios, en nada se pueden sentir concernidos o, lo que es lo mismo, en nada se sienten influenciados por lo que los creyentes decimos acerca de que Dios sí existe. 

De todas formas, lo que el Beato de Linares (Provincia de Jaén, España) quiere decirnos es que sí, que hay una desgracia muy grande cuando se es “analfabeto” de Dios. 

Sabemos que ser analfabeto supone tener muchas carencias. Y el diccionario nos ayuda a entender mejor lo que eso supone. Y es,

 

1. Que no sabe leer ni escribir.

 

2. Ignorante, sin cultura, o profano en alguna disciplina.

 

Pero también sabemos que muchas personas no saben leer ni escribir no por culpa suya sino por las difíciles circunstancias de su vida. Y, sobre lo otro, no es fácil reconocer que todos somos analfabetos de alguna, o algunas, disciplinas… 

Es cierto esto que decimos pero también lo es que Lolo se refiere, en concreto a ser profano en una disciplina que es la única que, en realidad, vale la pena para un hijo de Dios: no ignorar que Dios existe, no conocer nada del Creador, etc. 

Cuando decimos esto, como ponemos arriba, es seguro que muchas personas pasan (como se decía hace algunos años…) del tema y les basta con decir que no creen en Dios y, por tanto, todo lo que se derive de tal primera premisa les trae sin cuidado. Y aunque esto sea así (y lo es) no podemos dejar decir que quien es “analfabeto” de Dios se está perdiendo esto: 

Se está perdiendo que Dios es Amor, 

Se está perdiendo que Dios es “su” Padre, 

Se está perdiendo que puede encontrar cobijo en el corazón de Dios en las dificultades, 

Se está perdiendo que puede acudir a Dios en las necesidades, 

Se está perdiendo el sentirse bajo las alas del corazón del Todopoderoso, 

Se está perdiendo saber, a ciencia cierta, que nunca va a ser abandonado por su Creador, 

Se está perdiendo poder sentirse libre de hacer lo que quiera, 

Se está perdiendo saber que su corazón es templo del Espíritu Santo y que está ahí, que está ahí… 

Se está perdiendo la posibilidad de transmitir a su prójimo que todo lo dicho arriba es cierto y verdad y poder gozar con ello. 

Se está perdiendo, se está perdiendo y se está perdiendo… 

En realidad, lo que pasa con ser analfabeto de Dios es que, ciertamente, se está perdiendo para siempre quien crea que Dios no existe. Y por eso, siendo una realidad tan evidente la existencia de Adonai, es por lo que Lolo dice que los “más” desgraciados son los analfabetos de Dios. Y aunque podemos decir, con Cristo, que “no saben lo que hacen”, ¡qué diantre”, es que nos pesa mucho en el corazón tal analfabetismo…

 

Eleuterio Fernández Guzmán 


Panecillos de meditación
 

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (62) 

“¡Qué misterio el de la ternura que hasta en los pájaros la ha puesto Dios! Porque es Padre, a cada hombre le llena de amor la vasija de su corazón y aún le sobre para repartirla a las aves y pincelar el cielo.”  

……………………………

 Para leer Fe y Obras.

 Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna. 

20.04.24

La Palabra del Domingo - 21 de abril de 2024

Resultado de imagen de SAnta BibliaComo es obvio, hoy no es domingo 21 de abril de 2024 sino sábado, 20. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, de domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.  


Jn 10, 11-18

 
“1 Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. 12 Pero el asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo,  abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en ellas y las dispersa, 13 porque es asalariado y no le importan nada las ovejas. 14       Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí, 15 como me conoce el Padre  y yo conozco a mi Padre y doy mi vida por las ovejas. 16 También tengo otras ovejas,  que no son de este redil; también a ésas las tengo que conducir  y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño,  un solo pastor.17 Por eso me ama el Padre,  porque doy mi vida, para recobrarla de nuevo. 18 Nadie me la quita; yo la doy voluntariamente. Tengo poder para darla  y poder para recobrarla de nuevo;  esa es la orden que he recibido de mi Padre.’”

  
COMENTARIO 

El Buen Pastor 

La imagen de Jesús como Buen Pastor es una de las más queridas por nosotros, sus discípulos. Representa mucho porque simboliza tanto como el cuidado de las ovejas, el mirar por su bien y, en fin, el quererlas por encima de todo sin querer que una sola de ellas se pierda porque tal es una parte muy importante de la misión encomendada por Dios  a su Hijo. 

Y es que siendo el hebreo, esencialmente, pueblo de pastores Jesús utiliza esta imagen para dar a conocer su persona ya que, de esa forma, iba a ser entendido por aquellos que le escuchaban. Paralelamente traza una relación entre él y el Padre identificándose de tal forma, que no cabe duda alguna de que el amor que Dios tiene por su persona es justificado: siendo Él mismo, está en su Hijo en su totalidad. Jesús insiste en que Él es el buen pastor, contraponiendo, para demostrar esto, su figura a la de aquel que, siendo pastor, por apacentar ovejas (creyentes), huye ante el embate del maligno, dejando de lado a aquellos que debían ser sus custodiados, hecho que aprovecha, el maligno, para dispersarlos, dividiendo al pueblo de Dios entre aquellos que le siguen y aquellos que han huido. Y esto porque “el asalariado”, aquel que trabaja en cumplimiento, por una parte, de la Ley en sentido estricto y, por otra, para otra persona, no tiene en cuenta lo que debería ser su verdadera labor. Atento, exclusivamente, al apacentamiento pasivo, no inquiere sobre la verdadera Verdad, ni da el sentido adecuado a lo que la Ley dice sino que, vendido a la costumbre y a la tradición, en este caso equivocada como demuestra Jesús, no va más allá.

Celebremos el Día del Buen Pastor! – Colegio San Mateo

El Mesías, sin embargo, no huye ante las asechanzas del mal, de su mal, ni se abandona a la molicie y a la desidia: da su vida por sus ovejas. Esto está claro lo que quiere decir: por lo que tuvo que pasar en su Pasión. Por esto, sobre todo por esto (no por el mero hecho de sufrir, sino por comprender el valor de su dolor y de sus padecimientos) es por lo que el Padre le ama. Por eso Dios lo resucitará y Jesús así lo dice: para recobrarla de nuevo, la vida, se entiende. No pierde su vida porque la da para que los demás tengamos perdonados los pecados, por eso Dios no le quita la vida (lo cual sería impropio de un Padre amoroso y misericordioso) sino que la da por su voluntad, porque sabe el significado que tiene esa sangre que va a derramar, que bautizará al mundo en una nueva creación, para remediar las faltas de toda la humanidad y nacer, así, limpia, pura, digna.

Pero la misión de Cristo no acaba con ese, digámoslo así, trabajo de Pastor, de Buen Pastor, sino que esa misma labor tiene una finalidad, un fin, una comprensión teleológica: unir, en su persona (cuando muera atraeré a todos hacia mí, diría luego) a toda persona, pero, sobre todo, a aquellos que están separados, que pertenecen a otro redil, a aquellas personas que pueden o no tener conocimiento de su persona o que habiéndolo conocido, lo han abandonado, no han creído en su mensaje. Aquí radica, arraiga, su labor de conductor, de quien conduce a Dios. Con su persona, con su labor, con su vida misma, ha de juntar, con el ejercicio de esa función específica, y atribuida por su Padre, de pastor, recogiendo, bajo su manto, a todos, para que así, sea uno solo el rebaño, las ovejas que sigan a ese buen pastor que, cumpliendo la voluntad de Dios, puede optar por dar su vida o no darla: yo la doy voluntariamente, dice.

He aquí lo esencial de la fe del católico: voluntad, cumplimiento, entrega. Nada más, y nada menos, que eso. 

PRECES
 
Pidamos a Dios por todos aquellos que no quieren a Jesús como Pastor.

Roguemos al Señor.

Pidamos a Dios por todos aquellos que se comportan como simples asalariados en el Reino de Dios presente.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a seguir a Cristo, Buen Pastor nuestro enviado por Ti al mundo para que el mundo no pereciera.

 
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.
  

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 
Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 

Panecillo de hoy:

¡Que Buen Pastor es Cristo! ¡Qué bueno es Cristo como Pastor!

Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

15.04.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena: que Dios está en el mundo aquí se dice

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena: que Dios está en el mundo aquí se dice

Os invito a que juguéis la hermosa experiencia de mi descubrimiento. Pistas tenéis a manojillos. En el paisaje, los cielos, las flores, los animales y las criaturas, ya poseéis el acorde de mi belleza” (Beato Lolo, de su libro Mesa Redonda con Dios).

Estamos más que seguros que hay quien tiene por verdad que Dios no existe porque, sencillamente, no puede verlo, digamos, por la calle como sí se puede ver a cualquier persona.

Esto, dicho así, sólo cabe en un corazón que no se ha dejado arrebatar por el Todopoderoso y no es capaz de entender la realidad espiritual como debe ser entendida que no es, precisamente, de una forma tan materialista como la expresada supra.

El Beato Lolo, que mucho sabía acerca de la existencia del Creador, aquí nos lo expresa de una forma meridianamente clara.

Pone Lolo en boca de nuestro Padre Eterno algo que nos viene la mar de bien para “localizarlo” en el mundo si es que, de verdad, queremos localizarlo.

Antes que nada digamos que ya en otra ocasión hace uso Manuel Lozano Garrido de la expresión “a manojillos”. Y es cuando habla de santos “a manojillos” (Lo hace en su libro El sillón de ruedas donde le pide a Dios que llegue a haber una perfección “standard”) que ha de querer decir que hay muchos o que quiere que haya muchos, tanto de santos como concretos ejemplos como los que aquí pone para “situar” a Dios en el mundo.

Pues bien, nos dice Dios que descubrir que existe en el mundo es algo así como una experiencia “hermosa”. Y es que nada es más cierto que afirmar, por nuestra parte, que sabemos que Dios existe y que está aquí, aquí y aquí. Y eso es lo que nos muestra nuestro amigo Manuel.

En efecto, muchos son las “pistas” por las que podemos encontrar a Quien todo lo ha creado y mantiene. Y Lolo nos pone unas cuantas para que, para empezar, empecemos por ahí…

Por ejemplo, a Dios lo podemos descubrir en el paisaje, en la hermosa hermosura de tal parte de su Creación. Tan perfecta y con un orden tan excelso que sólo una mano como la Suya pudo establecer el qué y el cómo…

Por ejemplo, a Dios lo podemos descubrir, ya entrando en harina, en los cielos, que tanto nos dicen también a nivel espiritual porque está ahí, en lo alto lo mismo que nosotros sabemos que está el definitivo Reino de Dios llamado, también, Cielo…

Por ejemplo, a Dios lo podemos descubrir en las flores que, con sus aromas y colores hacen que nos maravillemos de la genial imaginación del Padre Eterno a la hora de crearlas…

Por ejemplo, a Dios lo podemos descubrir en los animales y, en general, en todas las criaturas que en este mundo que nos dio en su momento el Creador…

Y ciertamente, es música para nuestros oídos y nuestro corazón todo esto. Pero es una música perfecta y con la que podemos gozar… si queremos gozar, claro está. Y todo es muestra aunque, seguramente, mínima (aún siendo inmensa para nosotros, pobres criaturas) de la Belleza de Dios. Y es que, para eso, para contemplar la que es del Todopoderoso nos falta el tiempo exacto que va desde ahora mismo hasta que entremos por la puerta del Cielo. Y en eso, Lolo, nos ha ganado en el tiempo…

Eleuterio Fernández Guzmán


Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor” (61)

Si cada segundo de la historia humana le estuviera diciendo bueno a Dios, aún no hubiéramos salido del primer acorde del himno de la bondad que merece. ”

……………………………

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.